Partida Rol por web

Brunhild, en el momento de calma que sigue a la tensa ceremonia, nota algo peculiar. Tanto Rumhird como sus hombres se mantienen alejados de ella, evitando ser salpicados en todo momento por la sangre del sacrificado animal, lo que resulta inexplicable para un creyente que deseara ser bendecido con la magia espiritual de Odín.

Otar no puede evitar vigilar al explorador picto de Rumhird. Mientras rastreaba cuidadosamente todo el perímetro, el picto mira desafiante a "El Blanco" por un momento, y luego se sitúa en una posición elevada muy cerca de donde tendrá lugar la Thing.

La llegada a la casa de Rumhird no es demasiado gloriosa. Uno de los enomes daneses está de guardia ante las puertas, y te mira sin sorpresa. Dando dos fuertes golpes de aviso en la madera, te flanquea el paso sin mediar palabra.

El enorme salón, que parece tapizado por completo por pieles de animales, está realmente oscuro. Las ventanas han sido selladas, aunque esto no puede ser visto desde el exterior. Solo una docena de velas, de curiosa factura, rodean en el centro de la estancia a la bellísima Zahira, a la que llaman La Estrella Oscura. Sentada dentro de lo que ahora que tu vista se está adaptando a la oscuridad puedes notar que son extraños dibujos geométricos trazados en el suelo, te invita a acercarte con un seco gesto, después de observarte con intensidad durante unos instantes.

Muchos problemas me has causado. Si tuviera más tiempo, te aseguro que el dolor te traspasaría hasta cotas inimaginables durante las largas noches de invierno, antes de que comerme tus entrañas mientras aún estuvieras con vida... - dice con una voz de ultratumba, escalofriante, que parece provenir de las profundidades del mundo - Pero espero que aún me resultes útil...

Tu tarea es sencilla, hasta una aberración como tú podría cumplirla - te espeta, con desprecio - Quiero a Gyda, esa miserable cría. La quiero viva. Para qué no es asunto tuyo, aunque por hacerte sufrir te diré que la sangre del Jarl me es grata..., y necesaria para lo que vendrá - añade, pasando la lengua sobre sus sensuales labios.

Te harás con ella y la llevarás al barco. Y hazlo ya. Será fácil, supongo que esos infelices aún confían en ti. Cuando vuelvas veremos qué hacer contigo.

Con un autoritario gesto de la mano, te despide, y tus pies no pueden evitar caminar marcha atrás hacia la puerta, mientras tu cuerpo hace patéticas flexiones de torso que quieren ser reverencias.

El enorme danés cierra la puerta tras de ti, y te ves de nuevo en el frío exterior. Comienza a nevar.

La ceremonia ha sido un éxito, y cuando la procesión que sigue a la Godí regresa a la Explanada, es el momento de comenzar la fiesta.

Por más que permanecéis atentos, nada extraño ocurre. Transcurren las horas y os mezcláis con la gente, que parece relativamente feliz. La celebración continúa. Se bebe y se come sin medida, nada parece faltar gracias a las provisiones que los esclavos del Jarl han traído en dos carros de mano.

QUÉ HERMOSO EJEMPLAR..., ESPERO QUE ODÍN AGRADEZCA EL REGALO - atrona la voz del Ruidoso, inclinado sobre el cadáver de Sibarnandan - NUNCA PODRÉ CRIAR OTRO IGUAL... - llora a lágrima viva, evidentemente muy borracho.

El momento ha llegado... - os susurra uno por uno Kolbein - El Jarl visitará ahora a Svala, La que Puede Ver. Permaneced vigilantes. Después regresaremos aquí, y tendrá lugar la Thing...

Las antorchas se encienden y Guntar Pies Fríos, acompañado por Tornbjorg y Brunhild, abren la marcha por el sendero que les conducirá a la caverna donde espera la shamán.

