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En busca del Templo del Mono

4~ El Palacio del Tigre

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07/11/2019, 18:58
Director

El desconocido pareció ignorar tus preguntas y comenzó a caminar con cierta celeridad. Era algo más bajo que vosotros dos, a pesar de que su peinado encrespado disimulaba ligeramente su altura. No obstante, a pesar de contar con piernas cortas, avanzaba a paso ligero con relativa facilidad, viéndoos obligados a esforzaros por no quedaros atrás.

Os guió por diversos caminos que recorrían los jardines. Algunos eran geométricos, desarrollando figuras y patrones entre cuidados campos de flores de diversos colores. Otros, en cambio, eran curvilíneos y desarrollaban rutas caóticas a través de zonas rodeadas de árboles de diversos tamaños, y a sus orillas se mezclaban con la vegetación natural, aparentemente silvestre, grandes macetas con grandes y cuidados árboles en miniatura, los famosos penjing.

A lo largo de uno de esos senderos, embaldosados mediante piedras de irregular forma, el desconocido os guió hasta lo que parecía una edificación abierta de jardín, apenas un tejado de cuatro vertientes sostenido por un buen número de pilares. Allí, sentados en pequeños asientos sin respaldo tallados en piedra, se encontraban tres personas, dos hombres y una mujer.

Uno de los hombres era enorme y de fiero aspecto, con el largo cabello mal recogido en una coleta alta, desordenado por los costados y unido a una barba espesa y unas cejas demasiado pobladas. Vestía toscas ropas reforzadas y llevaba a la espalda algo que parecía un arma tosca e inmensa que no aparentaba ser de sencillo manejo, sólo apta para alguien realmente fuerte a tenor de su aparente peso. El hombre devoraba despreocupadamente y sin modales ninguno un plato de pescado poco hecho, empleando sus propias manos, y sólo al veros llegar se chupó los dedos y comenzó a limpiarse las manos con un trapo.

Contrastaba enormemente con aquel hombre una delicada mujer que reposaba en el asiento contiguo, con la espalda totalmente recta y las manos en el regazo. Observaba en silencio con uno sólo de sus ojos, oculto el otro bajo una espesa cabellera, lisa y suelta. La mujer, ataviada con ropajes finos de color escarlata, se mostraba serena, si no seria, y parecía haber estado escrutándote sin parpadear desde antes siquiera de tu llegada. De hecho, jurarías que no se molestó en dirigir su mirada hacia Kippei en un sólo instante.

Completaba aquel trío un hombre de aspecto regio y formal, con una mirada severa que imponía respeto. Llevaba un intrincado peinado en que recogía sus largos cabellos, entre los que se mostraba ya abundancia de canas, y su vello facial estaba cuidadosamente recortado en un bigote y perilla angulosos. Sin embargo, lo que más llamaba la atención era su intrincada y bien decorada armadura de metal.

El desconocido que os había llevado hasta allí se detuvo, uniendo su puño izquierdo con la palma derecha e inclinando su cabeza ante el hombre de la armadura, que le devolvió el asentimiento. Entonces se giró y os sonrió comedidamente.

Jóvenes, permitidme que haga las presentaciones formales. Mi nombre es Jian Gota-de-Sangre. -Afirmó apoyando una mano sobre su propio pecho, antes de señalar a la mujer- Ella es Hui ying Eco-de-Otro-Mundo...

Se supone que debes presentarte tú en último lugar, Jian... -Le corrigió la mujer, con voz suave pero mirada inexpresiva.

