Partida Rol por web

Una vez la sonda de Alicia nos dio luz vi el tamaño de la reina, era enorme, y seria difícil de matar. También pude ver como una especie de larvas se movían por el suelo y antes de que Oihanne me dijera que me encargase de ellas yo ya estaba corriendo hacia ella con las espadas en las manos y en el modo incandescente.

-Espero que esto no nos lleve mucho mas tiempo.-

Me coloque cerca de las larvas y realice un barrido intentando golpear a las dos a la vez.

El rifle de choque de Scott era bastante intuitivo con respecto a su uso, eso unido a la habilidad natural de Oihanne con las armas de largo alcance, hizo que apuntar y disparar con una precisión totales pareciese un juego de niños. Por el visor del rifle de choque Oihanne pudo apreciar un identificador de objetivos y una serie de pequeños numeros que calculaban angulo de disparo, inclinación y otras variables, el arma llevaba incorporada una pequeña CPU para procesar todos aquellos datos y limitar la intervención humana a apuntar y disparar como un arma convencional.

El enorme rifle emitió un fuerte sonido similar a un pulso electromagnético a gran escala e ilúminó toda la galería con un fuerte destello. Apenas se pudo apreciar el proyectil energético en aquel flash de luz, pues salía proyectado mucho mas rapido que una bala. Al impactar de lleno en el gran cuerpo de la reina, hizo saltar por los aires gran parte del debil caparazón exterior que tenía en esa zona y cauterizó otra zona importante alrededor. El consiguiente alarado del  engendro no se hizo esperar, incluso se desequilibró por un segundo aun estando apoyada sobre tantas patas.

Acto seguido, en el visor del arma, Oihanne pudo ver dos mensajes, el primero era "Recargando" y el segundo indicaba que la energía estaba a punto de agotarse.

Geralt por su parte no tuvo problema alguno para acabar con dos de aquellos enormes gusanos en un solo movimiento, de echo los notó incluso blandos en comparación con los duros caparazones de los scarab.

Mientras tanto la enorme reina se apresuró a intentar golpear al objetivo mas cercano, en este caso Geralt, estirando a una velocidad increible aquellas patas acabadas en punta para intentar ensartar al humano a la vez que por su parte trasera salían otros dos huevos. Los otros dos que había detras suya se abrieron y de cada uno salieron dos larvas con el mismo aspecto que las que Geralt acababa de matar. Si se descuidaban aquello sería una infestacion en cuestion de segundos.

Miré hacia mi compañero que había conseguido eliminar a las dos larvas de un solo golpe. Sí, definitivamente había sido buena idea dividir nuestros objetivos de aquella manera. Ví como las larvas se aproximaban a mí pero no podía hacer más que esperar a que se recargara el arma. La última bala debía estar destinada también a la reina así que aguardé pacientemente.

Las dos larvas murieron de un solo golpe pero mientras que de los huevos que había salieron más, la reina estiro una pata a toda velocidad directa hacía mi.

Intente evitar el golpe pero ella fue mas rápida y consiguió impactarme haciendo una herida que no me mataría en ese momento pero que dada mi salud actual me pasaría factura.

-Al menos esta no a escupido veneno.-

Vi como las larvas, recién salidas del huevo iban directas hacia Oihanne, así que comencé a correr hacia ellas e hice otro barrido intentando acabar con todas las que pudiera.

-Si de cada huevo salen dos estaremos rodeados enseguida, tenemos que acabar lo mas rápido que podamos.- La dije a mi compañera, aunque suponía que a ella todo esto tampoco la gustaría mucho.

En aquella situación, el tiempo de espera para efectuar el último disparo del rifle de choque se estaba haciendo desesperadamente largo mientras una hilera cada vez mas grande de gusanos gigantes armados con dientes inquietantes reptaba hacia Oihanne.

Geralt corrió a interceptarlas, pudiera haber acabado con 3 de ellas pero una logró escabullirse con un movimiento rapido, dajando a otras cortadas por la mitad a medio camino entre los huevos y la cazadora. Finalmente las dos restantes diron un rapido salto para morder y aderirse al cuerpo de Oihanne en caso lograrlo, eran como sanguijuelas enormes y rapidas, ademas era de esperar que la sangre no sería lo único que le robarían a Oihanne.

