Partida Rol por web

Fue apenas un instante, pero observe a Shiro dispuesta a terminar con Casandra, no obstante, durante ese breve momento, vi como esta dudaba, las palabras que había dicho debían tener razón, Shiro no era de las que dudaba, de hecho era de las que hacían dudar a otros gracias a su vasto conocimiento, aquel detalle no paso desapercibido mientras corría hacía ella y Casandra.

Pero en mi trayecto, algo nuevo había ocurrido, primero las luces fluctuaron, luego me gire para ver a Sarah y un enorme portal que me cegó durante un instante, para luego descubrir que Daya había venido a travez de él, en un abrir y cerrar de ojos, la diosa de la Compasión me había sobrepasado y se había confrontado con Shiro, salvando a Casandra, cosa que no sabía si era capaz.

En cualquier caso, me dirigí tan rápido como pude hasta la maltratada chica para asistirla, levantando su torso delicadamente mientras usaba unos de mis brazos para estabilizarla, rodeándola con este por la espalda, mientras que con la otra mano, la pose delicadamente en el vientre de la chica, liberando así mi poder para sanarla.

- Todo va a estar bien, Descansa - dije con una sonrisa y una voz tranquila, afectuosa, casi paternal, para que esta cerrará los ojos, se veía el cansancio y el dolor que había sufrido, no era para menos, había luchado con una deidad y estaba al borde de la muerte, debía sanarla con todo lo que tenía, así pues, deje que aquel fulgor dorado, parte de mi poder, la sanará.

Luego me comunique durante un breve instante por la intranet que Sarah había logrado recuperar para nuestro uso - Aquí Soma, necesito apoyo en nuestra ubicación, tenemos a Casandra Arc pero esta gravemente herida, le daré todos los primeros auxilios que pueda pero esta grave, venid tan pronto como sea posible, cabe la posibilidad de una pelea entre dioses...- concluí dando así la ubicación de nuestra posición a las instalaciones.

Por otro lado, observe a las deidades que estaban dispuestas a pelear hasta matarse, algo que me preocupaba enormemente, Sarah tenía parte de razón en una cosa, nuestra voz y voto en aquella pelea era nimio, inexistente y tal vez inútil en la confrontación de dos dioses.

Pero aquello no era algo que me detuviera, ni mucho menos algo de lo que me acobardará, sentía mas miedo por la joven entre mis brazos que estaba entre la vida y la muerte, que el hecho de que pudiera ser golpeado por cualquiera de las deidades.

Así pues, me quede mirando a Shiro durante un instante, su figura había cambiado nuevamente, había adoptado una forma que nunca había visto, pero eso no me detuvo, así pues, observe primero a Daya su actitud era de esperarse, era la compasión, defendería a cualquiera que tuviera de esta y Casandra, a pesar de sus errores, era una persona increíblemente compasiva.

- Daya, no te pedí ayuda para que pelearas por mí; Shiro, ¿acaso vas a volver a abandonar tu curiosidad para la pelea? - espete a ambas diosas, no con odio, sino con preocupación - ¿Es que planeáis mataros aquí sin ningún motivo, es que no habéis aprendido nada de nosotros? - recriminé con dolor en mi corazón al ver a ambas preparadas para matarse.

- Shiro, Daya tiene razón, Casandra si es compasiva, pero supongo que no te has molestado en averiguarlo y por lo que vi, tampoco mostraste interés en hacerlo, a pesar de que casi la matas, ¿que paso con tu curiosidad?, te lo dije una vez y te lo volveré a repetir, yo tengo las respuestas que necesitas, pero no solo me refería a lo que buscábamos en Elysium, sino a lo que es Casandra, a lo que ha pasado y lo que tuvo que sufrir, de por que hizo las cosas que hizo y de las cosas que aún hace por otros, tal vez no lo parezca o no quieras aceptarlo, pero Casandra es de hecho, mas compasiva y amable de lo que crees, no dejes que una influencia negativa dictamine el destino de un alma que puede ser salvada, sino, todos los humanos estaríamos a merced de tu cólera - espete indignado pero aún con preocupación.

- Te lo dije una vez y te lo volveré a repetir, abandona este camino lleno de resentimiento y recupera tu cordura, no solo lastimarás a Casandra, sino a muchos otros que te quieren y te respetan por un momento de necedad y rabia, mancharás tus manos de sangre y cargarás con ese peso el resto de tu vida, no importa que seas una diosa o no, tal vez yo no pueda hacer nada al respecto en contra de tu voluntad, pero el dolor que conocerás será mucho mas grande si cometes este error - augure mientras reposaba a la joven momentáneamente en el suelo, para luego quitarme la chaqueta y doblarla, para dejársela como almohada.

Luego me levante del suelo observando a ambas deidades - Te lo dije una vez y lo volveré a decir, acepto y tomo el lugar de Casandra, siempre que no la lastimes, tengo la información que necesitas justo dentro de mi cabeza, no hace falta ninguna confrontación, ambas sois demasiado importantes para este mundo, no puedo permitir que os matéis en esta ridícula pelea, el mundo no puede dejar de tener curiosidad o compasión solo por un momento de debilidad - espete con una mirada increíblemente seria.