Sí, es posible, pero si queríais presentaciones formales no debisteis enviar al maestro del espionaje y el veneno, ¿verdad? -Replicó Jian, con humor- Aún así, seguro que lo estoy haciendo mucho mejor de lo que lo haría Qiang. -Afirmó señalando al hombre de gran tamaño- Él es Qiang Siempre-Hambriento. -El aludido os miró y apenas movió la cabeza a modo de saludo- Y por último, Huang Chen Luz-en-la-Oscuridad. -El hombre de la armadura os miró, y su expresión seria y severa se dulcificó ligeramente, en un gesto que parecía de protocolaria cortesía, alzando una mano con la que señaló los asientos libres que quedaban alrededor de la mesa de piedra, en cuyo centro había un juego de té aparentemente recién hecho, a tenor del vapor que desprendía- Y como a Fan Bingbing, que no se encuentra presente, ya lo conocéis, es un placer para mí presentaros al Puño de la Estrella del Sur.

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08/11/2019, 11:30
Rui Wu-San

Mis preguntas quedaron en el aire, algo que por otra parte no me extrañó, dada la actitud de aquel hombre que tan rápido avanzaba a pesar de su corta estatura. Continuamos siguiéndole, terminando de frotar aquellas hojas como nos había pedido, y caminamos por distintos senderos a través de aquellos jardines. Estos discurrían por ambientes muy distintos, aunque todos ellos se me antojaron hermosos, daba igual que se tratara de vegetación salvaje, o de aquella cuidada por el hombre. No fue mucho el tiempo que pude dedicar a observar mi alrededor, pero aun así, aquello hizo que la entidad de la que mi tío me había hablado; la Madre Esmeralda, acudiera a mi mente durante un instante.

El desconocido nos guió hasta una sencilla edificación del jardín, en la que pudimos comprobar que había tres personas más, tres personas de lo más inquietantes; aunque sin duda una de ellas destacaba por encima de las demás. Estaba aquel hombre de aspecto agresivo, que comía de manera atropellada hasta que al vernos se detuvo. También el hombre rígido con aquella armadura que daba cuenta de que se trataba de un auténtico guerrero, tan temible como su desgarbado compañero. Sin embargo, la aparentemente delicada mujer fue la que más me inquietó de todos. Estaba ahí, quieta, sin dejar de mirarme. Incluso me dio la impresión de que ya me miraba antes de llegar, pues me topé con su ojo descubierto de inmediato sobre mí. Pero aquello no podía ser, ¿no?

Había mirado a Kippei de inmediato, como si él tuviera respuestas que se hacía obvio que no podía darme. Me fije en cómo quien no había llevado hasta allí saludaba al hombre de la armadura en primer lugar, dándome la impresión por aquello de que él debía ser superior al resto en algún sentido.

Entonces, el “guía” se volvió hacia nosotros y comenzó con las presentaciones, unas durante las cuales fue interrumpido por la mujer. Aquello llevó a que el hombre, Jian, portara más datos sobre sí mismo; una información que junto al hecho de que aquellas personas contaran con extraños sobrenombres, dejaba claro que se dedicaban a algo más que a aguardar contemplativos en los jardines de un palacio. Me pregunté con aún más inquietud quiénes eran exactamente, algo sobre lo que pronto obtuve algo más de información. Como pronto fui informada también del papel de Bingbing en todo aquello, algo que nos reveló Gota-de-sangre después de que Luz-en-la-oscuridad nos invitara a sentarnos con aparente amabilidad.

El Puño de la Estrella del Sur, así era como se hacían llamar, ¿un grupo como lo habían sido los Cinco Magníficos? Puede que así fuera, aunque no podía estar segura de ello. Por lo que me había contado mi tío, los tigres no aguantaban mucho tiempo con otros tigres. De hecho, el marido de la señora Yeoh era un lobo. ¿Significaría aquello que no había otro tigre entre aquellos desconocidos? ¿Qué serían aquellas otras personas?

Volví a mirar a Kippei, y tomé asiento, esperando que él hiciera lo mismo después; pues poco teníamos que hacer frente a un grupo así, aunque suponía que el japonés sabría aquello mejor que yo. Puede que lo mejor hubiera sido mostrar una actitud servicial, pero...