La reina por su parte continuó atacando con aquellas patas puntiagudas a Geralt, no parecía tener otra forma de ataque, al fin y al cabo su cuerpo parecía creado para el único proposito de procrear y eso estaba haciendo. De nuevo otro huevo salió de su parte trasera.

El peso del rifle era bastante más que mi arco habitual, pero afortunadamente para mí pude saltar en el momento preciso hacia un lateral y rodar con el arma. Cuando me incorporé a poca distancia de donde las larvas me habían atacado oí un sonido electrónico procedente del arma que me indicaba que de nuevo estaba lista para disparar. Me preparé y lancé otro disparo certero a la reina.

Conseguí golpear a dos de las larvas pero otra esquivo el golpe.

Al parecer a la reina no le hacia mucha gracia que matara a sus larvas ya que volvió a atacarme con las patas y volvió a golpearme otra vez.

-Desde luego hoy no es mi día.-

-Oihanne, acaba con la reina antes de preocuparte de las larvas, sino esto sera eterno.-

Y volví a lanzarme contra el nuevo grupo de larvas, cada vez mas numerosas, esperando que todo esto terminara rápido.

De nuevo otro colosal disparo de energía alcanzó a la reina, cauterizando otra enorme zona de su cuerpo y esta vez, pudo apreciarse como cada vez estaba mas debilitada, de su parte trasera ya sólo salía un huevo en vez de dos cada cierto tiempo y escupía sangre oscura en abundancia. Desgraciadamente, tras el enorme flash de luz el rifle de choque de Scott se apagó por completo habiendo consumido hasta la última gota de energía. Oihanne ya no podría hacer uso de el.

Geralt logró de nuevo cortar por la mitad a dos larvas sin dificultad, pero otra se volvió a escabullir en el último momento, eran objetivos pequeños, escurridizos y rápidos. Ambos humanos estaban siendo desbordados en cuestion de segundos, el tiempo se les acababa. La reina se defendía castigando una y otra vez al guerrero y la plaga de larvas se concentraban en Oihanne.

La cazadora tuvo la desagradable oportunidad de comprobar sobre sus propias carnes, no solo el mordisco de aquellos bichos, sino su habilidad para chupar sangre de la herida y drenar la energía vital de su víctima. El ritmo de drenaje de cada una era bastante lento, pero entre mas se pegasen al cuerpo de Oihanne, mas rapido la dejarían sin fuerzas... y sin vida. Otras tres larvas saltaron para aderirse.

Cada vez mas, aquello parecía un viaje sólo de ida...

Conseguí esquivar tan sólo una de las larvas, mientras la que estaba aderida a mí me restaba salud. Pero por el momento podría tirar una última flecha explosiva en dirección a la reina con mi máxima fuerza, antes de intentar librarme del resto de larvas que iban apareciendo. Cargué y disparé con todas mis fuerzas.

Otras dos larvas fueron cortadas por la mitad y otras dos salieron del huevo.

-Así me da la sensación de no estar haciendo nada.-

La reina volvió a atacarme y volvió a golpearme. Cada vez me sentía mas cansado y si esto se alargaba mucho no duraria mucho mas tiempo.

Vi como una explosión golpeaba a la reina y decidí probar a rematarla, con ella muerta se acabarían los huevos y así podríamos acabar con lar larvas y con el combate. Deje que la energía recorriera mi cuerpo y que las llamas salieran a través de mis espadas directas a la reina.

Aquella lluvia de fuego tanto de los disparos de Oihanne como la llamarada de Geralt, fue demasiado en muy poco tiempo. Aquel enorme engendró ardió y finalmente sus patas cedieron ante las heridas y quemaduras, tenía el cuerpo destrozado y quemado. Aun tirada en el suelo la reina de aquel enjambre se movió durante unos segundos mas pero el fulgor de sus ojos se fue apagando poco a poco hasta quedarse inmovil y humeante.

Fue entonces cuando al unísono, ecos de aullidos por todas las galerías se escucharon alejarse y todas las larvas huyeron tan rapido como pudieron, incluidas las que habían mordido a Oihanne. Yecum no había mentido, la reina era el pilar de aquella peligrosa raza, si caía la reina, el enjambre se dispersaría, abandonando asi aquel lugar.

