Partida Rol por web

"Ese maldito glich otra vez".

Era el peor momento para que algo así ocurriese; proferí un chasquido de frustración pero seguí avanzando con el grupo.

Estaba nerviosa, tanto que siquiera me inmuté ante las palabras de Alicia, mi cerebro no podía descentrarse más; aunque empezaba a sospechar que podía ser alguien como Alysa, pero pensar en ella me apenaba y no podía permitir que la tristeza se apoderase de mi en ese instante.

Aún teniendo piernas prostéticas, el cansancio seguía haciendo mella, el equipaje pesaba lo justo para que después de un rato empezase a hacerse costoso, tenía que saber bien cuándo debía usar mi sprint.

Las palabras de Varanus rompieron mi hilo de pensamientos, añadiendo más preocupación sobre nosotros, o al menos, sobre mi; no respondí, simplemente se dibujó una mueca en mi rostro y suspiré; si estaban tan cerca como decían, seguramente le habían oído igual que nosotros, prepararse era bastante inútil, pero al menos no estábamos completamente desprevenidos.

"Más problemas...".

No tenía muy seguro si en aquel lugar el rifle sería lo más óptimo para un enfrentamiento; así pues desenfundé mi pistola y dejé pasar a Claire delante de mi, prefería cubrirle las espaldas si venían de atrás.

Igualmente, decidí desplegar a Andronio, no le sería muy difícil seguirnos el paso y ante un combate podía ser de utilidad.

Tras un rato corriendo nuevamente, nos encontramos en una estación de metro abandonada, toda una fortuna para desquitarnos del cansancio y de las dudas que nos opacaban las ideas, no quería pensar en lo que sucedía  allá atrás pues era demasiado como para poder comprenderlo, usuarios de espadas sagradas enfrentándose...era terrorífico pero debía esperar por lo mejor.

Así pues empecé a notar el cansancio también, lo que me sorprendió pues no podía imaginar como se sentían los demás, así que me aseguré yendo uno por uno a ver su estado, no obstante, en aquel momento donde podíamos tomar un breve respiro fue súbitamente interrumpido por las palabras de Varanus.

- ¿Hostiles? - pensé mientras aseguraba a los demás con la mirada, Varanus parecía estar atento y Chell ya se preparaba para lo peor, una actitud propia de nuestras circunstancias, por mi parte no desenfunde nada, había ganado agilidad para ello, podía tomar el combate en cuanto estuviera en frente de nosotros, así que observe a Eva y me puse a pensar que debíamos hacer.

No había elección fácil - Si solo son dos...serán de los peligrosos...- espete cruentamente - Eva, eres la líder, seguiré tus ordenes pero, también soy vuestro guardaespaldas y quiero protegeros, así que tomar el descanso justo para poder salir de aquí, cuanto antes salgamos de los túneles, mas probabilidades tendremos - dije respetuosamente, no obstante no puntualice de que probabilidades teníamos, preferí no concretarlas.

Acto seguido lleve mi mano al pecho y sin recitar ni una palabra, me concentre durante un instante, aclarar mi mente y actuar era lo único que podía hacer, no obstante, no parecía que tuviéramos el apoyo divino, no esta vez, una situación que me resultaba familiar.

- Muy bien - dije mas para mi mismo que para el resto, pues me acerque a Chell y le puse la mano en el hombro, el hecho de que existía la posibilidad de pelear no significaba que tuviera que estar tan tensa, eso podía ser perjudicial, mantener la mente calmada era lo mejor opción.

- Como en el conjunto residencial, yo al frente y tu me cubres...- le recordé con tranquilidad - Cuento contigo - confesé a pesar d no saber contra que nos íbamos a enfrentar, luego me acerque a Varanus quien nos había proporcionado semejante ventaja ante aquellos perseguidores - Bien hecho, mantente alerta, yo seré la vanguardia así que tener cuidado...- le dije seriamente - No me gustan los héroes, somos un equipo, ¿de acuerdo? - aclamé a pesar de nuestras previas interacciones, la seguridad de mis palabras era mas que obvia, confiaba en él.