- Supongo que no hace falta que yo me presente, debéis saber de sobra a quién ha secuestrado vuestro compañero. - dije malhumorada, no apreciándose del todo el miedo que también sentía. - ¿Y ahora qué? - añadí tras aquel impulso inicial, notándose más el temor y la incertidumbre que me embargaban por dentro. - Ya me tenéis a mí, dejad que él se vaya... - concluí, mirando a Kippei de reojo.

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08/11/2019, 11:49
Jian Gota-de-Sangre

Al acercarte a la mesa para tomar asiento, Kippei pareció ir a caminar a tu lado, para tomar también asiento. Sin embargo, al dar el primer paso los ojos de Hui y Huang se posaron en él, al tiempo que Qiang le gruñía ligeramente. Jian se situó hábilmente a su lado, apoyando una mano en su hombro.

Tú, joven cachorro, puedes esperar ahí. -Le indicó, señalando una de las columnas junto a las que habíais pasado para acceder al lugar- Ya llegará el día en que merezcas sentarte a la mesa con un sentai montaña de las Cortes de la Bestia, no te preocupes...

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08/11/2019, 11:54
Kippei Gennosuke

Kippei se sobresaltó ligeramente ante el gesto del hombre salvaje, pero atendió las palabras de Jian sin inmutarse demasiado, terminando por inclinar la cabeza cuando éste terminó. Te dedicó una breve mirada y se giró para caminar hasta el lugar que le habían indicado, donde se quedó de pie observando la mesa y todo cuanto allí acontecía.

Sin embargo, algo pareció extrañarle, a tenor de la expresión de su rostro y el modo en que frunció el ceño mirando súbitamente alrededor. Pero no halló lo que buscaba, hasta que algo le sobresaltó. Alguien apareció a su lado, cayendo aparentemente del techo y aterrizando con gran agilidad, para situarse a su lado con una amplia sonrisa.

Se trataba de Gao Habla-de-Más. Ambos jóvenes permanecieron un instante mirándose fijamente, hasta que Kippei apartó la mirada, ligeramente turbado por la presencia del hombre cuervo, y dedicaron su atención a lo que en la mesa se hablaba.

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08/11/2019, 12:01
Hui Ying Eco-de-Otro-Mundo

Mientras todo aquello se desarrollaba, Jian tomó asiento a tu lado en la mesa, donde quisiste exigir explicaciones acerca de lo que acontecía y las intenciones de aquellas personas. La primera en pronunciarse fue la mujer, que te clavó una fría mirada ante tus duras y escasamente diplomáticas palabras.

Ahora... tomaremos té. -Indicó, sin inmutarse- Y evitarás faltar al respeto a nadie más.

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08/11/2019, 12:05
Huang Chen Luz-en-la-Oscuridad

En ese momento, el hombre de la armadura alzó una de sus manos, logrando con ello que la mujer le mirase de reojo. Si tenía intención de añadir algo más, se abstuvo de ello, y permaneció a la espera como los demás. Huang se puso en pie, y de forma ceremonial acercó a su posición el juego de té, agrupado geométricamente sobre una bandeja de madera, y comenzó a servirlo en distintos cuencos sobre platillos que fue ofreciendo a cada uno con sumo respeto, del mismo modo que ellos hacían al recibirlas.

Nada ni nadie retiene al joven cachorro de tigre, Rui Wu-San. -Indicó el hombre con una voz grave pero agradable, extraordinariamente cálida, cuando te ofreció el té- Puede marcharse si lo desea, aunque intuyo que querrá permanecer aquí y conocer el final de todo ésto.

El hombre tomó asiento, tras servirse el té a sí mismo en último lugar. Carraspeó ligeramente y tomó un sorbo del té antes de proseguir, paladeando el sabor de la bebida caliente.

