Partida Rol por web

Cuando salís de las habitaciones, escucháis murmullos y sensación de gente en los pisos inferiores. Según bajáis las escaleras podéis encontraros tanto a hombres como mujeres con bandejas de copas y todo tipo de bebidas con los que os obsequian; también hay hombres y mujeres de negocios hablando entre ellos, así como con el servicio. Hay gente de todas las edades, aunque el colectivo mayoritario estaría entre los 30 y los 50 años en ambos sexos. Por contra, el personal asistente (camareros) serían de 20-30 años respectivamente.

Si descendéis otro piso, os encontraréis con un hall donde os invitan a llevar una máscara puesta, así como un atuendo más acorde a las personas que se encuentran en las diferentes estancias de la planta. Predomina el atuendo elegante, con vestidos de fiesta, así como esmoquin en los caballeros. Algunos llevan un disfraz más completo con sombreros de la época renacentista y largas capas oscuras.

Cuando sales de la habitación, escuchas murmullos y sensación de gente en los pisos inferiores. Según bajas las escaleras puedes encontrarte tanto a hombres como mujeres con bandejas de copas y todo tipo de bebidas con los que te obsequian; también hay hombres y mujeres de negocios hablando entre ellos, así como con el servicio. Hay gente de todas las edades, aunque el colectivo mayoritario estaría entre los 30 y los 50 años en ambos sexos. Por contra, el personal asistente (camareros) serían de 20-30 años respectivamente.

Si desciendes otro piso, te encontrarás con un hall donde te invitan a llevar una máscara puesta, así como un atuendo más acorde a las personas que se encuentran en las diferentes estancias de la planta. Predomina el atuendo elegante, con vestidos de fiesta, así como esmoquin en los caballeros. Algunos llevan un disfraz más completo con sombreros de la época renacentista y largas capas oscuras.

Morgan estaba alli observando a los invitados, la verdad es que este tipo de fiesta le gustaba, hermosas mujeres, buena bebida, agradables conversación ... bueno y alguna que otra cosa si la fiesta era realmente buena. Observo si veo alguna mujer atractiva y sexi con la que poder charlar y disfrutar de la velada deseada.

Tomo un par de copas, y cuando veo a una hermosa mujer con un sensual vestido negro, no puedo evitar aproximarme a ella.

Me acerco de forma confiada, y cuando llego delante suya le digo con cortesia.

- Tome, señorita - le digo mientras que le ofrezco una copa de champan -Primera vez, verdad? -

Abriste la puerta y descubriste a una mujer de unos 35-40 años aprox, con un ligero rostro de sorpresa en la cara - ¿Ernesto, verdad? - entra en la habitación y se dirige a los armarios - no sé si le habrán informado pero tenemos una fiesta en la mansión y usted está aquí, en la habitación - por la forma tanto de hablar como de moverse, denota que se encuentra algo apurada, en el sentido de que te invita a que te apresures - ¿me ha entendido? Ernesto, hay una fiesta en la mansión y tiene que vestirse.

Abre las puertas de un armario en particular y saca un esmoquin, así como un traje - venga por aquí, veamos qué le queda mejor - coge una de las perchas y la sobrepone a tu lado, luego la otra - ¿esmoquin? sí, creo que será más conveniente - busca los zapatos y elige entre 4 pares, unos - creo que un aire más clásico le irá mejor.

Va hacia una cómoda y saca varios shorts de ropa interior - ¿blanco o negro? particularmente prefiero el blanco, pero usted elige - de otro cajón te saca diferentes modelos de pajarita, pañuelo, botones, reloj... todo a juego.

- Ah, con las prisas no me he presentado, soy Adriana, su asistente.

-¡Oh Dios mío! Sí, sí, me informaron, ¡debe de habérseme pasado la hora!- Y corro detrás de ella hacia el armario sin pensar mucho. Sorprendentemente, coincidimos en opinión indumentaria: Yo también prefiero la ropa interior blanca (nunca me ha convencido la negra) y el esmóquin al verlos. Siempre he querido tener una excusa para llevar esmóquin...¡Un momento! Me detengo de repente al oír lo último cuando estoy escogiendo una pajarita negra brillante a juego y unos gemelos discretos que añadir al conjunto. -Espere, espere, espere...Lo siento Adriana, pero ¿cómo que asistente? ¿Asistente para qué, si puede explicarme?