Así pues me puse en la dirección de donde venían nuestros perseguidores y desenfundé una de las hojas de mi espada posando así la punta sobre el suelo y dejando descansar ambas manos sobre la empuñadura; tome un breve respiro y cerré los ojos, necesitaba toda mi concentración, un vistazo en la obscuridad, el suelo y el techo, no podía distraerme.

El primero en la defensa, el último en la retirada, haría lo que hiciera falta para proteger a aquellos detrás de mi pues, yo era su escudo, ese era mi cometido y lo cumpliría sin falta.

Las cosas iban mal, eso era evidente, pero ahora algo estaba quemando en el interior de Soma. La compasión tan arraigada en él se negaba a dejar atrás a Inma y dejar que se sacrificase de aquella manera. Una compasión para nada fuera de lugar, seguramente Eva y el resto tambien se habían percatado de la sutil despedida.

Pero el pecho de Soma no ardía solo por la apabullante compasión que sentía en ese momento hacia su maestra, había algo mas, el patrón se repetía, solo había una forma de acabar con Maggie: usar a su padre. Y solo había una forma de vencer a Inma: aislarla y usar a sus "hermanos de armas". Y la propia Inma lo había propiciado siendo fiel a si misma, algo previsible. Tanto como que el resto de inquisidores seguirían las ordenes y tradiciones.

Ambición sabía cómo atajar cada amenaza y a cada enemigo yendo varios pasos por delante. La llama de la compasión en el interior de Soma ardía ahora hasta doler, hasta casi volverle loco y obligarle a replantearse su decisión. Por otra parte, ¿iba a romper la promesa de proteger a lo mas importante para Inma en ese momento? ¿y si cometía la locura de volver y aquella decisión fuera lo que ambición quería para acabar con el grupo entero?.

¿Acaso se puede ser dueño de tus decisiones cuando un ente superinteligente ya ha predicho todo cuanto vas a hacer?.

Eva inmediatamente puso a Luna detrás suyo y procedió a escudriñar a su alrededor.

El estruendo cesó y los últimos ecos de derrumbes se disiparon, dejando paso a una nube de polvo que si bien no era densa, se notaba en el aire y dificultaba la visión en una ocuridad cerrada de por si.

-Eva- Soma... no puedo verlos.

Anunció algo que a priorí podía sonar evidente, pero no era lo mismo que cualquiera de los presentes digera que no podía ver a alguien con un camuflaje termooptico de alto rendimiento en absoluta penumbra, a que lo dijera Eva. Aquello tenía un significado muy concreto.

Luna se quedó detrás de Eva mientras recuperaba el aliento, tambien escudrió los alrededores en vano.

Claire por su parte dió un paso al frente y cubrió una de las direcciones del tunel, concretamente la que Chell no tuviese ya cubierta. Su arma parecía ser ahora su bolso de mano, al que conectó una cadena de munición que portaba en la bolsa grande.

-Claire- Chell, ¿recuerdas "el avispero"?. El caso es que lo terminé y lo he traído.

"El avispero" era un diseño teórico de una ametralladora impaciente pesada que plegada ocupaba lo que un bolso de mano. En teoría iban a hacer una fortuna vendiendo aquel diseño a empresas de seguridad privada si algun dia encontraba la forma de terminarlo. Por lo visto Alicia le había dado el empujón final.

Agarró con fuerza su inocente "bolso" con la cadena de munición conectada y aguardó cualquier indicio para usarla. Puede que estuviese nerviosa por aquella situación, pero la pequeña de las Dónovan no se amedrentaba ante una pelea.

De pronto un leve silbido y un casi unaudible sonido de impacto, tan leve como el de una pelotita de goma cayendo al suelo, el sonido vino de la propia Eva, que ahora tenía clavado un dardo en el muslo. No alcanzó a ver su procedencia y rápidamente se lo sacó, pero la inyección había sido instantánea, cayendo en apenas cinco segundos al suelo mareada y luego inconsciente.