Esta reunión rompe algunos de los preceptos del Puño de la Estrella del Sur, e incluso estamos siendo especialmente indulgentes en cuanto al protocolo y la etiqueta, debido a las... circunstancias excepcionales. -Indicó con aire de paternal paciencia- Fan Bingbing ha ocultado a su sentai las acciones que le han llevado a encontrarte, a traerte a éste, su hogar, y las intenciones que guarda con ello. Este tipo de cosas traen... consecuencias, y hemos de esclarecer el asunto y adoptar las medidas más adecuadas. Las Cortes de la Bestia nos observan, y como Linterna de este sentai no puedo permitir ciertas conductas. Ni siquiera a alguien como Fan. -Guardó silencio unos instantes, observando las reacciones de los presentes, que asintieron levemente- Este es un buen momento para que pruebes el té, pequeña... y hables.

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09/11/2019, 20:33
Rui Wu-San

El japonés no pudo acompañarme en la mesa, siendo detenido primero por los gestos de la mayoría de los miembros de aquel grupo, y finalmente por la mano de Jian; quien le indicó dónde podía aguardar. Crucé de inmediato una mirada con Kippei, alarmada por la situación, viendo cómo el chico aceptaba las palabras de aquel hombre y las acataba.

No logré entender del todo lo que Gota-de-sangre le dijo, pero aquello parecía responder a que el japonés aún era un cachorro. Aun así, no terminaba de comprenderlo, pues si a él no le dejaban sentarse por no estar a la altura de ellos; menos lo estaba yo, que ni siquiera albergaba una naturaleza animal en mi interior.

No pude evitar seguir a Kippei con la mirada unos segundos, dándome cuenta de cómo algo le había extrañado al acercarse a aquella columna. No parecía suceder nada, pero de pronto alguien apareció de la parte superior. Me quedé atónita al darme cuenta de que se trataba de Habla-de-más. ¿Qué hacía él allí?

Al pronunciarme, la mirada de aquella inquietante mujer se clavó en mí de inmediato, diciéndome que tomaríamos el té y reprendiéndome por la forma de expresarme. Tragué saliva, asustada, mientras Huang levantaba una mano; provocando así que Hui le mirara. Entonces aquel hombre comenzó a servir el té mientras el resto esperaba pacientemente. No era aquel mi caso, sintiéndome cada vez más nerviosa, temiendo qué pasaría.

Cuando Luz-en-la-oscuridad sirvió el té a los demás de aquella ceremoniosa manera, y llegó a mí, comenzó a responder a mis palabras de un modo sumamente amable. Tomé el platillo que me ofrecía mientras le escuchaba, preguntándome de qué iba todo aquello. Aguardé, esperando a que aquella respuesta llegara, y lo hizo cuando tras servirse el té tranquilamente y probar este; Huang volvió a pronunciarse.

Tras una breve exposición sobre lo insólito de aquella reunión, haciendo que frunciera el ceño al hablar de que estaban siendo indulgentes con el protocolo y la etiqueta, aquel hombre fue directo a lo que me interesaba; dejándome boquiabierta al escuchar lo que estaba sucediendo. Había hablado de cosas que no terminaba de comprender, pero creía haber entendido lo fundamental.

Al parecer Bingbing había actuado a espaldas de sus compañeros, y estos querían esclarecer qué había pasado y actuar en consecuencia. ¿Significaba eso castigar al Khan de alguna manera? Con que posibilitaran que volviera con mi tío junto a Kippei me conformaba.

Escuchar aquella explicación me tranquilizó un poco, pero aún no podía calmarme del todo, pues no podía estar segura de que aquella gente fuera a reprobar lo que su amigo había hecho. Tras aquella intervención, Huang me animó a probar el té y a hablar. Dudé si hacerlo, pero finalmente acerqué aquel cuenco a mis labios y di un pequeño sorbo. Después de todo, si aquella gente quería hacerme algo, no necesitaban de ninguna treta para lograrlo.

Suspiré tras beber de aquel té, y miré a Kippei antes de comenzar a hablar. No sabía si sería conocedor de todo lo que iba a decir, ni cómo se tomaría determinadas cosas.