- ¿No te lo han dicho? - duda un poco si lo estás diciendo de broma o vas en serio. Aprovecha para guardar la ropa que no vas a utilizar nuevamente en su sitio - hay una fiesta a la que has de asistir, tú y los demás, por eso os han traído aquí, no? - se va directamente al baño y pone el agua caliente a correr.

- Te recomiendo una ducha rápida, luego te vas vistiendo y te voy comentando cualquier duda que tengas ¿sí? pues adelante, el agua está lista - te sostiene la puerta del baño para que pases.

Abro mucho los ojos, sorprendida por la "entrada" del caballero, aunque cojo la copa como por impulso. Una ojeada queda al hombre es seguida por una falsa pero encantadora sonrisa.

- Asi es... ¿Usted viene mucho?

Con los tacones soy bastante bastante alta. Si el hombre no fuera un hombre alto, le superaria en altura.

-A ver, sí, sé que hay una fiesta a la que he de asistir, eso lo tengo claro-afirmo mientras la sigo- es que...bueno, mi venida ha sido un poco precipitada y algunas explicaciones se han debido de caer por el camino, supongo -remato, apoyado en la puerta del baño intentando esbozar una sonrisa, antes de cerrarla, desvestirme ahora que por fin no puede verme y darme la ducha más rápida de mi vida desde mi último examen. ¡Dios!¿Es así como hace las cosas la gente con dinero? Pero esta mujer puede ser una fuente de información muy interesante sobre la organización que estamos defendiendo. Tengo que ser sutil. Al cabo de un rato, emerjo del cuarto de baño rosado y envuelto en un albornoz. Agarro el conjunto, busco un biombo por la habitación(o improviso con la puerta del armario) que me cubra mientras me visto, y continúo la conversación de ese modo, entre pernera y pernera. -Y dígame, Adriana, ¿cómo va a ser la fiesta de esta noche? ¿va a haber muchos invitados? ¿habrá alguna actividad interesante?

Morgan deja con delicadeza la copa en las manos de Adriana. Roza ligeramente la piel de su mano con la tuya, es suave y calida.

Nota la sonrisa falsa, pero sabe que es normal, la situacion debe ser tensa y nueva apra la señorita.

- Bueno ... vengo de vez en cuando, no demasiado, pero no siempre tengo el palcer de ver una mujer tan hermosa como vos, asi que me alegro mucho de venir esta vez, Mi nombre es Morgan, .. Morgan Silivan ... un verdadero placer señorita - Mientras digo eso, tomo su mano y la beso suavemente.

- Señorita Mendoza. *Se deja besar la mano y no puede resistir la idea de indagar* ¿Asi que es un parroquiano de este lugar? ¡Parece excitante...! Pero no puedo evitar preguntarme quien mueve los hilos y como entró en este selecto club.

Cuando saliste del baño, Adriana estaba sentada en una butaca esperándote - te queda fenomenal ese conjunto - se levanta para estirarte la chaqueta - nada que ver con tu ropa anterior, ah, me he encargado de ella, la he mandado a lavar, no te preocupes... tienes el armario lleno, además esta noche ya estás... listo.

- Creí que tu "jefe" te había informado de cómo se había gestionado la fiesta de hoy ¿no? Pues... te podría dar mucha información pero creo que lo mejor es que lo compruebes por ti mismo, de todas maneras - abre la puerta y te acompaña pasillo adelante - te diré que ya hay bastante gente tomando un aperitivo ahí abajo - baja contigo las escaleras, acompañándote y guiándote - aunque el acto central comenzará a media noche, pero hasta entonces tienes que sentirte uno más en la fiesta, conocer a la gente, en una palabra: disfrutar. 

- Antes de las 12 iré a buscarte para llevarte a un lugar preferente y que no te pierdas nada - te abandona cerca de un corrillo de gente, hay varios camareros cerca repartiendo bebidas y bandejas de aperitivos.

Eso sí, antes de abandonarte, pasáis por una gran mesa donde hay diferentes máscaras y te invita a que escojas una y la lleves durante la noche.

Agradezco un poco confuso el cumplido sobre cómo me queda. No es algo que oiga habitualmente.

Ya escaleras abajo, no me hace mucha gracia aquella respuesta (es como el clásico "relájate y sé tú mismo"), pero tampoco es cuestión de someterla a un interrogatorio.

