Partida Rol por web

El pueblo ya se va asentando y las tierras ya se están arando para el cultivo. Parece que todo está encaminado y ahora que ya saben más o menos cual es su rumbo, necesitan tomar más decisiones. Ella se ha ofrecido voluntaria para encontrar animales para criarlos y que no les falte comida. Y siempre se pueden obtener otras cosas como pieles para poder intercambiarlos por otros recursos valiosos para el clan.

-Creo que deberíamos separarnos para encontrar los animales de crianza. Quizá también sería importante llevar a unos cuantos aldeanos, para transportar los animales al poblado. Además, creo que la mejor zona para hacerlo es en la zona de los riachuelos. Habrá muchos animales que acudan a beber agua. Podría estar toda una semana intentando encontrar animales. Al fin y al cabo, no tengo nada más que hacer.

Se encoge de hombros con eso último.

-Creo que el bosque siempre es mejor para la caza. Seguramente, los animales sean más grandes que los que se acercan a los riachuelos y la lagunilla. Así que podemos tener más carne y obtener más piel. Y en cuanto a los exploradores... quizá la zona de esa gran colina. Se estuvo debatiendo ayer como punto defensivo... quizá sea interesante.

Nuestro trabajo consiguió que tuviésemos un campamento principal al lado de la lagunilla. Las obras de construcción del gran salón comenzaron rápidamente, así como los intentos de hacer agricultura en el que ahora es nuestro hogar. Nos sentamos nuevamente a discutir, cuando el momento apropiado llegó y permanecí en silencio, mientras analizaba las cosas.

Cuando ya se dividen las tareas, me acerco a nuestro líder y le hablo:

 - "Iré a cazar para el clan. Es mi especialidad, así aprovecharé de explorar un poco. Iré solo, soy más sigiloso así. Si vas a hablar con Lávidr en algún momento, te acompañaré también."

Espero su respuesta antes de marcharme, pues realmente es lo que haré de todas formas aunque no esté del todo de acuerdo. Cuando se me mete una idea en la cabeza, la hago aunque sea lo último que haga.*

Como líder, tenía la responsabilidad de mirar por el bien de su pueblo, pero también sabía que eran un pueblo fiero e independiente y no seguirían las órdenes directas, por lo que, mientras todo lo que se hiciera fuera con cabeza, Niklas no tenía problemas en dejar que cada uno hiciera lo que considere correcto.

- No os voy a decir a cada uno cómo actuar, pero sí que diré lo que hay que hacer, como ya debatimos. Comida y edificios es lo más importante, luego conocer el terreno y defenderlo. Sobre los recursos, ya nos ocuparemos cuando lo más urgente esté ya encarrilado, aunque para tener ése punto atado, yo iré a visitar a nuestro clan aliado y tampoco es necesario que me acompañe nadie a excepción de un voluntario fuerte y voluntarioso, pues será necesario para llevar comida para negociar, y alguien que sepa manejar bien el arco, para disuadir a posibles atacantes desde lejos. Prefiero que utilicéis todas vuestras fuerzas en lo importante, no en un viejo chocho como yo. Ahora bien, a los respectivos cabecillas os pido que si vais llevaros a gente con vosotros, que sea para las tareas más urgentes, es decir comida y edificios. Por mi parte es todo, voy a prepararme para el viaje. - les dijo a todos.

Poco a poco, se fueron separando y cada uno iba eligiendo las tareas que se le daban mejor, a lo que Niklas simplemente contestaba asintiendo con la cabeza y tomando nota mental*, para saber cómo se habían distribuido la faena. Había mucho que hacer. Y si quería que le respetaran, él tenía que respetarlos a ellos también.

El viaje sería duro, pero ya había viajado mucho a solas y no estaba del todo indefenso.

Eskol escuchaba lo que decían las cabezas pensantes y refunfuñaba por lo bajo, hicieran lo que hicieran, siempre encontraba el lado malo de las cosas. - No...si va sólo seguro que se lo comen los lobos... - o - Bah, no encontrarán animales para cazar y todo será un desastre - así era él, pero curiosamente, cuando pensaba en hacerlo él, no se le ocurría autocensurarse, o al menos no tanto como a los demás. Por suerte, esos pensamientos corrían sólo en su cabeza, y no los expresaba de forma externa, porque si no, lo hubieran corrido a guantazos entre todos.

