Partida Rol por web

En busca del Templo del Mono

5~ La Guarida del Guerrero

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07/06/2020, 22:52
Hui Ying Eco-de-Otro-Mundo

Sin embargo, fue Hui Ying quien se puso en pie ante tales palabras, aunque guardó silencio hasta que terminaste de hablar. Fue entonces cuando, sin mirar a nadie en particular, tomó la palabra.

Hay razón en sus palabras, todos sois conscientes de ello. -Afirmó con rotundidad- La madre Esmeralda podría haberse manifestado en cualquier lugar, en cualquier nacimiento bajo el sol o las estrellas. Sin embargo, decidió hacerlo en la sangre de uno de las Cortes de la Bestia. ¿Alguien es capaz de afirmar que es casualidad? Sería como afirmar que la Madre hace su obra con erróneas intenciones, o con ninguna en absoluto.

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07/06/2020, 22:57
Jian Gota-de-Sangre

¿Es acaso preciso convertirla en esposa de alguien a la fuerza, para protegerla? -Preguntó con aire inocente Jian Gota-de-Sangre, aunque había un aire de picardía en el modo en que lo hizo, primero mirando a Huang, y acto seguido arrojando una divertida y maliciosa mirada a su propio hermano Fan.

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07/06/2020, 22:59
Qiang Siempre-Hambriento

Yo nunca he tenido que contraer nupcias con nadie para velar por su seguridad. -Afirmó Qiang, con un gesto brusco, aunque sin mirar a nadie en particular.

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07/06/2020, 23:02
Fan Zarpa-Dorada Bingbing

¡BASTA! -Rugió de pronto Fan, con un gesto iracundo- ¡SI NO LA RECLAMO YO, ALGUIEN MÁS LO HARÁ! ¡Es la mejor forma de proteger a la Madre Esmeralda, ponerla bajo la protección de la sangre del Gran Tigre! -Gritó sin mesura alguna, haciendo que finalmente Huang dejase de mirarte fijamente, como continuaba haciendo, y se pusiera en pie para encararse con Fan en una tensa mirada- ¡Las Cortes lo quieren, la madre lo quiere, y esa díscola chiquilla aprenderá a quererlo y cuál es su lugar! -Afirmó señalándote, en un gesto con el que notaste la tensión en tu tío, que enderezó su espalda- ¡Aquel que se atreva a oponerse tendrá que sustentar su negativa y desafiar a Zarpa-Dorada!

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13/06/2020, 22:19
Rui Wu-San

Distintas fueron las reacciones de los presentes ante las palabras que iban saliendo de mi boca, pero hubo tres momentos en las que estas llamaron especialmente mi atención. El primero fue cuando hablé de cómo un padre no siempre tomaba las mejores decisiones para sus hijos. Se me encogió el corazón ante la reacción de mi tío, temiendo lo que por su cabeza pudiera estar pasando, y me sorprendí ante el modo en el que actuó Huang Chen; preguntándome si ello se debía al profundo respeto que parecía sentir por Lu Yan. Al menos, logré más adelante apartar de mi tío aquellos nubarrones que parecían haberse instalado en él, pudiendo ver nuevamente su sonrisa al mencionar que la Madre Esmeralda había escogido a su familia para manifestarse.

El segundo fue cuando pude advertir en Bingbing una reacción que me resultó inesperada, como inesperada también fue la forma en la que terminó volviendo a su iracunda actitud. Parecía sentirse avergonzado por parte de lo que conté, suponiendo que a ello contribuirían las reprobatorias miradas de varios de sus hermanos. Sin embargo, tras una breve mirada a su izquierda cambió por completo. Era evidente que aquel anciano le estaba diciendo algo, quedando cada vez más claro cómo aquel hombre que se suponía ciego no daría su brazo a torcer en cuanto a su deseo de que ocupara aquel lugar que él pensaba que debía ocupar.

Y el tercero llegó con Hui Ying poniéndose en pie y pronunciándose cuando terminé de hablar para conceder razón a mis palabras. No es que me extrañara mucho lo que dijo, pero sí el cómo lo dijo, con aquella contundencia. Por lo que había visto de ella hasta ahora, eran las cuestiones más espirituales las que la movían, mostrándose bastante silenciosa el resto del tiempo.

Y observando con aquella mirada tan inquietante.

