Partida Rol por web

el pistolero da un paso rápido atrás mientras a gran velocidad recarga una de las recamaras de su mosquete, levanta el cañón contra el mismo anfibio que había herido con antelación, el disparo resuena una vez mas y el anfibio retrocede cojeando mientras la sangre se escurre por los agujeros de las heridas.

en tanto el magus sacaba apresurado una de las pociones y sin mayor miramientos la bebe a toda velocidad al tiempo que su cuerpo parecía recuperar el aplomo.

por su parte el semiorco se deja llevar por sus instintos y con un poderoso movimiento de sus brazos dibuja un semicírculo frente a el, al tiempo que abre una tremenda zanja en el torax de la rana, una fuente de sangre baña el rostro del clérigo al tiempo que tiñe el sendero de un liquido espeso de color ocre, el hedor de la sangre lo inunda el ambiente excitando los sentidos del cruce de orco.

sin embargo el moribundo monstruo cegado por la furia que su naturaleza salta sobre el clérigo y abriendo su boca de manera descomunal lo traga de un solo mordisco al combatiente, los huesos del semiorco crujen en las fauces de la bestia mientras lucha sin éxito por liberase.

el batracio que había lastimado miller se da a la huida mientras aun la vida palpitaba en su interior.

mapa que ya se encontraba una distancia considerable de los enemigos enfila su arco de nuevo y ataca a los sapos gigantes con su arco, las dos flechas cruzan por los aires y se incrustan en una de las ranas que se encontraba en la laguna norte.

en tanto la paladina luchaba con todas su fuerzas contra la rana gigante, esta ultima comenzó a presionar el cuerpo de la ravena y tratar de tragarla, el tamaño de la enorme bestia y la incomoda posición en la que la ponía a la mujer hacia que fuese muy difícil su escape y ante los ojos de sus camaradas ven como la muchacha desaparece en el interior de las fauces de la rana gigante.

Ella había visto en su mente toda la maniobra para acabar con la rana gigante pero no contaba con la enorme lengua del animal y que como a una mosca enlatada la atrapara. La cara de sorpresa de la paladina al ser rodeada por ese enorme órgano era para nunca olvidarse, mientras la engullían alcanzó a gritar QUE ASCOOOO, desapareciendo de la vista de todos pero no de este mundo.

Adentro le quedaba difícil maniobrar con la guadaña y se retorcía lo suficiente para causarle incomodidad al bicho y poder tomar la daga que tenía en el cinto, con la que empezó a atacar desde dentro no solo para evitar ser completamente tragada y liberarse sino para matarla de ser posible.

no habían pasado algunos segundos cuando la gigantesca rana comenzaba a retorcerse como si algo le molestara de golpe la boca del batracio se abre y ravena reaparece de rodillas cubierta de sangre y fluidos del interior de la bestia, en su manos izquierda la enorme guadaña y en la derecha una daga de la que aun colgaban algunos pedazos de carne, sin duda la paladina no se iba a dejar digerir sin dar la lucha y por lo menos por ahora había sorteado este peligro.

sin embargo la paladina no alcanza hacer mucho cuando uno de los sapos lanza una mordida al costado de esta, sin embargo y a pesar de su estado esta alcanza a reaccionar y bloquea el ataque mientras aprieta los dientes y se prepara para una segunda embestida, un segundo anfibio se prende de su mano izquierda y por poco le arranca la guadaña de la mano, la mujer saca fuerzas de su interior y a pesar del dolor de sus heridas logra evitar ser capturada por las mandíbulas del sapo gigante, finalmente presiente el ataque de un batracio a su espalda pero en le forcejeo de su anterior ataque el mordisco de este se cierra en el aire donde debería estar el brazo derecho de la paladina.

de la laguna norte se acerca un batracio al magus y aprovechando su idilio con la botella de curación le ataca con sus profundas fauces sin embargo el elfo se percata del peligro y dando un salto al costado evita ser apresado por las fauces de la bestia, esta se sostenía de la orilla del sendero mientas sus patas traseras la impulsaban para mantenerse a flote.

No podía creer que esa rana apestosa intentara comérselo a él. ¿Era el destino vengándose por haberse tomado un pequeño almuerzo?