- Yo iré con vos, viejo mender. - declaró cuando habló Niklas. Le acompañó en sus preparativos, mientras el viejo mender le explicaba que los dos primeros días los dedicaría a explorar y luego marcharía con los dos o tres voluntarios que había pedido. - Bien, eso me dará algo de tiempo para explorar y cazar en esa zona, y luego iremos a ver que saca...aunque creo que es una causa perdida. - le dijo a Niklas.

Respetaba al anciano, pero no iba a callarse sus ideas por nada.

Jendalos lamentaba separarse de los suyos pero sabía que era necesario si querían cubrir todas las necesidades del clan en poco tiempo y sobrevivir. Sus años de simple granjero en una de las aldeas cercanas a la capital del reino de los humanos lo habían hecho decantarse por la tarea que a primera vista parecía más sencilla, recoletar alimentos de las tierras circundantes, pero que en un lugar tan inóspito como aquél, no debía de serlo tanto. Al menos contaría con la ayuda de Alistar, o eso esperaba. Y también se llevaría un puñado de hombres, cuanto más consiguieran reunir ahora menos esfuerzo tendrían que hacer en el futuro, cuando las cosas fueran más difíciles.

- Alistar, creo que si vamos juntos cubriremos más terreno - el hombre estaba mostrando un comportamiento un tanto cenizo que no agradaba a Jendalos, pero en aquellos momentos tenían que cuidarse los unos a los otros y mantenerse unidos, - Me gustaría llevarme unos cuantos hombres conmigo, media docena o así, así podremos cargar más alimentos que traer al campamento si encontramos un lugar donde abunden las provisiones. Yo apostaría por los terrenos cercanos a la lagunilla, aunque en el bosque además de animales también podríamos encontrar alimento en los árboles, arbustos, además de setas y demás. La colina también se merece que le echemos un ojo, podríamos encontrar algo interesante - no es que tuviera las esperanzas muy altas respecto a eso, probablemente no encontrarían mucho y el alimento estaría desperdigado por todo el territorio, así que tendrían que emplear todo el tiempo posible en aquella tarea. Pensaba dedicarse a ello toda la semana, pero Niklas anunció que el viaje para intercambiar productos con sus vecinos se daría en dos días, de modo que durante aquel tiempo no podría dedicarse a recoletar alimentos. Le interrumpía el trabajo a la mitad, pero ya había dado su palabra de acompañar al mender en su misión y protegerlo si hacía falta.*

- Bien, estaré listo para el viaje dentro de dos días y cuando este acabe regresaré a encargarme de la recolección. Estoy de acuerdo en llevar algunos hombres junto al carro, no nos vendría mal un yox para tirar de él pero tenemos que apañarnos con lo que tenemos - tampoco quería llevarse muchos guerreros y dejar desprotegido al clan, además de que cuanto más grande fuera el grupo más recelo despertaría en los de Ládvir. Mejor un grupo pequeño compuesto por humanos, avanzarian más rápido que los Varls y estos podrían centrarse en explorar sus nuevas tierras.

Muchas decisiones debían ser tomadas por concenso en el clan. Lo primero era enfocarse en la caza. Yo no estaría entre los cazadores pero era parte de las opiniones que podían ser escuchadas. La respuesta era complicada, una moneda en el aire para decidir si se dedicaba mucho o poco tiempo. Un día no era nada en cacería, tal vez comida para una noche. Pero una semana era gastar mucho recurso vivo arriesgando el tiempo limitado. Cazar era el primer problema. solos o juntos? para mí la respuesta era obvia - En mi opinión, esta es una tierra que puede suponer peligros. Si no la conocemos, lo mejor es explorarla en compañía. La cacería no debería ser sola, al menos por ahora. En lo que a mí pudiese competir, Usar 3 días es lo idoneo. Da tiempo a conocer el territorio y evaluar el valor de la caza para las siguientes incursiones - miré un momento al techo, tratando de buscar una respuesta con respecto a qué zonas habría que visitar para la caza - mmm... Creo que lo principal para cazar sería la lagunilla y los riachuelos. Todas las bestias necesitan agua para vivir, y habrá una amplia visión para atacarles desde la distancia. Luego las llanuras, donde probablemente hayan ganado de tamaño considerable. Ya por último el bosque, en donde muchas criaturas de menor tamaño se ocultaran del frío que se avecina.

