Stephon negó lentamente con la cabeza.
-No vamos a dejarlos atrás, pero tampoco podemos estar cargando con Eras. Ya nos hemos retrasado demasiado. Si tuviéramos tiempo suficiente podríamos atenderlos como Dios manda. Pero vamos a contrarreloj…-
Los arqueros habían sufrido ya bastante, y Stephon debía ir a por ellos, era su deber. Pero tampoco podía dejar desatendido a Eras. No sabía qué hacer…
-Creo que lo mejor será que uno de nosotros vaya a por Milus y Eras, y se vuelvan al castillo a avisar a Hextor de lo ocurrido aquí, pero estoy más que abierto a cualquier idea.- Miro alrededor a sus compañeros. –Pero debemos terminar con esto, eficazmente, sin tonterías, y sin contratiempos.– En este caso su mirada se centro en Khatano, Korbis y Cormac. -¿Esta claro?-
Estaba apunto de asentir silenciosamente, no quería terminar herido por fuego amigo. -Es demasiado temperamental, ojala que la próxima vez me toque en el otro equipo.--Sin embargo, sería bueno que alguno de los que este ileso y apto para combatir se quede con Milus y Eras por si aparece algun Kobold resagado, no crees?-
Bueno, pues yo sigo esperando a que toméis decisiones.
Veo como todos de repente quieren que alguien se quede atras, otra vez. Ahora que el grupo es mayor hay una buena posibilidad de ataque y de entrar hasta los confines de la mazmorra para liberar a los arqueros.
- Sinceramente, no creo que les pase nada, y ya esta Milus para cuidar de Eras. Ahora deberiamos seguir nuestro camino y liberar a los arqueros con presteza y asi poder volver antes para ayudar a los heridos.
Salazar tiene razón, hemos venido aquí con una misión y nuestro principal objetivo es rescatar a los arqueros aquí confinados, caer heridos es parte de nuestro trabajo, asi que debemos confiar en que Milus pueda cuidar de Eras y continuar hacia delante con decisión.
Yo mas decidido no puedo estar :(
Rob miró a todos los presentes. Él tenía clara su postura, tenían una misión que cumplir, y era rescatar a los arqueros. Lo mejor que podían hacer por el sacerdote era avanzar y sacar a esos arqueros cuanto antes.
Enfiló hacia el pasillo que Eldrith había mencionado.
-Bien, ¿vamos?
Eldrith hablaba de un pasillo que había encontrado unos metros más atrás, por una de las salas por donde habían ido, y Rob estaba dispuesto a retroceder lo andado para encontrarlo, pero eso suponía retroceder casi hasta la puerta de la guarida. El camino que habían investigado el resto de seguidores de Héxtor continuaba hacia delante, por lo que retroceder quizá fuera un error, o quizá la clave estuviera en aquel pasadizo misterioso que habían encontrado antes.
Rob propone retroceder, si lo hacéis os pongo post ya en su sitio correspondiente, pero el resto parece que querrían seguir adelante. Al fin y al cabo el resto del camino no parecía que hubiera llegado a su fin.
- Podriamos seguir este camino, dado que las celdas suelen estar bien comunicadas y no ocultas por pasadizos secretos. Además si son muchos arqueros, seria muy incomodo haberlos encerrado por un camino estrecho, digo yo.
Esta claro que mi postura es terminar el camino que ya habiamos tomado, pensando que lo logico es que no hiciera falta un camino secreto para ir a las celdas, aunque también me picaba la curiosidad de saber que misterios o secretos podria haber en el pasadizo secreto.
-Bien, vayamos pues por dónde decís, no perdamos más tiempo... dijo dando media vuelta y avanzando en la nueva dirección.
Parece que ya está todo decidido. “Espero que aguanten bien” cerró los ojos y respiro profundamente.
Volvió a donde estaba su arma y la recogió del suelo. Se volvió a afianzar el escudo. -Adelante.- y se dirigió hacia la puerta de las celdas…
Pero... Empezo a decir Eldrith. Es un pasaje secreto, seguramente tendra algo valioso, y despues con todos los heridos no podremos pasar a investigar...
Intento mantenerme al margen de las discusiones que podrían llegar a surgir, no quería atraer mas atención sobre mi persona.
Con la ballesta cargada sigo al grupo desde la retaguardia, aún preocupado por que alguien nos asalte por la retaguardia.
No iba a ganar la discusión, por lo que hice lo único que podía por Eras y Milus, Rogar por su salvación, y continuar con la antorcha bien alta hacia donde quiera que se decidieran de ir.
No hicieron caso de las palabras de Eldrith y continuaron avanzando por las cuevas, en lugar de retroceder a mirar el pasillo secreto.
Salís de la capilla cuando de pronto escucháis un montón de ladridos y aullidos. Junto al pasillo al que habíais accedido había lo que parecía una especie de sala de carcel, al menos a juzgar por las apariencias. Pero en lugar de que en aquel sitio hubiera presos, en la sala había cuatro lobos que se peleaban por un trozo de comida. Más allá había algunos jirones que hacían a modo de cama de los canes.
Los lobos os miraron a través de la puerta con barrotes y por un instante dejaron el trozo de comida y os miraron y empezaron a gruñir. Segundos después volvieron a ladrar, afortunadamente aquellos ladridos no parecían ser muy distintos a los que estaban emitiendo antes, por lo que quizá tendríais la esperanza de no haber llamado demasiado la atención.
Podías entrar en la sala de los lobos, o bien continuar avanzando por el pasillo.
Dejo el post que puse anteriormente, para que lo refresquéis y para que los nuevos miembros del grupo lo lean.
Si alguno decide tomar otra dirección que me lo diga y le llevo hacia allí, lo digo sobre todo por Eldrith.
Miro de nuevo hacia los lobos e indico el camino que continua recto.
- Mejor continuar y no llamar mas la atención, con suerte todavia quedara un gran numero de arqueros que podamos salvar.
Espero a que el grupo continue la marcha para seguir en medio de la formación protegido por los guerreros y con la ballesta en mano cargada por si acaso.
Rob mira con curiosidad a las criaturas encarceladas. Sus rugidos de furia contrastan con la seguridad tras los barrotes. Con el filo de la espada en alto avanza recto para continuar por el pasillo sin perder de vista a las criaturas ni la entrada a esas celdas.
Cuando volvimos a la sala de los lobos, nuevamente un escalofrío recorrió mi espalda -¿No abra forma de asegurar la puerta de la jaula? no veo prudente dejar este peligro a nuestras espaldas-
Cormac contestó a Khatano, compartiendo no obstante su preocupación. -Desde luego yo no soy un experto en cerrojos, salvo que a alguno le haya venido la inspiración, lo mejor será continuar con paso firme. -Dicho esto siguió hacia delante.
-Dejad a los bichos tranquilos, lo normal es que estén haciendo ruido, así que si los matáis y se callan se enteraran de que pasa algo raro.- Dijo Stephon mientras seguía avanzando.
Continuáis avanzando por el pasillo hasta llegar a una nueva sala. Allí hay cuatro kóbolds sentados al rededor de una mesa. En ella hay varias monedas y algunos huesos de animales. Parece que están jugando algún tipo de juego. La distracción les ha impedido veros llegar y la jauría que habéis dejado atrás no les permitió escucharles.
Desgraciadamente la sala era demasiado pequeña para que todos entrasen perfectamente y sin que se estorbaran los unos a los otros.