- Antes de nada, me gustaría disculparme por mi actitud. - dije haciendo una inclinación de cabeza que mantuve unos segundos antes de volver a mirar a aquellas personas. - Ese hombre, Fan Bingbing, lleva días persiguiéndome a través de sus hombres. Terminaron por dar conmigo, y me vi obligada a acompañarle para que no... - se me cortó la voz, y decidí dar otro sorbo a aquel té, juntando fuerzas para continuar mientras tanto. - N-no quería que matara a Kippei, así que tuve que acceder a ir con él. - dije con una desagradable sensación, entre la vergüenza y la humillación, temblándome ligeramente la voz. - Quiere tenerme en su palacio para que le de descendencia, quiera yo o no... - bajé la mirada, mirando el báculo que me había regalado mi tío y que reposaba en mi regazo, comenzando a temblarme también las manos; y con ellas el platillo con el cuenco de té que sujetaba. - S-se supone que ser un Kami debería ser un honor, pero no parece tener nada bueno. Ni siquiera se me permite tener una vida normal y tomar mis propias decisiones... - tuve que posar el platillo en la mesa, incapaz de mantenerlo quieto, y me aferré a aquel báculo; no alzando la mirada hasta que me sentí un poco más tranquila. - Seguramente volváis a decirme que no importa lo que que yo quiera, pero lo que quiero es irme con Kippei y regresar junto a mi tío. Lu Yan es quien ha de cuidar de mí, y no Fan Bingbing.

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12/11/2019, 16:47
Qiang Siempre-Hambriento

El hombre de gran tamaño cerró sus puños encima de la mesa cuando nombraste la amenaza de Bingbing a Kippei. Sus pobladas cejas se curvaron en un ceño fruncido mientras se giraba brevemente a observar con cierto aire de fiereza al joven japonés, que se puso tenso al sentirse observado de aquella forma.

¿Amenazó con matar a un Cachorro? -Preguntó sin aguardar una respuesta, antes de encararse con Huang Chen- Esto supera todos los límites…

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12/11/2019, 16:48
Jian Gota-de-Sangre

Mas no lo hizo. -Puntualizó Jian, alzando una mano con el dedo índice extendido hacia los cielos- Es una diferencia sustancial. Pudo ser un mero subterfugio, para evitar un mal mayor. Eso le honraría, si fuera el caso, aunque no parece que haya ningún bien mayor salvo el deseo personal…

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12/11/2019, 16:48
Qiang Siempre-Hambriento

¡Sólo quiere aparearse con una encarnación de la Madre Esmeralda! -Gruñó Qiang, golpeando la mesa con su puño, de forma que los cuencos de té amenazaron con caerse. Jin tomó hábilmente el suyo entre sus dedos, antes de que pudiera derramarse el té, aunque era llamativo el modo en que, tanto Huang Chen como Hui ying guardaban silencio- ¡Quiere descendencia divina, no el bien para las Cortes ni el Reino Medio!

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12/11/2019, 16:48
Jian Gota-de-Sangre

Vamos, cálmate Qiang… -Le reprendió el maestro del veneno, mostrando media sonrisa- ...no queremos que nuestra invitada se lleve una mala impresión de sus anfitriones, ¿verdad?

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12/11/2019, 16:49
Huang Chen Luz-en-la-Oscuridad

Huang había permanecido en silencio durante aquella conversación, atendiendo a cada palabra con gesto severo, especialmente ante el brusco comportamiento de Qiang. Sin embargo, asintió ante las advertencias de Jian y aguardó a que el hombretón se calmase, antes de proseguir.

Hui Ying, estás muy silenciosa, más de lo normal… -Indicó, mirando fijamente a la mujer- ¿Tienes algo que decir?

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12/11/2019, 16:49
Hui Ying Eco-de-Otro-Mundo

Hui ying se giró lentamente para encarar a su interlocutor, sosteniendo su mirada unos instantes, antes de tomar la palabra.

