Partida Rol por web

Al recibir el corte en el hombro, mascullo -"Maldición"- e intento mantener el control. Después de hacer un rápido gesto con los brazos, mi cuerpo se convierte en una especie de niebla intangible que se desplaza hacia un lado, situandose de nuevo detrás de la chimenea para tener la cobertura de esta para futuros ataques. Una vez en la nueva posición, mi cuerpo vuelve a solidificarse, volviendo a adquirir la forma humanoide de cabeza astada y, aprovechando la confusión del hobgoblin (esto lo presupongo por que no creo que esté muy acostumbrado que un enemigo que está frente a él se convierta en nievla) lanzo una maldición "lñkjdsfi"- acto seguido lanzo rayo -"ñlkjdsfASDFdsfid sdf ASDFdfSDF sdaf"-

El tiflin, apareciendo y desapareciendo por todos lados, larga un rayo contra el combatiente naranja que lo hirió, matándolo de una explosión en la nuca.

Pero los hobgoblins no parecen demoralisarse por la masacre, al contrario, parecen disfrutarla! Demostrando la inteligencia táctica por la que se conocen, se reacomodan para tratar de llevar la batalla a su favor. Flanqueando al mediano que a matado a tantos de los suyos, dos de estos atacan. Ot pega un salto para atrás, esquivando el primer golpe, pero el segundo logra darle en la espalda, haciéndole un tajo a través de su armadura. El ultimo hobgoblin, trata de propinarle un golpe al otro mediano, pero falla, golpeando una de las patas de la mesa.

Mientras las llamas se expanden, empiezan a notar algo, unas vibraciones en el piso, correspondientes con el golpe de esos tambores tocando a un ritmo demasiado lento... pero antes de que puedan pensar en nada, el sonido de un golpe fuerte y un barril rompiéndose resuena en la esquina noroeste de la taberna, y mientras el techo se empieza a disolver en llamas, brea ardiente cae sobre las personas debajo. Un fuego en la chimenea hace una taberna mas acogedora, pero esto se esta yendo de las manos...

Malditas criaturas, mueran de una vez! El enano, dando un paso al frente, levanta el martillo contra el hobgoblin que acaba de pegar al mediano. el arco grande le da tiempo a su blanco para agacharse, y el martillo pasa inútilmente sobre este.

Con el goblin aun cayendo a mies pies, puedo volver a fijar la atención contra el que juega con su cuchillo y mi espalda. Le apunto con la daga que no es mucho mas larga que sus propios dedos, de repente hago un amago de que voy a lánzarsela, pero doy un salto al costado y con la otra mano encajo un certero golpe directo al cuello. - ¿ Tutche ? - Pronuncio en un pésimo acento.

¿ Ostias, las mochilas ! - Grito de repente - ¡¡ Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller, que se nos van a quemar las mochilas !!.

Echo a correr pasando junto el enano, con dirección a nuestra mesa.

Una vez sale el rayo de mi dedo e impacta contra el goblin siento como un gran oder se apodera de mi cuerpo, permitiendome desplazarme de forma inmediata a otra posición. Rápidamente concentro mi atención en la esquina suroeste, encima de una mesa, una zona despejada y desde donde tengo un buen angulo de tiro para poder seguir arremetiendo contra estos apestosos bichos que nos estan asaltando.

De repente un golpe sorde y una llamarada caen del techo en diversas partes de la taberna, -"Esto está pareciendo el infierno de donde, dicen la malas lenguas, procede mi gente..."- pienso, intentando concentrarme en la pelea e ignorar el calor, el ruido y cualquier otra distracción que no sea un goblien que tengo justo enfrente de mi, a unos pasos de distancia. La suerte me sonrie y este está distraido intentando atacar a un compañero de viaje pero se lo voy a poner dificil.

Cada vez más agotado y medio agachado, intentando evitar el calor, vuelvo a cantar los salmos pertinentes para lanzar un maleficio -"ñlkjds ASDFsdf"- contra dicho goblin antes de que pueda herir aún más a mis compañeros, per en esta ocasión no consigo conservar la concentración y se me va completamente de la cabeza el motivo de mis actos. El calor ha conseguido distraerme pero al menos intento reaccionar rápidamente y lanzar el rayo mortal que espero este si acierte.

-"Bien..."- pienso al ver que el rayo fluye de mi dedo al hobgoblin haciendolo saltar por los aires y chamuscándolo de lo lindo, -"mis antepasados estarian orgullosos de mi."-

Con el mediano escurriéndose al lado de este, el hobgoblin trata de acertarle un golpe con su espada, pero viendo la accion, el enano lanza otra martillazo contra la criatura, golpeándole la mano. Si bien falla en hacerle algún tipo de daño, el hobgoblin pierde el balance de su ataque falla al escurridizo pícaro.

-Si, maldita si, lo veo.- Replica Sir Alexander a Ot cuando le menciona sus mochilas. -Ya podíais quemar vuestra casa condenados.-

El mediano intenta lanzar un golpe para desviar la atención del goblin y ponerse a correr.

-Como se quemen mis calzones de la suerte se van a enterar.- Masculla para si.