Luego observe a Daya mientras me acercaba lentamente - No quiero que pelees por mi, esa no es tu labor, es la de salvar a otros del dolor y de mostrar compasión cuando es necesario, ahí tienes a alguien que la necesita mas que nunca, además, no eres prescindible - dije mientras miraba a Shiro, aún indispuesto a volver a desenvainar mi espada -  pero yo sí, y si puedo proteger a quienes quiero de un conflicto sin sentido, que así sea - añadí con estoicidad, luego observe a la deidad de la compasión con una sonrisa serena - Te agradezco que hayas venido, aunque aún no soy digno de ti, tal vez ella sí - puntualice a la joven que estaba tumbada tras nosotros.

Luego observe a Shiro, algo preocupado por su actuación - Detén este sin sentido....por favor Shiro, te lo pido humildemente, no dejes que tus manos se ensucien con una culpa que no lograrás olvidar jamás, ¿acaso has olvidado por que estas en este mundo?, no es tu labor castigar, sino aprender, tal vez seas una diosa, pero nosotros, los mortales, somos así, hacemos cosas buenas, hacemos cosas malas, somos compasivos o crueles, somos justos o injustos, pero eso, es parte de nuestra naturaleza, parte de nuestra forma de ser y de aprender, parte de nuestro libre albedrío - mencione tratando de hacer recapacitar a la deidad.

- Y aún así, buscamos siempre algo que nos haga sentir mejores con nosotros mismos, por eso rezamos, cada uno a nuestra manera, y todo para con vosotros, tenemos fe en que nos escucharán, de que nos embriagarán con sabiduría, paciencia y amor, no por que queramos que hagáis algo, sino por que necesitamos algo en lo que creer - mencione buscando un ápice de cordura.

- Si aún así, quieres hacerle daño a Casandra, deja a Daya fuera de esto, yo me interpondré en tu camino, no por que crea que pueda vencerte, ni por que crea que pueda detenerte, sino por que quiero enseñarte lo que es sufrir, si estas tan dispuesta a quitarle la vida a alguien, quítamela a mi, te enseñaré la lección mas dura que jamás habrás conocido, la de quitarle la vida a alguien inocente  - espete mientras daba un paso al frente y extendía ambos brazos para detener a la diosa.

- Tu eliges, volver a tu anterior ser y recuperar tu curiosidad...O terminar de convertirte en la bestia que estas demostrando ser...Todo depende de ti...- dije mientras que en mis ojos se demostraba la mas pura preocupación, dolor y tristeza, no por mi, sino por lo que Shiro estaba haciendo, estaba cambiando y no para bien, corregir su sendero era lo que debía hacer...Aunque esperaba que la diosa recapacitará...

O aprendería la lección de la forma mas difícil posible.

Despues de la intervención de Soma, se produjo un silencio prolongado, mientras tanto el poder sanador del paladin detuvo el sangrado y la mas que probable hemorragia interna provocada por las costillas fracturadas, Casandra quedó inconsciente, pero estabilizada, viviría para ver un nuevo dia, de momento.

Daya tambien se sumió en un silencio prolongado mientras permanecía en posición de combate, preparada para cuando Shiro se avalanzara.

-Eva- Estamos de camino, Soma, dos minutos.

Dos minutos era poco, pero parecía una eternidad dada la situación.

De pronto, aun con los ojos inyectados en sangre, los colmillos saliendose de su boca y su melena amenazadora como fuego blanco a su alrededor, Shiro hizo una mueca de rabia contenida y de un salto absurtamente alto, se subió al edificio mas cercano y se desvaneció sin decir palabra alguna.

Daya relajó la posición y miró de perfil como Soma usaba su poder con Casandra.

-Daya- No he venido a luchar por ti, Soma, ni siquiera por ella. Aunque lo que he dicho es cierto, alberga compasión en su corazón, a pesar de sus pecados.

Vine a luchar "por" ella, aunque eso significara luchar "contra" ella.

Dijo refiriendose a la recían fugada.

-Daya- Porque no es sino la compasión la que ha llevado a Shiro a querer matar a Casandra, la linea que separa la compasión de la venganza y el odio es mas fina de lo que pensamos y a menudo nos perdemos en esa frontera. Ella no pudo salvar al doctor Opfern y al igual que el resto, pudo sentir el dolor de Manami como suyo propio. Un dolor que Shiro no desea a nadie mas, por lo que deseó acabar con la fuente de ese dolor.

No seas ligero a la hora de asumir las motivaciones de un asesino, eso es algo aplicable a Shiro, pero tambien a tí y a Casandra, ¿estarías dispuesto a tener compasión del asesino de tu madre? ¿o del asesino de Eva o de la misma Casandra?.

La compasión no es absoluta, cambia en función del punto de vista, depende del enfoque, la prueba la has tenido delante, Shiro brillaba ante mis ojos mas que tú y mas que Casandra. Pero tal vez no estaba enfocando correctamente esa compasión, confundiendola con la venganza.

Ella aprenderá, es la mas inteligente de nosotros. Se dará cuenta de que ahora la muerte de Casandra solo beneficiaría al Impostor, nada mas. Y tu has de aprender que la compasión debe ir acompañada de criterio y templanza. Tambien que es algo personal y propio, dependiente de tu enfoque y no puedes imponer tu punto de vista en otros, como mucho esperar que lo escuchen, lleguen a comprenderlo y con suerte, respetarlo.

Mientras tanto, Sara se acercó a comprobar el estado del cubo que había propiciado de manera tan espectacular la aparición de la diosa de la compasión. Pero no quedaban mas que restos metálicos carbonizados, el artefacto de Daya había quedado destruido.

