Partida Rol por web

Obviamente no iba a ser tan sencillo cambiarse a algo más propio de una fiesta, pero si realmente dejarían en el lugar del destino cambiarse algunas que ibamos como yo, sin duda era un gran alivio.

Al llegar respiré con alivio al ver que no era la única vestida de calle, pero si que me puse un tanto nerviosa al ver como practicamente todas las que no iban vestidas para la fiesta pasaron por una puerta lateral, obviamente por la que debería entrar yo, más después de confirmarlo con el chofer.

Un tanto nerviosa y ya agobiada llegué ahí preocupada de lo que podría suceder, pero las directrices eran bien pocas. Era una fiesta de mascarada por lo cual vestirse apropiadamente con una mascara para ocultar el rostro... Aunque no entendí la segunda parte tanto que tuve que preguntar medio en voz alta - ¿Y que está prohibido? - Para saber que estaba permitido.

Sin duda atraería la atención... pero debía saberlo para no estresarme más de la cuenta.

Una vez resuelta mis dudas miré entre los conjuntos que había allí, buscando lo que consideraba en mi cabeza era un vestido tipido de una mujer que baila canciones lentas en una pelicula donde hubiera de este tipo de fiestas. Quizás demasiado tipico, pero el vestido que encontré me gustó y tardé poco en hacerme uno con el.

Una vez lista arreglé un poco mi pelo dejandolo suelo y cepillandolo para tratar de dejarlo mejor peinado, me retoqué el maquillaje y agarré una de las mascaras que cubría desde la punta de la nariz hasta la frente. Una vez comprobado que estaba bien y como todo conjuntaba con los tonos blancos y amarillentos que daban tanto pelo, vestido como mascara, me dispuse a continuar hacia donde me dijeran.

- Sí, claro también hay bebidas sin, ¿desea algún zumo de frutas o un vino de uva?  también tenemos soda o si prefiere un combinado... - te indica varias copas de la bandeja que lleva.

- Puede participar en las escenificaciones, hay libertad, si quiere le digo cómo...

Adriana es la mujer que os enseña todos los vestidos que hay, y la que se encarga de buscaros los que mejor se adaptan a la fiesta de la mansión, también os provee de la talla pertinente, así como unos zapatos a juego. Luego pasáis a escoger el atuendo más "lúdico-festivo" es decir, las máscaras así como una capa las que queráis.

Acto seguido os acompaña junto a otras chicas hasta una puerta que da a un hall de entrada donde podéis ver un gran salón a lo lejos con bastante bullicio de ruido y gente - a partir de aquí, cruzando esta puerta comienza la fiesta, el desfile, la pasión y el misterio... pasadlo bien, disfrutad

- ¿Qué está prohibido? mmm ¿es una pregunta con trampa? - sonríe y se queda mirando a Xaria, mientras las demás mujeres ya un caminando hacia el salón - es una noche para descubrir los límites y a veces hay quien se sorprende de no encontrarlos - os deja, introduciéndose por la puerta del vestidor. 

El salón está bastante lleno de gente, los camareros sirviendo entremeses fríos y calientes, así como bebidas. La luz va cambiando de color mimetizándose con el ambiente.

Nerviosa por la situación en la que estaba y más aún viendome tan... elegante a la par que misteriosa en el espejo cuando todo el conjunto estaba colocado, avancé hacia donde la mujer empezó a explicar todo lo que habría más allá. Aún me preguntaba que hacía yo ahí, pero por suerte era una fiesta y medio no tenía que preocuparme por nada. Tan solo necesitaba respirar hondo y vigilar siempre mi copa... Aunque era una fiesta demasiado elegante como para pensar de forma tan mala...

Al escuchar la respuesta hacia mi pregunta, me quedé un tanto confusa - Osea... ¿las prohibiciones las ponemos nosotros? - No entendía mucho y aunque se explayó más mencionando que es una noche para descubrir limites, me quedaba medianamente igual.