Ahora, mi trabajo como recolector es un tiempo que quiero tomar en cuenta por la misma razón - volví a ver al grupo mientras me sentaba en una silla de la habitación para reposar un poco - Concuerdo contigo Jendalos, juntos cubriremos mas terrreno. Somos ahora un pueblo, y como tal debemos alimentar bien a nuestra descendencia, a nuestros protegidos. - Peiné mi barba unos segundos, una práctica que había adquirido recientemente y totalmente inconsciente al pensar - Igual creo que moverse acompañado es lo mejor. en este caso llevar civiles, es solo recolectar. 3 días serán tiempo suficiente para revisar nuestros alrededores y tener tiempo para seguir actuando en pro de la comunidad. El Bosque, La lagunilla y las colinas me parecen los mejores sitios para recolectar.

El tema se hacía pesado. Ya había escuchado al resto, eran tantas cosas por decidir y tan poco tiempo - En la caza de animales de crianza no seran igual de útiles los guerreros, preparados con la fuerza para domar a los mas indómitos. Debido a mi inclusión en el grupo de recolección, no podría estar todo el tiempo con el grupo, pero esos 4 días disponibles seran mi fuerza puesta con uds y todos aquellos que nos necesiten. Acá ya prefiero que recorramos la llanura, así como la frontera y la lagunilla.

Ya chequeados mentalmente todos los puntos me doy un espiro, desvío la mirada del techo y la paso sobre cada uno de la mesa - De la exploración no sé mucho. Creo que es mejor que esa decisión la tomen los exploradores - y sonrío, es agotador esto...

La arquera, silenciosa como siempre, permaneció atenta a las palabras de todos los presentes acerca de como proceder y ayudar así a su clan. Es una devota de su familia y del clan completo, siempre preocupada en como ser un aporte para los demás, por lo que, después de sopesar bien sus opciones, habló:

 - "Yo ayudaré a capturar animales para ser criados."

Miró a su hermano Erik, en busca de aprobación pues era cazadora como todos los suyos y en la mirada del hombre encontró un gestó positivo, lo que le hizo sonreír, satisfecha de haber tomado la decisión correcta.

Niklas dijo: Yo iré a comerciar, me llevaré sólo varios guerreros. Gracias por ofrecerte Jendalos. - 

Tras eso, se preparó para el viaje. 

Eskol, viendo que el viejo mender rechazaba cualquier ayuda y conminaba a hacer a cada uno lo que mejor se le diera, decidió aprovechar el tiempo y cazar. 

- Yo también cazaré. - declaró. - Iré a la ciénaga, y luego al bosque..y probablemente me acercaré hacia el territorio Lávidr, prefiero que nosotros nos quedemos los animales que estén en medio de ambos territorios, que ellos. - les dijo a todos. 

Tras las primeras importantes decisiones, hubo otras que se tomaron en aquella primera semana, sobre todo en el primer día de la misma, justo cuando los trabajos en el gran salón comenzaban. Estás concernían a las labores importante que podrían llevar a cabo antes de que llegase el invierno, como era buscar zonas de recurso, cazar, explorar, comerciar, etc. Aunque todo ello podría a su vez traerles complicaciones si no conseguían sacarle el suficiente provecho, y es que, invertir gente y esfuerzo en una tarea que no les condujera a nada, estaba íntimamente ligado con el hecho de pasar hambre durante el invierno.

Durante el primer día de su salida cazar, Eskol se dirigió a cazar a la ciénega acompañado por otros cuatro guerreros humanos. Tras una inspección de más de una hora a la zona, concluyeron que allí encontrarían en su mayoría, animales pequeños como grandes roedores (en grandes cantidades), algunos pocos felinos y venados pequeños, algunos primates pequeños que deambulaban en las alturas; diversas aves que cazaban a los animales y diversa vida en descomposición, varios tipos de raros peces entre las aguas profundas de la ciénega, así como muchos pequeños crustáceos que prácticamente se podían capturar con las manos, de no ser por que eran rápidos y por que tenían tenazas poderosas. Pero lo principal era una rica cantidad de vida anfibia, desde grandes y lentas tortugas que se alcanzaban a ver hacia el centro de la ciénega, así como grandes cantidades de ranas, sapos e iguanas. Y todo ello sería muy bueno, de no ser por que allí, abundaban también grandes reptiles parecidos a cocodrilos, y en gran cantidad, tan grandes como nunca antes habían visto. Y claro, lo que no podía faltar eran insectos, grandes insectos.