Poco despues llegó el furgón de las Lepus, en el asiento del piloto iba Claire Stormrage y en el del copiloto Eva. Claire se bajó pero se quedó cerca del vehiculo al ver que no había lucha alguna. Eva corrió hasta Daya y Soma, iba en su uniforme habitual, pero colgando portaba el enorme tomo de tapas metálicas y cadenas que Soma había visto en el expositor de Elysium hacía tiempo.

-Eva- ¿Donde está Shiro?.

-Sarah- Se ha marchado, parece que al final desistió.

-Eva- Entiendo. Daya, ve al furgón, es mejor que no te expongas mas, suficientes riesgos hemos corrido ya.

Daya miró una última vez a Soma, luego adoptó una postura a cuatro patas y se metió con cuidado en la parte de atrás del furgón.

-Eva- Soma, coje a Casandra, necesita atención médica.

-Sarah- ¿Y Shiro?.

-Eva- Volverá, no os preocupeis, sabe cuidar de si misma.

Aun asi se notaba la preocupación de Sarah, no le gustaba tener que dejar las cosas asi con la deidad de la curiosidad.

-Eva- Vamos, volvamos a casa.

Una vez en la base, la propia Eva se encargaría de la atención médica de Casandra, algo necesario a pesar de estar ya fuera de peligro gracias a las habilidades curativas de Soma. Había varios huesos que recolocar, no es que Soma no pudiera hacerlo, pero no parecía correcto dejar que un hombre manipulara su cuerpo desnudo.

Al marcharse Shiro y la caballería en camino, escuche las palabras de Daya con interés, aunque no entendía porque me decía aquellas cosas o al menos, no entendía que había hecho mal si es que había hecho algo de esa índole, me gire mientras me hablaba para dirigirme a Casandra la cual aún estaba tendida en el suelo, así pues, me senté a su lado y deje descansar su cabeza en mi regazo.

- Puede que tengas razón - espete brevemente - pero no creo haberme equivocado, mi compasión con esta chica es firme, quiero aliviar su dolor y sufrimiento, a remediarlo y a evitarlo, no me importa si me tengo que pelear con dioses si para ello lo logro, proteger a los humanos para protegeros a vosotros...Tal vez errará en mi deducción, pero no quita peso a la ira que contenía la curiosidad, solo quería ganar tiempo para encontrar una solución que no se tomará ninguna vida, al menos, no si podía salvarla...Ninguna vida debería ser sacrificada... - añadí mientras acariciaba el pelo de la joven, se veía sufrida y aunque la había sanado, aun quedaba por hacer.

- Tal vez no me merezca ser tu paladín después de todo...- dije resignado - pero no desistiré en dar compasión a quienes se la merezcan - afronte con una mirada decidida a la deidad - Al menos, es en lo que creo - concluí para quedarme en silencio.

Para cuando el resto llegó, me mantuve en silencio, la mayoría de las explicaciones ya las había dado Sarah, por lo que me dispuse a asentir cuando se me solicito tomar a Casandra y la llevaría al camión para poder ir a la base.

Una mirada fugaz se cruzaría con Eva, pero nada mas que aquello, al menos teníamos lo que queríamos, pero en mi interior, sabía que aún quedaba mucho mas por hacer.

En cualquier caso, tomaría la responsabilidad que había prometido y haría cuanto estuviera en mi mano para ayudar a la chica, ya fuera con mi poder cuando se me lo pidiera o para lo que ya había prometido, pero no olvidaría lo que había prometido para Elysium, ni lo que planeaba para el orfanato.

Aunque lo primero sería llegar a Casa.

Una vez en la habitación habilitada para tratar a los heridos, Eva cerró la puerta y solo llamó a su madre para que fuera a ayudarla, probablemente porque tambien tenía conocimientos avanzados de medicina, almenos a nivel académico.

La puerta permaneció cerrada durante unos quince minutos, luego Scarlett salió con la ropa manchada de Casandra para lavarla. Poco despues Eva hizo llamar a Soma a la misma habitación.

Casandra estaba en la cama, tapada con una manta térmica y con vías respiratorias e intravenosas.

-Eva- Cuantro costillas rotas, una fisurada, hemorragia interna, pulmones encharcados, desgarro en el bazo, mandíbula rota, fractura de pómulo, contusión cerebral, clavicula derecha fracturada, clavícula y hombro izquierdo luxados... ademas de múltiples heridas y contusiones leves.

Dijo de carrerilla el diagnóstico, una cantidad de elsiones sorprendentes para el poco tiempo que Shiro la golpeó.

-Eva- Necesito que utilices tu poder de nuevo ahora que está todo en su sitio, con eso aceleraremos mucho su recuperación y estará definitivamente fuera de peligro.

Pidió mientras miraba el rostro de la paciente. Pero lugo alzó la mirada con el ceño fruncido hacia Soma.

-Eva- Tú eres el responsable de esto, Soma, sabías lo que ella hizo con Shiro con el doctor Opfern y todos los demas asesinados y transformados, sabías que esto podía pasar, debiste avisarme a mi si tenías la intención de traerla y te hubieramos ido a buscar o habríamos procurado que esto no pasase.

Mira, te aseguro que de los aqui presentes yo soy la que mas quiere recuperar a mi hermana, pero hay cosas que estoy dispuesta a hacer para conseguirlo y cosas que no. Desde luego no estoy dispuesta a poner en peligro deliberadamente a nadie mas y mucho menos el futuro de la raza humana por salvarla a ella, sobretodo porque Alysa misma no lo hubiera querido asi.