Habéis oído el nombre de su tío. Conocéis las historias, las que ensalzan su grandeza, las que muestran su caída en desgracia. En su mejor momento, su nombre resonba por todo el Reino Medio con veneración, y nuestro hermano no sería más que una brizna de hierba a su vera. Hoy en día, sin embargo, será difícil convencer a nadie de que ese anciano caído en desgracia puede velar por la encarnación de la Madre Esmeralda mejor de lo que lo haría la Zarpa-Dorada. -Qiang soltó un ligero gruñido al escuchar aquellas palabras, pero los otros dos hombres sentados a la mesa continuaron en silencio, escuxchando atentamente- Sin embargo, hay cosas más importantes que ponderar, más allá del poder de un tigre u otro, o los deseos que alberguen los corazones de los implicados. -Aquellas enigmáticas palabras provocaron que todos alrededor de la mesa se inclinasen ligeramente, aguardando a conocer las conclusiones de Hui Ying con expectación. Incluso a tu espalda te pareció sentir que los dos jóvenes que se mantenían apartados estaban pendientes de lo que fuera a decir- Lo que quiero saber es por qué esta chiquilla posee el báculo del Rey Mono. -Afirmó mirándote fijamente.

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15/11/2019, 16:22
Rui Wu-San

Mis palabras desencadenaron un debate entre dos de los miembros de aquel peculiar grupo. El grandote, Quiang, parecía tener muy clara la culpabilidad de Bingbing; algo que en un principio me alivió, pues al menos había alguien claramente de mi parte. Sin embargo, su rotundidad hizo que terminara planteándome si acaso tenía algún tipo de rencilla con el tigre, en cuyo caso puede que no fuera buena señal que tan sólo él se hubiera pronunciado claramente en contra de aquel horrible ser que era Bingbing. Al menos el maestro del espionaje y el veneno, Jian, no se posicionaba completamente del lado del Khan; pareciendo necesitar más información para algo así.

Mis ojos, inquietos, se habían dedicado a mirar a uno y otro mientras hablaban; pero finalmente se posaron en Huang, a la espera de la opinión que más peso podría tener por lo que había visto hasta el momento. Pero aquel guerrero no parecía tener intención de pronunciarse hasta haber escuchado a los demás, y cuando la situación se destensó un poco y ante la actitud de la mujer, terminó preguntándole a esta si tenía algo que decir.

Entonces volví a mirarla, viendo aquella pausada forma con la que actuaba. Resultaba inquietante, mucho, preguntándome si aquella conducta era algo medido o le salía de forma natural. Hui se centró en mi tío, pareciendo en un principio que sus palabras me favorecerían, pero finalmente declaró que Lu Yan no podría hacerse cargo de mi tan bien como la Zarpa-dorada; fuera lo que fuese eso. Mi ceño se frunció con molestia, escuchando también el descontento de Quing a través de aquel gruñido.

Fue entonces cuando Eco-de-Otro-Mundo, y es que hasta su sobrenombre daba escalofríos, manifestó que había cosas más importantes que tratar. La miré expectante, como todos parecíamos hacer, y me sobresalté mientras fijaba su mirada en mí al hablar sobre mi báculo; sin entender qué importancia podía tener este para ellos.

- No sé a quién pertenecería con anterioridad, pero es mío. Es una reliquia familiar. - afirmé con la mayor de las vehemencias, agarrando aún con mayor fuerza el báculo, como si quisieran arrebatármelo.

Puede que no fuera exactamente una reliquia familiar, pero eso era lo que mi tío quería que fuera, y estaba dispuesta a cumplir su deseo. Me detuve un momento a pensar en el bastón. En ocasiones, aquel regalo de mi tío me había hecho percibir cosas extrañas, a las cuales había terminado por no dar quizás la importancia que tenían. Con todas las cosas extrañas que me estaban sucediendo, puede que hubiera tenido que detenerme a pensar en si todo aquello que había notado alrededor del bastón significaba algo, pero al mismo tiempo; tanto nuevo e inesperado acontecimiento me habían dificultado centrarme en otras cuestiones.

