Partida Rol por web

Ahora mismo estáis al lado del embarcadero.

Con mi hermana cogida de la mano, me acerco a Guntar mientras todo el mundo está en la puerta, observando el gentío que se ha formado.

Padre, ¿qué demonios ha querido decir el chamán? a pesar de todos los prejuicios sobre el loco y rarito chamán, Torn sabe de la importancia de estos hechiceros, por lo que en rara ocasión se la oye tratar con desprecio a aquellos que han demostrado su valía. Han asustado a Gyda, y, no creo que sea para tanto. Otras veces hemos tenido guerra, y no por ello ha dejado de existir la tierra, ni el cielo se ha caido sobre nuestras cabezas.

No debes asustarte, Gyda - dice mientras acaricia con ternura los rubios cabellos de la pequeña, levantándo la voz para ser oído por encima del ruido que crece en proporción a las bebidas ingeridas, haciendo que todos podáis oírle - No son más que sueños y visiones, no pueden hacerte ningún daño.

Ser profundo con claridad, y no con palabras oscuras, es un arte que pocos dominan - continúa, volviéndo su rostro hacia el de Tornbjorg - ese desgraciado no está entre ellos, y al parecer, nuestra nueva godi tampoco. Mañana Svala lanzará los huesos, y sabremos más si los dioses quieren.

Por el momento, hay otras cosas que me preocupan más. El incidente de la plaza está resuelto, pero me extraña que ese perro eslavo de Rumhird no haya venido ya para restregarme sus leyes... - añade, echando una nerviosa mirada hacia la puerta - seguro que ya está enterado. Nada podemos hacer salvo esperar, me temo.

Pero esto son preocupaciones de viejo. Ve y diviértete, bailad las dos si conseguís que ese skald ponga algo de música para animar la velada - despide a sus hijas con un gesto - Ah, y envíame a Kolbein, hay que organizar las guardias.

Sin añadir nada más, llama con la mano a la esclava que lleva los cuernos con hidromiel, y tomando dos los apura sin respirar uno detrás de otro, derramando buena parte sobre la barba. Sin duda, es una gran fiesta.
 

Llendo a por Kirk y Lorky les indico que
Debemos seguir con la vigilancia de la hija de Guntar. No la perdais el ojo, segun Guntar ahora mas que nunca

Con ternura, acaricio la cabeza de la pequeña y, sonriendo ¿Has visto? no tenemos de qué preocuparnos.

¡Ven, vayamos a hablar con Sveim para que no cante algo mientras vamos a buscar alguna bebida! digo llevándome a mi hermana hasta Sveim

Te has quedado muy callado, y hoy es un día propicio para que todos puedan disfrutar de tu arte. ¿Por no nos deleitas con algo a Gyda y a mí mientras vamos a por algo de beber?

Todos veis como Baraka abandona el Gran Salón tras conversar en voz baja con Guntar.

Veis venir a Baraka desde la puerta norte, con una antorcha que ilumina su camino. Os dais cuenta de que entre unas cosas y otras, se ha hecho de noche y no se han organizado guardias, las torres de vigilancia que hay al lado de cada puerta están desprotegidas en este momento.

Viendo la situacion, rapidamente Lorky se da cuenta de que algo falla. Una Fiesta, con borrachera y desenfreno, sin guardias preparadas ni vigilancia, aqui algo se esta haciendo mal y hay que dar el aviso. Es el momento soñado por todo saquedador para atacar y hay zonas sin defensa, asi que hemos de organizar esto y rapido, amigos.

No lorky. Guntar me ha ordenado que organizemos las defensas de las torres y de la puerta Norte. Venia deciroslo. Manos a la obra. Aparte no podemos de dejar de vigilar a Tornbjorg los tres. Por lo que las guardias las haran los demas. Avisar y organicemonos.

Olaf llega de arreglarse al lugar donde están los tres guerreros conferenciando. Mira alrededor.