No quiero a decir que está mal querer salvar a Casandra, pero sí está mal poner en peligro la vida de otras personas indirectamente para hacerlo, de nada sirve que salves a una persona si indirectamente matas a miles, eso no te hace compasivo, te hace un irresponsable. Y eso es lo que has hecho hoy, queriendo o sin querer, al enfrentar a dos avatares y ademas exponiendo a la misma Casandra que había sabido esconderse bien para que nada de esto pasase.

No puedes simplemente ovbiar todo lo demas, obviar las consecuencias de tus actos solo para satisfacer tu deseo de ser compasivo con alguien, las circustancias son mas complejas que eso y tu deberías saberlo mejor que nadie.

Solo Casandra ha pagado las consecuencias de tu irresponsabilidad esta vez, pero podía haber sido mil veces peor, lo sabes tan bien como yo. Puede que los avatares nos superen en multitud de aspectos, pero tambien son como niños que aun están aprendiendo a lidiar con todo el espectro de emociones humanas, ¿tan imprevisible te resulta la respuesta de Shiro?...

Cuestionó con claro enfado hacia el paladin.

-Siempre haces lo mismo, te obsesionas con una idea y te olvidas de todo lo demas, sin pensar en las consecuencias de tus actos a largo plazo o de manera indirecta. No le correspondía a Shiro el juicio de Casandra, pero desde luego tampoco te corresponde a ti. Ella responderá ante la justicia cuando haya una justicia real ante la que responder, algo que por desgracia ahora mismo no tenemos. Por eso nuestra mayor prioridad debe ser acabar con esta guerra encubierta, asi salvaremos no solo a Casandra sino tambien a miles de personas en situaciones similares o aun peores.

Y ya que por lo visto no compartes esa misma meta, almenos no nos lo pongas mas dificil.

Sentenció con dureza mientras esperaba que Soma usara su poder on Casandra.

Casi sin tiempo a preguntar por si alguien me acompañaría Strakh apareció ofreciéndose como acompañante, Tlaloc no se mostraba muy de acuerdo con esto pero supongo que era de esperar teniendo en cuenta que teníamos en frente a la representación del miedo y que un ser como un perro era más capaz que nosotros de notar tales sentimientos.

Como era de esperar el viaje en taxi fue de lo más tranquilo, tan solo una frase se dijo, Tlaloc se acomodó entre mi regazo y el asiento del medio del taxi hasta que llegamos al destino.

Al acercarnos a la puerta era evidente que los recientes hechos no habían sido pasados por alto, ahora casi más que una taberna aquello parecía una base de operaciones militar, aún así una vez dentro el ambiente era exactamente el mismo que siempre, algo acogedor para la gente como yo y disuasorio para cualquiera que no fuese asiduo de los barrios bajos del mundo moderno.

Caminé con decisión hacia la barra con un ojo puesto en Tlaloc ya que este tipo de lugares siempre le habían gustado especialmente, y aún más si hablábamos de la música metal, la cual parecía provocarle euforia y de vez en cuando lo veías aullar al compas de las letras de algunos grupos.

-Hey!, veo que todo está volviendo a la normalidad por aquí, ponme un Johnny Silverhand para mi y un cóctel de zanahorias y arándanos para él- dije señalando a Tlaloc.

Miré hacía Strakh con un gesto de que le invitaba a algo si gustaba, supongo que un poco de tiempo nos podíamos permitir antes de que Reaper bajase por nosotros, aunque era más que seguro que ya sabía de nuestra llegada.

A la mañana siguiente y con una sensación nostalgica, Chell se despertó con otro avatar en su cama, su propia hermana, nadie mas que ella podría decir que se había acostado con dos deidades digitales en una noche.

Claire probablemente había acabado tarde en el taller y se había escurrido en la cama de Chell sigilosamente para dormir de nuevo abrazada a su hermana mayor como lo hacían en su antiguo hogar. Cuando los rayos de luz entraron por la ventana y Chell pudo enfocar el rostro de Claire, se la veía profundamente dormida con el rostro apoyado en su costado.

La mañana estaba ya bastante avanzada, ambas habían dormido hasta mas tarde dado que por diferentes razones se habían entretenido anoche. Por la intranet, Chell podría acceder a una circular informando de que Soma había dado con Casandra y no solo eso, la había traído hasta allí, por lo visto estaba herida e ingresada en la habitación médica. Puede que despues de todo la posibilidad de volver a ver a Alysa no estuviese tan lejos.

Mientras servían la bebida y la negativa obvia de que allí no tenían ni zanahorias ni arándanos como mucho comida sintética para picar, Strakh se limitó a revisar los alrededores, segúramente poniendose al tanto de las mejoras en la seguridad del lugar.

-Strakh- No bebo.

No especificó si era por la ocasión o nunca, aunque siendo ruso se antojaba mas la primera opción.

Como era de esperar un gorila se acercó a informarles de que Ripper Pig les estaba esperando, Strakh le siguió con naturalidad.

Una vez en el despacho de Ripper Pig, ambos pudieron comprobar que la seguridad había aumentado allí tambien, sobretodo con defensas automatizadas y nuevos cristales blindados. Tambien los mercenarios que guardaban el local parecían mejor equipados.

