Partida Rol por web

Tras registrar a Mofeta, le agarro de la chaqueta raida con las dos manos , lo alzo contra la pared ( para despertarlo de golpe ) y le grito a la cara ( con saliva incluida ) " Maldito seas , rata inmunda, contestame rápido o te tiro por la borda a los tiburones ¿ que es esa cosa y que haces tu metido en esto ? "

¡Sabemos por donde se ha ido la criatura! Debemos avisar a todos los miembros de la tripulación y también a los vistana. Además de que creo que no estaría demás que alguno le tuviese localizado y le vigilase. A mi no me importa ir hasta donde fue, no quiero perderle de vista.

El cocinero sale de su sueño con sus ánimos y su ira controladas, pero también está confuso y desorientado.

¿Eh? ¿Qué? No sé a qué te refieres. Salid ya de mi cocina... por favor.

Hacerle preguntas a Mofeta podría ayudar a revelar los planes de Xoz, pero costaría unos segundos muy valiosos si lo que se quiere es perseguir a la criatura.

Vaati ya se ha ido a por él. Tal vez tengamos que dividirnos. En el peor de los casos yo me basto para custodiar a este enano-un retintín de desprecio se percibe al final de la frase, el que cabría esperar de dos razas enemistadas desde tiempos inmemoriales.

Si veis algo raro, hacednoslo saber. - Dijo a Fiendship volviendo a entrar en la primera bodega.

No había visto señal de Xor, ni por donde había entrado de nuevo en el barco. Seguramente se había hecho invisible de nuevo. Sería realmente complicado dar con esa cosa de nuevo.

Bajo hasta la segunda bodega y llegó junto a sus compañeros. Esperaba que ya hubiesen despertado a Mofeta.

Nada, esa cosa ha desaparecido completamente. Me pregunto como vamos a dar con él nuevamente. - su voz era casi imperceptible, se lo estaba preguntando a él mismo.

La magia no funcionaba con aquella criatura. Aunque estaba herida. Tal vez se hiciese algo más descuidada y dejase algún rastro.

Por favor, marcharos...-dice lastimosamente Mofeta, sujetado por Hakim contra la pared-El espíritu de mi difunto hermano no me habla si hay más gente en la cocina, y para que me perdone por comer su carne¹ debo seguir sus instrucciones...

Poco después de la vuelta de Vaati, llega también el Capitán Fiendship.

¡Qué haces, Novato! ¡Suelta inmediatamente a Mofeta! Acabo de soportar media hora de charla con Das Vracken en la sala de navegación². Me contó lo de la pelea en el comedor, y venía a disculparme, pero parece que vosotros sois los fulleros que inician todas las peleas.

Tranquilízate FiendShip. Aquí tu cocinero ocultaba a la criatura de la que te advertí en cubierta. - miró al marinero. - Y sí, has oído bien. He dicho criatura. No se parece a nada que haya visto antes. Tenemos algo oscuro danzando a sus anchas en este barco, a parte de los Vistana. - sonrió.

No tuvimos otra opción que arremeter contra la puerta de la cocina y dormir a mofeta. Esa cosa lo estaba controlando a su voluntad. - suspiro levemente. - Deberías haberlo visto. Puede hacerse invisible, es casi inmune a la magia y conoce un buen lote de conjuros. Lo vamos a tener complicado, no solo para atraparlo, sino también para dar con ese cosa.

Señalo a la ventana de la cocina. - Escapó por ahí y no sabemos donde ha ido. - se cruzo de brazos mirando a Fiendship, esperando su reacción.

Al entrar en la cocina echo una furia el Capitán Fiendship suelto a Mofeta delicadamente hasta el suelo y con las manos le aliso la camisola " Perdona Mofeta, ya te contaremos pero aunque no te acuerdes estabas dominado por una fuerza malvada y poderosa, pero ya paso, estas bien ? te acuerdas de algo ? " digo con cara de verdadera preocupación

Lo siento Mofeta, pero ese que te hablaba no era tu hermano. Era una criatura interdimensional que usó tus remordimientos para usarte como su marioneta. Se que no me creerás, porque es más fácil creer que el espíritu sigue contigo y quiere perdonarte... pero no es así.

El gnomo le habló de forma sincera, pues en sus habilidades no estaba la de intentar engañar a la gente, no al menos sin magia, y lo último que deseaba era confundir y manipular más al pobre enano.