Sentí cierto alivio con lo que la mujer dijo, aumentando este ante las intervenciones de Jian y Qiang. Resultaba envidiable la tranquilidad del primero. Cierto era que él no se jugaba nada, pero parecía continuar divirtiéndose con todo aquello, algo que puede que me hubiera molestado en otras circunstancias.

Miré a mi tío, llegando casi a sonreír al hacerlo, pero entonces Bingbing volvió a dejar escapar su ira. Un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar aquello de que si él no me reclamaba otro lo haría, insistiendo tras ello en que debía protegerme. La calma que había recuperado se esfumó de un plumazo, inquietándome aún más al ver que Luz-en-la-Oscuridad, quien por algún motivo continuaba mirándome fijamente; se ponía también en pie y se encaraba a Zarpa-Dorada.

A punto estuve de llamarles a la calma en aquel instante, pero las siguientes palabras del hombre tigre me dejaron desconcertada. ¿Qué era aquello de que las Cortes y la Madre querían que estuviera bajo su protección?

Me sobresalté cuando Bingbing me señaló diciendo aquellas últimas palabras que me resultaron tan amenazadoras. Miré a mi tío, dándome cuenta que se había puesto tenso con aquel gesto del otro hombre tigre, lo cual no era de extrañar. Pero aun así, continuaba callado. Como me había dicho desde el principio, debía callar o hablar cuando debiera, y aquel parecía ser otro de esos momentos en el que debía hablar. Y más que de hablar, tenía ganas de gritar a aquel impresentable, pero el temor y la prudencia me lo impedían.

Aun así, me puse en pie, sujetando el bastón; el cual sostuve apoyado en el suelo, junto a mí. Era la dueña de aquella casa y de aquel báculo, como había dicho mi tío, pero también era dueña de mi misma y del cuerpo que la Madre Esmeralda había escogido como su morada.

- Espero que hablar en esos términos en casas ajenas no sea una costumbre de nuestro pueblo... - le dije a mi tío, aunque con toda la intención de que los presentes lo escucharan, dirigiéndome tras ello directamente a Bingbing. - ¿Podría explicarme qué quiere decir eso de que la Corte de la Bestia y la Madre quieren que me vaya con usted? Aunque quizás pueda explicármelo usted... - miré al anciano ciego tras aquellas últimas palabras, devolviendo mi mirada al hombre tigre casi de inmediato. - Si se produce ese desafío, ¿ese hombre también le dirá qué hacer en él?

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14/06/2020, 09:03
Director

El rostro de tu tío era una máscara impenetrable. Por una vez, no hubo sonrisa ni mirada alguna para ti, a pesar de tus palabras, las cuales obviamente no iban dedicadas a él en exclusiva. Pero no, su rostro se mantenía imperturbable, con la mirada clavada en Fan Bingbing, como la de un gato observando desde la cercanía a un pequeño gorrión, a un roedor desprevenido, la mirada de quien está a un parpadeo de hacer algo.

Un escalofrío recorrió tu espalda al recordar que Zarpa-Dorada se había ofrecido a aceptar cualquier desafío a sus pretensiones.

Sin embargo, eso no detuvo tu lengua, nada podía ya. Seguiste hablando, y tus palabras causaron una reacción que quizás no esperabas. Fan abrió sus ojos desmesuradamente, desconcertado. Fue a decir algo, pero sus labios temblaron, y ante la posibilidad de comenzar a tartamudear, calló. Huang, que aún le sostenía la mirada, se giró para mirar directamente al anciano invidente, al igual que hicieron sus otros hermanos del sentai, quienes se situaron junto a Huang clavando sus miradas en el monje. Jian aún tenía aquella sonrisa en sus labios, aunque sus ojos mostraban un nuevo brillo... ansioso. Tu propio tío se puso en pie, mirando en aquella ocasión a tu rostro, lleno de extrañeza y sorpresa. Sin duda, tus afirmaciones e insinuaciones habían logrado desconcertarle, y frunciendo el ceño pareció luchar por comprender qué sucedía.

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14/06/2020, 09:21
Ge Lóng Recuerdo-de-Guerra-y-Paz

El monje permanecía sentado, aunque elevó su rostro como si mirase al cielo, mostrando una falsa sonrisa al oír aquellas palabras. Suspiró, poniéndose en pie lenta y cansadamente, para apoyarse con ambas manos en su báculo.