La muñeca guardaespaldas de Ripper Pig había sido tambien reparada y permanecía junto a él elegantemente vestida, en la sala tambien estaba Gea, la joven que Varanus había conocido en la barra y la que Ripper Pig se esforzaba tanto por proteger. Ella solo permaneció sentada a un lado de la sala escuchando y con un coctel en la mano.

-Ripper Pig- Me alegra veros de una pieza, el Tartaro por fin está de nuevo en funcionamiento.

Strack se quitó el cuello alto que tapaba su rostro y miró directamente a Ripper Pig.

-Strack- He venido a por equipamiento a tu arsenal. Voy a necesitarlo pronto.

-Ripper Pig- Mientras mantengas tu parte del trato, adelante, coge lo que necesites.

En cuanto a ti, doctor, tengo listo tu pago, junto a un extra generoso por tus servicios durante el dia del ataque, para ser un hombre de ciencia se te da muy bien luchar.

Dejó un chip de crédito encima de la mesa para que lo cogiera.

-Ripper Pig- Aunque ahora tengo un pedido bastante mas urgente, necesito armas, pociones o cualquier puto milagro que nos ayude a exterminar a esas "sombras", tenemos fuerza bruta pero nos vendría bien alguna otra ventaja.

Una petición bastante mas compleja de lo que parecía, pero previsible.

Cuando me llamarón a la habitación donde se encontraba Casandra, me quede observandola tumbada en la cama mientras hacían lo que me pedían, poniendo así la mano en su vientre para volver a usar mi poder para curarla, mientras tanto, escuchaba las palabras de Eva la cual se le notaba el enfado, aunque no la observe directamente en ningún momento.

Así, cuando esta había terminado, yo aún canalizaba mis emociones para que mi poder tuviera el mayor efecto, no obstante, de mis labios se escaparían unas breves palabras.

- ¿Mas difícil, eh?...- musite - ¿habrías podido detener a un dios? - pregunte sin observarla directamente, luego un largo y tendido suspiro se escapo de mi cuerpo mientras miraba a la joven - Casandra quería ser castigada...no se defendió, al menos no apropiadamente - espete mientras analizaba la gravedad de sus heridas - ella se habría sacrificado sin ningún remordimiento...¿acaso eso te parece bien?, sacrificar a unos pocos para salvar a miles...- no era como si no entendiera la gravedad de mis acciones, las conocía y aún así estaba dispuesto a llevarla por que quería asumir sus pecados.

- El día que juzguen a Casandra, también tendrán que juzgarme a mi - dije claramente - Así que no me digas que no pienso en mis acciones, se lo que hice, se las consecuencias y se lo que desemboque, lo único que no pude hacer fue detenerlo, pero no cuestiones mi integridad, quiero ayudar a las personas tanto como tu, pero no puedo apartar la mirada de quien tengo delante...y estoy seguro que Alysa respetaría eso...- añadí mientras usaba todas mis emociones para sanar a la chica.

- También sabia que estos dioses son aún inmaduros, pero no por ello debemos aislarlos de estas emociones, para comprenderlas tienen que experimentarlas, aunque tal vez mi método no fuera el correcto, no significa que no fuera eficiente - dije sin el mas mínimo atisbo de culpa por lo que había hecho pasar a Shiro, pues sabía que se adaptaría rápidamente.

Luego torne la vista ligeramente hacía Eva - Cambiaría mi lugar con el de ella o con el de cualquiera de vosotros si eso significa que puedo evitar que sufráis, así que no cuestiones mi integridad, ni me digas que estoy obsesionado, quiero salvar a todos los que pueda siempre que pueda, aunque para ello deba tomar decisiones difíciles...- espete en un tono mucho mas serio de lo habitual pero sin ninguna malicia.

Luego torne la mirada nuevamente en Casandra - Y desde luego no habría traído ese libro para detener lo que sucedió, eso si habría afectado al planeta...mucho mas que lo que mis acciones lo habrían hecho - concluí con aquel tema de conversación, no planeaba entrar mas al detalle de lo que había hecho.

- Alysa está en los laboratorios secretos subterráneos de la orden neotemplaria en el Vaticano. No muy lejos de la explosión que destruyó la catedrál. - mencione en voz alta, aquella era después de todo, la información por la que había salido en primer lugar.

- Tal vez puedan contactar con alguna de las espadas sagradas, ellas tal vez tengan información al respecto, aunque esto último solo es una conjetura, en cualquier caso, seguro le darás buen uso a esa información - finalice para cerrar los ojos y concentrarme mejor en la sanación de Casandra.

Me desperecé y sonreí al ver a Claire a mi lado; jamás desearía cambiar un despertar así. Le di un leve beso en la frente y suspiré; las circunstancias de los últimos días habían logrado que apreciase aún más los pequeños detalles de mi rutina.

-Buenos días… -Susurré.

Me escurrí sutilmente de entre los brazos de mi hermana y busqué algo de ropa que ponerme; estaba sorprendida por las noticias que fluctuaban por la intranet. Me dirigí en busca de una buena ducha mañanera.

Mientras estaba bajo el agua las imágenes de la noche anterior aparecían por mi mente cual fugaces flashes.

Una vez terminado el aseo y me dirigí; aún sin desayunar,  llena de curiosidad hasta la habitación médica; quería saber por qué había traído Soma a Casandra y ver cómo estaba ella. Llegué y toqué la puerta levemente antes de entrar.

