Partida Rol por web

Justo cuando estaba viendo que no sabía que más contestar a Vicentín aparece Mariló.

Muchas Gracias Mujer, tú también estás estupenda, como siempre.

Pero justo antes de poder seguir es cuando Sofía me coge del brazo y me lleva hasta donde estaban David y Mike.

Hola chicos, la verdad es que yo tampoco esperaba mucho de la comida y se ha podido confirmar y no digas muy alto lo de los sandwiches con comida de perro que conociendo a algunos de los que por aquí se encuentran son capaces de cogerte la idea y hacernos salir publicitando los ricos que están. Creo que ni los Glam están cayendo Sofía, parece que todo el mundo está pasando por ahora y no me extraña. ¿Sabéis si han contratado o largado a alguien? Con esto de venirnos para aquí estoy un poco despistado.

Pedro, tras charlotear con su colega Mateo y saludar a la encantadora Mayte, se aleja de los focos de la fiesta para atender el teléfono. El mundo no duerme, la maldición de todo un director de informativos que nunca supo delegar. En cierto modo, celebró tener una excusa para alejarse de aquella multitud de sonrisas impostadas, aunque el precio fuese recrearse en una tragedia. Pero ya era suficiente, como cabeza visible tenía el deber de estar ahí.

Coge aire y entra al paso que marca su flequillo. Un flequillo que burla la alopecia más allá de la línea del Grecian *poeta*

El caso es que necesita un trago. Ve a lo lejos al bueno de Hugman, se dispone a acercarse pero de repente...

- "Coño, un negro". - Masculló para sí. Pedro es de esas personas que "no es racista, en absoluto".

Cambia de idea. Se cruza en su mirada Mariló, que va espléndida esta noche, tanto que le da hasta rubor acercarse a ella. Para vergüenza la que siente cuando se cruza con House, al que no puede ni ver desde aquel tacto rectal.

No sabe qué coño hacer, y mientras, sin darse cuenta, va devorando las copas de champán que ponen a su alcance. Se masca la TRAGEDIA.

-_Susan -susurró la chica ante la primera equivocación de César. Aún estaba reponiéndose del susto que le había provocado la acusación de su propio jefe de que ella era una colada en el lugar. Menos mal que el señor Romualdo se acordaba de ella, pues bastante arduo era tener que lidiar con los ninguneos del primero como para perderse también la única cosa buena de su trabajo: aquella fiesta.

-_Susan -volvió a responder a la segunda vez, mientras era vapuleada por el torrente verval de César. -_{Susan, soy Susan -}pero ninguno de los dos parecía escucharla. Aunque ya la trataran como a un miembro del staff, seguía siendo invisible.

-Susan, me llamo Susan, maldito cabrón hijo de puta! -hubiera querido gritarle, pero su vocecita no llegaba más allá de sus propios oídos _{-Susan, soy Susan...}

Por fortuna, la tortura terminó rápido. Cuando se vio liberada de aquella situación, huyó rápidamente en busca de Mike. El cámara estaba rodeado de gente, pero el cabreo que tenía Susan era tal, que no le importó.

-Algún día me va a escuchar... ya te lo digo, algún día me va a escuchar!!! aaaarrrrhhhhhggggg, estoy cansada de que me ignore!!! dame una cerveza, urgente!!! -después de la bravata, la vergüenza volvió a ella.

-Ehhh, uhhhmmm, lo siento... ¡Hola! aunque ya nos saludamos cuando estaba de recorrida con Mayte... Ehhhhh, señ... Miguel..., podría firmarme un autógrafo? -a esa altura, su cara estaba roja-. No es para mí -se excusó- la nieta de la señora Quintana es fanática su... tuya... _{Por favor?}

Romualdo, una vez sin la presencia de César y sintiéndose más fuera de lugar que su propia hija en la fiesta de su cadena, se acercó a Pepe, el bedel para decirle.

Buenas tardes, ¿me deja por favor la llave del servicio? Es muy amable.

Y tomando las llaves que el bedel le tendía se perdió por una de las salidas en dirección al servicio.

