Partida Rol por web

—No, los humanos y los elfos vivimos en tierra, no nos gusta estar todo el día en remojo—respondió Raven siendo consciente que le estaba diciendo aquello a una rana, cosa que en cierto modo le hacía un poco de gracia—. Pero te he preguntado para qué quieren vuestros nuevos amigos el agua. Si el agua es para vosotros y no para ellos, ¿en qué los estáis ayudando entonces? Has dicho que vinisteis aquí a través de los túneles para ayudarlos.

Se apoyó en su bastón y se mantuvo pensativa durante un momento.

—Los azotamentes son unas criaturas subterráneas con tentáculos en el rostro y la capacidad de hacer justo lo que su nombre indica—comentó tras oír las hipótesis de los demás—. No quiero decir que esté refiriéndose a ellos exactamente, es sólo un ejemplo de que pueden ser mil cosas, no sólo de una posesión demoníaca. Necesitamos más información para saber qué descartar.

Guillaume era un hombre de fe y era normal que lo enfocase de aquella manera, pero podía estar tanto en lo cierto como equivocado. Por saber no sabían si lo había comprobado tampoco. A ella personalmente lo que más la extrañaba cuando el bullywug describía a lo que habían supuesto que se trataba del Señor de los Huesos era la parte de "haber sido humano", cosa que implicaba que, o ya no lo era, o al menos no lo parecía a simple vista. Y que reptase por las paredes.

Tanto si se había vuelto loco, como si existían fuerzas de otros planos aferrándose a él, como si a saber Celestar qué, parecía tratar de echar a los intrusos del Zigurat o a lo que pillase por delante directamente. Porque los chardarrim no sólo arremetían contra los propios chardaukanos, también estaban atacando a aquellos "amigos con tentáculos en la cara".

Miró a Victoire con lo último.

—Ponen sus huevos en cadáveres—recordó—. Quizá les interese eso.

No obstante, espero a que fuera el propio chamán quien respondiera, por si acaso.

También puede ser el club de fans de C'thulhu, pero no existe Saber (terrores lovecraftnianos)

Aguardad, ordenó al bullywug. No lo había soltado ni pensaba hacerlo. Ni siquiera había decidido que haría con la criatura cuando no tuviesen nada que conseguir de ella. Era probablemente demasiado peligrosa como para dejarla con vida. Aún tenemos preguntas que habréis de responder. ¿Fueron vuestros nuevos amigos los que hicieron que lloviera fuera?

No había titubeado en hablar hasta ese momento, pero Sazel no comprendía mucho más de lo que ya sabían o sospechaban antes de bajar las escaleras, salvo por la presencia de las criaturas con tentáculos en el rostro.

Guillaume es un exorcista, dijo. O lo fue. Dudo que sospechara si no tuviese indicios. En cuanto a esas criaturas que llamáis azotamentes, no recuerdo haberme cruzado con tales como ellas.

Sazel había viajado a lo largo y ancho de Revraine, e incluso más allá, pero no era un aventurero en busca de tesoro en viejas ruinas y mazmorras abandonadas, por lo que no se había aventurado a las tierras bajo la superficie.

-Se dice "hayas" -corrigió la espada con acidez en la voz-. Pero no esperaba que un analfabeto como tú supiera la diferencia.

—¡No ver, no ver! ¡Apartar espada, no matar! —dijo, alzando las manos palmeadas hacia Patrice, en tono apaciguador—. Decir la verdad.

Cuando la espada de le capitaine estuvo más lejos de su cuello, volvió a hinchar y deshinchar el saco.

—Agua-de-arriba, sí. Nuevos-amigos hacer que caiga agua-de-arriba con magia-antigua. Para eso necesitar humanos y bullywugs ayudar. Matar y caer agua-de-arriba. Géiser-lodoso-del-pantano aprovechar lo que queda —dijo, haciendo un gesto en dirección a "Raven", pues ella ya había explicado el asunto de los huevos—. No saber para qué querer nuevos-amigos lluvia. ¿Preguntar a ellos?

»Nuevos-amigos intentar hacerse amigos también de cosa-que-fue-humana-y-repta-por-las-paredes pero no conseguir. Nuevos-amigos preferir no pelear, pero cosa-que-fue-humana-y-repta-por-las-paredes y esqueletos-negros atacar. Mala, muy mala.