La comitiva llega hasta la entrada de la caverna. Se hace un tenso silencio, roto solo por los crujidos que surgen de los nudos de la madera y las volutas de aceite de ballena provenientes de las numerosas antorchas.

VENIMOS ANTE TI, POR VOLUNTAD DE ODÍN!! - grita - LA PIEDRA DEL BRÍO DE LA CRIATURA QUE LOS HUESOS ORDENARON, POR TU VOZ, SACRIFICAR, SE HA DETENIDO Y NO ES AHORA MÁS QUE FESTÍN DE CUERVOS!!

¿MIRARÁ LA PODEROSA SVALA AHORA EL DEVENIR QUE ESPERA A UPPLANDS PARA EL JARL, Y TODO SU PUEBLO? - pregunta, permaneciendo de pie frente al umbral.

Comienza a nevar.

Olaf se dirige de nuevo a la fiesta, con una vaga sensación de tristeza por lo que va a hacer. Imaginando que la fiesta está en su apogeo se dirige a la explanada para ver desde fuera, sin ser visto.

- Habrá que improvisar... ¿de qué arsenal disponemos, oscura majestad? ¿Sabes algún hechizo que nos pueda ser útil?

Camina por el suelo frío, mirando las sombras, espiando desconfiado por si alguien le ha seguido.

- No me gusta lo que haces - Dice Cuervo.

- Cierra el pico, sabes que los designios del tuerto son inescrutables, ¡¡déjate llevar!! De todas maneras, no tienes más remedio que obedecerme.

Aprovechando la marcha hacia la cueva de Svala la que puede ver, susurro a Guntar y a Torn lo que ha sucedido: Rumhird y sus hombres han rehusado de forma sacrílega las bendiciones de Odín.... a mi juicio eso vale tanto como una declaración de guerra.

Eso es preocupante, sin duda... - te contesta el Jarl teniendo buen cuidado de no ser oído por nadie - pero no veo cómo podríamos usarlo en nuestro beneficio - tras una pausa, añade - Si les acusamos abiertamente, lo negarán. Y cuenta con el favor del pueblo, sería nuestra palabra contra la suya, y las cosas ya están bastante mal...

Se expone mucho. No es propio de él. Quizá algo ocurra esta misma noche... - asiente Tornbjorg.

Abstraido en tus mono- diálogos y distraido por la persistente nieve, caes de repente en la cuenta de que estás en la Explanada y allí no parece haber nadie. Se han marchado.

Cuando prestas algo más de atención, oyes unos sonidos como de raspado, que parecen provenir de la Piedra Sagrada, aunque estás lejos para comprobarlo.

Te das cuenta también de que deben haber hecho el sacrificio y se habrán dirigido, seguramente, hacia la caverna de Svala, La que Puede Ver.

Tomemos precauciones: los houscarls de Brunhild y Guntar sólo podrán beber por la cortesía, y deberán estar tan armados como los hombres de Rumhird... sólo como disuasión...

Se le pone sonrisa astuta y rencorosa.....

Olaf mira los signos. Mira a ver si ha ardido la "trampa" que puso en el haz de leña, olfatea el ambiente, a ver si huele a grasa de ballena, y a hongos, que tienen ambos un olor peculiar, que conoce bien. Mira, por último, al altar, con su visión mágica, para ver si sigue reluciendo la piedra.

Devolviéndole la sonrisa a mi amiga No serán los únicos que vistan sus mejores galas. luego, acercándome un poco más le susurro al oido si te soy sincera, llevo ya mucho tiempo queriendo ajustarle las cuentas a ese comepapillas.

Sveim durante la fiesta intenta levantar un poco el sombrío ánimo que se ha apoderado de todos los habitantes de Uplands. Para ello comienza a cantar con voz potente mientras sostiene en alto un cuerno de hidromiel.