Ahí dentro se estaba francamente mal, no veía nada pero gracias a la gravedad sabía dónde estaba arriba y dónde abajo, así que elevó una mano todo lo alto que pudo.

- ¡Te dije que te asaría!

Exclamó mientras generaba una bola de fuego dispuesto a quemar al animal desde el interior.

- ¡Seré yo quien te coma, maldita sea!

Ya tenía pensada cuál sería la comida de hoy. Ancas de ESTA rana. Bien hechas a la lumbre hasta que adquirieran un color doradito. Esperaba que la piel quedara crujiente.

Sin abandonar la tierra firme el mago se dispone a atacar la rana con si cimitarra, pero el bicho es capaz de esquivar sin mucha dificultad el ataque del magus, mientras que su magia tambien falla miserablemente.

- Si no acertamos más, seremos nosotros la cena. Animo compañeros hay que eliminarlas lo más rapido posible ! gritó el elfo mientras seguia enzarzado con la rana

JA JA JA! - Se oye como miller suelta una carcajada, al ver como a la rana la abren desde adentro y a la otra la cocinan. Pero mientras la escena se torna divertida, una de las ranas trata de uir cobardemente a lo que miller grita - Ni lo Pienses. - Y le suelta un disparo mientras aun la tiene en rango, a ver si logra conseguir acabar con ella.

Miller no iba a dejar escapar su presa y aunque la rana estaba nadando su disparo fue lo bastante certero para desprender parte de la cabeza del animal que se pierde en lo profundo de las aguas del pantano.

Por otro lado el elfo trata de organizar sus ideas para articular algún conjuro. sin embargo es agobiado por la situación y con tal de evitar ser mordido por la rana pierde la concentración, desesperado trata de clavar su espada en la rana del estanque pero esta es lo bastante ágil para escabullirse del afilado acero de la cimitarra.

Del interior de uno de los sapos gigantes una pila de llamas estalla y el cuerpo humeante del clérigo emerge vencedor de su batalla con con el batracio.

El elfo nota como el sapo se asoma y en su frente aparecen dos pequeñas flechas que hacen que el animal se sacuda furioso, a la distancia mapa sacaba apresurado otras 2 pequeñas flechas de su carcaj mientras gritaba con todas sus fuerzas, YO LOS CUBRO SI ESPANTAN LA GRANDE LAS DEMÁS TAMBIÉN HUIRÁN.

El enorme reptil mira furibundo a la paladina que resistia los ataques uno tras otro sin dejarse abatir por los sapos gigantes, su boca se abre una vez mas y como un relampago abarca todo el cuerpo de la paladina y en feroz mordisco atrapa a la paladina por la mitad del cuerpo haciendo que las extremidades de la guerrera crujan por la presión de las fauces.

Ravenna había quedado en una posición demasiado difícil y eso le había costado bastantes fuerzas, se encontraba herida y a punto de ser tragada de nuevo, pidió a su diosa las fuerzas para seguir batallando y brevemente sintió la fuerza de Iomedae brindando alivio a su magullado cuerpo, tras eso con la daga volvió a atacar al animal para que la soltara, no le interesaba en lo más mínimo volver a estar adentro.

la guadaña cae al suelo con estrépito, mientras la bendición Iomedae revitaliza las energías de Ravana que al sentir el bienestar de la curación se aferra con fuerza a su daga la cual clava con toda sus fuerzas en los labios de la rana gigante. sendas canales se abren en la boca de la rana y los chorros de sangre salen disparados en todas direcciones bañando a la paladina.

sin embargo el enorme batracio mantiene a su presa, y los demás anfibios atacan furiosos a sus adversarios. Miller nota como una de las ranas se acerca en un par de saltos de un mordisco trata de tomar su brazo, sin embargo el pistolero logra burlar el ataque sin mucho problema al quitar su extremidad de la trayectoria del ataque en el ultimo segundo, sin embargo una segunda bestia se aferra a su costado y en un bocado le inmoviliza con su potente mandíbula.

Xeross y thalatos por su lado frenan la embestida de sus enemigos que tratando de morderlos buscaban saborear aquel bocado que tanta resistencia estaba prestando, el semiroco logra bloquear el mordisco con su espadón, mientras que el adversario de thalathos falla su ataque al no poder asestar el mordisco en las extremidades del elfo.