Casi al mismo tiempo y sin margen para reacción alguna otro dardo se clavó en la espalda de Claire, provocando una reacción similar, ni siquiera llegó a desplegar su arma cuando se derrumbó.

-Claire- Mier... da.

El mismo destino esperaba al resto si no daban con la posición de sus sigilosos atacantes.

Las palabras de Eva retumbaron en mi cabeza.

"Ninguno los vemos ¿no?"

Había algo que se me escapaba y la situación no parecía nada favorable; pues al ver a ambas en el suelo un escalofrío recorrió mi cuerpo; apreté la mandíbula y no podía hacer más que esperar que algo entrase en mi campo de visión, no podía ayudarlas de ninguna manera, no tenía conocimientos para ello.

Activé el escudo de energía de mi traje y puse el culo en la pared al mismo tiempo que preparé una hipercarga en la pistola y apunté al frente; podían estar en cualquiera de los laterales, o incluso el techo, pero si algo entraba en mi campo de visión, podía apuntarle.

-Andronio busca objetivos a mayores de nosotros, si ves algo amenazante dispara.-Indiqué a mi dron en un leve susurro.

 La situación no parecía nada favorable y empezaba a poderme la ansiedad.

-¿Vamos a jugar al escondite o qué?- Reté a nuestros asaltantes con la furia notable en la voz; no tenía claro ni dónde estaban ni quiénes eran, si era Nova Human, si era El Vaticano o Ambición quien estaba detrás de todo eso.

Una sonrisa nerviosa se esbozó en mis labios al tiempo que el sudor se deslizaba por mi frente; no podía dejar que la preocupación se apoderase de mi, no podía entrar en pánico.

Yo sabía que nos seguían, sabía que estaban ahí, peo no podía saber donde, por alguna razón era incapaz de determinar el punto exacto desde donde nos estaban atacando.

Había que actuar, y sin pensármelo dos veces me dirigí hacia Claire y Eva para tratar de averiguar que era con lo que nos estaba atacando, tendría que confiar en que Soma fuese capaz de defendernos durante el tiempo que me llevase determinar que tipo de químico estaban usando y fabricar un contraveneno .

Con mi arma aún en la mano y sin apartar la mirada de donde provenían los ataques comencé a moverme lentamente.

-Soma, cúbreme si puedes y trataré de hacer algo para contrarrestar el veneno que sea que esten usando con Claire y Eva- Le susurré tratando de que no nos escuchasen el plan.

Ahora mismo no podía hacer mucho mas, miré a Tláloc y le hice un gesto para que fuese hacia un lugar seguro, no quería que también le alcanzasen a él.

Un abrazador sentimiento empezo a arremolinarse en mi corazón mientras aún pensaba en Inma, pero poco fue el tiempo que tuve para pensar pues nuestros atacantes se ocultaban en la oscuridad y el polvo con abrumadura eficiencia, no obstante, no fue sino en ese momento que lo comprendí, cuando Eva dijo aquellas palabras un terror insidioso recorrio mi espalda y me hizo querer ir abruptamente contra la obscuridad.

- Si ella no puede verlos...significa...- pensé mientras un leve silvido apenas audible llamo mi atención, para cuando me dí cuenta Eva y Claire estaban en el suelo, la situación empeoraba por momento pues mis compañeros no parecían dar contra nuestros adversarios al igual que yo.

Una situación desfavorable, a Chell se le notaba en el tono y en la forma de actuar, era comprensible, estábamos atrapados, por otra parte, Varanus tomo la iniciativa y se acerco a Eva y Claire con intensiones de determinar y sanar el veneno, un movimiento audaz por su parte.