-Bien, estoy listo, ¿vamos al banquete o qué? ¿Pasa algo? ¿Estais inquietos? ¡Haceis bien! Os ayudaré, si quereis.

Tras hablar, sigue mirando aquí y allá. Un poco ido.

Dirías que Lörky, Kirk y Baraka tienen un aura muy inferior a la tuya. No puedes detectar nada más en esa distancia.

Bueno de todas formas prefiero hacer la primera guardia en la torre de la puerta del Norte, para asi luego mas tarde hacer la del sur. Hoy no tengo ganas de mucha fiesta... Aunque luego os ayudare en la vigilancia de la niña. Por lo que yo voy primero a la torre del Norte, Jobär irá a la torre del sur, y vosotros tres os encargareis en el primer turno de la niña. Luego cambiamos y se vienen a sustituirnos Olafersson y Kirk, que les toca a ellos esta noche. Y luego ya sabeis, despues de unas canciones y una comilona y tres cervezas, venis a darnos el cambio. La rutina de siempre. Organizado queda. Ya me contareis si ocurre algo luego.

Sin esperar a la confirmacion me retiro hacia mi posicion, La noche se nos a echado encima. Sera mejor que me de prisa en acostumbrarme a la oscuridad.

De acuerdo, yo hare hoy de "niñera". A ver que caprichos se le ocurren hoy a la hija de Jarl. El gran vikingo se dirige hacia la fiesta a buscar a su escoltada. Que se de bien la noche amigos, espero que no tengamos Movimiento.

Sin decir palabra, aunque con un gesto de exhasperación, Kirk sigue a Lörky hacia el interior del Gran Salón

La puerta se abre de nuevo, y podéis atisbar durante un instante que ha comenzado a nevar. El invierno ha llegado con anticipación. Baraka y Kirk la cierran detrás suyo, y se acercan a Kolbein, Olafersson y Jobär, que están cerca del trono. Tras unas breves palabras, Jobär toma su escudo y su hacha, situados junto a las demás armas contra la pared del fondo, y ajustándose una capa de pieles sale al exterior.

Al abrir la puerta, encuentra en ella a Olaf, que entra a su vez. Pese a que se supone que se ha lavado, su aspecto es muy similar al que tenía cuando abandonó el Salón. Su pelo aceitoso, en especial, no parece más limpio en absoluto. Sin embargo Guntar hace un gesto aprobatorio con la cabeza, mientras ingiere hasta el fondo otro cuerno de hidromiel, y esto es suficiente.

Te sitúas en la torre Norte. Todo está absolutamente en calma, y con la nevada que está cayendo lo más que podría ocurrir es que un oso decidiera acercarse al embarcadero atraído por el olor a pescado.

Solo se ven luces en la Gran Casa de Rumhird el Eslavo, situada en la colina que hay sobre la bahía. El resto de la ciudad está prácticamente a oscuras, a excepción de algunas antorchas aisladas aquí y allá, frente a la forja, los establos y dentro del templo, que suele estar bien iluminado.

Maldices tu suerte mientras el cielo escupe nieve en forma de grandes copos. Hace mucho frío, y seguramente comenzará a cubrirse el suelo de blanco en muy poco tiempo, pese a que está húmedo después de las últimas lluvias. Estás enfrascado en tus pensamientos cuando oyes algo de alboroto. La puerta del Gran Salón se ha abierto, dejando salir al exterior por un momento el ruido de la fiesta.

Tras unos instantes, ves acercarse la inconfundible figura de Jobär, envuelto en una gran capa de piel.

Casi prefiero hacer la primera guardia - te dice Jobär levantando la voz hacia ti mientras trepa por la escalera de la torre, antorcha en mano - En una noche como ésta, mejor estar bajo techo cuando la nieve arrecie. Por lo visto, el Jodido Tuerto ha decidido que pasemos frío antes del el misseri... - añade con disgusto - Dentro de un rato vendré por aquí...

Con un gesto de cabeza, se encamina por la muralla hacia su posición en la torre Sur.