Puede que haya cometido un grave error.

Pensé, pues de haber reparado en la importancia del báculo, quizás podría haberlo mantenido oculto. Sólo esperaba que Lu Yan no se sintiera decepcionado conmigo si tal como parecía que iba a pasar, perdía el báculo.

- Por favor, permitídme quedármelo, es un regalo de mi tío. - terminé por decir, de manera impulsiva y preocupada, inclinando mi cabeza hacia delante cuanto podía; en lo que era un desesperado, y seguramente insuficiente, intento de conservar el bastón.

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18/11/2019, 13:57
Hui Ying Eco-de-Otro-Mundo

Todos se giraron a contemplar tu báculo cuando Hui Ying lo nombró, mostrándose en sus rostros una mezcla de estupor y extrañeza. Era como si aquel nombre no les fuera desconocido, como si el báculo tuviera una historia detrás por todos conocida. Sin embargo, se mantuvieron en silencio, esperando una respuesta por tu parte, al menos hasta que pediste que te permitieran quedarte con él. En aquel momento, Qiang apartó la mirada, gruñendo con la vista fija en su plato ya vacío de pescado. Jian, en cambio, suspiró, aunque no supiste bien el motivo, porque se dedicó a frotarse un ojo con cierta molestia. Huang no dijo nada, ni hizo el menor gesto, sino que se mantuvo impertérrito observándote, mientras era Hui Ying quien tomaba de nuevo la palabra.

De tu boca tan sólo salen deseos y peticiones... -Afirmó con cierto desdén, al tiempo que pudiste ver cómo su cabello y sus ropas se mecían por un viento que no alcanzabas a sentir, como si el aire tan sólo se arremolinase en torno a ella, otorgándole una presencia fantasmal y siniestra que se acrecentaba por aquella mirada fija y dura que clavaba en ti con un sólo ojo- Puede que te haya sido entregado, pero ese báculo no es una reliquia familiar. Es un objeto sagrado que pertenece a un poderoso espíritu, el báculo con el que el Rey Mono se enfrentó a las leyes del Reino Medio y se burló del orden celestial, un símbolo del poder del Kaos salvaje sobre la Tejedora inamovible. Ningún sentai ha establecido contacto con ese espíritu desde hace siglos, y ahora su báculo, su arma sagrada, reaparece en tus manos.

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18/11/2019, 14:13
Huang Chen Luz-en-la-Oscuridad

El movimiento del cabello y las ropas de la mujer no pareció pasar desapercibido para Huang Chen, quien desvió la mirada hacia su compañera con severidad. La misma tensión se palpaba en los rostros de los otros dos hombres a la mesa, e incluso, si te hubieras girado para comprobarlo, habrías visto a Gao tensarse más de la cuenta ante la incómoda mirada de Kippei. Sin embargo, la mujer terminó por bajar la mirada, no soportando el escrutinio del severo hombre de la armadura, quien se giró hacia ti para continuar la conversación.

¿Y dices, pequeña, que fue un obsequio de tu tío? ¿Tu tío Lu Yan? -Preguntó con calma- Ese es un nombre que no me es del todo desconocido, aunque no tengo claro que se trate de la misma persona... Oí hablar de un Lu Yan al que llamaban Garra-del-Tigre-en-el-Ojo-del-Ciempiés. Ese Lu Yan fue un gran maestro en otro tiempo... alguien que llegó a ganarse el respeto y la admiración de todo el Reino Medio. Sin embargo, se decía que había terminado sus días caído en desgracia...

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21/11/2019, 13:30
Rui Wu-San

Todos parecían saber más de aquel báculo que yo. Puede que por lo que sabían, al menos en parte, se desataran varias reacciones cuando pedí que me permitieran quedármelo. Realmente no sabía dilucidar por estas si podría o no conservar el bastón, aunque los distintos gestos no parecían destilar aceptación precisamente, y mucho menos las palabras que terminó dedicándome la inquietante mujer.

