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En lo más alto de los cielos

Escena 2: La cima

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25/03/2019, 10:19
Director

Una escalera de huesos es un paseo lo bastante extraño como para que los veinte minutos de subida se convierta en una verdadera cascada de nervios. Cada paso os imagináis cayendo al vacío, pero todo queda en un rato angustioso. Cuando posáis el pie sobre el último peldaño óseo, la vista que contempláis es espectacular. La cima de la montaña ha sido trabajada por la civilización que allí habitase y la ha dejado completamente llana. Una completa llanura de piedra a miles de metros de altura. La falta de oxígeno es lo suficientemente grande para hacer de aquello una obra de grandísimo esfuerzo.

Vuestro primer impulso tras horas y horas de escalones es tomar asiento en el suelo y respirar profundamente, beber un poco de agua y percatarse de los detalles del lugar.

A pesar de lo llano del terreno, unos elementos están diseminados aquí y allá. Se trata de unas estructuras de madera en forma de cono de unos seis o siete metros de altura en cuya cúspide hay unas aspas de madera con piel de cuero cosida girando. Molinos de viento..., pensáis. Hay una docena, al menos, todos son atravesados por corrientes de aire y ninguno está detenido. Todos estos molinos parecen mover unas resistentes correas, algunas de hebras vegetales y otras de cuero, como las aspas. Parecen formar un complejo mecanismo que se adentra bajo el suelo. Algunas aspas están viejas y desgarradas, pero siguen funcionando. El abandono es evidente en su estado.

Otro elemento capta vuestra atención. En diversos puntos del borde del llano, junto al precipicio, hay unas grandes anillas de metal ancladas en el suelo que sujetan unas resistentes cuerdas vegetales y cuyo otro extremos... ascienden hasta perderse en las nubes más altas. En total hay cuatro rodeando la llanura, y todas se balancean en un lento vaivén, escorándose hacia un lado y hacia otro.

Ls preguntas se arremolinan en vuestras cabezas, sobre todo cuando no veis otro camino que tomar. ¿Es esto el final del camino?

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25/03/2019, 12:37
Nathaniel Nox

-Fascinante -comenté, agotado, ajustándome bien las gafas mientras observaba aquellas edificaciones que, sin lugar a dudas, sólo podían ser molinos de viento.

De todo lo que hubiéramos podido hallar al final de la escalera, nunca hubiera pensado que encontraríamos un lugar tan terrenal, e incluso hubiera supuesto que continuaríamos subiendo por aquella escalera ad infinitum.

-¿Creen que esto pueda ser Shangri-La? -pregunté, intrigado-. Por el deterioro de los molinos, no parece que este sitio lleve estando habitado desde hace mucho tiempo...

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25/03/2019, 13:23
Threkor Ohrin

La vista era impresionante y el descubrimiento de estructuras mecánicas en aquel lugar tan inhóspito, luchaba contra nuestra necesidad de sentarnos a recuperar el aliento.

Sentado y respirando, escucho al señor Nox.

Es... arf arf... impresionante. ¿Quién construiría esto aquí arriba? Además. ¿Cómo subirían estos materiales tan arriba? Es algo asombroso.

Mi vista se dirige a los molinos.

Creo que iré a mirar dentro de esas estructuras si es que tienen alguna forma de entrar dentro.

Me levanto trabajosamente y me acerco a uno de los conos para comprobar si tiene alguna puerta o forma de entrar.

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25/03/2019, 16:32
Alwin Romijnsen

Caminar por aquellas escaleras era de todo menos agradable, pero por suerte el camino no fue excesivamente largo. Aun así, hubiera esperado que aquel tramo fuera incluso más corto, sobre contando con lo difícil que tendría que haber sido construir aquella estructura.

Cuando por fin llegamos a un terreno llano no pude sino aliviarme de dejar atrás aquella macabra estructura, sentándome en el suelo para coger aliento. La falta de oxígeno dificultaba bastante cualquier esfuerzo, y era algo que tendríamos que tener en cuenta si algún peligro se avecinaba. El recuerdo de aquella roca sobre mi cabeza y la de Threkor estaba todavía demasiado reciente. Aunque, a decir verdad, aquello más que asustarme lo hacía todo más emocionante.

-Que curioso panorama –comenté mientras observaba los molinos de viento-. ¿Para qué servirán?

Seguí con la mirada cómo las cuerdas se adentraban en la tierra, y medité sobre ello.

-Parece que hay algo que hemos pasado por alto, pues estas correas van hacia abajo, dirección de la que venimos.

