Partida Rol por web

Estamos encerrados, y alguien que no vemos nos amenaza confiado. Ha visto cómo acabábamos con sus siervos, pero aún así no parece tener dudas. Algunos de mis compañeros buscan la forma de salir de la sala, mientras otros discuten sobre quien debe quedarse con la espada del traidor Algork.

La muchacha que he estado protegiendo hasta ahora vuelve a perder el control, y nos avisa del peligro que corremos una vez más. Dice que debemos salir, pero estamos encerrados. Observo a los demás y asevero el gesto de la cara, elevando mi voz grave y profunda.

- Dejad de discutir de una vez. Buscaremos una salida o lucharemos contra ese... brujo... pero no se lo pondremos fácil. Así que dejad eso y poneos a hacer algo útil, maldita sea.

Tras decir esto, me pongo a buscar de nuevo alguna salida o zona de acceso al anfiteatro superior

Maldito perro!, le doy una patada mientras yace en el suelo.

Como quieras, pero mantente lejos de mi de ahora en adelante. Respondo a la humana mientras me separo de ella sin darle la espalda.

al ver la prencensia amenazante de Marduck ante Briana, corro a toda velocidad y me interpongo en el camino de el.
- Un momento grandulon déjala tranquila, no te das cuenta que acabamos de ser atacados y tu entupido estas peleando por una espada, por el solo hecho de que dices que la debe usar un panteano, no seas imbecil y concéntrate en la lucha si es que quieres vivir-
miro a briana y le digo y tu deja de buscar pleito, no piensas que si te dicen que la espada esta maldita es por alguna razón??-
luego de hablar con ellos sigo mirando a mi alrededor, tratando de ver a nuestra nuevo adversario

Mientras me separo de Briana, veo como Kratos se acerca a nosotros parasoltar una de sus arengas de sentido común. Una sonrisa se muestra en mi semblante ante las palabras del campeón de la ley. Ya llevaba la espada e las manos, lo que esta tardara en controlar a su nueva víctima era cuestión de tiempo. Así, busco entre las armaduras y armas decorativas, una espada ancha que pueda usar en el combate, y así no tener que prescindir de mi arco solamente.

Jajajajaja aunque me parezca ridículo he de reconocer que, por una vez, un esclavo de la Ley tiene algo de razón en lo que dice. Nunca pensé que llegaría éste día. Muy bien, centrémonos en ésta nueva amenaza y luego ya "discutiremos" sobre esa espada.
Me doy media vuelta y me acerco a Myshella, buscando el origen de la voz....

del anfiteatro asoma una figura,su porte lo recorta la poca luz que desprende un candelabro que a corta distancia en unos segundos su silueta recortada desaparece entre las sombras.

se escuchan ruidos como si alguien estuviera bajando una escalera.........

tambien unos gruñidos o alaridos que os resultan demasiado familiares.....

entre las sombras y tras el traqueteo del sonido de las escaleras

-acaba con ellos o no volveras a tu plano de existencia,te condenare a una vida de esclavitud atado a cualquier objeto inutil

una vez mas el conocido demonio entra en juego apareciendo de entre las sombras y atacando como si de un felino se tratase,tras un tremendo salto se abalanza sobre marduc agarrandolo con ambas garras y lanzandole un tremendo mordisco

mientras el demonio se abalanza sobre vosotros el misterioso hombre se escapa por una puerta a unos metros de vosotros.

Yo ataco a la bestia intentando salvar a Marduck de una muerte segura

La rabia en mi interior me hace asestarle un golpe salvaje a la bestia, no voy a dejar que muera nadie en esta sala devorado por esta criatura.

Mientras busco un arma decente para poder luchar en condiciones, noto una interrupcion a mis espaldas y se treta del demonio que está atacando a marduck sin piedad, sin pensarlo dos veces, apunto y le lanzo con furia la lanza para intentar arrancarle la asqueros cabeza....

tras recibir ambos golpes el demonio suelta un gran alarido y una espesa niebla de color verde lo cubre hasta que lo hace desaparecer dejando la nada donde antes estaba este.

La sala ahora esta desierta y en ella solo queda el cadaver de algork y el del brujo y el eco del sonido del cerrar de la puerta.