Con una rapidez asombrosa todo quedó en silencio, el olor a quemado se mezclaba con el desagradable olor de aquellos bichos. Contra todo pronóstico Geralt y Oihanne lo habían conseguido incluso mas rapido de lo que parecía posible, eran dos humanos con unas habilidades extraordinarias, cada uno a su manera, aquel resultado era la confirmación. Finalmente hallaron unos minutos para tomar aliento.

Sin embargo a veces, no todo es cuestión de fuerza...

La sala permanecía aprcialmente iluminda por la sonda de Alicia, pero de una de las zonas oscuras, comenzaron a oirse unos pasos tranquilos y pronto se apreciaron unos ojos brillantes acercandose. Al revelarse la silueta se antojó... inconfundible.

-Vaya, vaya, vaya... asi que lo habeis conseguido.

Por cuestiones de posición, la sucubo apareció mas o menos por detras de Oihanne, deteniendo sus pasos al lado de esta, bastante cerca, mirando hacia el cadaver de la reina. Pero no solo eso, bajo el brazo, como si apenas pesara, llevaba al maestro ingeniero Scott, ahora totalmente inconsciente y lo arrojó con bastante poca delicadeza delante de Oihanne.

-Encontré a este de camino hacia aqui, pero ha sido envenenado por un scorpion asi que está sentenciado.

He de reconocerlo, estoy realmente sorprendida, tan sorprendida que os confesaré que os envié aqui abajo sin esperanza de que llegaseis tan lejos, iba a encargarme yo de ella mientras causabais revuelo, pero increiblemente habeis llegado hasta aquí y la habeis matado, creo que os he subestimado enormemente.

Parecía tranquila a la vez que, en efecto, soprendida.

-Una mujer soldado aparentemente normal y una marioneta desactivada de un Deathmaster. Mmm... bueno, en cierto modo me alegro, me habeis ahorrado muchisimo trabajo. Sin embargo...

Hizo una extraña pausa, seguía mirando a la reina muerta.

-... no puedo dejaros ir.

Sentenció.

Con la respiración entrecortada miré hacia Geralt. Consiguió acabar con la reina e inmediatamente noté que la presión de las larvas se aflojaba y desaparecían en las sombras. No me moleste en asestar ningún golpe hacia ellas mientras huían. 

Oí la voz de la súcubo e involuntariamente me tensé. Sus palabras llegaban a mi como si se encontrara a mucha distancia y yo, aún aturdida por la batalla, tuviera que hacer un esfuerzo por oírlas.  Sin embargo sus últimas palabras me llegaron perfectamente y resonaron en mi cabeza unos segundos. Me invadió la cólera, apreté con fuerza los labios. Apenas me atreví a mirar a Scott que yacía en el suelo junto a mí. Todo lo que había echo, había sido por proteger a Alysa de esa amenaza, por tener una oportunidad de volver con ella, decirle que estaba viva y que no había amenaza subterránea para el Elysium. Sin embargo esa súcubo, la misma que le había prometido que podría irse en cuanto acabara con ello, estaba allí de pie negándole esa posibilidad, ¿con qué autoridad? ¿Habría sido necesario llegar hasta allí, haber sobrevivido a la caída, para ser asesinada ahora? No, pero así eran los demonios, actuaban por aquello que les podía proporcionar entretenimiento. Sentí como se ahogaba la rabia en mi garganta. Tenía ganas de estrangularla allí mismo y mutilar su cadáver hasta que no fuera más que una masa descompuesta de sangre de demonio y huesos. Pero mi experiencia de soldado me había brindado muchas situaciones en las debía controlar los sentimientos. Aún apretando los labios y con los ojos encendidos hablé con voz pausada y baja:

-¿Qué quieres decir con que no nos puedes dejar ir?- no alcé los ojos en dirección a nadie, no quería mirar a la súcubo, tenía la sensación de que si la miraba mi mano actuaría involuntariamente y la retorcería un puñal sobre el vientre.

Vi como la reina moría envuelta en llamas y como las larvas se iban, apague y guarde las espadas ya listo para irme de aquellos túneles y volver a Elysium pues necesitaba descansar.