- Estúpida espada... - Masculló el capitán. - Hacer oídos sordos no es fácil cuando te lo ponen tan difícil... - Algo bastante redundante, pero cierto no obstante. 

La espada y sus fundadas críticas, casi despistaron a "le capitaine", de su papel amenazante y corregir a uno cuando trataba de intimidar a punto de espada a un chamán con cara de sapo, podía ser contraproducente para el objetivo final de amedrentar a dicho anfibio antropomórfico, pero en ese caso quizás, le vino bien a Lefebre, pues su amenaza no le sonó demasiado convincente ni a el mismo y en cambio el chamán habló y le pareció al bueno de Patrice que no mentía.

- Creo que no sabe nada más. - Les dijo a sus compañeros. - Pero... no podemos dejarle campar a sus anchas por aquí, ¿verdad? - Y ponerle unos grilletes o atarle con una cuerda tampoco parecía una opción adecuada. Su piel parecía bastante resbaladiza y posiblemente pudiera escurrirse de sus ataduras con bastante facilidad. - ¿LE damos matarile? - Preguntó entre susurros.

Sazel tiró de la gola del hombre rana hacia abajo, y la punta de su espada entró por debajo de su mandíbula desprotegida, atravesando la blanda papada sin encontrar resistencia hasta chocar con el interior del duro cráneo.

No han venido en paz, ni son víctimas inocentes, dijo, sacando la espada. Tal vez no entendían el mal que hacían para sobrevivir, pero eso carecía de importancia ese día. Soltó al chamán y dejó que su cadáver cayera al suelo encharcado.

Los bullywug, el señor de los huesos poseído y sus chardarrim, los azotamentes. Salvo que Guillaume o el hermano de Itzel estuviesen con vida, no iban a encontrar aliados en esas cavernas.

¿Sabéis algo más de esos azotamentes que nos pueda ayudar cuando nos enfrentemos a ellos? preguntó a Raven.

Raven torció el gesto tras las (últimas) palabras del bullywug. Aquellos "nuevos amigos" suyos eran los responsables de la extraña lluvia entonces, de la magia antigua de la que había hablado Momoztli. Antigua y malvada. Que hasta despertaba cosas en el fondo del mar. ¿Y requerían sacrificios humanos? ¿Cuál era el verdadero propósito de la lluvia? Era todo demasiado raro, se sentía como si intentase hacer encajar una llave en una cerradura que no terminaba de tener la forma correcta.

—Bueno, no aseguro que sean azotamentes, sólo que podrían serlo—recordó. Luego suspiró:—. Y sinceramente, preferiría que no lo fueran.

Que una criatura del subsuelo estuviera interesada en hacer llover no sonaba muy asociable a simple vista, aunque la descripción si pudiera encajar, pero si los amigos de los bullywugs terminaban siendo una subespecie de sajuaguín chardaukana con ascendencia de sepia, le valía. Los azotamentes siempre le habían parecido unas criaturas particularmente peligrosas y desagradables.

—Aunque respondiendo a la pregunta, veamos... —añadió haciendo memoria durante un instante—. Son aberraciones, y como tales, tienen una fuerza de voluntad sólida y pueden ver en la oscuridad. También pueden atacar mentalmente a sus oponentes desde una distancia más que considerable, unos... sesenta pies, para dejarlos aturdidos y poder comerse sus cerebros. Porque si atrapan la cabeza de alguien con sus tentáculos pueden extraérselo y matarlo en el acto.

Hizo una pausa.

—Asqueroso, lo sé—concluyó—. Quizá un conjuro de libertad de movimiento ayude con las últimas dos cosas. Pero no seré yo quien se queje si este asunto de los "tentáculos en la cara" termina siendo una mera coincidencia con alguna criatura anfibia autóctona.

»Eso sí, sugeriría abordar los problemas de uno en uno. La descripción que ha hecho nuestra amiga rana del Señor de los Huesos me preocupa, y nuestros recursos no son infinitos.

La traducción a lenguaje mecánico del "aturdir a los oponentes a unos 60 pies" es "Cono de 60'".