Me parece intuir que todos me estén observando, como si esperasen una explicación. -Indicó con aire sarcástico- Salvo esa niña descarada que desconoce su lugar en el gran ciclo de la rueda de las edades, todos sabéis quien soy. Mi nombre es Ge Long Recuerdo-de-Guerra-y-Paz, y mi nombre no es ningún capricho ni juego. Soy Cortesano de las Cortes de la Bestia, emisario de SU sabiduría y tesorero de su recuerdo. Y por supuesto, he transmitido al gran señor de la guerra Zarpa-Dorada el sentimiento de las Cortes ante tiempos tan aciagos como esperanzadores. -Explicó con sobriedad, mostrando por primera vez una expresión llena de desdén- ¿Que si he susurrado al oído o la mente del Puño de tu sentai, Luz-en-la-Oscuridad? ¿Es esa respuesta lo que la tensión en tu alma reclama? La respuesta es sí, por supuesto. He visto el pasado y he vislumbrado el futuro, y en nombre de las Cortes aconsejo a quien puede evitar nuestro más funesto destino como corresponde a mi posición. Y harías bien en recordar tú lugar en todo ésto, en lugar de confundir tu posición como héroe local, alejado de las verdaderas posiciones de poder, con auténtico poder. Eres la Linterna de tu sentai, sólo eso.

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17/06/2020, 20:00
Rui Wu-San

Creo que por primera vez, mi tío me asustó. No dejaba de mirar a Bingbing de aquella manera... Y temía que pudiera retarle en cualquier momento. Debía reconocer que una parte de mí lo deseaba. Que Lu Yan venciera a esa engreído, logrando mi libertad y volviendo a dar luz a su nombre, era lo mejor que nos podía pasar; pero aquello no era realista. Garra-del-Tigre-en-el-Ojo-del-Ciempiés continuaba siendo muy poderoso, aquello era algo que había visto por mi misma, pero no sabía hasta dónde llegaba la habilidad de Zarpa-Dorada; y era bastante más joven que mi tío.

Mis siguientes palabras causaron un efecto que me resultó un tanto inesperado. Mientras Bingbing parecía perder gran parte de su seguridad, los demás se tornaron sorprendidos, o al menos eso interpreté por el modo en el que todos miraron al anciano; aunque mi tío me miró antes a mí, no sabía si requiriendo algún tipo de explicación, o simplemente por extrañeza.

El resto del Puño de la Estrella del Sur incluso tomó posición junto a Huang, mostrando Jian aún aquella sonrisa, a la que ahora acompañaba una mirada expectante.

Recuerdo-de-Guerra-y-Paz terminó por ponerse en pie, dando cuenta nuevamente de cómo era capaz de percibir cuanto sucedía a su alrededor. Aquello no dejaba de resultarme extraño, pero no me sorprendió en aquella ocasión. Sí me sorprendió, sin embargo, la arrogancia que percibí en él en aquella ocasión.

Tras explicar qué hacía allí exactamente, se dirigió a Luz-en-la-Oscuridad, dando respuesta a una pregunta que este ni había llegado a formular, extendiéndose en las explicaciones que ya había comenzado a dar y menospreciando a aquel hombre que tan bien se había portado conmigo; lo cual me indignó sobremanera.

Las cosas se complicaban, pues al parecer no era cosa de Fan Bingbing lo que estaba sucediendo, sino que lo que este pretendía era realmente algo decidido por esas Cortes de la Bestia; que antes de saber siquiera qué eran exactamente, ya tenía claro que no me gustaban nada.

- Nadie es sólo la función que cumple. - intervine con el ceño fruncido, mirando a Huang brevemente antes de volver a dirigirme a Ge Lóng. - Quizás quiera iluminarnos con la sabiduría de las Cortes... ¿Qué significa que les espera un funesto destino? ¿Y por que creen que una niña descarada puede evitar este? No soy ninguna emisaria de la sabiduría de nadie, pero los problemas no siempre cuentan con una única solución. - afirmé con convicción.

