La Enfermería está en penumbras. Es la hora del descanso obligado luego del almuerzo, donde se bajan las luces para permitir (u obligar, como quieran verlo) un instante de paz entre los presos internados.
La mayoría de los presos fue abandonando la Enfermería, y ahora solo quedan Tank, Down y la mujer envuelta en vendas.
Shadowmancer fue dado de alta ayer, luego de permanecer 3 días en tratamiento por sus quemaduras, y trasladado a su sector.
A Tank le han removido el instrumental de su mano ayer también. Donde antes había una piel metálica, sin embargo, ahora hay una mano rosada con piel nueva. Mover los dedos y la muñeca duelen como ver a la abuela en cola-less, pero al menos tiene la mano todavía. Ahora dormita, roncando suavemente.
La cama que dejó vacía Shadowmancer es ahora ocupada por Down. Ya casi 100% recuperada de sus heridas y golpes (que incluían un pulmón lesionado por la rotura de costillas), según el Doctor le darán el alta en un par de días más... aunque la situación es extraña. Por un lado, el Doctor tiene orden de trasladarla directamente al Sueño una vez esté totalmente recuperada. Por otro lado, la abogada está esperando que llegue un representante de la ONU que supervise el caso, y le ha dicho a Down que no deberá aceptar el alta a no ser que esté realmente recuperada... o sea, cuando llegue el enviado de la ONU para apelar su caso.
Down mira el techo ociosamente, siguiendo con los ojos el leve ir y venir de una lámpara del techo, cuando una rendija de luz la sorprende. Alguien ha abierto la puerta que da a la sala de los medicamentos con extremado sigilo, abriendo y cerrando la puerta sin hacer un ruido.
La figura se desliza entre las camas. Down distingue a un muchacho muy joven, con el pelo largo atado en una cola de caballo, que se agacha en una sección de pared frente a su cama.
El muchacho gira la cabeza de pronto y ve el brillo de la luz en los ojos de la chica. Lejos de alterarse, se lleva el dedo a los labios señalando silencio. Luego vuelve a su tarea: apoya un objeto semi-esférico en la pared, moviéndolo lentamente hasta que este emite un quedo bip. Instantáneamente una sección de la pared se abre revelando un fichero. Revuelve en él hasta sacar una carpeta pequeña, de tamaño de anotador de bolsillo.
Luego de titubear un segundo, fija la vista en el cartel identificatorio bajo la cama de Down, busca en el fichero, y se acerca a su cama con una segunda carpeta.
- Un regalo, te susurra, y deja la carpeta en tu cama. Luego cierra el fichero oculto, y desaparece nuevamente por el cuarto de los medicamentos.
La carpeta es pequeña, de tamaño anotador de bolsillo, con tapas de un plástico blando. En la portada reza: "Down Cage, 144-652"
En su interior contiene tus reportes médicos, desde tu ingreso hasta el que completó el Doctor el día de ayer cuando te sacaron del tanque. Lo que más llama tu atención, sin embargo, es un reporte sobre el análisis de ADN que te hicieron al ingresar.
¿Es necesario que te diga lo que dice el reporte? ;)
Tendida en una cama, en la penumbra de la enfermería, Down se levanta todo lo que le permiten sus ataduras mientras hojea, el expediente que le entregara el extraño sujeto moreno, con los ojos casi desorbitados.
DOWN RELATO: What the fuck??!! Casi se me cae el culo, de la sorpresa y no fue por el tío ese que se metió en la habitación. Parecía que, después de todo no había matado a mi padre, no todavía, al menos. Así que el bigotes era mi viejo. Ahora todo me cerraba. Había venido a tratar de ayudarme, porque se sentía algo culpable por haber dejado a su hija a merced del sorete de Global.
Down continúa pasando las páginas.
DOWN RELATO: Parece que mi vieja jugaba a dos puntas. El pelo rojo no es lo único que heredé de ella.
Down cierra la carpeta y parece reflexionar unos instantes.
DOWN RELATO: Ahora, ¿dónde mierda meto esto? Apuesto a que el “colita” no lo pensó, cuando me dejó esto.
Down desliza la carpeta dentro del cuello de su traje, y la oculta sobre el pecho. Vuelve a recostarse y se pone a mirar el techo.
DOWN RELATO: El hijo de puta del calvo sabe todo sobre mí. ¿Quién más sabrá lo que hay en esa carpeta?
Down mira en la dirección por la que despareció el extraño sujeto.
DOWN RELATO: ¿Y quién mierda era el tío ese? Si era un preso, no debería poder hacer lo que hizo, y, si no lo era, bueno… otra vez, ¿quién mierda era?
Tendida en una cama, en la penumbra de la enfermería, Down se levanta todo lo que le permiten sus ataduras mientras hojea, el expediente que le entregara el extraño sujeto moreno, con los ojos casi desorbitados.
Continúa pasando las páginas durante varios segundos, luego cierra la carpeta y parece reflexionar unos instantes.
Down desliza la carpeta dentro del cuello de su traje, y la oculta sobre el pecho. Vuelve a recostarse y se pone a mirar el techo. Mira en la dirección por la que despareció el extraño sujeto.
Down se adormece, mientras piensa en estos sucesos, y lo que acaba de descubrir... los calmantes la hacen sentir tan débil, y adormecida... la despierta nuevamente una puerta que se abre, pero esta vez es la de entrada, la que comunica la sala con la recepción de la Enfermería.
A través de ella entra Ráfaga, quien se acerca a Tank y lo sacude fuertemente.
- Arriba, niña bonita!
No digo nada sobre la visita que Down recibe durante la noche. Esta claro que tiene una legión de admiradores. tampoco estoy de humor para hacer comentarios así que permanezco en silencio.