Al final solo asentí y empecé a entrar con todo el mundo. Como era obvio, no conocía a nadie y menos si sus identidades estaban cubiertas, así que por evitar tener que "buscar" a alguien, fui directamente a por una copa y acto seguido busqué un lugar tranquilo en el que poder quedarme ligeramente relajada.

-El combinado suena bien, gracias.- Afirmo asiendo lo último que ha señalado. Me parece que en aquel ambiente tan elegante las otras opciones desmerecen un poco. 

Ooh, ¿una obra de teatro que permite participación del público? Recuerdo vagamente haber visto u oído hablar de alguna obra en la universidad donde el público decidía el destino final del villano. Encajaría con lo que he oído decir de doncellas prisioneras. 

-Hmmm, creo que de momento sólo voy a mirar, aunque ¿de qué irá la "escenificación" de hoy?

Estoy preparada para integrarme en la fiesta con la mascara elegida, el disfraz que busca resultar sensual pero también ocultar mi cuerpo con él y un sombrero que es el elemento que funciona perfectamente para recoger un pelo que destacaría.

Sigo a la mujer que nos lleva al corazón de la celebración en completo silencio, atenta a las indicaciones que nos da y a la buena voluntad de que disfrutemos de la noche. Pienso hacerlo, pienso gozar del anonimato y de la fiesta todo lo que pueda. Una bajada de cabeza simulando una reverencia a la que ha actuado como nuestra anfitriona hasta ahora es el gesto que le hago para demostrar una gratitud que pronuncio:

-Gracias. Eso haré.

Extiendo la mano hacia la chica que ha preguntado. No trato de resultar engreída o una líder que la dirija pero conozco lo importante que es tener un apoyo cuando existen dudas o hay un pequeño temor. Es mejor que la haga sentir que tiene a alguien que está a su lado, a pesar de ser una completa desconocida que además está disfrazada.

-Es la primera vez que estoy en una fiesta así, y me parece que también eres  igual de novata que yo en algo así. ¿Entramos juntas? Descubramos esos limites a la vez.

Tanto si acepta como si no, la fiesta espera y a la fiesta entraré.

Al hablarme y extender su mano la chica de piel morena, me sorprendí un poco al principio, pero al escuchar sus palabras miré su mano un poco más calmada aunque pensativa - ¿Novata? Supongo que... e-es bueno c-cubrirse con alguien más, que no intentarlo sola. - Alcé pues la mano para agarrar la suya sonriendo poco a poco - V-vale... La verdad e-es que e-estoy algo n-nerviosa. - acabé confesando pues a fin de cuentas era algo que no podía ocultar.

Sonrío al mismo tiempo que veo como lo hace la chica, restando importancia al momento y buscando tranquilizarla, mientras enlazo suavemente los dedos con los suyos y me muevo hasta situarnos juntas antes de entrar. Le acaricio la mano que sujeto.

-​​​​​​​​​​​Creeme, también lo estoy... Y mucho -​​​​​confieso en un susurro.

Vuelvo a sonreír después de la confesión. También avanzo para ir la primera, actuando como la que abre el camino entre la gente de la fiesta, girando la cabeza para mirar a la chica con la que voy de la mano buscando asegurar que se encuentra bien. 

Detengo el avance delante de un camarero. Miro a mi acompañante mientras vuelvo a colocarme cerca.

-¿Te apetece beber o comer algo? Yo invito.

Se os acerca un hombre joven, de unos 30 años aprox, con una copa en la mano. El caminar es tranquilo, viene de hablar con otro grupo de personas.

- ¿Primera vez? Siempre impresiona un poco, la fiesta, la gente... el decorado... 

Hay un corrillo de personas a vuestro lado, a unos metros de distancia, cerca, que os miran. No es una mirada envidiosa pero sí curiosa. Son cinco personas, dos parejas y una chica. No llegáis a escuchar lo que dicen.