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17/06/2020, 22:59
Dishi

La niña habla bien. -La voz que así irrumpió en escena provenía de vuestra espalda, al otro lado del patio, resultando en sorpresa y conmoción generalizada, tanto como el silencio tan sólo surcado por un gruñido por parte de Shunito, que reaccionó sobresaltándose de forma incómoda. Los rostros de los hermanos de Bingbing abrieron sus ojos desmesuradamente, por la sorpresa, pero más aún fue la impresión del propio Bingbing, quien dio incluso un paso atrás alzando uno de sus brazos, casi en gesto de autodefensa- Algún día, la Madre Esmeralda hablará a través de ella.

Al girarte, te viste sorprendida por la estampa de un anciano que, sin embargo, parecía atesorar aún la energía y vitalidad de la juventud, así como una amplia sonrisa llena de humor contenido. Su cabello era completamente largo, recogido en un cuidado peinado y con dos mechones deslizándose sobre sus hombros a ambos lados de su rostro. Tanto las cejas, profusamente pobladas, como su perilla, mostraban igualmente tan prístino color, que se extendía a buena parte de sus ropas, propias ellas de algún tipo de monje, o más bien de un maestro retirado del mundo.

Para tu consternación, fue tu tío el único que no dedicó mirada alguna a aquel desconocido, permaneciendo de espaldas a él, aunque ya sin clavar su mirada en Bingbing, sino deslizándola sobre aquella mesa con cansancio. En aquel momento, los jóvenes Gao y Kippei surgían del interior de la casa con dos bandejas, el primero con vasos y botellas de licor, y el segundo con una tetera humeante y varios cuencos de pequeño tamaño. Los jóvenes se detuvieron en la misma puerta, como dos estatuas, contemplando al recién llegado, y el hombre cuervo murmuró algo ininteligible para ti.

Hacía tiempo que nuestros senderos no se cruzaban, Ge Lóng Recuerdo-de-Guerra-y-Paz... -Afirmó comenzando a caminar en dirección a aquella mesa, tras hacer un gesto divertido con el que sacudió su larga barba- ...tanto que desconocía que hubieras ascendido a portavoz de las mismas Cortes de la Bestia... si es que tal cosa existiera. -Ante tal afirmación, el monje ciego se revolvió inquieto, apartando su rostro de ojos velados. Sus manos se retorcían con fuerza en torno a su báculo, llegando a volverse blanquecinos sus nudillos- De hecho, tal vez hayan cambiado tanto las cosas, pero la última vez que caminé entre las Cortes, éstas funcionaban de forma autónoma en cada territorio custodiado por ellas. Tal vez Huang Chen Luz-en-la-Oscuridad pueda ilustrarme... ¿Quién ostenta la autoridad sobre estas tierras? ¿Quién las protege? -Ante la duda que se asomó al rostro de Huang, el anciano sacudió una mano ante sí- No te preocupes, pues la pregunta era retórica. Ningún clan protege estas tierras, pues no alberga túmulo alguno conocido. Las Cortes lo hacen, en su conjunto, pues son los miembros de las mismas que las habitan quienes cuidan de ellas. Por lo tanto, henos aquí.

El anciano avanzó hasta situarse junto a Lu Yan, a quien miró de arriba a abajo lentamente, antes de saludarle marcialmente, un saludo que tu tío, suspirando pesadamente, le devolvió cuando finalmente se giró hacia él.

Lu Yan, viejo amigo, el tiempo no te ha tratado bien... -Le dijo en confianza, provocando en el viejo una sonrisa cansada- ...pero tu servicio hacia la Madre Esmeralda no ha concluido, me temo. -Afirmó enigmáticamente, volviéndose hacia ti- Una kami de la madre Esmeralda... hacía demasiado que tal cosa no acontecía. Parece ser un presagio, aunque lo malo de los presagios es que resulta difícil discernir si son buenos o malos... o todo lo contrario. Lo lamento, jovencita, pero no conozco tu nombre, y parece que quienes vamos a tomar asiento en torno a esta mesa vamos a decidir tu futuro... -Comentó el desconocido con cierta ironía- Mi nombre es Dishi, el maestro Dishi. En otro tiempo, tuve el honor de aconsejar a los más grandes héroes de las Cortes de la Bestia. Y hoy, uno de ellos... ha vuelto a pedir mi consejo.

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20/06/2020, 13:09
Rui Wu-San

Otra vez me había visto obligada a pronunciarme en busca de respuestas, siendo tantas y tantas las cosas que desconocía, aunque en aquella ocasión tenía la impresión de que no era la única que no sabía responder a aquellos interrogantes.