Durante el primer día de su salida cazar, Erik se dirigió a cazar solo al gran bosque. Tras una inspección de más de una hora a la zona, concluyó que allí encontrarían en su mayoría, animales pequeños o de tamaño moderado como grandes roedores, conejos y varias especies aves que moraban allí, así como Jabalíes, diversos ciervos en múltiples especies, y a su vez, muchos insectos. Había rastros también de lobos y animales aún más grandes como osos. Al menos por el día actual, habría de intentar cazar allí.

Durante el primer día de su salida a recolectar alimento, Jendalos y Alistar se dirigieron a recolectar acompañados por seis civiles humanos al gran bosque. Alistar al ser la más experimentado iba siempre al frente y daba muestras de saber lo que hacía y lo que había que hacer. Tras una inspección de más de una hora a la zona, concluyeron que allí encontrarían principalmente grandes arboles como abetos, pinos y abedules, y en grandes cantidades. A su vez había muchos helechos y musgo por todas partes. Encontraron pequeñas plantas silvestres con frutos pero en pocas cantidades, de allí, con algo de esfuerzo podrían conseguir arándanos, fresas, uvas, moras y grosellas. A su vez era probable encontrar algunos tipos de plantas comestibles, y sin duda hongos, pues de estos últimos si que había en grandes cantidades.

Durante el primer día de su salida para atrapar animales de crianza, Gerda y Alistar exploraron la lagunilla acompañados por seis civiles y tres guerreros, como tuvieron tiempo dado su amplio número, recorriendo parte de las llanuras. Alistar al ser el más experimentado iba siempre al frente y daba muestras de saber lo que hacía y lo que había que hacer. Tras todo un día explorando el lugar, llegaron a la conclusión de que aunque muchos animales se acercaban a la lagunilla, en general allí encontrarían mas animales para cazar que para crianza, salvo si quisieran criar jabalíes

Tenían claro que deberían encontrar cabras, ovejas, conejos, aves de crianza, bueyes, e incluso grandes ciervos.

Durante el primer día de su salida para atrapar animales de crianza, Astryr exploraró la lagunilla acompañados por seis civiles y a su vez, como tuvieron tiempo de sobra dado que el otro grupo también intentaba atrapar animales en la misma zona, recorriendo parte del gran bosque. Tras todo un día explorando el lugar, llegaron a la conclusión de que aunque muchos animales se acercaban a la lagunilla, en general allí encontrarían mas animales para cazar que para crianza, salvo si quisieran criar jabalíes. En el bosque por el contrario, la situación podría ser mas fácil, sobre todo con los grandes ciervos, conejos y las aves de crianza.

Tenían claro que deberían encontrar cabras, ovejas, conejos, aves de crianza, bueyes, e incluso grandes ciervos.

Durante el primer día de su salida de exploración, Troknir, Rangvald y Einar se dirigieron a la gran colina que se encontraba en su territorio; y para ello llevaron con ellos a otro Varl y a 3 guerreros humanos. La recorrieron toca completa y comprobaron que era un lugar que se podría fortificar bien, pero que a su vez, llevar agua y alimentos allí, sería una tarea muy difícil, y por ello era mas útil como fortaleza defensiva en caso de necesidad que como hogar. Había allí también una gran cueva tapada desde afuera con grandes rocas, como si alguien decidiese en un pasado, bloquear su acceso.

En el segundo día, dejando atrás la colina, el grupo de Varls se concentro en la lagunilla, la cual ya conocían en lo básico, pero era importante conocerla a profundidad. Durante la mitad de aquel día recorrieron los alrededores comprobando que había gran fauna y flora en los alrededores, e incluso había varias plantas, peces y aves en las orillas debido a su poca profundidad. La tierra se mostraba fértil y había varias plantas con fruto dispersas por la zona. Desde las montañas, los riachuelos daban pie a la lagunilla en pequeños saltos de agua que iban de uno a seis metros de altura y que en algunos casos formaban pozas de gran profundidad que se conectaban a la lagunilla. Hacia el norte de la lagunila, el terreno iba dando pazo poco a poco a la ciénega oscura que conformaba el extremo norte de su territorio.