¿Habría alguna sala escondida que habíamos pasado por alto? No me gustaba la idea de dejar misterios sin resolver. Tampoco me gustaba encontrarme todo en tal estado de abandono, pues a raíz del buen mantenimiento de la roca de bienvenida y de la escalera de huesos había empezado a pensar que ahí arriba vivía alguien. Algo menos probable ahora que veía el estado de conservación de aquello.

-Parece que no hay manera de seguir subiendo, quizás sí que debamos bajar e intentar encontrar… -empecé a decir, cuando de pronto algo en la periferia de mi visión captó mi atención-.

Una cuerda, en el borde del llano, bailaba al viento anclada a una argolla metálica. La cuerda, la cual ascendía hasta perderse en las nubes, provocó que una sonrisa de satisfacción surcara mi rostro. Parecía que al final sí que había más camino que ascender.

Sin esperar un segundo mientras Threkor se acercaba a los molinos, me acerqué a una de las cuerdas, agarrándola y tirando de ella. ¿Estarían atadas a algo ligero que pudiera bajar, o a algo más grande y pesado?

-Quizás estén atadas a islas flotantes –bromeé-.

Aunque fuera un hombre de ciencia, había ido a aquella expedición con la mente abierta, pues todavía recordaba las maravillas que había descubierto mi padre y su grupo en la aventura anterior.

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26/03/2019, 13:03
Dra. Sharada Srinivasan

 

Pues la idea de que las almas puedan subir al cielo... pues... aquí hay una cuerda para ello.   -Dijo Sharada, riendose un poco y jalando de una para comprobar tensión, entre broma y quizá verdad, como todas las cosas de especulación de los misterios de Alma Mater.

Y si, si está cortado plano este lugar cual meseta, y no vemos el material removido por ninguno de los costados y laderas, Sr. Romijnsen, pues entonces concuerdo con usted que lo que tenemos arriba es una punta de montaña flotante. -miró hacia arriba, tratando de atisbar entre las nubes semejante prodigio.

¿Será unobtanium o material similar lo que la mantiene a flote?  ¿Antigravedad generada con un generador de energía eólica? -miró a los molinos de viento.  O...  la flotabilidad de las almas acumuladas lo que la levanta, mucho en la forma en que el helio mantiene un globo aerostático flotando sobre la mezcla más pesada de elementos que conforman nuestro aire.  

Bueno, -se sacudió la tierra de las manos que se le había pegado mientras descansaban- mucha hipótesis y poca prueba, decía mi directora de tesis.  -busquemos evidencia a favor o en contra de alguna de ellas.  -Y diciendo esto les hizo el gesto de que caminaran todos juntos hacia la base de uno de los molinos de viento.   

Aún masticaba Sharada las deliciosas hojas de coca que le habían prestado sus patas quéchuas para curar el mal de montaña.  Les compartió un poco a los demás por si querían.

 

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27/03/2019, 10:15
Director

Allí arriba sólo el sonido de fugaces rachas de viento se dejan escuchar. El movimiento de las aspas es un sonido perceptible, pero tan grave que pasa casi desapercibido. Los molinos parecen mover algunos mecanismos en el interior de la montaña, bajo el suelo liso por el que camináis. Uno de los molinos que están girando parece tener una palanca para mover unas piezas del mecanismo de un lado a otro, aunque a simple vista no podéis anticipar qué efectos o utilidad puede tener.

En cuanto a las cuerdas, el vaivén por el que se mecen al viento hace que una de ellas se escore un poco más de lo habitual hacia un lado y sólo entonces llegáis a atisbar algo de lo que hay al otro extremo de dicha cuerda. Entre las nubes distinguís una forma borrosa y oscura atada, en forma romboidal, durante un par de segundos. Después, vuelve a elevarse de nuevo y la perdéis de vista.

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27/03/2019, 13:41
Dra. Sharada Srinivasan

 

mm, ¡papalotes!  ¡cometas!, dice Sharada, elevando un poco la voz, divertida, seguramente recordando algunos dìas de infancia en la época de màs viento antes de que llegue el monzón.   

Pues ahora me es claro que esta sería una civilización, o un culto, que basaba todo en la energía eólica. -sentencia, llegando a la conclusión rápidamente. 

Creo que valdría la pena revisar el mecanismo de palancas del molino. ¿Alguien con conocimientos de mecánica? ¿Joven Rominjsen? 