Me di la vuelta listo para irme cuando de repente escuche unos pasos y vi como de las sombras salia una sucubo, la misma que nos dijo donde se encontraba la reina, pero algo no iba bien, notaba una sensación de peligro que no había sentido hasta ahora.

La sucubo tiro un bulto al lado de Oihanne mientras hablaba.

-Oihanne, aléjate de ella.- La dije por seguridad pues no sabia de que era capad la sucubo y esa sensación de peligro me decía que teníamos que mantenernos alejada de ella.

Me fije bien en el bulto del suelo y vi que era el maestro Scott.

-Como tu as dicho, te hemos ahorrado mucho trabajo, creo que podrías compensarnoslo dejándonos marchar.- No aparte la vista de la sucubo esperando que si hacia falta pudiera hacerla arder, pues sabía que era muy difícil enfrentarse a una sucubo debido a su poder.

-¿Donde estas Kiss-Shot?, te necesito.-

Yecum, almenos en su tono de voz se mostró mas diplomática que cualquier otra sucubo en es misma situación.

-Yecum- Oh vamos, tratar de poneros en mi lugar, ahora mismo estoy ante mis enemigos agotados y heridos tras una batalla, aparte, he podido comprobar que potencialmente, esos enemigos tienen el poder suficiente como para derrotarme en un futuro. Mmm... no confundais la compasión con la estupidez, ambos sabemos que si os dejo marchar, nos volveremos a encontrar eventualmente y puede que para entonces, la esté en serio peligro sea yo.

No es nada personal, como ya he dicho os estoy agradecida, pero debo mirar por mi propia supervivencia, al igual que vosotros, pero en vuestro caso habeis sido muy imprudentes, sabíais que esto podía pasar y aun asi bajasteis casi sin esperanza alguna. Y si no lo sabíais quiere decir que sois mas estupidos de lo que pensaba.

Puede que os consuele saber que morir a manos de una súcubo, es la muerte mas dulce a la que jamás podreis aspirar, sin dolor, sin sufrimiento, sólo placer hasta que tu vida se apaga sin que te des cuenta.

Almenos bajo su lógica, aquello tenía sentido. Matar a ambos no entraba dentro de los planes de Yecum en un principio, pero ver su habilidad para el combate la había hecho cambiar de idea. Era de sobra sabido que en aquel mundo invadido y devastado, abandonado por Dios e incluso los grandes demonios que comandaron las legiones en plena guerra, cada uno miraba por su propia vida, incluidos los demonios. Puede que Geralt empatizara un poco mejor aquella forma de pensar, hasta no hace mucho él mismo vagaba por las calles con la única preocupación de sobrevivir.

En aquel momento a la mente Geralt acudió el recuerdo de Kiss-Shot, pero fue él mismo el que la dejó atras en un estado totalmente lamentable, las probabilidades de que estuviera cerca eran casi nulas e incluso bajas si hablamos de sobrevivir. Pero poco se podía hacer ya, la relación entre ambos era cuando menos... extraña.

Sin embargo, los acontecimientos darían ahora un giro inesperado...

De nuevo otra voz insinuante y femenina salió de la oscuridad y de nuevo aquellos caracteristicos ojos brillantes y pezuñas en vez de pies, conjunto que sólo podía pertenecer a otra sucubo, sin embargo esta vez se trataba de un rostro demoníaco tan bello como familiar.

-Yehudit- Halrinac-Omega Is-Dahut Halrunesias Yecum... por el "Gran Principe", despues de eones e incluso despues de mi propia muerte, quien iba a decir que encontraría a la pequeña y juguetona Halrinac sermoneando y dando explicaciones a una raza mortal como los humanos...

Al oir esa voz y esas palabras, el rostro de Yecum se transformó en una oda a la sorpresa y la incredulidad. No tardó en darse la vuelta y mirar a Yehudit. Por supuesto tanto Geralt como Oihanne la reconocieron, ya la habían visto pululando por Elysium, era la invocación predilecta de el maestro Avner, el invocador humano mas talentoso y desde luego hacía méritos para serlo, era mas impresionante si cabía que la propia Yecum.

La sonda de Alicia las iluminaba ahora a las dos.

-Yecum- Pri... pri... princesa... pero como es posible...