- Maldita sea - murmuré mientras que de un salto me acercaba a Varanus, Eva y Claire y desplegaba mi escudo para cubrir los flacos que aún amenazaban con afectarnos con sutiles pero eficaces ataques del enemigo.

- Luna detras de mí - llame a la joven que había perjurado proteger, pues en ese mismo momento me decidí a no dejar a nadie, no dejaría que la decisión de Inma fuera en vano, no podía faltar a mi palabra y mas importante, al pacto que hice en ese momento.

Aunque la compasión avasalladora que sentía aún ardía con fuerza en mi corazón, tome la decisión que se supone que debía tomar, salvaguardar un futuro...así me costará el mío.

- úsame de escudo, ¿vale? - murmure a la joven mientras trataba con todas mis fuerzas de encontrar a nuestros atacantes - No me gusta pelear a la defensiva pero, parece que no tenemos opción...- le susurre a mis compañeros - haré lo que pueda pero date prisa - le contesté a Varanus.

Las gotas de sudor se deslizaban por mi frente, incapaz de atacar, solo podía defender a quienes tuviera a mi alcance, usar una formación defensiva para proteger a los que habían caído mientras aún podíamos estar conscientes...

- Si tan solo fuera tan fuerte como usted maestra...Si tan solo supiera para que es ese libro Eva....- Perjuré una y otra vez en mi cabeza mientras apretaba las empuñaduras de mi la espada y del escudo.

La impotencia era palpable, como una mala broma de una fuerza superior que solo deseaba vernos en desesperación, solo esperaba que ese no fuera nuestro fin.

Varanus se encontró con la catástrofe, cierto es que a oscuras, con cierta fatiga de haber estado corriendo durante varios minutos y sin la certeza de quién o qué les estaba dando caza era dificil hacer un diagnóstico fiable. Varanus se encontró con la peor situación posible: no encontró signo vital alguno, lo cual quería decir que la toxina era mortal, de acción rápida y la escueta cuenta atrás para una reanimación posible ya estaba en marcha.

La conclusión podía ser aterradora, sus atacantes habían ido a matarlos de manera rápida y eficiente. Y les daba igual que el objetivo estuviera indefenso o fuera menor de edad, iban a morir allí.

Luna sujetó fuertemente el puñal en la mano y obedeció las indicaciones de Soma inmediatamente, sin embargo el temblor en sus manos revelaba miedo y nerviosismo.

Por desgracia ninguno de los integrantes del grupo logró ver a través de un camuflage óptico que sin duda era mucho mas efectivo que la media lo que permitió que ambos enemigos flanquearan la posición de Soma sin dar opción ni tiempo a reacción alguna por parte de sus compañeros.

Eran sin duda seres complétamente sintéticos, marionetas asesinas fabricadas con un único fin y tecnología igual o superior a la militar. Su fuerza, agilidad, velocidad y resistencia las hacía el modelo de ginoide mas peligroso con el que cualquiera de los presentes se había topado, incluidas Chell y Claire.

Aquellas marionetas dignas de pesadilla no tenían manos, sus brazos eran anormalmente largos y acababan en punta, podían extenderlos verios metros, pudiendo empalar incluso desde lejos si era necesario.

Ambas aparecieron a los flancos de Soma, buscando las zonas mas débiles de su armadura en sus costados y evitando la protección del escudo. Cualquier persona normal habría muerto al instante doblemente atravesada, pero gracias a las protecciones de Soma, aquellos brazos no se clavaron mas allá de lo que lo haría un puñal, haciendole sangrar abundantemente pero sin llegar a incapacitarle.

El silencio, la espera y por ultimo, un agudo dolor, sin poder reaccionar ni bloquear solo pude observar aquel extraño objeto punzante a ambos de mis costados, el dolor era molesto pero de alguna forma había sobrevivido, no obstante y aunque la sangre no paraba de fluir de mi cuerpo, eche la vista abajo para cerciorarme de que Luna estaba bien, lo que era relativo pues sus manos temblaban, era lógico, era demasiado joven para esto.

