Partida Rol por web

Cuando Fosco estuvo a salvo en el tejado de la taberna, Onfale enrolló de nuevo su adorada cuerda de seda, tan suave al tacto y silenciosa. Agazapado al borde del tejado miró al horizonte y vio las brumas. Era desolador, ya estaban ahí mismo.

- Al final Flame nos deja solos, increíble. Mejor solos que mal acompañados. Esa vaca burra no nos hubiera traído más que problemas . Lo haremos a nuestra manera, lo más silencioso posible, ¿entendido Fosquito?- El mago estaba contrariado por que había pensado el plan para tres personas y había rechazado la ayuda de Klasius para tener contenta a Flame.

Al menos me lleva el laboratorio. - Aunque realmente pensaba que, con lo bruta que era, lo dejaría caer y lo rompería todo. Rápidamente reorganizó de nuevo el plan. Ahora tendría que quemar el bloque de dos casas, en vez de la casa solitaria y, además, gastar un conjuro más. Fosco no podía saltar como él y lo necesitaba para el tema de los proyectiles. Él solo no podía hacerlo todo, aunque lo hubiera deseado.

Si quieres hacer una cosa bien hazla por ti mismo.

Se acercó sigilosamente al lado opuesto del tejado y ató el extremo de una cuerda a él, cogiendo en las manos el otro. Puso una rodilla en el suelo, como su le fueran a ungir caballero, y susurró al mediano.

- Móntate en mi espalda y abrázame fuerte. Pero si se lo cuentas a alguien te mataré.- Dejó que el mediano se subiera a su chepa y sintió el compacto peso que suponía. Perezoso se subió a su vez a la espalda de Fosco, mirándolo con ojos extrañados, acostumbrado al olor de su amo.- Sobre todo no grites.- Avanzó con cuidado al borde y saltó. No es que fuera un salto magistral, pero para ir tan cargado tenía su dificultad. Sin embargo, en cuanto puso los pies en el aire una flor de doce pétalos de color verdoso, la de antes, se dibujó en el pecho del mago. No hicieron falta palabras mágicas para que el peculiar grupo de seres vivos cayese flotando con seguridad hasta el tejado contiguo al de la taberna.

TAP TAP- Fue el sonido que hicieron los pies de Onfale al tocar el tejado.  Posó a Fosco en el suelo y ató el extremo de la cuerda al tejado.- Esta será nuestra vía de escape a la taberna. Por aquí podrás trepar tú solo (CD15).- Sin más el perfumista trató de discernir si había alguien en el bloque de dos casas.

El joven mediano ya había trepado y esperaba desde a cornisa a Flame, cuando esta cogió el maletín de Onfale. Pareció echar una sonrisa quebrada e irse hacia abajo. EH! pero, pero... Fosco contrariado miró a Onfale. Confuso añadió ¡Pero si durmió en el techo porque quería venir! se rascó la cabeza como si la solución al problema pudiese salir de ahí. Y va y baja andando... ¿Tú entiendes algo? preguntaba a Onfale ¡Al final ni Rufus, ni Klasius, ni Flame! dijo en un hilo apenado. Será mejor seguir. Y lanzó un suspiro.

Onfale despotricaba de la rubia. Estaba claro, esa mujer nos había abandonado. Siguió a Onfale hasta la cornisa. Cuando le dijo subir a su espalda, se subió sin pensarlo, pero cuando escuchó que si lo contaba le mataría ahí dos risitas tímidas salieron de su boca. En el salto quería gritar, pero en vez de eso apretó los dientes y se agarró con fuerza. Al llegar al tejado Fosco se creía una especie de asesino silencioso, guiaba a Onfale para no realizar el más mínimo ruido, sus movimientos estaban coordinados con el viento, Soy una pluma que se desliza suave se decía a si mismo.
Bueno allá van los proyectiles. dice mientras sacaba tres pelotas de camisa enmarañadas. Y hop, hop, hop. Esparcio por la casa las pelotas para que el olor fuese más acentuado. Una de las pelotas fue a la puerta de la casa, como indicaba Onfale con gestos

No se escuchan ruidos en el interior de las dos primeras casas.

Una vez todos abajo, Klasius monta en Rufus, y el grupo principal sale corriendo por un camino de gravilla en dirección al Strecura. Al cabo de un par de minutos, un grupo tan numeroso de carne ya ha despertado el interés de media docena de lobos. Son más rápidos, y pueden alcanzarlos más fácilmente, pero en un principio empiezan a correr en paralelo a los humanoides, acechando. En cualquier momento se lanzarán al ataque.

