Partida Rol por web

Me siento aliviado aliviado al salir por fin de la espesa niebla y del alcance de las criaturas. El destino nos depara un nuevo encuentro, pero este mucho menos peligroso a primera vista. El que parece ser el líder del grupo nos da la bienvenida y asiento como saludo.

- Me llamo Klaisus, Klasius Altadaga, y hemos tenido un encuentro con unas criaturas enormes de forma felina, pero con ojos rojos y con tentáculos. - Digo respondiendo al hombre de pelo lacio.

Por favor, señorita...-dice a Leiath-Lovina está muy débil. Hace días que no comemos y no hemos dejado de caminar. Necesita descanso y una buena alimentación. Si puede hacer algo más por ella, le estaría eternamente agradecido...

La humana revisa el estado de salud de la niña. No hay nada física ni magicamente que pueda hacer por ella ahora. Quizás mañana por la mañana podría pedirle a la Diosa que creara agua. En un estado similar se encuentra la mujer rubia. Quizás Azaron, con heridas de mordiscos, y el enano, con una brecha abierta en la cabeza, sean a los que más puede ayudar con su magia.

Esta bien... los demás... prestadme atención. Necesitamos descansar... y también vigilar. Debemos organizarnos. Somos doce personas, pero Lovina está muy débil. También usted, señorita-dijo a Flame-. No tiene que hacer esfuerzos en demasía, está entre amigos, limítese a guardar fuerzas. Quedamos diez personas. Haremos turnos de dos vigilantes, durante dos horas. Aprovecharemos nuestros turnos para cenar.

Primer turno... El mediano recién llegado irá conmigo-dijo por Klasius.

Segundo turno... El enano vigilará con el hombre perfumado-dijo por Onfale.

Tercer turno... El otro mediano y su perro harán ronda con el semielfo-dijo por Fosco, Rufus y Peersan.

Cuarto turno... La señorita pelirroja y su cuervo formará tándem con el humano de barba y su perro-dijo por Alice, Hollín, Nikeras y Zicko.

Quinto turno... El humano y la curandera humana recién llegados-dijo por Azaron y Leiath.

Estaremos atentos por si se acerca uno de esos felinos gigantes que mencionaron, o a cualquier otra alimaña que pueda hacernos dañ... hacern... ernos da...

Debilitado, Victor ha aguantado todo el tiempo que ha podido, pero está igual de cansado que su hija. Sin acabar la frase, se desmaya sobre la tierra, exhausto. Flame, aún estando mal, es la que se tendrá que encargar de suplirle en la primera ronda.

-¿El hombre perfumado?--se preguntó el enano observando a Onfale con curiosidad--¿Pero qué mariconada es ésa?

A pesar de no ser el compañero que él hubiera elegido, el viejo decidió mantener la boca cerrada. Mejor descansar con toda aquella gente que tener que separarse del grupo bajo la amenaza de los mortíferos felinos.

-De acuerdo, me parece bien--asintió mientras se limpiaba la fea herida que tenía en la cabeza con un poco de agua.

Su diosa le había bendecido con el don de crear agua aquel día, asi que pregunta si cualquiera de los presentes poseyese algun recipiente vacio y procede a rezar para recibir aquel bien.

- Repartios el agua entre los más necesitados de ella, por favor - comenta tras terminar el conjuro.

- Maese enano, dejadme ver esa fea herida...- Invocando el poder de su diosa trata de cerrar la herida.

-Ahora vos, mi valiente protector, dejad que os trate esos mordiscos- Se acerca a Azaron y de nuevo se escuchan plegarias curativas a Hala.

Una vez con el trabajo cumplido, el cansancio la vence y cae rendida cerca de la hoguera para recibir todo el calor posible.

-Gr..gracias--balbucea sorprendido el anciano ante la desinteresada generosidad de la dama--Primero las tiras de caballo, luego la cadena armada y ahora las bendiciones curativas. Sois un ángel, mi señora. 