De nuevo rodeado por ranas aunque ahora llegaba un suculento olor a sus fosas nasales, la de su cena de esta noche.

- Estos batracios son voraces ¡pero menos que yo!

Ya se estaba cansando de aquellas criaturas. Le fastidiaba en exceso que ahora quisieran engullir a su amiga paladina y al pistolero. Thalatos debía estar escabulléndose aprovechando su agilidad élfica. Mas Regis tan sólo tenía la fuerza de su lado y una sabiduría más bien violenta.

- Criaturas inconscientes, ¡probad el acero de mi espadón!

En las situaciones difíciles le costaba más controlarse pero eso pareció conducir a un excelente ataque que permitió que la afilada arma surcara la carne de esa apetitosa rana gigante, separándola en dos, mostrando así el sonrosado material. El animal emitió un gorgoteo mientras más de su líquido vital emergía de su gran boca, a modo de angustioso vómito. Regis esperaba que ahora Rania pudiera liberarse con facilidad.

- ¡Muere!

Un reguero de sangre saltó siguiendo el suave movimiento de la gran hoja, cruzando varios metros y cayendo rápidamente, tiñendo el suelo.

- ¡GRRRRRR!

Apretó con furia los dientes después de soltar un feroz gorgoteo, consiguiendo una imagen y un sonido que esperaba pudiera espantar a los sapos que quedaban ahí.

El magus porfin logra concentrarse y usando su cimitarra logra golpear a la rana con dos estocadas de su cimitarra, mientras sigue rodeado por las ranas.

Tengo que librarme de este maldito bicho para ayudar a Ravenna pensó mientras seguia intentando abrir hueco entre él y las ranas

Miller intenta soltarse del sapo que lo tiene aferrado del pie, dando un empujon en dirección al sapo y luego la contrario esperando que este hubieses aflojado la mandibula.

miller empuja a la rana para buscar zafarse de sus mandíbulas y aunque logra que esta abra su boca por un momento la lengua de la sapo le ha atrapado en la mordida evitando su escape, el semielfo apenas y logra soltar un grito ahogado de dolor mientras las fauces de la rana aprietan con mas fuerza.

en tanto el elfo ansioso por librarse por sus atacantes enfoca su mente en las palabras de poder y su espada dibuja las runas mágicas que liberaran su potencial mágico, en un santiamén se encontraba lanzando tremendas estocadas contra el verrugoso cuerpo del sapo gigante, la primera estocada revienta uno de los ojos del batracio que por reflejo abre la boca, la cimitarra del elfo se abre paso por su cavidad oral y golpea en un trozo de carne fibroso que ocultaba el corazón del animal que cae en un sueño mortal al instante. Con pericia busca el respaldo del semiorco que al parecer estaba en mejor posición.

El mandoble del semiorco se movió con extraordinaria velocidad y el cuerpo de la gigantesca rana no parecía tener la textura correcta para resistir el filo de la hoja que secciono su cuerpo con tremenda eficiencia. los chorros de sangre y las partes mutiladas del cuerpo de la rana gigante seguido un gruñido gutural digno de un demonio causo un tremendo sentimiento de sobrecogimiento entre los aliados y los desconcertado sapos que se preparan para la huida.

miller siente como la rana lo suelta de su mortífero mordisco casi al tiempo que nota las 2 pequeñas flechas de Niso que se han clavado en su lomo y movida por el miedo mas las heridas parece haber perdido el interés en su problemática presa.