- ¿Vamos a un salón más tranquilo? Al fondo hay donde sentarse y hablar sin estar en el centro... de las miradas

- Me llamo Bellamy, Marck Bellamy

- Es un misterio, señor... aunque sí le puedo comentar sobre las obras menores. Si avanza por este pasillo, al fondo, a mano derecha, hay un salón donde ha comenzado la representación del "lago de los cisnes", igual si se acerca pueda disfrutar de la ambientación.

- También para los más... ambiciosos, hay una representación de "la corte de los faraones", el mismo pasillo pero a mano izquierda, no tiene pérdida.

Ves como la camarera te acerca a otras dos mujeres, también invitadas a la fiesta de esta noche.

Hay diferentes corrillos de gente en el salón en el que te encuentras, podrías tanto acudir a una habitación o salón, como permanecer en ese mismo lugar, o "conocer gente nueva"

Ves a lo lejos, caras conocidas, tanto la fiscal con la que habías venido en el helicóptero como el otro abogado están hablando, te saludan levantando una mano para que te acerques.

La dirección de la empresa, te avisa de que la próxima semana se va a llevar a cabo una fiesta con numerosos invitados para conmemorar el primer aniversario de Élite, estás invitada a participar, así como se ruega confirmar asistencia.

La localización es una mansión restaurada con jardines y finca privada a unos 40 km de la ciudad, la organización provee de transporte, te pasará a recoger un coche, también cuenta con habitaciones. Recomienda de hecho, a todos los invitados la estancia al menos durante la noche de la fiesta.

En sí se trata de un espectáculo a través del cual se realizará una representación artística a modo de reconocimiento, también habrá cena, canapés y celebraciones varias (fiesta, baile, diversas actividades para amenizar la velada).

También en la invitación, figura que la fiesta contendrá una gala de disfraces (máscara veneziana) para amenizar el ambiente.

Seguí a la chica, y aunque no iba a soltarme, tampoco tenía otra opción ya que pareció agarrarme bien y asegurarse de que no me quedaba atrás. Realmente no me importó aquella acción incluso me dejé llevar un poco mirando el lugar más tranquila de tener a alguien con quien podía protegerme y del mismo modo protegerla a ella, vamos complices si nos llegaba alguien.

Al detenernos la miré extrañada viendo como teniamos a un camarero en frente justo. Poniendome a su lado pensé - Oh p-pues... Ya que estamos en una fiesta... u-un poco de alcohol no estaria mal ¿No? Aunque solo un poco, m-me gustaría seguir r-recordando la noche - O eso esperaba. Mientras le decía aquello sonreí a mi compañera con quien estaba ya algo más comoda al ver que ambas teniamos el mismo problema, los nervios.

Aunque pronto desvié mi atención sobre el hombre que vino para dirigirse a nosotras. - ¿Eh? E-esto... s-si... e-es un tanto impresionante - la sorpresa inicial me hizo trastavillar con las palabras, cosa que quizás se notaría en el agarre de manos con mi compañera.

-¿Más tranquilo? - pregunté principalmente dirigiendo mi mirada así como la pregunta hacia mi complice en esta noche - ¿Vamos? - aunque no mucho más tarde me surgió otra pregunta nueva, al oir el nombre del hombre - ¿Eh? Pensé q-que... en una fiesta de m-mascaras, n-no se debían decir los nombres - como no... sacado de las peliculas que veia, pero no obstante y si no me cortaba nadie me presentaría - Yo soy... X-Xaria Bradley - Ya de paso hasta mi compañera conocería mi nombre

¡Eep! Estas máscaras no disimulan lo suficiente, me digo, al darme cuenta de que ellos me reconocen a mí y yo a ellos.

Pero a fin de cuentas esto es un viaje de trabajo, y sé que, aunque sean oponentes de mis superiores en el procedimiento, he de ser respetuoso con ellos. Devuelvo el saludo con un gesto.