-Yehudit- ¿Que como es posible? soy una invocación como todas las que perecieron y es un humano el que ha realizado el contrato conmigo. Me han enviado a buscar a estos tres, al principio seguía la peste a energía de Deathmaster que deja a su paso el humano aqui presente... -dijo refiriendose a Geralt- ... luego me encontré con algunos scarab muertos y por último noté tu energía aquí abajo, entonces todo cuadró.

Y cual es mi sopresa cuando me encuentro a la que era una niña prometedora que tiene la suerte de seguir viva, dedicando esa vida a hechar por tierra el poco honor que les queda a las sucubos haciendo que una raza inferior haga el trabajo por ella y luego deshaciendose de ellos para garantizar su propia supervivencia.

Era extraño, Yecum estaba paralizada, Yehudit caminó con decisión hacia ella y la empujó contra la pared, una vez ahí, pasó una mano por detras de su cintura y la otra por detras de su cuello, acariciandolo, de pronto mas que una pelea parecía un cariñoso reencuentro cuyo erotismo aumentaba por segundos.

-Yehudit- Tu no eras asi Yecum...

-Yecum- Tienes razon... pero he tenido que cambiar para sobrevivir, ya no quedamos muchas y  otras razas nos persiguen, a veces tenemos que dejar nuestra sangre real a un lado... y nuestro orgullo.

Contestó como si estuviera llorando, aunque en ningun momento saldrían lagrimas de sus ojos.

-Yehudit- Pero en ese momento, ya no seremos sucubos...

Se hizo un corto silencio.

-Yecum- Tienes razón... tienes razón... lo siento...

-Yehudit- No, a mi no, a ellos.

Replicó rapidamente la invocación haciendo una seña hacia Oihanne y Geralt. Luego simplemente se separó de Yecum dejandola libre y esta dirigió la mirada hacia los humanos.

-Yecum- Lamento lo sucedido, esta vez soy yo la que está en deuda con vosotros, y como súcubo, saldaré esa deuda, os doy mi palabra.

-Yehudit- Eso es lo justo. -sentenció orgullosa- tal vez puedas empezar a devolver esa deuda escoltandonos para salir de aqui. No me puedo creer que haya tenido que venir a un sitio tan asqueroso y maloliente como este, este no es sitio para una sucubo.

Luego miró a ambos.

-Yehudit- Chicos, en marcha, yo llevaré a Scott... hay cosas importantes que os tengo que contar por el camino...

Yehudit cargó al maestro ingeniero a su espalda y Yecum afirmó docil y sin rechistar, la admiración que parecía tener por Yehudit era cuando menos inquietante.

Mi sorpresa se antepuso poco a poco a mi rabia durante la escena entre las dos sucubos. Al final de ella, notablemente relajada me dirigí junto a la princesa hacia la salida, deseando abandonar ese lugar cuanto antes.

-Cl-claro, vayamonos pues.- dije en voz bastante baja.

>>¿Qué clase de noticias nos podría traer?<< Sentí una punzada de dolor al pensar de nuevo en que no sabía nada de Alysa, pero no era el mejor momento para preguntar sobre nadie.

Iba a responder a Yecum pero de las sombras surgió una voz y luego la silueta de otra sucubo, pero esta vez era una sucubo a la que conocía de ver por Elysium.

-¿Yehudit?¿Que estará haciendo aquí?-

Aunque mas sorprendida que yo estaba la propia Yecum, no pensé que pudiera ver tal cara de asombro en una sucubo. Ambas se pusieron a hablar aunque parte de mi mente seguía pensando en Kiss-Shot estaba seguro de que ella estaría bien, sabia como cuidarse.

Contemple anonadado la escena que se desarrollaba ante mis ojos, desde luego las sucubos eran muy sensuales en todo lo que hacían, incluso aquello que podía catalogarse como una discusión resultaba extrañamente erótico.

Finalmente Yecum se disculpo por su comportamiento y nos pusimos en marcha para salir de aquel sitio.

-Yehudit, creo que seria conveniente pedir una nave en la que vinieran Maria y alguien del equipo medico, la doctora Sunders a ser posible, no se cuanto tiempo más aguantara Scott y lo mejor seria atenderle cuanto antes.-