- ¿El hombre perfumado?- Onfale empezaba a estar harto de que lo llamaran así. Le dieron ganas de acabar con la prepotencia de Víctor dibujando con su daga una sonrisa nueva en el vigoroso  cuello del caballero, de oreja a oreja. Sería fácil... acercarse mientras todos dormían ,  rebanarle el cuello  y luego salir huyendo cobijado en las sombras. Sus propia sangre ahogaría sus agonizantes y lastimeros gritos. ¿Quién los necesitaba? Sabía cuidarse muy bien solo. Pero claro, tenía hambre y las brumas le habían dejado debilitado, así  que con gesto de resignación, bajó la cabeza sumiso. Aún estaba tan acostumbrado a recibir órdenes que se sentía más seguro cuando sólo tenía que obedecer. Pero hacerlo no significaba que en su interior, indómito, se revolviera como una lagartija.

En cuanto Víctor cayó inconsciente, el mago no consiguió  reprimir su afilada lengua ante tal signo de debilidad por parte del caballero.

- Pffff- Mirando primero a Lov y luego al caballero con gesto despectivo.- Está claro que de tal palo tal astilla. - Siempre había pensado que la debilidad era algo que se llevaba en la sangre y pasaba de padres a hijos, así que ya le parecía más cierto que Lov fuera la hija de aquel mequetrefe engreido. Aprovechando que el "jefe" había caído puso sobre la mesa sus objeciones con los turnos. ¿Cómo expresar su antipatía hacia el enano sin ofender a los presentes?. Le sorprendió que al enano no le importara hacer el turno con él.

- Ehm...ejem...¿Por qué no hago yo el primer turno con  aquella señorita- Refieriéndose a a Flame- y el enano y el mediano el segundo turno? Así ella podrá descansar después del tirón. Incluso podría hacer el turno yo solo si ella esta muy cansada.

...mmm sí eso sería perfecto, así podría acicalarme tranquilamente...

Onfale pone el odre para que se llene con el agua creada por arte de magia de la mujer. Le venía bien pues había tenido que gastar con la niña.

- Gra...gracias.-Le dijo

Un nuevo hechizo de la clériga y Azaron notó como la magia sanadora hacia el efecto deseado, curando prácticamente la totalidad de sus heridas.

Gracias- dijo. 

El guerrero estaba conforme con la guardia que le había tocado. Se colocó cerca de la mujer a la que tenía que proteger pero esperó despierto un poco mas antes de acostarse. 

Fosco lanzó una mirada despectiva a Victor. En la cabeza del mediano no se aceptaban órdenes y menos acatarlas por alguien al que había conocido ese mismo. Pero ¿qué? ¿Qué diablos te has pensado? ¿Quién te nombró líder?Refiriéndose a Victor Además, ¿quién es ese Peersan? ¿Por que debería hacer turno con él? No sabía quien era ese tal Peersan, ni porque debería compartir una larga vigilancia con un desconocido prefería alguien más de su conveniencia, alguien que le entretuviese. Onfale tenía mucho que enseñarle sobre higiene corporal y muchas preguntas que responder, algunas aún sin formular, otras que el comerciante esquivo pareció ignorar. Ya habría momento de cobrar todas esas preguntas. Otro buen compañero podía ser el bueno de Nikeras, cualquiera de las chicas, el mediano. Incluso el enano le había caido en gracia, pero desde luego esos dos grandes no caían en gracia a Fosco.
Haré mi turno, pero no cuando tu quieras Justo cuando Fosco se disponía a martillear los tímpanos de Víctor este pareció fingir que se desmayaba y se tiraba al suelo, lo que sacó una expresión de repudio en el rostro de Fosco, esta acción por parte de Victor hizo enmudecer súbitamente al mediano, quien decidió olvidar el tema e ir ha atender a Rufus.

 Nikeras había recibido la llegada de los desconocidos con gesto neutro, se había levantado de donde estaba sentado comiendo, con su pipa entre los labios cuando llegaron jadeantes aquel grupo dispar. Aunque tal vez no tanto, pensó al mirar el grupo en el que estaba él mismo.