- Supongo que puedo intentarlo...¡Oh! ¿Es un baile de máscaras?- Paseo mi mirada sobre aquella selección y finalmente alcanzo la que más cubriría mi rostro.-Trataré de estar visible cuando se empiecen a acercar las 12, entonces- menciono, mirándola con mi rostro ahora cubierto. ¡Qué emocionante! Recuerdo las menciones a eventos de ocio y entretenimiento, y asumo que debe referirse a algún tipo de espectáculo.

 Me despido de ella mientras se marcha con un-¿Hasta luego?- y la mano medio levantada. Miro algún camarero que lleve bebidas sin alcohol, pues quiero estar bien atento (y no sé si debería beber mientras trabajo), y durante un momento escucho las conversaciones a mi alrededor. 

¿Asi que es un parroquiano de este lugar? ¡Parece excitante...! Pero no puedo evitar preguntarme quien mueve los hilos y como entró en este selecto club.

El beso es suave y dulce

- Parroquiano ... seria demasiado  y excitante, si encuentras la persona adecuada sin ninguna duda - y la miro a los ojos intensamente mientras bebo un poco de la copa

- En cuanto a quien organiza esto o entras en el club,  ... es algo más complejo ... es demasiado secreto señorita Mendoza ... pero tal vez podamos descubrirlo juntos ... pero esta dispuesta a hacer lo que sea necesario señorita Mendoza? - en el rostro de Morgan surge una sonrisa misteriosa

- A lo que sea necesario? jajajajaja *risa cantarina* Tambien me intriga saber como me he hecho merecedora de estar aqui...

Le pongo una mano en el pecho, acariciandolo, pero alejandolo levemente pero con firmeza.

Morgan ve el jugueteo de Adriana y decide seguir. 

- Tal vez lo primero es saber que hace usted aqui ... entiendo que le han invitado, no? y sabra quien y demas elementos ... o acaso ha surgido en este lugar por arte de magia ... acaso es la cenicienta??? - Dice con una sonrisa juguetona en su rostro ...

Estás cerca de un grupo de mujeres ataviadas todas con máscara veneciana, hablan de la fiesta del año anterior, al parecer hubo un espectáculo que asombró a todo el mundo, hacen referencia a que había un escenario como de una mazmorra y dos mujeres estaban amordazadas mientras que había dos hombres muy musculados que se dispusieron a liberarlas...

Se te acerca una camarera con una bandeja y diversas bebidas en ella - Disculpe, ¿le apetece tomar algo?

-Em, sí, ¿qué tiene que sea sin alcohol?- respondo, buscando con la mirada entre las bebidas de la bandeja. Espero que sea una respuesta lo bastante educada para este entorno. 

Mientras, trato de no perder el hilo de lo que describen esas enmascaradas. ¿Será una obra de teatro?

La elección de ropa para la fiesta había sido complicada. Me había pasado mucho tiempo escogiendo un vestido elegante y sofisticado para el evento al que había sido invitada. Mi elección había sido arriesgada, basada en un juego de contraposición del color frío azul que jugaba con mi color de piel y sobre todo el de mi cabello teñido. Unos grandes aros blancos de pendientes y un anillo de plata con una perla engarzada eran los adornos que había añadido a la ropa.

En la limusina, muestro estar tranquila y segura. No podía ser de otra forma, la marcha atrás aunque posible no está en mis planes. Voy a una fiesta, disfrutaré en ella, conoceré gente y seré una más entre todos los invitados.

La entrada al llegar cambia mis planes. Hay un protocolo de vestuario. Accedo a ello para evitar la ruptura de etiqueta que desconocía pero de la que soy informada.

Empiezo a elegir el que será mi disfraz con cuidado, parando para recibir las instrucciones de la mujer. Afirmo entender a lo que se refiere evitando usar la voz, así tendré ventaja para pasar desapercibida a pesar de lo difícil que es ocultar mi pelo o mi propia piel.

Atrapo un sombrero de bruja para recoger el cabello y taparlo bajo él, un traje de una pieza que oculte practicamente la entereza de mi cuerpo y una mascara de corte veneciano porque ese tipo de mascara es sencillamente la que me agrada. Un ultimo repaso para asegurar que conjunta todo en un espejo. Ya estoy preparada para la fiesta.