Si nos contaras lo que te decía, lo que necesitaba, podrías salvar al barco y quizás, por fin, encontrar la paz que tanto anhelas...

No entiendo nada de lo que dices, elfo. ¿Criatura? ¿Vistana? No sé de qué me hablas. ¿Cuándo se supone que me advertiste antes de eso? Y tú, Mofeta, ¿es cierto que aquí ocultaste algo?

Fiendship usó ese "algo" como sinónimo de criatura. Era cierto que Mofeta había ocultado algo en la cocina...

Yo... lo lamento. Mi hermano me dijo que no podía perdonarme porque yo era la persona más indigna de este barco. Hace doce días apareció en la alacena un regalo de mi hermano... directamente traído del mundo de los muertos.

Mofeta avanza hasta la alacena y la abre. Dentro hay un corazón, que por tamaño bien podría haber pertenecido a un hombre.

Me dijo que lo usara de ingrediente y lo pusiese en la comida. Eché los trozos en los guisos, en los estofados, pero el corazón regeneraba los pedazos que le iba cortando. En todo este tiempo, la carne no se estropeó, seguía manteniendo el mismo color que la primera vez. Un producto eternamente fresco.

Mofeta sacó el corazón, y solo entonces Fiendship, que manteniéndose ne la puerta no tenía ángulo para ver el contenido de la alacena, se llevó la mano a la boca para contener las náuseas.

Al principio dudé. Si les daba a los demás un corazón humano, todos seríamos caníbales. Ya no sería el más inmundo, todos estaríamos al mismo nivel. Mi hermano volvería a quererme. Pero no me atreví hasta que en el último inventario se vió que nos faltaban los alimentos. Con la escasez de provisiones creí que... que era mejor aprovechar este regalo, en lugar de agotar nuestros víveres. Lo siento.

Y entonces, todo lo comprensivo que había sido con el enano se disipó en un horrible escalofrío. Y también supo que, si no estaban jodidos antes, lo iban a estar ahora...

Vaati enarcó una ceja al ver el sangriento corazón. Su débil voluntad debía haber sentido un inmenso horror al conocer que había estado comiendo carne humana a saber desde hace cuantos días.

Pero Vaati no sintió horror alguno, es más recordó cierta historia de su abuelo paterno, que había contado hace ya varios días en una de las cenas con el capitán. En aquella historia el hermano de su abuelo comía el corazón de su propia madre. Y ahora Vaati había probado el mismo ingrediente, y no sabía porque, pero no le desagradaba. - ¿Herencia de familia? - Se preguntó.

Seguramente ese ingrediente especial en la comida es el responsable de nuestra volátil memoria desde que comenzó el viaje. Creo que está más que justificado un cambio de cocinero y revisar a partir de ahora la comida que ingerimos. - dijo con pasmosa tranquilidad.

Si no hay inconveniente, yo me quedaré con el corazón para examinarlo con detenimiento. Es necesario saber si tiene alguna especie de veneno y su efecto en nosotros. Después lo quemaré. - O tal vez no, puede que tuviese otros planes para aquel manjar.

Al escuchar la explicación de Mofeta , me olvido del dolor del golpe de la criatura y noto como la bilis me sube por el estómago hasta llegar a la boca, casi sin pensarlo, paralizado por el horror, un chorro de vómito sale de mi boca descontroladamente y vomito contra una de las alacenas de la cocina ( tan horrorizado estoy que lo veo todo a cámara lenta ).

Silverio contiene la arcada a duras penas, pero parace ser que, de repente, ha perdido el apetito para el resto del viaje...

- Me cago en tu madre mofeta...- Era más un pensamiento en voz alta que algo dirigido a Mofeta. 

Una muestra de desagrado invadió mi cuerpo cuando vi que Mofeta había guardado un corazón humano todo este tiempo. Además de no saber muy bien de dónde había venido aquello, para colmo tenía propiedades mágicas y se regeneraba. Pero a medida que el asqueroso enano iba hablando y hablando los escalofríos recorrieron mi cuerpo.

¿Había sido capaz de comerme el corazón de un humano sin haber hecho ningún tipo de desagrado?

No podía creerse que la voluntad del ser humano fuera tan amplia, pero ahora que lo sabía no pudo evitar las náuseas. De nuevo habían llegado y sintió la necesidad de subir a cubierta para mirar el mar y vomitar allí.

Desgraciadamente fue demasiado tarde y vomitó delante de todo el mundo.

Flame había perdido toda la dignidad de la que presumía siempre.