Luego dirigí rápidamente la mirada a lo que parecían espadas para determinar que eran los brazos mas raros que había visto, una gota fría paso por mi frente y bajo por mi mejilla para acabar en el suelo, mientras una cínica sonrisa apareció en mi rostro.

- Lo que me temía - musite mientras llevaba la mano que portaba el escudo a uno de mis costados para buscar sanar una de aquellas heridas - Luna, tranquila, mientras yo este aquí no debes temer - dije mientras buscaba calmar a la joven mientras observaba detenidamente a aquellas marionetas.

- Recuerda que eres hija de tu madre y yo su aprendiz, no temas, observa, analiza y prepárate en consecuencia; La mitad de la pelea esta en tu cabeza la otra mitad, en la actitud - dije con la respiración entre cortada, a pesar de que las cuchilladas no eran mortales, aún generaban un intenso dolor, no obstante, ver a aquellos a quien se supone debía proteger, asustados o caídos, solo me enervaba la sangre y me mantenía en el lugar y en el momento de la acción, ignorando el dolor y el miedo.

Por otro lado, aunque aquellas palabras podían ser para la joven, Chell y Varanus podían tomar ejemplo de aquella niña que a pesar de estar aterrada estaba aferrada a su arma.

Luego encaré nuevamente a aquellas muñecas sin vida con una mirada penetrante buscando una apertura, su cuerpo no era para un combate largo, eso estaba claro, su misión era asesinar tan rápido como fuera posible y por el momento, mi resistencia, para bien o para mal, las habían retrasado.

Fue ahí cuando tome la iniciativa y con un veloz corte en cruz busque dañar a una de las marionetas que me habían apuñalado, sin alejarme de Luna pero con el suficiente alcance como para golpear tome mi objetivo y ataque tan rápida y eficazmente como mi cuerpo me lo permitiera.

No era el escenario propicio para un combate, ni tampoco el mas justo, afortunadamente, tanto Chell como Varanus estaban fuera de peligro siempre que aquellas marionetas me atacasen.

- ¡No os dobleguéis, somos en equipo! - le dije a mis compañeros - ¡No dudéis de vosotros!, ¡Confiar como yo lo hago en vosotros! - añadí mientras encaraba sin miedo alguno a aquella amenaza que planteaba con frialdad nuestra muerte.

Aquellas palabras podrían sonar a un reproche, no obstante, eran todo lo contrario pues, sin ellos no sobreviviría y moriríamos allí, así que le plante cara al dolor y al enemigo mientras con una inusitada firmeza me mantenía, estoico y valeroso, yo era el escudo, yo era la espada pero, ellos eran mis compañeros, ahora solo quedaba confiar en que harían lo propicio si queríamos salir de allí.

El telón se había levantado, ahora...¿como actuarían?....

Entre la amalgama de sentimientos que me invadían podían destacarse el fervor de la ira, la amargura de la preocupación y pequeños destellos de curiosidad.

Proferí un grito ahogado al ver cómo atravesaban a Soma, la sangre saliendo a borbotones de sus heridas; empalidecí al instante, no podía creer que todo se tornase negro tan pronto.

Respiré hondo y traté de calmarme lo justo como para poder pelear; íbamos a necesitar todas nuestras fuerzas.

-Andronio cura a Soma ¡Ya!- No dudé en cambiar la orden.- Luego dispara hasta que nos quedemos sin objetivos o se diga lo contrario.

Parecía que aún con el derrumbe Andronio funcionaba bien, solo se había llenado un poco de polvo; se acercó hasta Soma y le roció con el spray analgésico; no haría gran cosa, pero era mejor que nada.

Acto seguido, apunté a la marioneta que había encarado Soma; parte de mi mente se dispersó durante un breve instante mientras repasaba con un rápido vistazo a nuestros adversarios.