-No, no habría podido. Ni yo ni nadie, almenos no sin correr un peligro mortal al intentarlo. Precisamente por eso nos has puesto en peligro a todos y sobretodo a ella. Ahora ya no es solo un potencial objetivo del impostor, sino tambien de las deidades que permanecen aqui. Lo único que has hecho es agravar su situación y tu única solución es "ocuparía su lugar si pudiera" en la creencia de que eso va a solucionar algo, pero da igual, si no eres capaz de entender el verdadero problema de lo que has hecho, no tiene sentido seguir con esta conversación, puedes retirarte.

Le invitó a irse una vez Casandra ya estaba sanada del todo, era como hablar con la pared, no había rastro de remordimiento o reflexión sobre sus acciones y errores cometidos, ni siquiera de humildad.

Eva procedió a conectarse mediante el conector cervical directamente a Casandra, al mismo tiempo que la puerta sonaba, era Chell.

La ingeniera encontraría a Eva, Soma y a la convaleciente Csasndra en la camilla. Eva y Soma no parecían estar hablando en buenos términos, almenos la parte en la que Eva le invitaba a irse la había escuchado cláramente desde el otro lado de la puerta.

Eva ahora parecía inmersa en su interfaz virtual, pero no quería decir que no pudiera hablar igualmente con la ingeniera si era a eso a lo que había venido.

-Eva- Pasa, Chell. ¿Puedo ayudarte en algo?.

Asumió que estaba allí porque necesitaba hablar de algo.

Dudé unos segundos antes de abrir la puerta; la charla del interior parecía animada, no en el mejor sentido de la palabra. No sabía qué había pasado exactamente, había una tensión palpable en el ambiente; mis ojos saltaban de Eva a Soma hasta acabar en Casandra.

-Buenos días.- Comenté mientras me aproximaba a la camilla; al pasar al lado de Soma apoyé un instante la mano en su hombro, parecía haber pasado por mucho.- Simplemente venía a ver qué había pasado, ¿cómo es que Casandra está aquí en semejante estado?- Había leves gotas de preocupación en mis palabras. -¿Puedo ayudar en algo?

El hecho de que Casandra estuviera aquí me hacía plantearme muchas cosas; además, con el trozo de conversación que había escuchado creaba un pequeño desasosiego en mi que iba creciendo poco a poco. Al mismo tiempo, la esperanza por saber algo del paradero de Alysa se hacía más fuerte.

-Resumiendo, Soma y Sarah lograron dar con Casandra y decidieron traerla aqui. Shiro atacó a Casandra por el camino, hiriendola de gravedad, Daya acudió para defenderles y Shiro decidió retirarse, de momento.

Con aquel breve resumen Chell ya debía hacerse una idea de cuantas cosas podían haber salido mal ese día. Si ademas de la amenaza del impostor propiciaban que los avatares luchasen entre ellos, aquella empresa no tenía futuro.

-Casandra se encuentra bien gracias a los poderes curativos de Soma, para cuando despierte no tendrá ninguna secuela física.

Aunque no dijo nada de las secuelas psicológicas que puede dejar una paliza brutal de una deidad.

-Casandra dio a Soma información sobre el paradero de Alysa, ahora mismo estoy corroborando esa información. En cuanto termine tendremos una reunión de emergencia y organizaremos un operativo para ir a por ella.

Probablemente la misión mas dificil a la que se enfrentarían, fuera donde fuera, Alysa iba a estar excepcionalmente bien protegida.

-De momento puedo hacer esto sola, Chell ve al taller y asegurate de que tenemos todo el equipamiento necesario, no es momento de guardarse nada, necesitaremos todo y a todos para recuperar a Alysa. Os avisaré en cuanto tenga algo.

Dicho aquello siguió concentrada mientras seguía revisando los datos de memoria en el cybercerebro de Casandra.

Con un leve resoplido ante las palabras de Eva, me quede observando unos instantes a Casandra con sufrimiento y dolor, por el estado en el que la había puesto -  Muchas cosas siempre pueden salir mal...Este ha sido el mejor desenlace posible, dudo que hubiera algo que hubiéramos podido hacer para mejorarlo - espete seriamente - y que te hace pensar que no era ya un objetivo del impostor antes de mi intervención - añadí mientras me giraba levemente hacia Eva.

A diferencia de su actitud, en mi mirada solo había desconsuelo por la chica - Pero si quieres creer que hubieras podido cambiar algo...Bueno, eso siempre será una incógnita; No existen respuestas correctas, todo lo que hacemos trae consecuencias, eso es un hecho innegable - añadí para así darme la vuelta.

Aunque Chell ahora estaba con nosotros, solo la salude brevemente con un gesto para irme caminando - No importa lo que haga, nunca será suficiente para nadie...- mencione mientras me detenía un segundo - ¿no te pondrías tu en el lugar de Alysa si tuvieras la opción? - cuestione al aire sin mirar a nadie en particular.

- Iré a ver a Daya, pero volveré, así como hice una promesa de dar con la información que querías, también hice una promesa con ella - finalice mientras habría la puerta y cruzaba el umbral de la misma para salir de aquella habitación.

Un leve sentimiento de decepción se agrupo en mi corazón, pero si hubiera tenido una segunda oportunidad, no habría cambiado nada, ese fue el mejor resultado posible, aunque no quisieran verlo.