Mike, que seguía tonteando con Sofia y David estaba pasando un buen rato. De hecho, la estaba pasando mucho mejor de lo que había esperado inicialmente. Así fue que se mantuvo un buen rato disfrutando de la compañía.

Pero toda la buena vibra se fue al cuerno al ver el mal trago que César le había hecho pasar a su amiga. Notoriamente molesto ideo una venganza, aquel bastardo no se la iba a llegar gratis. Mike no se lo permitiría. Estaba tan molesto que ni se molesto en disimular su mala cara, y cualquiera que haya podido verla en aquel momento se hubiera dado cuenta de que prácticamente lanzaba fuego por los ojos.

Fue cuando Susan llegó a su lado que Mike la abrazó para calmarla. "Espero aquí pequeña. Tengo algo que hacer...". Luego se volteó hacia David y Sofia y dirigiéndose a ellos dijo "Podrían aguardarme un momento, voy por una copa de vino..." su rostro se iluminó, estaba poniendo en marcha su venganza.

Rápidamente Mike se acercó a la mesa, cogió una copa y la atesto de vino. Luego hizo un momento y echó una mirada a todo alrededor, por suerte el mal nacido de César aún se encontraba en el lugar, se encontraba hablando con el Payaso de Vicentin. Instintivamente sonrió y salió disparado cual saeta dónde estos se encontraban, sin embargo iba con la mirada perdida, como quien se mueve tonteando. Y finalmente, cuando estuvo junto a Cesar simuló que se tropezaba y se cayó sobre éste, prácticamente bañándolo de pies a cabeza con vino tinto. Un segundo más tarde, ya recuperado del exabrupto puso cara de arrepentimiento y pidió disculpas. "Oh, ¡por dios! ¿Qué he hecho? Que torpe que soy. Discúlpeme señor, no lo había visto, es que estaba mirando para allí" dice señalando para cualquier lado. "O por favor, discúlpeme. Permita coger una servilleta y ayudarlo...".

¡Será posible! ¡Idiota! ¡Mira por donde caminas! ¡No, no! ¡Déjalo! Yo me haré cargo. ¡Mira cómo me has puesto!

César sale echo una furia murmurando

¡Necesito un cigarro!

Y mientras salía por la puerta podias oir como decía:

¡Inútil! ¡En cuanto vuelva a entrar me encargaré de que le despidan!

La mala leche de César es legendaria y por un momento piensas que quizás no deberías haberte dejado llevar por el genio. Luego piensas en la pobre Susan y al menos te quedas con la sensación de haberla vengado, aunque posiblemente a costa de tu trabajo. Quizás de otra gente tienes trapos sucios con que negociar, pero con César quizás se te haya ido de las manos...

A lo largo de la noche, la tormenta había ido sonando cada vez con más potencia y más cercana. Un rato después de que César salga al exterior a fumar y poco después de que Romualdo abandone la sala para irse al servicio, un tremendo trueno comienza su bramido y suena cada vez con más potencia. El retumbar se prolonga durante un tiempo que se os antoja interminable. De hecho... 6, 7, 8, 9... cada vez dura más segundos y cada vez suena con mayor potencia.

El estruendo se vuelve ensordecedor y el trueno os inspira una sensación desagradable que nace de vuestro instinto interior... 26, 27, 28... 34 segundos más tarde del comienzo del trueno, las luces del estudio parpadean y se apagan violentamente dejándoos totalmente a oscuras. Al mismo tiempo, el suelo del edificio comienza a temblar como si de un terremoto se tratase. Unos 8 segundos más de temblor y por fin el estruendo (que cada vez estáis más convencidos que no es un trueno) se termina por agotar.

Con la total oscuridad llega el silencio pleno, la sorpresa y el estupor es tal que ni siquiera os atrevéis a gritar.

Ninguna luz de emergencia se enciende a vuestro alrededor. Estáis completamente a oscuras en el lugar en el que os encontrabais.

Aunque aún no hayáis participado, os encontráis en el interior de la sala disfrutando de la fiesta cuando ocurre todo lo anterior.

Una voz rompe el completo silencio.