"¿Son totalmente tecnológicos? ¿Cómo estarán hechos?¿Y esos brazos? ¿Tendrán algún punto débil?" Pensé con un leve brillo en mis ojos; al mismo tiempo que notaba como un torrente de curiosidad fluía a través de mi.

"Shiro..."

Al momento, las palabras de Soma irrumpieron mis reflexiones y volvieron a centrarme en la batalla.

"Mierda... Es verdad, ¡Luna!". Estábamos con una niña, la presión se volvía complicada de manejar; siquiera quería mirar al suelo, no podía asimilar que mi hermana estuviera tirada ahí y no pudiese hacer nada por ella. Me reconcomía el pesar; esperaba que Varanus pudiera hacer algo.

-¿Es muy grave? ¿Necesitas algo?- Dije apresuradamente a Varanus.

"¿Doblegarse?". Una sonrisa nerviosa se esbozó en mis labios.

-Los Donovan no nos rendimos fácilmente y estoy cansada de huir.-Sentencié.- Tengo mucha rabia que soltar.- Rugí.- Hoy me han arrebatado mucho y no pienso quedarme de brazos cruzados para que terminen de quitarme todo lo que me importa.

"Aunque espero que no los destrocemos mucho... Igual puedo reutilizar piezas y materiales... O incluso estudiar su programación..."

Suspiré y con la hipercarga lista, disparé a la marioneta certeramente.

"Si tuviera más espacio podría usar el rifle..." Maldecí en mi interior.

Definitivamente aquellos ginoides eran completamente mecánicos, modelos exclusivamente para infiltración y combate, cuya finalidad seguramente fuera la de asesinatos selectivos. Probablemente, dada su destacable agilidad, no pesarían mas de 40 kilos. Su defensa se basa en su movilidad no en su blindaje, el cual era el justo para evitar daños de armas ligeras, pero no impactos especialmente fuertes. Por lo tanto cualquier tipo de inmovilización que las convirtiera en objetivos fáciles para un golpe potente era una buena manera de acabar con ellas.

Chell tambien pudo percatarse de un detalle inquietante, su aspecto y diseño sugerían producción en masa, no eran prototipos ni estaban personalizadas de ninguna forma, eran modelos estandarizados, lo que llevaba a la conclusión de que aquellas dos solo eran parte de un lote de probablemente cientos o miles.

Podría ser muy interesante revisar su CPU y su módulo de camuflaje de alto rendimiento que era claramente mas efectivo que el de Andronio.

Todo parecía indicar tambien que funcionaban de manera autónoma, cualquier metodo de control online sufriría de cierto retardo en el interior de aquellos túneles y desde luego la forma efectiva de moverse no daba indicios de retardo o dificultad de transmisión alguna. Si esta especulación era cierta, las represalias de un intento de hackeo serían mucho mas leves que en un intento de una unidad directamente conectada a Ambición. Un acceso total podría revelar incluso su origen.

Tras tantos años de profesión, después de todo lo que había pasado, ¿Qué era lo que me estaba pasando?, acaso la situación estaba causándome temor o duda?, en cualquier otra situación hubiera sabido con eficacia responder a la situación, pero al no sentir signos vitales de las dos mujeres que tenia delante de mi, todo un telón se vino abajo sobre mi.

¿Había llegado demasiado tarde?, ¿los enemigos que enfrentábamos eran simplemente tan superiores?, ¿de verdad no había nada que yo pudiese hacer?.

Las preguntas y el temor al fracaso habían inundado mi mente, sumiéndome en un vacío del que me estaba costando salir, pero de entre toda la oscuridad que la tensión estaba generando, una imagen conocida se vino a mi mente, mi madre.

Siendo yo pequeño, una vez en la noche desperté escuchando la dulce voz de mi madre tranquilizando a mi padre que tendido de rodillas en el suelo y desconsolado lloraba por un fracaso en una de las curas de la esclereosis cibercerebral, mi madre con una sonrisa en la boca y abrazándole, le dijo.

