Partida Rol por web

ok

Miré la puerta que acabábamos de abrir, a mis compañeros y al bando de Hextor. Esperaba poder acabar con el asunto sin que me hirieran.

Salí corriendo hacia la puerta. Esperaba poder encontrar a los arqueros dentro. Seguramente, al verse superado en números, el bando enemigo se rindiera o huyera.

  El lobo algo confundido no ve movimientos confusos, su enano amo esta muriendose y tiene cerca de él al lobo q ahora parece dormido y cerca al hombre que golpeo a su compañero enano druida. En un ataque casi repentino y con un instinto casi salvaje, ataca al hombre cercano tirandosele al cuello(Stephon)

Urdgren soltó un rugido de rabia y atacó al enemigo más cercano

Shamel se había colocado en una posición demasiado peligrosa para ella y fue cuando el primer virote voló sobre su cabeza cuando se dio cuenta. Salazar había intentado atacarla, pero por fortuna la flecha se desvió notablemente.

Lylyth decidió hacer el movimiento más arriesgado y más peligroso de todos, abandonar la capilla para adentrarse sola ante lo desconocido, con la única esperanza de que verdaderamente allí detrás se encontrarían los arqueros.

Tras aquello la melodía que cantaba el que parecía ser el bardo del grupo, se desvaneció y éste se dirigió hacia su compañero dormido para protegerlo del constructo que se había materializado aunque no sirvió de mucho.

Los lobos que estaban en el suelo poco pudieron hacer, pues para cuando quisieron verse en pie, estos se desvanecieron tan rápido como habían aparecido.

Wulfen gruñó al paladín dormido y se lanzó contra su cuello que al estar indefenso lo dejó inconsciente y desangrándose, pues su golpe de gracia no había tenido todo el éxito esperado. De nuevo otro hombre apareció para socorrer a su aliado caído, pero pareció darse cuenta de que quizá, ya era demasiado tarde.

Entonces, el arquero del bigote cargó de nuevo dos flechas en el mismo arco, y escogió como nuevo objetivo a Shamel. Una de ellas se perdió por la sala, pero la otra logró alcanzar su pequeño corazón, dejándola en el suelo completamente inconsciente y desangrándose.

Otro luchador más salió de su ensimismamiento y se lanzó contra el lobo que ayudaba a sus enemigos, pero tuvo tan mala suerte que tan solo fue capaz de cortar el aire y ni siquiera tuvo mucho éxito.

Pero no solo fue él el único que pareció despertar, pues Udgren también reaccionó y escogió como objetivo al cantante, que habiendo tratado de proteger al paladín se había colocado en una posición demasiado peligrosa.  Udgren terminó rápido con él, tan solo necesitó un golpe con su martillo que le quebrase todas sus costillas y su espada para decapitar a aquel hombre haciendo rodar su cabeza por el suelo.

Y así terminó la vida de Khatano, un bardo cuya misión fue la de proteger a Héxtor y que murió en el intento.

Sigues los instintos de Shamel y mientras compruebas como las flechas vuelan sobre su cabeza, decides adentrarte tras el telar con la esperanza de encontrarte allí con los arqueros.

Desgraciadamente la sala se encontraba vacía, a excepción de la puerta que había frente a ti. Aquella puerta secreta parecía esconder algún tipo de corredor que conduciría hacia algún lugar interesante. ¿De qué si no iba a tener interés ocultar aquella trampa? Aunque quizá, para ello, habría que comprobarlo.

¿De verdad? dije exasperada. Otra puerta más. Me acerqué corriendo y me puse a buscar si había trampas de algún tipo. Si me saltaba, me quedaría aquí muerta.

Tras la huida de Lylyth en búsqueda de los arqueros, parecía que habíais decidido esperar, pues donde Udgren o Wulfen podrían haber seguido combatiendo prefirieron aguardarse por unos segundos.

Y aquello fue lo peor, pues aunque Wulfen logró esquivar todos los envites que le lanzaron, la semiorca no tuvo tanto éxito, pues tras esquivar varias flechas, la última de ellas se la clavó en el entrecejo y por poco la perforaron la cabeza.

Cuando cayó al suelo, la sangre comenzó a brotar, pero por suerte no excesivamente.

Empiezas a inspeccionar la nueva puerta que te has encontrado en aquella habitación y tras analizarla y descubrir que allí no había ninguna trampa te decidiste a abrirla. La puerta se abrió, pero de pronto dos fogonazos de luz, idénticos a la trampa anterior comenzaron a materializarse a cada lado tuyo.

Era muy posible que dos criaturas nuevas aparecieran en apenas unos segundos.

En serio, ¿otra vez? dije al ver cómo las figuras empezaban a materializarse a mi alrededor. Sin saber si mis compañeros seguían vivos, corrí a la siguiente puerta, esperando encontrar a los arqueros. Cerré en cuanto entré.

Os movisteis hasta llegar a una encrucijada, el pasillo continuaba de frente, pero también se dividía en otras dos soluciones posibles, el camino de la derecha o el de la izquierda. Para avanzar habría que tomar una decisión entre aquellas tres posibles.

Wulfen podría hacer algo contra los enemigos de su compañero, ya fuera por venganza o por ayuda. Podría tener muchos motivos de odio para acabar con ellos, pero prefirió quedarse allí, lamiéndose las heridas, mientras contemplaba el cuerpo casi inerte de su amigo enano y observando como sus rivales se acercaban más a él, pero no lograban encajarle ningún golpe.

Quizá, con un poco de esfuerzo y ganas, podría enfrentarse a sus rivales, y aunque no lograse acabar con ellos, quizá sí podría dañarlos lo suficiente como para que ellos no encontrasen a los arqueros...

 El lobo se siente algo confundido y aturdido, una mezcla de sensaciones y situaciones. Sin embargo al ver a unos de los atacantes, este acciona contra este mordiendolo feroz por todo el daño hecho de esas personas a sus conocido y amigo druidas.

Salazar cambia su ballesta por un bastón, para poder tener algo más de éxito en aquel combate cuando de pronto Wulfen que parecía haber estado aturdido durante largo rato, da un pequeño salto arrancándo al guerrero contra el que se enfrentaba, un buen trozo de su cuello y haciéndole desangrarse a gran velocidad.

Korbis y Rod decidieron aprovechar su posición para rodear al lobo que quedaba en pie, logrando que Rob le encajase un hachazo en pleno costado. El lobo gimió de dolor, pero a pesar de ello se resitió a caer inconsciente. Estaba aguantando como un campeón y resistiendo mucho más de lo que habían hecho sus compañeros. Con un poco de esfuerzo, podría llevarse a alguien más por el camino, y vengarse así de todos ellos.

Miré a los tres posibles caminos sin decidir nada. No me gustaba esta situación, estaba sola y esperaba que los arqueros se encontraran allí. Observé el suelo a ver si encontraba rastros de pisadas o algo y decidí volver a la puerta. Intentaría escuchar si el otro grupo me perseguía y podía acabar con la vida de alguno por el camino.

Ciertamente encuentras rastros, en todas las direcciones, por allí han pasado bastantes personas recientemente y lo más extraño de todo, es que ninguna de ellas decidió girar por el pasillo del que tú provienes ahora mismo.

En cuanto al otro lado de la puerta, escuchas los aullidos de los lobos que se estaban materializando cuando cruzaste la puerta, por el momento nada más.