Si nadie, entonces, busquemos un lugar seguro antes de moverla.  No sabemos que vaya a hacer esto.  ¿Bajar los papalotes quizá?  ¿Abrir alguna escalinata hacia el interior de la montaña? 

 

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27/03/2019, 15:21
Threkor Ohrin

La inercia me hacia tirarme hacia la palanca para activrla sin encomendarme a ningún ser superior, pero las palabras de la doctora me detienen.

Yo iba a accionarlas sin más. Probablemente hagan descender a lo que sea que está suspendido sobre nosotros. No creo que haya instrucciones ni nada parecido por aquí. Por lo que puedo deducir, quien viniera aquí, ya sabía dónde venía y a qué venía, por lo tanto seguramente conociera el mecanismo de los molinos y las cuerdas.

Busqué por los molinos y alrededores si había alguna inscripción o dibujo de qué podría ser aquel mecanismo.

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27/03/2019, 16:42
Director

No se aprecia ninguna inscripción por los alrededores.

Notas de juego

Dra. Srinivasan, puedes sumarte 1 Ficha.

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27/03/2019, 19:53
Nathaniel Nox

Al percibir aquella figura con forma romboidal, estuve a punto de dejar escapar una exclamación de sorpresa. Cuando uno es arqueólogo y viaja al lugar de un posible yacimiento, espera encontrar muchos tipos de hallazgos, como huesos, armas o vasijas, pero nunca hubiera esperado encontrar una cometa.

-¿Cometas? Cometas... -mascullé, aún asombrado del descubrimiento-. Lo que plantea la doctora tendría sentido. Una civilización en la que, de alguna manera, tuviera especial relevancia la energía eólica. No soy un experto en las religiones orientales, pero, ¿es posible que el aire pueda tener un significado positivo para este tipo de religiones? ¿Quizá una cierta relación con la divinidad, con lo espiritual?

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28/03/2019, 09:55
Dra. Sharada Srinivasan

 

¡Sí Nathaniel!, lo que dices me hizo recordar aquella palabra griega que es lo misma para el aire como para el espíritu o el alma: ¡Pneuma!  

No cabe duda de que eran una civilización o un culto que tenían al aire como tema, no sólo como fuente de energía, sino también para máquinas más complejas, ¡cómo la flauta cúbica saludadora a base de microperforaciones!  Funciona a base de aire, de viento.   Y eso decía el saludo, una bienvenida a las almas, las pneumas.

¿Qué otras maravillas eólicas podrá haber allá abajo de donde nos llevaría el mecanismo de palancas?  ¿Una computadora que funcionara a base de aire en vez de con tubos o circuitos de silicón?  Como aquello que vimos con la compleja tecnología basada en fitoquímicos de la civilización de plant-humanos en aquella selva perdida.

Sharada se movía, viendo emocionada al cielo los papalotes y al fondo la escalera de huesos.

Así pues, especularía, vienen aquí, vinieron aquí, a esta montaña a dejar su espíritu-aire libre, dejando el cuerpo, los huesos, como base para llegar al estado en que pueden dejar al espíritu libre.  -Evitó Sharada pensar demasiado en los "ángeles"-humanos, por lo del dolor que le traía el recuerdo de la violación.  No se le hacía nada "elevado" el uso de aquella violencia.

 

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28/03/2019, 10:30
Threkor Ohrin

Las palabras de la doctora eran totalmente coherentes en aquella situación.

Claro, doctora. Este sitio puede ser simplemente una especie de "Cementerio de elefantes" donde la gente venía a morir, pero no a desaparecer. Podrían acceder a este sitio para liberar su alma y unirla a las de todos aquellos que vinieron aquí antes que ellos. Una especie de santuario de ascensión del alma.

Señalo a los huesos por los que habíamos subido.

Abandonaban sus cuerpos terrenales y las almas ascendían a.... algún sitio.

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28/03/2019, 10:47
Director

Notas de juego

Ficha para Nathaniel Nox.

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28/03/2019, 16:47
Alwin Romijnsen

Asentí maravillado a los comentarios de mis compañeros.

-Parece que esta cima encierra más información de lo que cabría esperar a simple vista. Una civilización basada en el viento... hasta ahora los datos apuntan a que es una hipótesis más que factible. Al fin y al cabo, parece que aquí tan alto el viento se comporta de forma bastante caprichosa.

Al escuchar las palabras de la doctora negué con la cabeza. Lo mio eran los laboratorios más que la mecánica.