No puedo rogar a la Madre que me conceda esa bendición hasta el próximo amanecer, dijo Sazel.

Habría de confiar en su capacidad para defenderse de tales agresiones por otros medios. Su cuerpo era fuerte, pero vulnerable a los golpes y los tajos, al fuego y al hielo. Su voluntad, sin embargo, era férrea, y su fe inquebrantable.

Si no son fueran azotamentes, habrán de ser criaturas no menos peligrosas, si son capaces de controlar el tipo de magia que está azotando esta tierra, concluyó.

- Y a mi tampoco me quedan cargas de mis tobilleras... - Comentó fastidiado el capitán. - Era un buen truco para deshacernos de ese tipo de presa tentacular... - Se encogió de hombros. - Sé que igual no es buena idea esperar a recuperar recursos, pero es algo que tenemos que valorar. Estaríamos más preparados, aunque... - Tomó aire y resopló. - Si el padre no está muerto ya, puede que no le quede mucho. Todo lo que sea retrasarnos puede suponer su muerte. - Chasqueó la lengua descontento. - Supongo que no queda otra que seguir avanzando, aunque es un verdadero fastidio no saber a que puede atenerse uno... - Miró a sus compañeros. - La pregunta ahora es: ¿norte o este?

—Creo que en la situación en la que estamos, cada segundo cuenta. Y no sólo por el padre Guillaume. Por todo.

A Victoire le daba realmente igual el destino de la aldea y de los chardaukanos, pero ahora mismo necesitaban su ayuda para seguir con su viaje a Merennes. Además, tampoco era una opción muy inteligente dejar medrar a otro potencial enemigo con luces de acabar siendo mucho más poderoso y peligroso.

—Puedo hacer contacto con el halo divino de la Madre* para asegurarnos algunas respuestas. Pero existe un límite de preguntas y sólo podré obtener sí o no como respuesta. Así que debemos de pensarnos bien qué queremos preguntarle a Celestar y su corte celestial.

*Tengo un pergamino de Comunión. Igual es un buen momento para usarlo.

- ¿De cuantas preguntas estamos hablando?- Preguntó el capitán. - Evidentemente podríamos preguntar acerca de la naturaleza de los seres que nos vamos a encontrar en el interior del zigurat. ¿Son azotamentes los seres que han provocado el aguacero? - Ladeó la cabeza. Consideraba que era un buen punto de partida. - ¿El padre Guilleume ha sido poseído por algún tipo de entre sobrenatural o demoníaco? - Se encogió de hombros. - ¿Qué más podemos preguntar?

Sazel estaba acuclillado sobre el cadáver del chamán, rebuscando entre sus ropas. Sus manos se movían con destreza, y la naturalidad con la que trabajaban era más propia de un mercenario que de un hombre de un fe.

No estoy convencido de que necesitemos acudir a los enviados de la Madre, dijo, levantando la mirada del cadáver un instante. Sean lo que fueran esas criaturas, lo descubriremos cuando nos enfrentemos a ellas. Si Guillaume ha caído víctima del mal que vino a desvelar, nos será revelado cuando lo encontremos.

—Supongo entonces que el primer problema en el que centrarse es el Señor de los Huesos—dijo Raven—. En encontrar a Guillaume.

Las criaturas con tentáculos podían esperar a que restauraran sus recursos pero el exorcista podía correr peligro habida la cuenta de la descripción ominosa con la que el chamán había agasajado a lo que creían era el Señor de los Huesos. Según él, la "cosa que antes era humana y repta por las paredes" enviaba a los chardarrim contra las criaturas tentaculares así que cualquiera podría pensar que no deberían encontrarlas dentro del Zigurat... pero el bullywug había señalado la puerta norte cuando había ofrecido ir a verlos así que podían estarlo perfectamente.

«Demasiadas incógnitas»

Sea como fuere, prefería la puerta este. Seguía pensando en que era mejor centrarse en las cosas de una en una en lugar de tratar de abarcar varias a la vez.