-Gracias por la bebida, y por la información - ​​me despido de la camarera, para acercarme a los miembros de la acusación que me han llamado, aparcando otras compañías y lugares más apetecibles de momento.

Con una educada y ligera sonrisa, me dirijo a ellos por orden de jerarquía. 

-Señora Keller...Señor Golden...me alegro de verles de nuevo. ¿Está siendo satisfactorio el trato de nuestros representados?

Le aproximé una copa de champán a mi compañera al conocer que tenía sed con la mano libre. Después, tomando otra para mí tras dársela pero sin dejar de sujetar nuestras manos, le sonreí a través del velo de la máscara a modo de respuesta a la sonrisa que ella me había regalado. Con el pulgar acariciaba suavemente la piel de su mano, buscando relajarla. Por la voz parecía estar nerviosa.

-Cuidaré de ti, no te preocupes. Una copa nos vendrá bien a los dos. Después, si lo deseas, buscaré algo con menos graduación, un refresco o agua. Comparto el deseo de recordar la noche contigo y conozco lo traicionero que puede llegar a resultar el alcohol.

Iba a proponer un brindis para celebrar la fiesta y desear una buena noche cuando un hombre se acercó. Mantuve la unión de manos para transmitir que contaba conmigo, que no iba a dejarla a menos que ella lo especificara así.

-Es mi primera vez, sí. La verdad es que el despliegue de medios de esta fiesta no es que impresione, es que cautiva y en menor medida... intimida -le confesé -Lo cual no es malo, sino que me gusta, es un juego que, por lo concerniente a mí, atrae y juega con nosotros, los invitados.

Al escuchar la pregunta de Xaria a la hora de aceptar la invitación de Marck, asentí dando a entender que accedía. Conocía las identidades de los dos, dejé que ellos también conociesen mi nombre.

-Vanessa Callway. De acuerdo, señor Bellamy, señorita Bradley. Será un placer el ir a un sitio más discreto, donde poder charlar con más tranquilidad y conocernos mejor.

Evolet había leído la invitación con cierto entusiasmo. Después de aquel primer contacto, el mero hecho de volver a encontrarse con aquel hombre le alegraba sus partes bajas. Así pues, pensó en el look que iba a improvisar, aunque a decir verdad, no quería nada de imprevisto; por lo que le pidió a sus padres una buena máscara veneciana.

Cuando llegó el día y tras la excusa de : 'Mi mejor amiga va a dar una de sus fiestas, volveré tarde.', Evolet se encaminó hacia el lugar con el vehículo de papá que tanto aprecio le tenía. Una vez lo estacionó, bajó con cierto glamour. Dejándose ver.

Llevaba un vestido rojizo, con un collar plateado a juego con su máscara, dejando ver, en esa única ocasión, que la hija de mamá y papá hacía bien su trabajo: enseñar que era de los Riley.

Aunque en aquella ocasión, más que enseñar quién era, lo que pretendía era demostrar a la zorra que llevaba dentro, en el magnífico sentido de la palabra. 

La dirección de la empresa, os avisa de que la próxima semana se va a llevar a cabo una fiesta con numerosos invitados para conmemorar el primer aniversario de Élite, estáis invitados a participar, así como se ruega confirmar asistencia.

La localización es una mansión restaurada con jardines y finca privada a unos 40 km de la ciudad, la organización provee de transporte, te pasará a recoger un coche, también cuenta con habitaciones. Recomienda de hecho, a todos los invitados la estancia al menos durante la noche de la fiesta.

En sí se trata de un espectáculo a través del cual se realizará una representación artística a modo de reconocimiento, también habrá cena, canapés y celebraciones varias (fiesta, baile, diversas actividades para amenizar la velada).

También en la invitación, figura que la fiesta contendrá una gala de disfraces (máscara veneziana) para amenizar el ambiente.