-Mi amor, no importa lo duro que sea el fracaso, no importa las veces que caigamos, no importa que las cosas salgan mal, lo verdaderamente importante es volver a levantarnos, volver la mirada al frente, retar a lo que nos enfrentamos con todo cuanto tenemos y desafiar a los problemas con toda la esperanza que nos queda en nuestro interior, pues lo que más deseamos es conseguir un mundo mejor, uno en el que un  padre no tenga que llorar la injusta muerte de un hijo, o un hijo, que no tenga que despedirse de un padre mas temprano de lo que la naturaleza dicte,por esto y mucho mas debemos ser fuertes, y demostrarle a nuestro hijo que nunca hay que rendirse, que por mal que parezcan ir las cosas siempre hay una salida, solo hay que creer en uno mismo y en quienes tienes a tu alrededor.-

Tras estas palabras mi padre rompió en un llanto en los brazos de mi madre, pero este no era un llanto de tristeza ni de rabia, era uno que transmitía tranquilidad, recuerdo que al día siguiente me despertaron ambos con una sonrisa de oreja a oreja pidiéndome ayuda con sus investigaciones, algo que a mi yo infante le agradaba sobremanera.

Poco después, la familia Hydride habría conseguido uno de los mayores logros médicos de la historia.

Una lágrima resbaló por mi mejilla recordando aquello, mezcla de tristeza, rabia y confianza, -ella tenía razón, este no es momento de venirse abajo, ellos sabrían que hacer en esta situación y seguro que confiarían en que yo tambíen.-

Soma, inmerso en el combate trataba de subirnos los ánimos, y Chell preocupada por el estado de su hermana y Eva ofreció ayuda, pero esto era algo que yo podía hacer, si había algo que podía cambiar el rumbo de mi desastrosa vida era este momento, ellos confiaban en mi a pesar de haberme conocido hacia tan poco tiempo.

-Chicos, no detecto signos vitales, no se que es lo que han utilizado, pero es muy efectivo, sea quien sea lo que viene tras nosotros sabe lo que está haciendo, ganadme un poco de tiempo, tratare de contrarrestarlo, lo juro, las salvaré.- Dije enjuagándome las lagrimas y tratando de mantener la compostura que mis recuerdos y la situación me habían hecho perder.

Confiando de una manera especial en mis compañeros y sin detener la vista en los enemigos, prepare todo el material para llevar a cabo un contraveneno de acción rápida que nos diese la ventaja de levantar a nuestras compa..... a nuestras amigas.

Cogí el vial de piel robliza, lo vacié y limpié para hacer un compuesto llamado Lentificar veneno, que impediría que el veneno actuase sobre ellas durante un tiempo, eso debería darnos algo de ventaja.

En medio de la refriega, tras el impacto certero de la espada de Soma y el posterior baño de spray analgésico de el dron que acompañaba a Chell, Soma notó un sutil toque en su costado, justo sobre sus heridas, que lejos de doler tambien ayudó un poco sobrellevar el dolor y a detener el sangrado. Era la temblorosa mano de Luna que por lo visto tambien compartía aquel don, aquello era toda una revelación per se, pero que fuera capaz de hacerlo a tan temprana edad no era solo fruto de la guía de su madre, sino tambien de un talento innato propio. Por desgracia, la magnitud de su poder curativo era muy inferior a la del propio Soma o a la tecnología de Chell.

No era una buena idea el empleo de venenos o químicos cuando en el otro bando lucha un alquimista como Varanus, algo que seguramente aquellos ginoides habían obviado. Varanus yá conocía una fórmula específica para luchar contra cualquier tipo de veneno o toxina, el problema era que no tenía ninguna dosis preparada y ni que decir tiene que las condiciones para ponerse a crear en ese momento un preparado sobre la marcha, eran cuando menos difíciles.