Un apagón durante la fiesta de inauguración de la cadena WFK Televisión siembra el caos entre los invitados.
El apagón sume en completa oscuridad el edificio de última generación de la prestigiosa firma de arquitectos Pratcher & Tatcher. A pesar de la inversión en domótica y los últimos avances tecnológicos, la oscuridad en el edificio es total... ¡Parece ser que los arquitectos no tenían muchas luces!

Como si de una señal se tratase, la actividad vuelve a comenzar en el interior del plató.

Han saltado los plomos.

Entre todas las llaves que posees, tienes la que abre la puerta del sótano, que te permitiría bajar a activar los plomos de las luces de emergencia.

Las luces se apagan también en tu oficina. Te encuentras totalmente a oscuras, pero te crees capaz de salir hasta el plató sin luz para reunirte con el resto de trabajadores.

" ¿Pero que mierdas pasa con la luz? Este pais se va al carajo siempre que caen cuatro gotas. Va venga Izan demuestra que tienes todo bajo control."

Una voz comienza a escucharse entre el silencio, justo después de que interviniera Mateo intentando hacerse bien audible ya que prácticamente esta gritando. 

- ¡A ver gente...no alarmarse! ¡ Todos quietos ande esteis! Esta aquí el menda que se va a ocupar de todo. Esto no es nada...solo un apagoncillo ya vereis...voy a ver que seguro que se ha fundio algún fusible... Izan levanta las manos como pidiendo calma pero es un gesto inútil ya que no pueden verle en aquella oscuridad.

" Mierda...me dejao el walkie en la taquilla..de Madrid. A ver si la jodia linterna quiere encenderse." Izan comenzó a aporrear con la palma de la mano la base donde se guardaban las pilas mientras farfullaba maldiciones por lo bajo.

Estaba claro. Ese ataque gratuito a Su Unica Sirvienta Amigable Nocturna, llamada también S.U.S.A.N, era otra estrategia más del infame presentador para ningunearla a ella. A la Quintana. Eso sólo podía significar que estaba tan radiante que no podía haberla eclipsado de otra manera que tratando de despedir a su asistenta. Idiota. Podría no tener ni la mitad de la mitad del poder que le gustaba aparentar ni el tercio del tercio del dinero que tenía cuando no le hacía falta aparentar. 

Pero con una de sus joyas empeñadas podía pagar el sueldo a esa chica... siempre que le compensara. 

Observó cómo había seguido sus peticiones de pedir el autógrafo a Miguel, aunque dijo ¿por error? que era para su nieta. Ella no tenía hijos. Nunca tuvo el útero como para bollos con tanto glamour ibicenco. Pero el caso es que lo había hecho. Y de paso se había frotado contra aquel cámara tan atractivo. ¡Susan era un tesorito a cuidar! 

- Calma, cariño, calma- dijo abrazándola a la vez que palpaba un poco a Mike a ver si era un hombre-decorado o un macho de los de antes- Cesar es impetuoso y está sobre excitado con todo esto - dijo midiendo sus palabras pero claramente queriendo decir que era un necio y que no le cabría el cigarro por el culo de lo forzado que estaba. - Pero nadie te va a echar. Y si lo hacen te firmo un contrato ahora mismo para que seas mi asistente personal. Nada que agradecer, amor, veo donde hay potencial. 

En ese momento las luces se fueron. ¡¡Acabáramos!! Si antes había dicho que no había otra cosa que pudiera hacer para eclipsarla, ¡apagaba las luces el muy bastardo!. Aprovechó para ajustarse la compresa de pérdidas, ahora que no miraba nadie, y rememorar los 80 al ver el lenguaje que usaba aquel guardia de seguridad. ¿Menda? 

¡Ay Virgen de Málaga, ay!

- Aybalahostia con el trueno este, joder. ¡Cagoen Sos! - Se apagó la luz. - No hombre, no. ¿Sin luz cómo voy a poder disfrutar de la pirólisis?

Entonces se rebuscó entre los bolsillos del delantal y encontró el mechero para flambear, lo encendió para traer un poco de luz a todo esto, con cuidado de no acercarlo a la peluca de nadie, que no sería la primera que sale ardiendo en su programa.