La empresa me mando la invitación a la fiesta por mensajero privado y tuve que contestar al momento si iba a ir, por supuesto acepte de inmediato y así fue como tuve que ataviarme esa noche con mis mejores galas, un vestido algo insinuante por la espalda y atado al cuello de color lavanda,  deje mi cabello rubio suelto aunque lo adorne con algunas cuentas para que quedase algo bonito.

Recordé antes de irme que debía llevar una máscara veneciana pues el tema de la fiesta era de disfraces por lo que busque entre mis más bonitas mascaras para terminar eligiendo una blanca simple como un antifaz, algo sencillo pero igualmente ocultaba mi identidad y eso era suficiente.

Tenían la intuición de que iba a pasar algo interesante en esta fiesta, no conocía a nadie pero seguro que me lo pasaría bien. El taxi pasó a buscarme a la hora exacta que me indico el mensajero y así deje que me llevase al lugar donde se desarrollaría la recepción de la fiesta.

Jeff había considerado por un instante no asistir(y no complicarse la vida), pero recordar experiencias pasadas y la sorpresas vigorizantes que había sido le hizo abandonar esa idea y ponerse a buscar un buen disfraz tal cómo exigía la ocasión. Mansiones, fiestas de disfraces, sin duda parecía interesante.

- Claro que iré - Dijo al mensajero cuando este le dijo que debía llevar una respuesta.

Le indicaron que le irían a buscar, asi que a la hora convenida esperó en la calle llevaba una bolsa de papel con una capa con capucha y una máscara para el disfraz, pero no lo llevaba puesto.

Llevaba un tiempo jugando con como le queadba la barba y llevaba una barba de varios días de aspecto algo descuidado, aunque realmente era el fruto de esfuerzo y muchísimo cuidado.
Al entrar al Taxi observó que no iría solo. Sonrió a la mujer de una forma que denotaba seguridad de si mismo, sin interrumpir el contacto visual.

-Un placer, me llamo Jeff - Le dijo a modo de presentación - ¿Me estoy metiendo en el taxi equivocado o vamos juntos a la fiesta? - Preguntó enseñandole la mascara que había en la bolsa.

La forma juguetona en que preguntaba era desinhibida y no estaba carente de gracia sin abandonar los modales.

El taxi hizo una parada antes de llegar al lugar donde se recepcionaba la fiesta, un chico de buen ver se subió al coche, no iba disfrazado ni llevaba traje pero supuse que igual lo llevaba en la bolsa que portaba consigo.

-Amaya, un placer-contesto la muchacha y añadió- si fuera así seria una agradable equivocación-

Nadie le había comunicado que tendría un acompañante y menos uno tan atractivo, de todas maneras no iba con intención de ligar con hombres ya que estaba más atenta a las mujeres aunque el chico estaba realmente de buen ver y se pensaría si llegaba a llamarle más la atención si al final tendría algo con él.

Le sostuvo la mirada con una sonrisa, que al mismo tiempo que denotaba confianza, aunque no era la mirada de un depredador.

- Sería una equivocación por la que dar las gracias, sin duda. - Se limitó a decir Jeff tras un segundo de silencio.

Le tendió la mano a modo de saludo, mientras le estrechó la mano miró en sus ojos, quería saber si era una depredadora, aunque no lo parecía, o si lo era, no parecía que Jeff fuera su presa. Bueno, no sabía si ella iba a la fiesta o no, no le había contestado claramente, pero en esta situación se dejó llevar sin más.

Se acabó de acomodar en el asiento y sonriente aún,la miró de nuevo tras cerrar la puerta.

- Es mi primera vez - Dijo con un tono de confidencia íntima - En eventos de este tipo... ¿Usted ha estado en alguno, Amaya? - No pareció perder la confianza en si mismo, solo recababa información, de al lugar a donde iba y de ella. Uso su nombre, rompiendo la primera barrera de distanciamiento de ese modo.