Cuando llegue la luna llena... Será una noche muy movidita. Puede que seamos varios los que nos transformemos a la vez en lobo. A mí también me mordieron... ¿Creéis que yo...?

Las dudas se reflejan en el rostro de Zlatko, mientras empieza a recoger las sábanas. Había tres fardos para bajar, en tres ventanas de la misma habitación, para no tener que descender de uno en uno, y dar tiempo a colas y a que los lobos se acumulasen en el patio.

¿Váis a dejarme solo? Quiero decir... os habéis despedido de vuestros amigos diciendo que esperaríais aquí. Pero os váis a fugar, decidme la verdad... Mi madre tiene novelas de ese tipo... Un chico y una chica... Y casi siempre se fugan... o se suicidan... Hacen cosas extremas para librarse del terrible destino que les depara el futuro, lo que sea para estar eternamente juntos. ¿Estáis casados?

la iba a cojer, pero con el discursito de dejar protegida la posada y que se quedaban algunos, decidí dejarla

Parece que de momento no nos atacan. Esperemos llegar al almacén para plantarles cara.

Mantengo a Rufus al paso del grupo más lento mientras saco una daga esperando una reacción de los lobos. Si se acercan a atacarnos la lanzo sin dudarlo.

La situación no pintaba nada bien, la maga se coloco en la zona más protegida de la formación, no quería que pasara lo del último combate donde los lobos la alcanzaron sin problemas. Creo que deberíamos seguir avanzando hasta que nos fuera imposible o atrincherarnos en una casa a la espera de la distracción, pero sin dejar de correr la maga preparo la ballesta.

Estúpido Fosquito ¿donde está la distracción?… Afeminado perfumista date prisa si no quieres que el fantasma de una maga cabreada te atormente durante el resto de tu mísera vida.  Iba refunfuñando entre dientes la flacucha pelirroja.

Leiath se ruborizó al escuchar las palabras del jóven noble. ¿Ella casada? Su madre la tenía bastante ocupada entre sus enseñanzas y rezando a Hala como para ni siquiera haber tenido novio.

Cuando tenía la oportunidad de curar a algun jóven de la zona y saltaba un poco la chispa, ahí estaba su madre llamandola para algún otro trabajo.

Ahora que se fijaba... Aquel noble era bastante guapo... ¿qué edad tendría?... ¡Por Hala, cómo podía pensar en eso ahora, cuando su fin estaba tan cerca! -se reprendió la jóven bruja.

Errr... no, no estamos casados. Y no te vamos a dejar solo. Quizás me convierta en lobo y te coma, pero no te abandonaré a tu suerte- Las palabras de Leiath no sonaron tan tranquilizadoras cuando las oyó salir de su boca...

El miedo a las brumas y a los lobos volvió a hacer de las suyas en la perturbada mente del viejo enano. Corriendo todo lo rápido que le permitían sus cortas piernas, el otrora guerrero comenzó a reirse a carcajada limpia sin detener el paso lo más mínimo.

-¡Ja, ja, ja! ¡Ya están aquíííííííííííííí! ¡Ja, ja, ja! ¡Corred, corred! ¡Ja, ja, ja!

Onfale observó con satisfacción lo sigiloso que resultaba ser Fosco. Desde luego ser tan pequeño le daba una gran ventaja. Agazapado en el tejado, el mago lanzó el hechizo que había preparado para la ocasión.

- Ahora no me distraigas.- Le dijo a Fosco. En el rostro del perfumista se había formado una media sonrisa.

-Ksham , ¡¡Ajna Kalpitah!!.- En la frente del mago, entre las cejas púlcramente depiladas, se formó el "tercer ojo" de color añil. Al mismo tiempo, en el suelo, junto a la puerta del bloque de dos casa, aparecieron Fosco, Rufus y "Ulmo".  La imagen de Fosco forcejeaba con el perro, que testarudo se había parado a tumbarse, enseñando la tripa para que lo rascara ahí. El enano se mesaba la barba con una mano mientras con la otra se rascaba el culo. Ambos miraban con preocupación alrededor por si se acercaban los lobos.

Mientras mantuviese la concentración la imagen estaría ahí, moviéndose a su voluntad.  Sólo había que esperar a que se acercaran los lobos.