La fiesta era un poco casposa, pero al menos había bebida y comida. Todo eso y más se fue al traste cuando la luz se fue. Apenas se veía nada, exceptuando algunos haces de luz que parecían provenir del cocinero.

-Ten cuidado con el fuego, Karlos... no vayas a caldear más el ambiente.

Su chiste no tenía gracia, como los del matías. Claro que a pesar de que sus chistes eran conocidos por todo el canal, él casi siempre solo ponía la cara, que eran personas como Eulalio las que estaban detrás.

Un paso en falso durante el temblor, una silla con la que no contaba y directo al suelo. Por suerte el acolchado panda amortiguó su caída, así como las galletas y patatas que escondía en los bolsillos interiores que respondieron con un crujido. 

- No pasa nada niños, en unos segundos se arreglará todo. - 

Dijo desde el suelo, sin intención de moverse. Lo único que hizo fue girar para quedar boca arriba y decidió esperar a que todo volviera a la normalidad. Sin luz y con su movilidad reducida no conseguiría nada, ya había sufrido experiencias parecidas en las que tuvieron que socorrerle. 

Intentó pensar en que era lo que sucedía, esperando que fuera solo un ligero terremoto que ya había finalizado. En aquel lugar podían quedar aislados con facilidad y tendrían que aguantar hasta ser rescatados. ¿Había traído bastantes provisiones? ¿habrían bastantes en el nuevo estudio? Sin más, dejo de preocuparse. Aunque sucediera algo así no tardarían en mandar ayuda y él sentía una seguridad extraña al encontrarse dentro del disfraz. Como si estuviera en su programa para niños donde nada podía acabar mal. 

Tu linterna funciona correctamente y las pilas están cargadas.

El primer haz de luz te impacta directamente en la cara, después al apuntarlo al suelo cae directo sobre "Papá Panda" tendido en el suelo como una tortuga panza arriba.

Piensas que seguramente Pepe, el de mantenimiento sepa donde están los plomos y podáis recuperar la luz.

Parece evidente que ese trueno no tenía mucho de normal. Nunca habíais oído de un trueno que durase tanto y ademas provocase terremotos.

Sea como sea, una llama ilumina la cara de Karlos, que se hace visible desde toda la estancia. Apenas un instante más tarde, un haz de luz atraviesa la estancia desde la linterna de Izan. No es un gran avance, pero al menos os permite ver mejor donde pisáis, hablando de lo cual, la linterna se detiene sobre un Papá Panda panza arriba en una triste situación de desamparo

El sonido intermitente del bastón anuncia la llegada del doctor pocos segundos antes de que esta se produzca, por la misma puerta por la que se fue y con su acostumbrada cara de pocos amigos.

Mike, al escuchar como vieja arpia de Mayte reconfortaba a Susan, tuvo un escalofrío. No podía creer que ella, justamente ella, estuviera haciendo algo por alguien. Seguramente esperaba sacar algún tipo de beneficio del exabrupto, o puede que ella misma, de alguna extraña y exótica manera lo hubiera desencadenado. Esa vieja bruja era capaz de vender el alma al diablo si aquello le reportase algún beneficio...

De pronto, Mike se encontró con la mano de Mayte rebuscando algo entre su entrepierna ¡Maldita zorra! Como un acto reflejo dio un paso atrás, aunque no puso cara de nada. No le daría esa satisfacción, no señor.

Para cuando la tormenta comenzó a descargar su furia, Mike ya se había vuelto a acercar junto a David, Sofia y Susan. Y al oído de ésta última, dijo por lo bajo "Lastima que me olvidé de darle mi número de legajo... Espero que no tenga problemas para encontrarlo y poder echarme" y sonrió. "Espero que estés bien, pequeña" volvió a decir, esta vez un poco más alto y le dio una fraternal abrazo.

Ya sin luz en el estudio Mike soltó "Genial. Lo único que le faltaba a la noche para ser memorable. ¿Han pagado la factura? Mucho estudio, mucho catering... Pero se han olvidado de ese pequeño detalle".