 En cualquier caso, cuando percibió el estado en el que estaban, heridos recientemente, hambrientos y agotados, escuchando sus palabras el montaraz dio otra calada profunda de su pipa, encendiendo las brasas de la cazoleta. A su lado, su perro lobo negro, buscó el contacto con el hombre mayor.

 A Nikeras no le gustaba asumir el papel de líder, él era feliz viviendo su tranquila y plácida vida con lo cual no le molestó en este caso las palabras de Víctor, no como antes cuando lo ofendiera. Pero cuando el arrogante noble cayó inconsciente, el entrecano barbudo se quitó la pipa de entre los labios y suspiró.

 - Bienvenidos. Mi nombre es Nikeras y ellos son Onfale y Fosco.- Dijo señalando a los cercanos.- Ella es Alice.

 Presentó a los que conocía, Flame, la mujer rubia, había despertado hacía poco de su incosciencia y en su estado tan debilitado había preferido no acosarla con preguntas.

 - Sería bueno descansar todo lo que podamos, esperemos que no haya más sucesos que nos perturben. Pero como lo que deseamos es algo que le trae sin cuidado al destino sería necesario montar guardia. Estando en buen estado, y teniendo la compañía de Zicko.- En estos momento acarició el perro lobo.- Me ofrezco para hacer una guardia solo, dejando que los que estáis más heridos podáis descansar de seguido.

El silencio que guardo tras recuperar el aliento junto a las nuevas compañías, es un mero instrumento de observación de los que allí me rodean. Tras un breve análisis de uno y cada uno de los allí presentes hablo:

Peersan de Hars, es mi nombre. Y está es mi espada, “Téntacular”, la acabo de bautizar en honor a la Bestia que le he dado muerte ahí dentro con ayuda de los que acaban de llegar. No me fío de ustedes, incluso ni siquiera de alguno de ellos.- miro a Leiath la cual trataba al Enano olvidadizo con buenos tratos y curaciones, mientras que a él no le había ni tan siquiera preguntado por el alcance de su herida.

No haré guardias con nadie y no agradeceré que nadie las haga por mi, no sois mis amigos, y no pienso correr riesgos innecesarios llevando una niña en mi grupo con esta niebla.- me retiro para sentarme recostado en un grueso árbol cercano, saco mi ración y me pongo a comer.

Lo siento...- había sufrido lo suficiente en mi vida para saber que era lo sensato. 

El cuervo revoloteaba impaciente de un lado a otro, Otro dos niños…. No uno tiene barba…. ¿Un enano?. La pelirroja miro con curiosidad al enano había leído sobre ellos en los libros pero nunca había visto uno en persona, en Barobia no eran comunes. No parece muy fanfarrón. El resto del grupo era bastante normal, en comparación con el pequeño barbudo.

Una bestia de ojos rojos, dijo con sorpresa, aun recordaba los dos ojos rojos en mitad de la niebla y el restallido de su cola. También fui atacada por ella, pero gracias a Trompicón, dijo señalando al caballo color canela que se encontraba pastando cerca del campamento, el pobre animal tenía una herida que le recorría todo el cuarto trasero. Pude escarpar. En ese momento considero oportuno emitir el resto de la historia.

¿Mujer pelirroja?…. por cierto llamo Alice, y soy viajera, me encontraba atravesando las montañas cuando fui asaltada por ese monstruo…. y las brumass Añadió cuando Victor acaba de asignar las guardias. ¿Quién le había dado el puesto de líder? Aunque por rango, le correspondía a él. Creo que no deberíamos de gastar energías en una discusión tan banal como las guardias, hay fuera hay algo que nos considera su cena.

Alice tomo el odre de agua y le dio un trago, dio de beber a la mujer rubia y luego dejo un poco de agua en la mano para que bebiera Hollín Gracias, señorita. Hollin le hacía cosquillas cuando le picotea la palma de la mano para beber. ¿Qué os a traído por estos caminos? Si no es mucho preguntar. La pregunta no iba solo dirigida a la mujer de pelo negro, sino al nuevo grupo en general.