Estos terminaron quedando en el aire, siendo interrumpida la conversación por una voz que brotó de mi espalda, una que concedió un inesperado valor a mis palabras; si bien parecía creer que sería en el futuro cuando estas lograrían su máximo esplendor.

Me giré prácticamente de inmediato, abriéndose más mis ojos ante la sorprendente estampa que suponía aquel níveo anciano. No sólo poseía un aspecto curioso, sino que parecía contar con una vitalidad impropia de alguien de su edad. Era lógico pensar que se trataba del dragón que faltaba, pero además sus cejas pobladas cejas y sus largos bigotes recordaban irremediablemente a aquel mítico animal.

No había sido la única sorprendida por aquella presencia, aunque las reacciones resultaran diversas, pero fue la actitud de mi tío la que más me llamó la atención. No se giró para ver de quién se trataba, y no parecía tener intención de hacerlo por el momento, terminando de dejar que su mirada se perdiera en aquella mesa; como si aquella visita no fuera de su agrado. Aquello me preocupaba, pero aquel anciano continuaba hablando y tuve que prestar atención a sus palabras, dándome cuenta de cómo Kippei y Gao se disponían a regresar pero terminaban quedándose parados en la puerta ante aquella presencia.

En seguida me quedó claro que aquel hombre no hablaba en vano. Con sus palabras, no sólo sacó a relucir que Recuerdo-de-Guerra-y-Paz y no era el portavoz de las Cortes de la Bestia, para enfado de este; sino que por lo que me pareció entender, las Cortes contaban con distintos órganos de poder que se encargaban de distintos territorios, no siendo el que nos encontrábamos custodiado por nadie en concreto, lo que hacía que sólo fuera responsabilidad de quienes lo ocupaban.

Eso quiere decir que da igual lo que diga Gé Long en nombre de nadie, ¿no?

El curioso hombre dragón se había incorporado ya a la mesa, pero no fue hasta entonces que se acercó a mi tío, viéndose este finalmente obligado a mirarle y devolverle el saludo que le dedicó. No terminaba de comprender la actitud de Lu Yan. ¿Es que era aquel el dragón del que mi tío decía tener la impresión de que no merecía tanto respeto? ¿O acaso era el otro anciano uno de aquellos hombres dragón y Lu Yan ya sospechaba desde antes qué estaba pasando?

El anciano de cabello blanco dedicó unas palabras a mi tío que daban cuenta de que se conocían desde hace años, pudiendo ver a Garra-del-Tigre-en-el-Ojo-del-Ciempiés sonreír, aunque de forma cansada. Al escuchar lo que decía sobre el servicio a la Madre Esmeralda, me pregunté a qué se referiría, pero antes de poder llegar a alguna conclusión el hombre se giró hacia mi; dedicándome unas palabras con las que dejaba claro lo sorprendente e inexplicable de lo que sucedía conmigo, incluido el que desconocía mi nombre aun teniendo que tomar tan importante decisión por mí.

Así, me dispuse a presentarme después de lo que él hiciera, tratando de contener la sorpresa que me procuró que dijera que uno de los grandes héroes de las Cortes de la Bestia le había pedido consejo. ¿Estaba hablando de mi tío? Sí, tenía que ser él, ¿no? Por eso sabía que aún faltaba alguien más por llegar...

- Maestro Dishi, mi nombre es Rui Wu-San. - me presenté, inclinándome en una reverencia. - Bienvenido a nuestra casa. Siéntese, por favor. - miré entonces al resto. - Sentémonos todos. - solicité, aguardando a que mi tío se sentara para susurrarle. - ¿Ha sido usted quien le ha pedido consejo, tío? ¿Se trata del hombre que me dijo que tenía conocimientos sobre los Kami?

Me hubiera gustado preguntarle más cosas a mi tío, había varias cosas que quería saber, cómo qué era un Túmulo; pero no había tiempo en aquel momento para ello.

Miré hacia atrás, queriendo comprobar si Kippei y Gao se acercaban, animándoles a ello con un gesto de mi mano si no era así. Una vez estuvimos todos sentados, tomé la palabra para dirigirme al recién llegado.