Cuando Soma llegó a la habitación de Daya, esta estaba comiendo de una pila de paquetes de comida sintética, rasgaba el envoltorio con una de sus garras y luego engullía el bloque entero de pasta deshidratada. Un proceso que detuvo en cuanto Soma accedió, no parecía querer que la vieran comiendo por la razón que fuera.

Daya se giró y miró durante unos instantes.

-Parece que sobrevivirá...

Comentó respecto a Casandra, tal vez de no haber usado el poder curativo en ese momento, hubiera sido demasiado tarde, Shiro no se había contenido a la hora de golpearla.

-No estará segura mientras esté aqui, que haya sobrevivido a un ataque no quiere decir que sobreviva al siguiente. Y no hablo solo de Shiro.

La lista de enemigos que se había granjeado iba mucho mas allá de lo que Soma o incluso Daya podían especular.

Consternada observé el inconsciente cuerpo de Casandra en la camilla, la preocupación asomaba en mis ojos.

-Al menos está bien…- No me gustaba pensar en más pérdidas.

Un atisbo de esperanza iluminó mi rostro al nombrar a Alysa; asentí nerviosa. La adrenalina creada por el miedo y la emoción empezaba a despertar mi aún adormecido cuerpo.

No tenía muy claro qué había pasado Soma este tiempo, pero algo en mi me decía que no había sido nada gratificante; un sabor amargo inundó el ambiente, apreté los dientes y bajé la cabeza frustrada por no haber podido ayudar cuando más me necesitaba mi compañero.

Muda ante su marcha, solo un suspiro de resignación se escapó de entre mis labios.

“Ojalá haber podido hacer algo…”

Una vez a solas con Eva seguí perdida en mis pensamientos durante unos instantes, la observé trabajar y sonreí tristemente.

-No te molesto más, buenos días.- Me despedí.- Voy a poner a punto el equipo.

Salí con paso decido, tenía mucho trabajo que hacer; pasé rápidamente por la cocina para hacerme unas tostadas y un largo café para desayunar y bajé al taller.

Una vez allí, me senté en una de las sillas, le di un largo sorbo al café y devoré las tostadas, no había comido en muchas horas y no había sido mi prioridad al despertar. Una vez terminé, me coloqué guantes y gafas protectoras y me dispuse a poner en práctica el nuevo conocimiento que Shiro me había aportado.

Podía hacer cientos de cosas con este nuevo saber; pero, tenía poco tiempo y necesitaba algo rápido y útil; así pues, decidí hacer munición antigravedad para mi rifle, del mayor calibre que permitía el arma.

En el taller, como era ya costumbre, estaba Sarah conectada a los ordenadores con una taza de café a su lado ya vacía y un plato lleno de migas donde se podía deducir que había desayunado.

-Sarah- Buenos dias, Chell.

Saludó sin demasiada energía, parecía centrada en el código que estaba viendo en pantalla.

Los ordenadores donde solía ponerse Manami estaban encendidos, sin embargo el avatar del amor no se encontraba en el taller.

Unos quince minutos mas tarde llegó tambien Claire, por lo visto le había llevado algo mas de tiempo despegarse de las sábanas, perder su principal fuente de calor seguramente había sido el motivo principal.

-Claire- Hola, Sarah.

-Sarah- Buenos dias, Claire.

-Claire- ¿Sigues con el código del cortafuegos?

-Sarah- Si, estoy ampliando el laberinto defensivo, Manami me dió unas cuantas ideas sobre como hacerlo específico para dificultarle la entrada al Impostor.

-Claire- ¿Un cortafuegos a medida?.

-Sarah- Si, tengo confianza en que nadie mas sería capaz de encontrarnos virtualmente, asi que por primera vez me parecen útiles medidas específicas y personalizadas. De momento el algoritmo de ocultación de Manami funciona perfectamente.

Claire se quedó de pie al lado de Sarah a leer por encima el código, en ese momento, Sarah giró levemente la cabeza y se le quedó mirando embobada, aun asi, lo hizo con la suficiente sutileza como para que Claire no se diera cuenta, su melena algo descuidada ayudaba a mentener su mirada oculta. Cuando Claire terminó de leer, Sarah miró de nuevo rápidamente a la pantalla.

-Claire- Tiene buena pinta, avísame cuando lo termines.

Acto seguido, Claire fue a revolotear alrededor de Chell como tantas veces hacía, la hermana mayor sabía cuan dificil era trabajar cuando la menor se ponía en aquel plan.

-Claire- ¿A qué estas ahora, hermanita? ¿que es eso? ¿que haces? eh... ese diseño no lo había visto antes ¿es nuevo? ¿que hace? ¿de donde lo sacaste?...

Comenzó con su habitual ametralladora de preguntas, toda la concentración que pudiera tener Chell mientras trabajaba se desvanecería.

Ni me había percatado de la presencia de Sarah al entrar; saludé levemente con la cabeza mientras seguía a lo mío.

-Si añadimos esto… Y justamos aquí…. Soldamos al este lado…- Murmuraba sin sentido mientras trabajaba hablando conmigo misma hasta que Claire me sacó de mi ensoñamiento y proferí un sonoro suspiro.- Buenos días cielo, como puedes ver estoy haciendo munición nueva, es una idea que me he planteado después de observar tanto a Shiro, a ver qué tal funciona.- Comenté sin tener muy claro hasta dónde revelarle a mi hermana, no es que quisiera mentirla, pero entendía el recelo de Shiro por contar algo tan personal.- La teoría es sencilla, espero que en la práctica funcione como espero.- Sonreí al tiempo que le mostraba alguna ya terminada.- Ya te contaré más detalles a solas.- Añadí por la intranet de forma privada con ella.