Comenzaba a molestarme tanto reproche ante mis peticiones. Puede que ellos no fueran humanos, pero yo sí, y era completamente normal que tuviera mis inquietudes y anhelos. Fruncí el ceño con molestia, pero callé, hasta que al percatarme de aquella especie de brisa que envolvía a Hui mi cara se llenó de estupor.

Aun así, no podía apartar la mirada de aquel ojo que permanecía fijo en mí. Me dediqué a escuchar a la mujer, quien además de decirme que aquella no era una reliquia familiar, algo que realmente ya sabía, me reveló lo que aquel objeto era en realidad.

Sin soltar este, lo alcé un instante, observándolo más de cerca; terminando por dejar que mis ojos se posaran durante unos segundos en el rostro de aquel mono tallado.

Huang, parecía hablar más con la mirada que haciendo uso de la palabra, siendo suficiente una severa mirada suya para que el resto de sus compañeros captaran un mensaje que me daba la impresión de que no supe descifrar por completo. Habiendo provocado que Eco-de-otro-mundo callara, Luz-en-la-oscuridad se dirigió a mí, queriendo confirmar si aquel báculo me lo había regalado mi tío Lu Yan.

- Así es, señor. - respondí con firmeza, asintiendo, tras lo que volví a guardar silencio.

Compartió entonces lo que sabía de alguien llamado como mi tío, preguntándose si se trataría de la misma persona. Una duda que no tardaría en aclararle.

- Mi tío, Lu Yan, pertenece al pueblo tigre. ¿O es mejor que diga Khan? No es mucho lo que sé de aquellos tiempos, pero sí que fue un gran guerrero que se dedicaba a proteger a sus compañeros. - me detuve un instante, tratando de hacer memoria. - Los Cinco Magníficos, así es como les llamaban. Es cierto que se ha abandonado un poco últimamente... - comenté, tratando de atenuar la dejadez de mi tío, quien parecía no poder vivir sin despegarse de aquella eterna calabaza. - Pero está decidido a cuidar de mí. - afirmé rotunda, desviando finalmente mi mirada hacia Hui, aunque la idea de volver a toparme con aquel ojo no me gustaba nada. - El báculo me lo dio mi tío, supongo que ese espíritu sí ha contactado con él, o con alguien que después entregó el objeto a mi tío. - concluí encogiéndome de hombros.

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21/11/2019, 13:46
Jian Gota-de-Sangre

Jian alzó una mano y acercó un dedo al báculo que sostenidas, dándole dos impertinentes golpecitos con la punta justo por encima de dónde aquel rostro de simio se encontraba tallado. Finalmente, se encogió de hombros.

¿Estás segura de que es ese báculo? Podría ser una imitación, una simple obra de artesanía... -Comentó el maestro del veneno, restando importancia a aquella historia.

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21/11/2019, 13:50
Hui Ying Eco-de-Otro-Mundo

¿¡Me crees capaz de errar en algo así!? -Replicó indignada la mujer, clavando en Jian una ardiente mirada con su único ojo visible- Ese trozo de madera exuda energía espiritual, hay que estar ciego para no verlo...

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21/11/2019, 13:52
Huang Chen Luz-en-la-Oscuridad

¿Y si lo encontró...? -Murmuró entonces Huang, haciéndose el silencio en torno a la mesa. Todos se le quedaron mirando, llenos de expectación, mientras el hombre se mesaba el vello o de su perilla con aire pensativo- Según las historias, los Cinco Magníficos se embarcaron en una odisea de la que jamás llegaron a regresar, a excepción de Lu Yan. -Relató con aire ausente, como un maestro zen compartiendo lecciones del tao con un discípulo mientras comparten meditación- Algunas de ellas hablan de las ruinas de un antiguo templo lleno de tesoros, mientras que tras hablan de una búsqueda más espiritual... -Relató, dejando en el aire aquella información para comprobar si los demás alcanzaban idéntica conclusión.