-Me temo que no sabría ni cambiarle la rueda a un coche -le contesté con una sonrisa-, así que lo mejor será ser precavidos antes de activar lo que sea que esté conectado a esa palanca. Aunque si me dan un segundo...

Aquellas cometas habían llamado poderosamente mi atención. Aprovechando la oportunidad cogí de nuevo uno de las cuerdas y fui tirando de ella hasta atraer la cometa hacia mi.

-Me gustaría examinar esto antes, quizás tengan algún tipo de inscripción o dibujo interesante...

Notas de juego

Tengo una pregunta, ¿las cuerdas señalan todas hacia afuera de la cima? Es lo que me ha parecido entender, y eso implicaría que el viento sopla "hacia afuera" en cualquier punto de la cima, lo cual sería cuanto menos algo a tomar en cuenta.

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29/03/2019, 16:50
Director

La tensión que proporciona la fuerza de sustentación es bastante fuerte, así que los esfuerzos del Sr. Romijnsen son bastante infructuosos. De hecho, la acción se torna bastante peligrosa dado que un bandazo de la cuerda hacia el exterior a causa de una racha de aire sobre la cometa lanzaría al vacío a aquel que la tuviese sujeta.

Notas de juego

Tengo una pregunta, ¿las cuerdas señalan todas hacia afuera de la cima? Es lo que me ha parecido entender, y eso implicaría que el viento sopla "hacia afuera" en cualquier punto de la cima, lo cual sería cuanto menos algo a tomar en cuenta.

Me he atrevido a garabatear un dibujo, por llamarlo de alguna manera. Para que os hagáis una idea, se ve la superficie lisa de la montaña y las escaleras que llevan hasta ella. Los molinos están repartidos (no les he hecho demasiado detalle, pero todos ellos llevan mecanismos que varían en alguna cosa de unos a otros), y he destacado el que lleva la palanca. En los bordes están las cuatro cuerdas cuyos extremos se pierden en las nubes. Al moverse con el viento, se puede decir que a veces apuntan hacia fuera y otras, no.

Para poder tirar de la cuerda y bajar lo que haya al otro extremo debéis proceder como una tirada de Investigación, puesto que es una tarea bastante complicada. Es decir, gastar Fichas y sumarle el valor de Viaje de alguno de vosotros con el objetivo de igualar o superar el valor de dificultad actual (que está en 4).

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30/03/2019, 03:55
Dra. Sharada Srinivasan

Notas de juego

Pongo una ficha entonces.  Mi valor de viaje es 1.  ¿Siempre iremos con el que tenga el valor mayor? 

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30/03/2019, 12:39
Alwin Romijnsen

Sin pensármelo mucho y seguramente con una alarmanta falta de prudencia me acerqué al borde, decidido a bajar alguna de aquellas cometas. Tras unos segundos manteniendo el equilibrio por fin pude agarrar una de las cuerdas, pero las rachas de viento eran tan potentes que tuve que soltarla casi al instante, entendiendo lo fácilmente que una de esas rachas de viento podría tirarme montaña abajo.

-Creo que voy a necesitar algo de ayuda, ¿alguno me echa una mano? -le pregunté a mis compañeros. Quizás tengan una pista importante sobre los molinos, creo que deberíamos ver de cerca alguna antes de accionar la palanca.

Notas de juego

Mi valor de viaje es 1, yo puedo poner otra ficha, ¿alguien se anima a poner la que falta?

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30/03/2019, 12:48
Nathaniel Nox

Notas de juego

Yo pongo la Ficha que falta.

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01/04/2019, 16:40
Director

Entre todos agarráis la cuerda, cuyo tacto es áspero y robusto, y se hace patente la fuerza de los vientos a esa altura al tener que hacer grandes esfuerzos para dominar los bruscos movimientos. Forcejeáis durante unos interminables minutos en los que el intenso frío desaparece y un punzante dolor ardiente empieza a crecer intensamente en vuestros brazos. Arriba, parece que la lucha contra el viento empieza a dar sus frutos: una amplia cometa de vieja tela marrón con algo oscuro adherido ya revolotea con una caótica danza por debajo de las nubes, lo que os da renovadas fuerzas para seguir tirado.

Tras un par de minutos más, cuando estáis cerca del límite de aguante de vuestros músculos, la cometa, que debe tener una superficie de tres por tres metros cuadrados, deja de tener suficiente flotabilidad y se precipita a unos cinco metros de vosotros sobre la superficie de la montaña.