- Hasta ahora se ha hablado de la necesidad de protegerme, creyendo Zarpa-Dorada ser el más adecuado para esa labor e insistiendo en hacerlo mientras me retiene en su palacio obligándome a... Darle hijos y ya se imaginará qué... - expliqué aquello último con cierto tono de desprecio, si bien trataba de pronunciarme en un tono neutro, pero me resultó imposible al hablar de eso. - También hemos hablado de la imposibilidad de este para garantizar mi seguridad, dados los últimos acontecimientos, y de lo innecesarias que resultan las condiciones que el hombre tigre exige para ejercer como protector; algo que por supuesto él niega. Se ha abordado igualmente que soy yo quien debe protegerse, aunque pueda contar con ayuda, una ayuda que podría proporcionarme Lu Yan; además de enseñarme lo que sabe sobre la Madre Esmeralda, las Cortes de las Bestia y el pueblo tigre, ya que desconocía que formaba parte de él hasta hace unos pocos días. - miré a mi tío, y le mostré una muy tenue sonrisa. - Además la Madre me ha concedido ciertas habilidades, y creo que ello debe ser por algún motivo, ¿qué sentido tendría encerrarme y torturarme en lugar de dejar que esas capacidades crezcan y sean empleadas de la forma adecuada? Quisiera que mi opinión fuera tomada en cuenta, no sólo por tratarse de mi vida, sino porque es en mi interior donde se alberga parte de la esencia de la Madre Esmeralda. E igualmente considero que debería tener peso la opinión de mi tío, no sólo por quien fue, sino por quien es: el hombre cuya sangre ha sido escogida por la Madre y mi única familia.

Me sonrojé ligeramente al terminar de hablar. Había tratado de dar un tono solemne a mis últimas palabras, pero quizás me hubiera pasado. No estaba acostumbrada a aquel tipo de cosas. No vi necesario pronunciarme sobre la última intervención de Recuerdo-de-Guerra-y-Paz durante aquel pequeño resumen de cuanto habíamos hablado antes de la llegada de Dishi, y es que este parecía haber escuchado al menos la parte más importante de la misma.

- ¿He olvidado algo? - le pregunté a mi tío en un susurro, volviendo a alzar la voz tras su respuesta, mirando al Maestro Dishi. - Si no le importa, me gustaría escuchar cuál es su opinión...

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20/06/2020, 17:09
Lu Yan Garra-del-Tigre-en-el-Ojo-del-Ciempiés

Tu presentación formal, así como la invitación a tomar asiento, la cual hiciste extensiva a todos los presentes, pareció agradar al maestro Dishi. Este tomó asiento sin reparo, dándote cuenta de cómo todos los demás aguardaban a que él lo hiciera antes de imitarle. Se respiraba un reverencial respeto por aquel anciano. Al menos, en general, pues en Fan Bingbing este se tornaba en estupor, de igual modo que el respeto que demostraba Ge Long se percibía muy a regañadientes.

Dishi es un hombre sabio, sobrina, en el más amplio sentido de la palabra. -Te confió tu tío en voz baja, apurandote a dejar de cuchichear a la mesa, pues obviamente podía ser interpretado como una descortesía- Yo le he llamado, sí.

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20/06/2020, 17:10
Dishi

Te giraste y, tal como tenías, los dos jóvenes se habían quedado petrificados junto a aquella puerta con las bandejas en sus manos. Bastó sin embargo un rápido gesto por tu parte para que Gao se adelantase para empezar a servir, algo que sobresaltó a Kippei, quien terminó siguiéndole en la tarea. Mientras ambos jóvenes servían, tú tomaste la palabra, elaborando una amplia exposición de la situación sobre la que debía debatirse en torno a aquella mesa. Dishi escuchaba atento, aunque con su mirada perdida en los cielos y jugueteando con su larga barba. Sin embargo, al solicitarle su opinión, pareció sobresaltarse ligeramente, como si hubiera permanecido ausente.

¿Mi opinión? No, yo no tengo tal cosa. -Afirmó con una socarrona sonrisita- Acostumbro a cultivar una opinión únicamente después de escuchar a todas las partes. Ya he escuchado la tuya, Rui Wu-San, ahora quisiera oír a tu contrario. No, a ti no, Fan Bingbing... -Cortó en seco al señor de la guerra tigre, alzando una mano, quien ya estaba abriendo la boca para decir algo- ...si no te importa, preferiría oír a Ge Long por su propia voz, y no por un intermediario.