Al terminar la munición, desacoplé el módulo de soporte médico menor de mi traje y me dispuse a mejorarlo.

-Estaba pensando en que; últimamente, sufrimos bastante cada vez que salimos… Así que, he decidido renovar el equipo de “heal”.- Bromeé con Claire.- Así Soma no tendrá que preocuparse tanto si sufro daño, podré curarme sola.- Sonreí.

“Aunque sea un simple analgésico algo más potente, al menos podré seguir en pie…” Reflexioné para mí.

-También quería empezar a hacer otro corazón… Me falta presupuesto para cambiarle el chasis a Valky, ¿podrías ayudarme? Si no estás muy ocupada y tienes un ratito claro. Empezaré con ello en cuanto termine de poner a punto el equipo. – Le dije a mi hermana al mismo tiempo que mejoraba el soporte médico con toda la concentración que podía.

Al finalizar, como le había mencionado a mi hermana, volvería a construir otro corazón prostético para poder financiarme las mejoras de Valkyria hasta que me requiriesen.

Al entrar en la habitación de Daya, espere unos instantes mientras esta se ocupaba de su comida, luego, mientras escuchaba sus palabras, me postre hacía ella con una rodilla tocando el suelo - No estaba segura en ningún lugar, al menos, aquí me tiene a mi - espete ante la confesión de la deidad.

Luego alcé la mirada para observarla, con cierta desilusión - Pero no es por eso que estoy aquí, a pesar de que nos ayudástes, no lo hicistes por mi o por ella, sino por Shiro, para protegerla de lo que pudiera haber hecho...Y por ello, lo lamento - dije mientras miraba a la diosa de la compasión.

- Por ello, voy a desistir....Desistir de ser tu paladín, desistir de prometerte que puedo hacer algo en tu nombre; No solo no pude cumplir mi promesa contigo y levantar un altar en tu nombre, sino que te puse en riesgo y te hice confrontar a otra deidad...- dije apenado.

- Todo por mi necedad, por mi necesidad de ayudar a Casandra...- añadí mientras me llevaba la mano al pecho - de prometerle mi compasión y mi amor, le tendí mi mano para ayudarla, de darle lo que nadie mas ha hecho y  aún estoy dispuesto a hacerlo, pero en el proceso...Os puse en riesgo a todos...y lo peor...es que lo haría nuevamente..-  en ese momento un suspiro se escapo de mis labios mientras bajaba la mirada.

- No merezco ser tu paladín, pero no abandonaré la compasión que siento, ni el amor que tengo, incluso si no puedo ser tu paladín, seré el paladín de aquellos que lo necesiten, mi objetivo no ha cambiado, protegeré la vida de quienes estén a mi alcance y haré lo posible por no fallarme ni a mi, ni a los que quiera proteger...- concluí mientras alzaba la mirada.

- Me parecía correcto decírtelo directamente - concluí mientras una leve risa resignada se escapaba de mi, fruto del peso que sentía sobre mis hombros y de los actos que había hecho hasta ese momento.

-Te ayudo, hace bastante que no trabajamos juntas, desde que te vas por ahí a hacerte la heroína.

Se sentó al lado de su hermana y se puso manos a la obra, tambien aprovecharía para analizar aquella nueva munición que estaba haciendo Chell.

-Para el módulo de soporte vital tengo algo mejor que un analgésico, nanomaquinas para reparación de tejidos internos, básicamente lo hacen es circular por tu torrente sanguíneo hasta que llegan a una zona dañada y se apelotonan para actuar como "grapas" y evitar el sangrado. Eso junto al resto del coctel de analgésicos, coagulante, adrenalina y antibióticos hace que el chute haga milagros.

El arconte tenía micromaquinaria en su cerebro sintético tambien, de ahí viene la idea. Serás la primera en probarlas, ya tengo preparadas varias dosis, solo tienes que implementarlas en el módulo.

Eran pequeños frasquitos de color rojo y aspecto espeso.

Luego ayudó a Chell con el corazón protético, un diseño que ya se sabía y para el cual tambien tenía algunas ideas. El caso es que trabajando ambas mano a mano el trabajo estuvo acabado en menos de la mitad de tiempo, la capacidad de trabajo y eficiencia de Claire se habían multiplicado exponencialmente, trabajaba a un ritmo y precisión que rozaba lo sobrenatural, casi no parecía ella. El ritmo al que engullía bebidas energéticas y golosinas tambien había aumentado.

-Deja que te encuentre yo el comprador, he hecho muchos contactos por la red últimamente, estoy segura de que le puedo sacar mas dinero que por las vias normales del mercado negro. Pide ya las piezas y materiales que nos faltan para Valkyria, yo te adelanto la pasta y me la cobro cuando haya vendido el corazón.

Con todo ese dinero Chell podría ponerse por fin con los retoques finales del nuevo chasis de Valkyria, uno que permitiría desbloquear todo el potencial de la que sería el equivalente a la "hija de Alicia".

Tras varias horas de trabajo, Eva llamó a las tres chicas que había ahora en el taller.

-Eva- Chell, Claire, Sarah, venid al comedor, nos reuniremos ahora.