♫ Este es mi canto de aliento
    todos hermanos de sangre  ♪
♫ hombro con hombro os siento
    tu orgullo seremos padre  ♪

♫  Nació el día de gris color
    certeza de muerte aguarda  ♪
♫  rojo de sangre su sabor
    deja nuestra boca amarga  ♪

♫  Pronto moriremos todos
    deseo que espada en mano  ♪
♫  la muerte nos cerca hermano
    quiere de vida hacer robos  ♪

♫  ¿Todavía hay luz que brille
     en hogares y salones?  ♪
♫  si el sol se rinde y se pone
    encended antorchas miles  ♪

♫  Quizás la espada nos mate
    quizás la flecha asesine  ♪
♫  pero no quebrarán antes
    nuestro ánimo inflexible  ♪

♫  Bebed, cantad,  reid, amad
    hoy quizá podamos morir  ♪
♫ hasta la muerte festejad
    la inmensa suerte de vivir  ♪

Las hogueras del interior del círculo aún no han sido encendidas, arderá la madera cuando dé comienzo la Thing. Te concentras en el otro lado, brilla el altar con fuerza.

Para cuando te das cuenta de que el sonido de raspado se ha detenido, algo que se te ha acercado por detrás te tapa la boca y notas algo punzante que busca tu garganta...

Esstúpido... - oyes que pronuncian tus labios, a pesar de la presión que ejerce sobre ellos una fornida mano - Ella noss envía...

Tras estas palabras, la presión cede, y la mano que tapaba tu boca coge con fuerza tu hombro y te obliga a girar.  Te encuentras frente a Nechton, al que apodan El Picto, que te examina con atención. Conoces a este servidor de Rumhird, famoso por su crueldad. Es un hombre de piel y cabellos oscuros, aparentemente cubierto por completo de extraños tatuajes. Camina siempre agachado, lo que no parece mermar su velocidad. Nunca se le ha visto con armadura alguna, y lleva en la mano izquierda una larga lanza, mientras sostiene con la derecha la daga que reposa en tu cuello. A su espalda, lo que parecen cuatro lanzas más pequeñas cuelgan de un curioso arnés.

Tras unos interminables instantes, la afilada punta de la daga se separa de tu cuello. Echa una mirada nerviosa en dirección al camino que lleva a la casa de Svala, y sin dejar de mirarte con fijeza da dos pasos atrás, guardando en el cinturón la daga.

Esso ya no ess necessario, no debemoss arriessgarnoss... - susurras con autoridad señalando a la Piedra Sagrada- Esscóndete y vigila...

Tan repentinamente como apareció, sin pronunciar palabra, el Picto se gira y desaparece como por arte de magia en las sombras.

Vuelves a estar solo.

Vamoss, querido..., ¿no te habráss assustado?. Ahora démonoss prissa, queremoss a la niña - resuena imperiosa la voz en tu mente.

Svala, que puede ver, lo hará - responde una hermosa voz  con suavidad, perfectamente audible para toda la multitud congregada ante la caverna - Y dejará que el Jarl entre a calentar sus pies en el fuego. Pero no solo..., no esta vez.

La voz del destino debe ser oída por tu orgullosa hija, Tornbjorg. Por Ottar, al que llaman "El Blanco". Por Sveim, el que canta las palabras - a medida que la voz va pronunciando los nombres, os parece que de alguna manera se dirige a cada uno, como una agradable caricia sonora - Entrará también Brunilda, "La hija del Mar", y tus más fieles houscarls, Lörky y Kirk.

Brunhild, desgraciada Godí, tu presencia es necesaria también. Quizá más que ninguna, con excepción de... - la voz hace una pausa, como si esperara algo - No está entre vosotros. Olaf, el hombre-mujer. Traedlo, es necesario.

Sin añadir nada más, la voz calla.

¿A QUÉ ESPERÁIS...? - brama con enfado el Jarl - PARECE QUE ODÍN SE DELEITA EN NO COMPLACERME...

BUSCADLE Y TRAÉDMELO!!