Apenas he dormido nada cuando entra un gilipollas en la enfermería y se hace el machito...como si no supiéramos todos que es gay.
Que tal si me dejas en paz y vuelves a la cama con tu madre y el perro, mamón?.
- Cierra la boca, asshole, que si fuera por mí...
Ráfaga te mira y sus ojos refulgen en azul. Ahora, no me intentes nada raro. Créeme, esto te va a gustar... Comienza lentamente, analizando tu reacción, a quitarte las agujas, y luego las ataduras.
- Vendrás conmigo, escucharás algo, y luego podrás olvidarlo, o no... Ráfaga recorre la habitación con la vista. La mujer con vendas está profundamente dormida, y Down lo simula también...
Down, tira 1d10. Debes sacar menos de 4 para que Ráfaga se la crea.
Suspiro a falta de otra cosa que hacer. Al final me esta costando mas el recuperar la mano y verla de ese asqueroso color carne que perderla.
Vale tío...tu siempre con la palabra culo en la boca. Vamos a donde te salga de los cojones y luego regreso, que hoy toca puding de postre...
Me levanto si puedo hacerlo , y no me preocupo de la pelirroja para nada. Mucho habla y poco hace...calientapollas.
Cita:
Eso que es...cara culo?...tio, insultame en español, que si no igual no me entero...
"Ráfaga" Thomas es americano, y asshole me gusta como palabra. Es equivalente a tarado, inútil, estúpido, el argentino "boludo" pero había puesto alguna de esas palabras y como que no me cerraban en la boca de Ráfaga.
Si no digo que no...solo que yo ni papa de ingles, y menos tema de insultos... si hubiera dicho "Pollaboba", me habría quedado muy claro xDD
"Pollaboba" por ejemplo, creo que entiendo el sentido, pero no está en mi vocabulario indígena argentino hahaha!
Tu di lo que tengas que decir...pero si puedes, te pediría que me lo tradujeras en las notas...para que no se pierda el esfuerzo imaginativo xDD
Tirada: 1d10
Motivo: Hacerse la dormida
Dificultad: 4-
Resultado: 1 (Exito)
Asshole sería Gilipollas. Por frecuencia de uso, sería el mejor equivalente.
Ráfaga le coloca a Tank esposas en las muñecas y tobillos, y lo saca de la Enfermería.
Continuamos por separado... pero en esta misma escena si no les molesta para no abrir otra.
Sin mirar atrás sigo de forma algo vacilante al capullo guardia de seguridad venido a mas. Si no fuera por sus rayitos y las esposas explosivas le cogería y le daría la vuelta como un puto impermeable.
Le sigo un rato hasta que al final me aburro.
Que pasa Rayman...hay que caminar mucho?
-Nah, ven por aquí. Ráfaga te lleva hasta el ascensor de servicio, el que subiendo lleva hasta los talleres* y al techo, al helipuerto. El ascensor es grande, como para que entre un montacargas con una celda completa** y completamente de acero, o al menos parece acero.
En lugar de tocar alguna de las opciones de comando del ascensor, Ráfaga acerca su chip de identificación y el ascensor comienza a descender. Tank sabe que en solo unos segundos el ascensor debería estar en el piso de las celdas, sin embargo el viaje dura casi un minuto.
Las puertas se abren a una enorme caverna, bien iluminada. Más allá se ven a dos grandulones jugando al basket, de hecho, podrías jurar que uno es Yunque. Ráfaga te toma del brazo y te lleva a un costado, donde del costado de la piedra sobresalen unos edificios cuadrados.
Entran en uno, espacioso y adornado como una espartana oficina militar. Detrás de un escritorio metálico y desvencijado, Giro te mira y te invita a sentarte en la silla frente a él. Ráfaga se cruza de brazos en la puerta.
* los talleres es donde los presos hacen trabajos por monedas... el trabajo carcelario de toda la vida.
** las celdas de los presos son módulos independientes y desmontables de los sectores.
- Bueno bueno bueno, su voz es rasposa, sus ojos blancos totalmente, notas por primera vez. Es cierto que tampoco lo habías tenido tan cerca. Tank. Pandillero, piltrafa, poca cosa. Encerrado en Aguas Negras por taaanto tiempo, te estás aburriendo, verdad? Si me dijeras que tengo una proposición laboral, qué me dices?
Pasa al menos media hora desde que Ráfaga se llevara a Tank. Sigue dando vueltas en tu cabeza el descubrimiento, y qué hacer con el expediente robado... no puedes regresarlo, pero tampoco devolverlo sin delatar a quien se llevó el otro... tal vez importa eso? No lo sabes, te cuesta pensar con claridad.
Cruje la puerta, se abre y un guardia prende las luces. No parece reparar en la ausencia de Tank; se hace a un lado para dejar entrar a la abogada, Giselle, elegante como siempre. Su cara no refleja alegría ni puede mantener con naturalidad esa sonrisa de zorra sin cerebro que tanto odias. Comienzas a sospechar que efectivamente está en la prisión para defender a los presos por lo inútil que parece ser como abogada. O porque chupa bien la pija, andá a saber.
- Ay, mi amor, te van a dar el alta... y de la ONU dicen que no pueden enviar a nadie hasta dentro de un mes! Estoy tan desesperada!
Rompe en un llanto nervioso y artificial... así deben llorar las barbies, lágrimas de plástico.
- Pero siendo huérfana, el Estado ha transferido tu tenencia legal a la prisión, por lo que ni siquiera podemos apelar su decisión... si fueras mayor, o tuvieras un tutor legal, entonces podríamos pedir una revisión del caso, pero siendo así...
Agradeces las ataduras, porque podrías partirle cada hueso de la cara. Que sea estúpida es una cosa, pero que arme semejante show... como si le importara, piensas.