—Sé que no suena bien, pero creo que "¿Está vivo el misionero Guillaume? podría ser una de las preguntas a tener en cuenta—dijo cuando Lefebre empezó a disparar posibles interrogantes—. Saber si alguien está poseído o no por una entidad demoníaca quizá no cambie gran cosa pues no podemos reajustar nuestro repertorio hasta el próximo alba. Pero saber si vamos contrarreloj de salvar a alguien o podemos volver mañana mejor preparados a solucionar esto, sí podría marcar la diferencia.

Se pellizcó la barbilla dándole vueltas al asunto mientras Victoire le resolvía la duda al capitán sobre el número limitado de preguntas. Aunque cuando Sazel habló cayó en la cuenta de algo.

—El chamán dijo que "prefieren no pelear" pero los chardarrim habían atacado primero—recordó—. Si esa intención pacífica va sólo con el Señor de los Huesos o para todo el mundo en general lo desconozco, pero tengamos presente que quizá no haga falta arremeter contra todo lo que nos topemos.

Se encogió de hombros.

—En cualquier caso, si tenemos la oportunidad de solucionar algunas incógnitas que nos faciliten las cosas en lugar de ir a ciegas hasta que nos encontremos con la sorpresa, no veo por qué no tomar dicha oportunidad

A ella lo de que las cosas fueran reveladas cuando se dieran de bruces con ellas le sonaba estoico pero poco práctico.

Mientras sus compañeros reflexionaban sobre las consultas al oráculo divino, Sazel buscó un lugar por encima del nivel del agua y se arrodilló pesadamente a orar en silencio, pidiendo a la madre que le concediera el don de la curación. Años atrás, cuando respondía aún al nombre de Étienne, estos habían sido la mayor parte de bendiciones que había intermediado. Cuánto había cambiado su vida desde aquellos días. El joven párroco había renunciado a su hogar a y a su familia para hacer de sí un predicador y sanador errante, y el sanador errante había empuñado las armas para transformarse en Espada y el Escudo de la Madre. Aunque todavía cosía y vendaba heridas, alineaba huesos y preparaba emplastos, qué extraño le resultaba canalizar el Poder de Celestar para regenerar la carne y los huesos, en lugar de para segar las vidas de los enemigos de la fe.

Cerca de él, Victoire entraba en Comunión con los Heraldos de Celestar, para pedir Su guía en la incierta exploración de las cavernas bajo la pirámide.

El resto de los agentes de la Basílica, junto con Itzel, estaban registrando la cámara de los bullywugs, a la espera de que las respuestas a la súplica les pusieran sobre la pista del Señor de los Huesos y los dos hombres que habían entrado en su búsqueda, y tras cuyos pasos se encaminaban ellos.

Preparo un cure moderate wounds y un cure serious wounds en los huecos que había dejado libres.

Lanzo cure serious wounds a Sazel (+24 pg) y cure moderate wounds (+15 pg) a Itzel.

Patrice: 67/84

Itzel: 22+15= 37/55

Sazel: 27+24= 51/88

Raven: 33/51 (Armadura de mago 19 horas y 30 minutos)

Victoire: 79/79 (Arma mágica mayor 17 horas 30 minutos, Vestidura mágica 17 horas 30 minutos)

Mientras todos pensaban en la dirección a seguir y las preguntas de hacer a Celestar gracias al pergamino de comunión, Patrice aprovechó para usar su cinturón curativo para sanar sus heridas. Pensaba usar una única cuenta, pero una vez activada, sintió que el dolor de sus heridas no había remitido lo suficiente y descargó otra dejando su cinturón inactivo. 

- Voy a revisar la estancia... - Comentó, aunque nadie le escuchó.

Fuera como fuera, se puso a registrar a conciencia la estancia y los cadáveres de los anfibios antropomórficos. Quizás llevasen algo de interés entre sus pertenencias o encontrase algo útil en aquella estancia semi inundada.

—Mira que te pesan los huevos, ¿eh? —murmuró la espada en dirección a Lefebre—. Me habéis puesto la cabeza como un bombo con vuestras tonterías, ¿a qué carajo estáis esperando? Me a-bu-rro. 

Continuasteis por aquella gruta hasta que el agua dio paso a suelo más o menos seco, aunque seguía estando húmedo y olía muy mal. La caverna se ensanchó y llegasteis a una encrucijada. Hacia el norte y hacía el sur se abría un camino ancho. Al este, dos caminos casi idénticos.