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20/06/2020, 17:12
Ge Lóng Recuerdo-de-Guerra-y-Paz

El rostro de Fan Bingbing enrojeció, con una mezcla de vergüenza e ira. Claramente humillado, tuvo que tragarse por una vez su ego y soportar todo lo estoicamente que fue capaz, mientras que era el monje invidente quien tomaba la palabra, no sin tensión.

No es propio de hombres que se dicen sabios asumir erróneamente, maestro Dishi. -Comenzó a hablar el monje- Fan Bingbing es un tan líder y un soberbio guerrero al servicio de la Madre Esmeralda, y habla con su propia voz. En ocasiones le aconsejo, sí, pero no deberías insultarle tratándole como a un muñeco o un cachorro indolente. No preciso explicar mis pretensiones, ni retorcer las palabras para justificarme. Puede que no hable en nombre de las Cortes de la Bestia, pero lo hago en la búsqueda de su prosperidad. Nos encontramos ante el espíritu encarnado de la Madre Esmeralda, venida a nosotros a la tierra bajo el cielo. Se trata de un brote de esperanza, que es nuestro deber regar y salvaguardar para que crezca próspera y fuerte, enraizando por los tiempos de los tiempos. Nada mejor, para ello, que su unión con una familia noble y fuerte, como la semilla de una dinastía que termine unificando todo el Mundo Medio e imponiendo las enseñanzas de la Madre por toda China. -Afirmó con rotundidad, palabras que causaron cierta tensión y desconcierto entre los presentes, incluidos los dos jóvenes que servían la mesa. Tan sólo Fan Bingbing se mostraba conforme con aquellas palabras, alzando su rostro con orgullo- ¿Acaso alguien puede ofrecer un futuro mejor a la tierra bajo el cielo?

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22/06/2020, 17:12
Rui Wu-San

Antes de comenzar a elaborar aquel resumen de la situación para que nuestro último invitado estuviera al tanto de lo que habíamos hablado, no sólo escuché la respuesta de mi tío, quien parecía instarme a dejar de cuchichear; sino que también pude comprobar cómo Gao y Kippei se ponían en marcha tras el gesto que les hice.

El respeto hacia el Maestro Dishi flotaba en el ambiente, aunque en el caso de Bingbing aquel respeto parecía ser más temor, y en el de Ge Long una obligación. Dishi parecía prestar atención a mis palabras, pero seguía jugueteando con aquella larga barba. Aquel hombre era un tanto peculiar, como continuaría comprobando cuando le pregunté por su opinión.

Me sorprendió su respuesta, pues todos nos habíamos pronunciado ya, pero aun así callé y asentí al terminar diciéndome que quería escuchar a mi contrario. Fue entonces cuando Bingbing quiso pronunciarse, pero Dishi le cortó aludiendo que quería escuchar a Ge Long hablando por su propia voz.

El maestro Dishi se pronunció de manera calmada, pero lejos de la calma quedaron las reacciones tanto de Zarpa-dorada como de Recuerdo-de-Guerra-y-Paz, procediendo este a pronunciarse y comenzando por decirle al maestro que estaba errado.

Resultaba indignante cómo aquel anciano hacía lo que decía no hacer, retorcer las palabras para justificarse, y es que claramente había tratado de hacer ver que hablaba en nombre de las Cortes de la Bestia. Tras su palabrería inicial continuó con otra que además me resultó complicada, aunque creí entender lo que decía, algo a lo que no terminaba de verle el sentido en realidad.

Miré a los presentes al finalizar el anciano su intervención, preguntándome si alguno tendría algo que decir. Parecían desconcertados, incluso tensos, pero no parecían tener intención de pronunciarse.

- ¿Puedo hablar ya? - terminé por preguntar, con impaciencia, aguardando apenas un par de segundos antes de pronunciarme. - Soy una ignorante en muchas de las cosas de las que hablan, y puede que a ello se deba que no entienda parte de lo que se está diciendo, pero quisiera entenderlo. - expuse de la forma más calmada que pude, aunque iba un tanto acelerada al hablar. - Si la Madre Esmeralda representa la fuerza de la naturaleza, ¿cómo puede crecer próspera y fuerte entre cuatro paredes? ¿Por qué lo mejor para un Kami es unirse a una familia noble? ¿No se habría alojado en ese caso el espíritu de la Madre en algún miembro de una familia adinerada? Y a parte de todo eso... ¿Cómo se supone que un matrimonio impuesto va a convertirse en algo beneficioso para todos? No entiendo cómo puede llegar eso a ser posible, ni por qué hay que imponer las enseñanzas de la Madre... - concluí con un claro tono de decepción.