La paladina al verse liberada de la rana que no demoraba en intentar tragarla nuevamente, recoge con rapidez la guadaña que había caído a su lado y sin dar tregua arremetió contra el sapo que no parecía entender que la lucha había concluido. Estaba exhausta pero hasta que no viera completamente despejado el camino no bajaría su guardia o sus armas.

los pocos sapos que sobrevivieron a la batalla comienzan a escapar despavoridos, las presas resultaron ser mas problemáticas de lo esperado y en unos cuantos segundos su superioridad numérica se había esfumado junto con la pavorosa presencia de la rana gigante que por poco logra acabar con la paladina.

las heridas causadas por las bestias aun no terminan de enfriarse en su cuerpo cuando los héroes parecen quedarse solos en un silencio que lo inunda todo, entonces de la espesura del pantano la menuda figura del explorador aparece, mi padre me había dicho que esos animales podrían ser fueron pero no esperaba una lucha tan dura, ¿señor miller, señorita ravena están bien? pregunta apremiante Niso a los que para el eran las personas que habían estado en mayor riesgo, aunque la situación fue tétrica por momentos y todos sintieron el susurro de la muerte a sus espaldas.

el guia señala mas allá del tronco y con un tono serio: estamos cerca, la arena de este tramo del pantano es mas oscura, no bajen la guardia, según le entendí a mi padre hay muchas ranas mas por hay escondidas, los hermanos croc están usando las defensas que eran para el basilisco contra nosotros, si quieren tomarse un momento lo comprenderé, cuando quieran proseguir por favor díganlo.

Las ranas retrocedieron e impulsados por sus fuertes patas se esfumaron en un momento y en todas direcciones. No había más que hacer aunque quizá se reagruparan como sugería el pequeño.

- Apetitosa cena. Os gusta la carne de sus ancas, ¿verdad?

Esperaba no ser el único que encontraba sabroso ese plato. Sin esperar respuesta el clérigo elevó sobre su cabeza el símbolo de la diosa Sarenrae e imploró en dos ocasiones las bondades de la divinidad, la cual consiguió restaurar los cuerpos de la mayoría. Hubo de acercarse a Rania para tocar su frente mientras rezaba, formando un nuevo vínculo curativo y logrando así sanar casi todas las antes graves heridas.

El semiorco se irguió después en su poco más de dos metros mientras extraía la daga preparándose para conseguir raciones extras gracias a los batracios.

- Creo que no tenemos más opciones que seguir avanzando. Yo dispongo de magia para calmar emociones, crear una capa de humo, ayudar temporalmente a nuestro sigilo, eliminar parálisis, bendecirnos... los tres primeros conjuros pueden llegar a ser útiles pero depende de la situación.

Por si acaso, mientras iba consiguiendo comida se dedicó a rajar los estómagos de las criaturas por si tenían algún objeto dentro. Cosas más extrañas se veían en este mundo.

Thalathos leccion aprendida, en este maldito pantano no hay que abandonar el suelo firme, el calambrazo todavia entumecia la rodilla del elfo.

- Si, cenaremos con gusto ancas de rana a partir de ahora, ojo por ojo y diente por diente como decis los humanos, sonrie mientras ayuda a desollar las ranas con su daga.

- Esto ha sido un aviso, a partir de ahora debemos estar muy atentos, comenzó el elfo el ruido de este combate seguramente habrá prevenido a las criaturas del pantano, miró de soslayo a Miller asi que no podemos contar con el factor sorpresa.

- Debemos llegar a ese altar, luego ya veremos que es a lo que nos enfrentamos. Ante las palabras del clerigo, asintió y dijo, yo puedo trepar por los arboles como si fuese una araña, y llegado el momento puedo desaparecer de vuestros ojos. Si vuelve a haber muertos vivientes, tambien estaré preparado, toca el medallon con el corazon de Lady Shasha

- Gracias por preocuparte Niso, pero apenas y me tocaron en esta ocasión, fue más el espectaculo que otra cosa. - Agrega el Semi-elfo tras ver como las ranas huyen y ser sanado por Xeross - Que Sareanae reciba mis agradecimientos por tus bendiciones, Xeross.

Luego escucha atento las palabras de sus compañeros para decir - También creo que debemos de tratar de ser más sigilosos. - mientras mira a Thalatos con una ligera sonrisa. - debemos movernos con mucha precaución.

Al final y despues de oir a sus compañeros sobre lo que les queda, este dice - Por mi lado, estoy bien de salud o al menos asi me siento, tengo suficientes cargas para varios combates más, traigo ademas un par de posciones, una granada, uan javallina y la maza de batalla para cuando sea necesario, tambien una ballesta pero no la encuentro muy útil, teniendo en cuenta que soy más habil con mi mosquete.- Lo último empuñando orgullosamente frente a él el arma.