Los nervios y el componente psicológico tambien había transformado un proceso que Varanus podía realizar casi con los ojos cerrados en una odisea realmente desagradable, hasta el punto de que el vial ya preparado se le resbaló de las manos, cayó al suelo y tras romperse, desparramó la mezcla al lado de la paciente. Obligandole a volver a empezar.

Los dos ginoides parecían dispuestos a no dar cuartel a Soma, cuya presencia allí era la mas deducible como protector del grupo, de hecho con esa finalidad le había contratado Eva. Se prepararon para atacar de nuevo pero el grupo sería capaz de reaccionar antes esta vez.

Como si de su propia imaginación se tratase, durante un instante Chell pudo ver a Shiro. La conexión se había establecido sin necesidad de la red, sin necesidad de un canal definido que la mente racional de Chell ahora hechaba de menos mas que nunca. Pero era solo la punta del iceberg, solo un atisvo del vinculo entre dos seres tan diferentes y parecidos a la vez que los cimientos de la racionalidad de Chell amenazaban con romperse.

-Shiro- Vaya vaya... mi primera y unica seguidora me reza por primera vez en busca de ayuda. Ahora que la guardiana en la sombra ha caido, ahora que el verdadero obstaculo de Ambición ha desaparecido.

Os lo adevertí y no parece que hayais hecho mucho al respecto. La reina blanca ha caído y sus peones huyen en desbandada, el resto de piezas no saben en que bando están o nisiquiera se han puesto en el tablero. Que partida tan desigualada.

La ayuda que Shiro estaba dispuesta a prestar ya estaba siendo otorgada, lo cual no quitaba unas palabras mientras.

El dolor se fue mitigando poco a poco, pues gracias a la ayuda de Chell y su dron y a la sorpresiva mano de Luna quien ahora me había revelado que poseía el mismo don, me había ayudado a sanar mis heridas a tal punto que el sangrado se había detenido.

Una mirada baja se poso sobre luna quien con una honesta sonrisa le exprese mi gratitud para despues fijar aquella misma mirada sobre los ginoides que amenazaban con un nuevo ataque.

Me preparé, apreté con fuerza el escudo con la siniestra y la espada con la diestra, inspire profundamente y observe a mi enemigo, una mirada asesina sin compasión alguna a pesar de las circunstancias, una amenaza no verbal, solo el puro instinto que buscaba menguar aquella confianza en aquellas hojalatas.

Pronto me abalanzaría sobre mi oponente buscando nuevamente un golpe en cruz, un movimiento desesperado para buscar acabar rápidamente con mi enemigo, que a pesar de haber tenido la ventaja ahora estaba expuesto en combate justo como lo habíamos estado nosotros.

Por otro lado, pude denotar la inquietud de Varanus, era normal aquel sentimiento, pero no podía distraerme, Chell tambien estaba dando lo mejor que podía, solo me quedaba quedarme allí y recibir todo lo que pudiera y hacer todo lo necesario para que ninguno resultará herido.

Poco a poco las piezas encajarían y empezaríamos a trabajar como un equipo.

No me sentía cómoda usando armas en aquella situación, no creía que pudiera ser muy útil con ellas; parecíamos todos muy nerviosos, me resultó inevitable posar la vista en cada uno de los presentes; tuve que contener las ganas de acribillar a nuestros adversarios.

"Por qué me quitaría el cañón de metralla... Menos mal que son mecánicos."

Así pues, decidí hacer lo que mejor se me podía dar.

-Andronio apoya a Soma con el ginoide que tiene delante.- Necesitaba dejarle órdenes mientras estaba ocupada.

Acto seguido, me centré en la otra marioneta y rogué porque todo saliera bien.

Después de un monólogo interior, me intenté conectar al ginoide en cuestión a ver si podía apagarlo y así estudiar su código y ver todos los datos del fabricante; así podría mejorar a Andronio con un poco de suerte, su camuflaje era terrible.

"Menos mal que están ocupados con Soma, no creo que pudiera hacer este tipo de cosas bajo ataque, sería un saco de boxeo...". Pensé.