¿Era así como funcionaban las cosas en ese mundo? ¿Cómo era la Madre Esmeralda en realidad?

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23/06/2020, 00:00
Director

Un tenso silencio se adueñó de aquella mesa tras la pregunta de Ge Long. Tenso y de rostros taciturnos y malhumorados, a excepción de dos: uno no era sino el aparentemente triunfal Fan Bingbing, pero enigmáticamente, el otro era el propio Dishi, que se mantenía expectante, con una críptica sonrisita bajo aquella barba con que no dejaba de juguetear.

Fue entonces que tomaste la palabra de nuevo, decidida como estabas a tomar las riendas de tu vida. Lo hiciste con un cierto aire de humildad en un principio, pero con vehemencia y liberando una larga retahíla de incógnitas, cosas que no comprendías. Y con cada pregunta, tu tío en un principio y a medida que hablabas también los hermanos de sentai de Zarpa-Dorada asentían, de acuerdo al parecer con tus palabras.

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23/06/2020, 00:00
Huang Chen Luz-en-la-Oscuridad

Con permiso, me gustaría responder a tales cuestiones. -Indicó Huang Chen, con gesto serio, pero hablando con la paciencia de un maestro, más que la de un señor de la guerra que era lo que aparentaba ser con aquella armadura- Al menos, mi propia visión de asuntos tan trascendentales. No, la Madre Esmeralda no crece próspera y fuerte en el interior de un palacio. Su presencia puede alcanzar a un lugar así, pero todos sabemos que su presencia es fuerte allá donde su creación es más fuerte, en plena naturaleza. -Afirmó ante el acuerdo de Hui Yin, Jian y Quiang, que asentían sin quitarle la mirada de encima, una mirada llena de respeto- Lo mejor para un kami no es unirse a una familia noble. Eso sólo es beneficioso para dicha familia. -Sentenció a continuación, causando un gesto de indignación por parte de Fan, quien mantenía un rictus iracundo apenas controlado- Nada beneficia a todos ni perjudica en lo absoluto. Todo es yin y es yang, todo tiene su lado positivo y su lado negativo, en mayor o menor medida. Un matrimonio impuesto tendría sus beneficios, pero sin lugar a dudas serían menores para el espíritu de la madre Esmeralda, e infinitamente mayores para quien pretenda obtener poder sobre la tierra bajo el cielo a través de su divinidad...

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23/06/2020, 00:01
Fan Zarpa-Dorada Bingbing

¡¿Cómo osas?! -Exclamó Bingbing, poniéndose en pie con un gesto salvaje que a punto estuvo de volcar la propia mesa- ¡¿Pretendes acaso conspirar para arrebatarme lo que es mío?!

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23/06/2020, 00:01
Hui Ying Eco-de-Otro-Mundo

No hay nada tuyo que podamos arrebatarte, Fan. -Intervino Hui Yin con frialdad, sin apenas mirarle- Decidimos el futuro de aquello que escapa a tu posesión.

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23/06/2020, 00:01
Fan Zarpa-Dorada Bingbing

¡¿QUIÉN LE PROTEGERÁ SI NO SOY YO?! -Rugió Zarpa-Dorada, fuera de sí, tanto que el propio Shunito, apartado de aquella mesa, pareció ponerse nervioso, soltando un gruñido.

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23/06/2020, 00:02
Huang Chen Luz-en-la-Oscuridad

Tú lo harás. -Afirmó entonces Huang Chen, con una calma extrema, girándose para mirar al Khan de forma estoica. Zarpa-Dorada parpadeó, consternado, sin comprender qué estaba diciendo su hermano de armas- Y yo. Todos lo haremos. Somos el Puño de la Estrella del Sur, el sentai que protege esta porción de la creación de la Madre Esmeralda bajo el cielo. Nuestro es el deber de velar por su seguridad, como de ofrecerle conocimiento y ayuda si así nos lo solicita. No necesita un esposo ni una jaula dorada para ello.