Su viaje comercial inició por la tarde del primer día tras establecerse en su nuevo hogar. Habían ya resueltos los preparativos para múltiples tareas, incluida la que ahora les atañía a Niklas y Jendalos. Con ellos viajaban cuatro guerreros humanos con el fin de darles protección de ser necesario e incluso cargar con las cosas que consiguieran si no se daban a vasto con carro que llevaban.

En su camino hacia el asentamiento del clan Lávidr hacia el oeste en torno a un pequeño lago que se formaba con las aguas que bajaban desde las montañas, se encontraron curiosamente con que un séquito de dicho clan viajaba también con el mismo fin en dirección contraria. Así, ya entrada la noche de aquel día, ambos grupos montaron un campamento y se dispusieron a cenar mientras hacían transacciones. Por parte del clan Lávidr solo se encontraban tres figuras de importancia, Embla, Egill y el discípulo de Niklas, Fridtjof, el cual claramente no estaba nada contento con la situación, pues volvían a encontrarse tras muy poco tiempo.

Eskol, acompañado de varios silenciosos guerreros-cazadores, sopesó sus opciones. Había mucho donde elegir, y había que hacerlo sabiamente. Por experiencia, las aves solían dar una carne sabrosa, pero eran complicadas de cazar y ofrecían poca cantidad en comparación con el esfuerzo empleado. Cazarlas tenía sentido si eran un complemento a tu dieta normal, pero si necesitabas la mayor cantidad de carne que pudieras, no eran la opción más lógica. Por contra, los venados, linces y primates serían los primeros en desaparecer en cuanto se pusieran a cazar, por lo que parecían la mejor opción. Darían una carne aceptable y en bastante cantidad, así que sin dudarlo, se pusieron a ello. Tras cuatro días cazando éste tipo de animales, se dedicaron otros dos a cazar tortugas y esos grandes cocodrilos, si bien no estaba seguro de cómo sabría su carne, sin duda sería mucha. Por último y para completar su contribución con algo más sabroso, el último día lo dedicaron a atrapar animales pequeños. Aquello estaba lleno de roedores de todos los tamaños, y habían unos gordos y no muy rápidos cuya carne Eskol ya conocía y estaba exquisita en un espetón.

El viejo Mender sonrió al ver la comitiva Lavdir de camino a su zona, pues como había previsto, ellos también eran un clan con palabra y esperaba encontrarlos de camino. A pesar de ello, elevó una plegaria a los Dioses por su oportuna bendición. Aquello haría todo mucho más rápido, con lo que quizá les sobrara tiempo para poder ayudar a recolectar alimentos.

Una vez con ellos, Niklas no pudo si no pensar que quizá Loki se estaba riendo de él, pues Fridtjof estaba allí también, y rogó paciencia y sabiduría a la madre de todos para que ambos pudieran contener sus rencillas personales en pro de la supervivencia de todos, así que decidió ignorarlo y plantear sus cuestiones sin entrar a trapo en ninguna de sus provocaciones.
 

La estrategia de cazar en el gran bosque fue una buena idea pues este está plagado de distintos tipos de presas. Mi primera idea, cuando entiendo todo el espectro de presas que tengo a mi disposición en ese lugar es cazar a los depredadores, como lobos u osos primero, pues además de aportar con su carne, libera nuestras tierras de sus peligros y aumenta la proliferación de otras presas para nosotros.

Pero soy un hombre sensato y sé que intentar cazar ese tipo de presas solo es tentar a la suerte. Los lobos nunca atacan de a uno y el oso es peligroso, un error y eres un cadáver. Dejaré esa labor para cuando venga con más hombres.

Por lo tanto, me encargo de encontrar grandes presas o manadas de animales que no se defienden y así poder hacer una cacería estratégica y selectiva de las presas más apropiadas para llevar al clan. Considero siempre también la capacidad de transporte que tengo, pues aunque no me cuesta nada cargarme un ciervo horizontal sobre los hombros y llevarlo, no podría hacer lo mismo con un alce.