Fosco miraba y miraba nada veía. Onfale le susurró que no le molestara, al girarse por curiosidad, vio que tenía otro ojo más. El mediano hizo un gesto reflejo de cubrirse, era horrendo ese tercer ojo. Lo de subirse encima no lo contaría, pero aquello sin duda. Cuando volvió a observar vio a Ulmo, a Rufus y a ¿Klasius? Iba a saludarlos, cuando se percató que iban a echar todo el plan por tierra ¿Qué hacen esos tres aquí? preguntó a Onfale ¡Van a estropearlo todo! cuando se fijó un poco más vio que uno de ellos no era Klasius, parecía un hermano suyo. Era extraño, porque tenía esa capa de la familia Manosverdes. Fosco se puso pálido. Tenía que ser uno de sus hermanos, ¿pero que hacía con Ulmo y Rufus? El mediano estaba aterrado. Nada bueno podía pasar...Se estaba empezando a poner nervioso. Vio el pelo rubio y pensó que era Lotho...No, no, no Lotho tiene el pelo más dorado y es más alto farfullaba Tampoco es Posco... él es más gordito. Y ya calló en la cuenta de él único que podía ser Es MILO! Aunque está muy desganado. ¡Realmente tiene muy mala pinta! ¡Ja! Ese tío solía ser un ligoncete, ¿sabes Onfale? decía el feriante, pero que hacía Milo en mitad de Vor Ziyden, con Rufus y Ulmo. Bueno a Rufus podía haberlo identificado, ¿pero a Ulmo? ¡Sin duda era Milo porque jugaba con Rufus y lo reconocía! Fosco ya seguro de que era Milo estaba apunto de levantarse para saludarle cuando...

 Quizás me convierta en lobo y te coma, pero no te abandonaré a tu suerte

Pues no es que sea una opción apetecible que digamos- responde Azaron- lo mejor que puedes hacer Zlatko es sentarte y descansar. Si os convertís, supongo que lo notaréis. Aunque lo mas seguro es que eso no ocurra. 

El olor simplón de la fibra de lana seguía presente en la memoria olfativa del perfumista. Mientras lo mantuviera ahí todo iba bien. Menos mal que había advertido a Fosco...pues no dejaba de molestar. El Fosco imaginario dejó de pelear con el "otro" Rufus para quitarse la capucha y dejar al descubierto su cara. ¿Captaría así el estúpido mediano que era su imagen especular y no sus malditos familiares? Por si no lo captaba, el enano "Ulmo"  levantó la mano y levantó hacia Fosco el dedo corazón.

                                                                   .l.

¿Sería suficiente para el poco versado en la magia feriante? Por si acaso, le susurró unas breves palabras.

- Son una ilusión hecha por mi. Como un espejo donde te reflejas. Tchsssss.

¿Para qué creía Fosco que había preparado los proyectiles? El olor de Ulmo, de Fosco y de Rufus estaban impregnados en los trapos precisamente para que la ilusión fuera más difícil de descreer. Onfale controló su falta de paciencia y creciente mal humor con la respiración. Ya habría tiempo de reprender al mediano.

 Nota mental: Explicar a Fosco las cosas despacio y lo más sencillo posible.

El mago siguió moviendo las imágenes, ahora haciendo como que buscaban un hueco para penetrar en el bloque de casas. Rufus permanecía de pie sobre sus cuatro patas moviendo la cola alegremente, como si no fuera con el la cosa.
 

Fosco ve como Milo se quita la capucha y Ulmo... ¿Qué? ¿Cómo sabe que estoy aquí? ¡Qué grosero! iba a comentar la jugada con Onfale quien cada vez le daba más grima, su tercer ojo no paraba de mirar a las figuras y era realmente escalofriante. Como miraba y se movía... En una ocasión normal tocaría el ojo, para saber si es un ojo de verdad, pero dadas las circunstancias y el golpe que le iba a dar el extraño comerciante Del cual comienzo a pensar que no es un comerciante le hicieron desistir de la idea de tocar su ojo. Oh! dijo Fosco ante las palabras de Onfale, como si supiera lo que está pasando y se limitó a mirar. Lo cierto es que la cara de Milo, no llegaba a ser Milo. ¡Su cara le sonaba, pero no sabía bien de que! Iba a comentar otra ocurrencia que se le había pasado por la cabeza, pero una vena en su frente le freno de la simpática osadía. Se metió el dedo en el oído, esperando aburrido, mientras Onfale ilusionaba con su tercer ojo. Igual con ese ojo ve a través de las paredes o igual estás buscando a los lobos. ¡Oh! ¡Que ingenioso! pensaba mientras miraba de reojo a Onfale.