Necesitáis unos segundos de estiramientos para que cese el hormigueo en vuestros entumecidos brazos y vuelvan a la normalidad, pero vuestra sorpresa es mayúscula cuando al caminar hacia la cometa descubrís lo que hay enganchada a ella. El cadáver seco de un antiguo habitante del lugar atado a la misma por sus pies, cintura y torso. La expresión de su rostro no es más que un viejo esbozo de lo que era, aunque no parece mostrar dolor ni sufrimiento. Su piel es un oscuro cuero arrugado que revela su osamenta. Entre sus largas ropas, unos papeles manuscritos con imágenes que parecen representar vientos en algo similar a una catalogación o clasificación por tipos o... algo así. Es difícil de precisar, pero no albergáis duda que subió ahí voluntariamente para tener cierto contacto con los vientos y... ¿estudiarlos? Como un antiguo erudito o esudioso. En otros lugares de los documentos, por medio de dibujos y pictogramas, se relacionan esos vientos con algún tipo de sustancia inmaterial que sale del cuerpo humano. ¿Es quizá un viaje después de la muerte? ¿Un viaje del alma hacia... el viento?

Las bajas temperaturas son las que se deben haber encargado de la conservación a través de los siglos del cuerpo, evitando su putrefacción. Así como la ausencia de aves, a excepcion de algunas rapaces y especies como el ánsar indio, que no han picoteado el cuerpo, seguramente por la dificultad que implicaba con los movimientos de la cometa. Aún así, la humedad no parece haber hecho estragos en ellos, como si hubieran estado protegidos de alguna manera.

El descubrimiento sabéis que es grandioso. Probablemente sean los humanos de la antigüedad que más alto han ascendido sobre el nivel del mar.

Uno de vosotros crea un archivo sonoro en vuestro ordenador portátil para registrar el momento y decir:

Sus eruditos pasaban sus jornadas subidos a grandes cometas, intentando comprender la sabiduría de los muertos contenida en el viento. Algunas cometas siguen volando hoy en día con los esqueletos de sus pilotos mecidos por el cielo.

Notas de juego

Enhorabuena, acabáis de descubrir una Revelación, que paso a añadir al Diario de campaña. El nivel de Viaje aumenta a 3 y el valor de dificultad se pone en 5.

Ahora, debéis restaros las Fichas usadas.

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05/04/2019, 16:00
Alwin Romijnsen

El descubrimiento no sólo era magnífico, sino que despertó en mi interior un ansia voraz.

Tras innumerables horas de investigación y estudio, la ciencia moderna me había llevado a un callejón sin salida. La propia biología trataba temas contrastables y cuantificables, y aunque había hecho grandes avances en la comprensión de los sistemas celulares de envejecimiento, apenas había conseguido descubrir algunos compuestos que la retrasaban levemente. Tras años de investigación, no había tenido más remedio que aceptar la conclusión de que nuestros cuerpos, más tarde o más tempranos, estaban diseñados para algún día extinguirse. 

Pero aquello era diferente. La ciencia, en su forma actual, no estaba preparada para analizar elementos que no podíamos detectar. Aquella era la primera pista que había visto en mi vida que señalaba que algo tan abstracto como "el alma" podía existir. Y es por ello que había querido sumarme a estas expediciones. Las palabras de mi padre sobre ángeles y rituales me habían parecido tan extraordinarias que, aun conociéndolo, dudaba de su veracidad. Era simplemente algo tan extraordinario que no podía llegar a creer de verdad a menos que lo viera con mis propios ojos. 

Esperaba que aquella expedición me permitiera empezar a creer, y el hecho de que los dos primeros indicios nos revelaran temas relacionados con el culto a los muertos me dio nuevas esperanzas. Aunque todavía no tenía prueba fehaciente de nada, no pude evitar sentir cómo el optimismo empezaba a crecer en mi interior. 

-Es increíble. Daría lo que fuera por saber que quería descubrir este hombre ahí arriba...

¿Lo habría descubierto? ¿Habría podido fundir su alma con el viento, si es que era lo que quería hacer? Quizás, aunque su cuerpo carnal ya fuera inservible, su alma siguiera danzando a lo largo de las caprichosas corrientes que rodeaban la montaña. 

Fuera de la forma que fuera, aquel descubrimiento me dio nuevas esperanzas y energías.

-No sé vosotros, chicos, pero yo me muero de ganas de ver qué más nos esconde esta montaña -comenté mirando a la palanca-.

Notas de juego

Aumento mi valor de viaje a 2 por el desarrollo de mi pregunta filosófica.