Una vez sale el rayo de mi dedo e impacta contra el goblin siento como un gran oder se apodera de mi cuerpo, permitiendome desplazarme de forma inmediata a otra posición. Rápidamente concentro mi atención en la esquina suroeste, encima de una mesa, una zona despejada y desde donde tengo un buen angulo de tiro para poder seguir arremetiendo contra estos apestosos bichos que nos estan asaltando.

De repente un golpe sorde y una llamarada caen del techo en diversas partes de la taberna, -"Esto está pareciendo el infierno de donde, dicen la malas lenguas, procede mi gente..."- pienso, intentando concentrarme en la pelea e ignorar el calor, el ruido y cualquier otra distracción que no sea un goblien que tengo justo enfrente de mi, a unos pasos de distancia. La suerte me sonrie y este está distraido intentando atacar a un compañero de viaje pero se lo voy a poner dificil.

Cada vez más agotado y medio agachado, intentando evitar el calor, vuelvo a cantar los salmos pertinentes para lanzar un maleficio -"ñlkjds ASDFsdf"- contra dicho goblin antes de que pueda herir aún más a mis compañeros, per en esta ocasión no consigo conservar la concentración y se me va completamente de la cabeza el motivo de mis actos. El calor ha conseguido distraerme pero al menos intento reaccionar rápidamente y lanzar el rayo mortal que espero este si acierte.

-"Bien..."- pienso al ver que el rayo fluye de mi dedo al hobgoblin haciendolo saltar por los aires y chamuscándolo de lo lindo, -"mis antepasados estarian orgullosos de mi."-

El pánico cunde por la taberna, el repentino estallido de llama despierta a los clientes de la taberna, que veían pasar todo con impotencia. Uno de estos, en la parte sur de la taberna, agarra una silla y la tira por la ventana, rompiendo el vidrio, mientras su compañera se prepara para salir con el. La mecera por fin logra abrir la puerta, con la que había estado peleando en pánico todo el combate, y logra salir al callejón de atrás del edifico.

El único Hobgoblin restante, empieza a notar lo duro de la situación. Lanza un golpe rápido contra la cabeza del enano, que todavía recuperando el balance del martillo después de su ultimo ataque, no logra levantar el escudo a tiempo. El golpe resuena con el casco de este y, aprovechando la confucionismo del guerrero, el combatiente naranja pega un salto para atrás, alejándose de este, he inclinando las rodillas, se prepara para correr por la puerta.

El sonido recurrente de afuera sigue en aumento, por la calle junto al fuego en el nor-oeste. Ya están bastante seguros que no es un tambor...

No dejo de correr hasta llegar a la que ha sido nuestra mesa y pronto será pasto de las llamas. Agarro mi pertenencias y las cargo sobre el hombro. La de mi fiel compañero Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller, la pillo por una de sus asas y se la lanzo a los pies. - ¡ Venga que nos vamos !.

Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller agarra la mochila ys e la carga a los hombros, moviendose hacia la puerta en F4 y golpeando con su pequeña mano.

-Eh! ¿Estáis locos? La taberna está ardiendo, salid! La puerta de atrás ya está abierta! Vamos, vamos!-

-Venga Ot, por la puerta de atrás.- Continua hacia su compañero para luego mirar a los otros dos. -¡Eh, por aquí!-

Cuando veo los fuegos que salen sin parar, pienso que tenemos la situación muy poco "controlada".

Me fijo en el último hobgoblin que hay en frente de mi pero antes de atacarlo, veo al enano que se dirije directamente hacia él para darle caza -"bién Thoradin, demuestra lo que vales y acaba con él."- pienso, al ver que se pone en mi linea de visión y no puedo atacarle yo.

Al oir los gritos de Sir. Alexander haciendo referencia a la puerta del fondo, miro a mi alrededor para ver como está la situación, y salto de la mesa. Esquivando las llamas como me és posible, me dirijo rápidamente hacia la puerta del fondo, hacia la puerta que ha señalado Sir. Alexander como acceso abierto.

-"Thoradin, acaba rápidamente con esa asquerosa alimaña y corre..."- grito al enano mientras me acerco a la salida de atrás

Los patronos que se habían resguardado en la alacena salen despavoridos, tratando de agradecer a sus salvadores, pero entre la prisa y el pánico, no se les entiende ni una palabra. Y con los otros habituales de la taberna escapando por la ventana, solo ustedes quedan en la taberna, tratando de respirar con el agobiante calor e intoxicante humo.

El Hobgoblin sobreviviente decide que retirarse rápido es mas importante que con cuidado, y sale corriendo por la puerta. Ahora por fin están solos.

De la parte trasera escuchan a las personas gritar del otro lado de la puerta.

En el momento que me dispongo a salir corriendo, descubro que olvido algo importante. - ¡Yeeepa! - Con la mochila colgando ya de mi hombro izquierdo y aprovechando que ahora tengo ambas manos libres, retrocedo un par de pasos hasta nuestra mesa para agarrar las dos jarras de leche de cabra antes de que se echen a perder.

Con cuidado para no derramar su contenido, vuelvo a retomar mi "huida" por la puerta del norte.