Partida Rol por web

Déjese de tonterías señora y alejese de ese arma. Tiene derecho a guardar silencio y a llamar a un abogado competente.

El policía apunta nuevamente a Anauel sin creer una sola palabra de lo que ésta le dice.
Las cosas cambian cuando nota que la cara de la rubia estaba llena de magulladuras y moretones.

Es que esta mujer sí se ha peleado en serio. Algo de todo esto no me cierra.

Ambas vendrán conmigo a declarar, derechito a la comisaría.

Miro a Lobatto con cara de alivio y le señalo hacia Romano, mientras trato de sujetarlo para meterlo de nuevo en la habitación

Me siento muy desconcertado al aparecerme en un lugar que no esperaba. En toda mi vida había sentido cosas muy extrañas, pero todavía no había lidiado con la teletransportación.

Creo que tengo la clave de qué puede ser que se trate mi poder

Cuando veo a Alexander abrir la puerta, me quedo boquiabierto. No sólo no sabía cómo había llegado allí, sino que tampoco se imaginaba cómo él podría haberlo encontrado.

El anciano pordiosero me jala del brazo y me hace entrar en el lugar en donde AHORA estaba también el hombre que intentaba secuestrarme.

Entro y cierro la puerta a mis espaldas, quedandome delante de ella. Me dirijo a Lobatto

-Y ahora que debemos hacer? Avisemos a Hector. Sin esperar una respuesta por su parte, salgo de la habitación para buscarlo, dejando a Lobatto al cargo de Romano por unos instantes

Pe... Pe... Pero, es mentira, la que me estaba apuntando con el arma es ella, usted vio como la llevaba en su mano, quería llevarseme a no se donde, esos golpes no se quien se los habrá hecho, pero le aseguro que yo no he sido.

Intento tranquilizarme un poco, me doy cuenta de que voy a perder el vuelo, aunque sin Romano tampoco creo que lo fuera a coger...

Bien, le acompañaré a comisaría, pero vigile con ella, no se lo que quiere, su amigo ya se ha llevado a Romano y querían llevarseme a mi.

Uff.. Mejor no cuento que han desaparecido de repente delante de mis narices, ya que lo que pensarán es que estoy loca, intentaré tranquilizarme un poco y ya pensaré más adelante en lo que hago...

Al dirigirte nuevamente a la recepción, donde habías encontrado por última vez a Héctor, te explican que él se encuentra en una "junta" con la señora Victoria. (Por la forma en que lo dice parece que deberías saber perfectamente quién es Victoria)

Te indica el lugar donde habrían de encontrarse, y recuerdas de cual se trata.

Victoria y Héctor se encontrarían en la sala de conferencias...

- La psicópata ésta tenía ese arma y logré quitársela cuando se acercó a golpearme. Temí mucho, mucho por mi vida. Lloriqueo como ya había hecho antes.
Miro nuevamente a Vilet y me entrego a la policía sabiendo que me escaparé en muy poco tiempo.

- No hay problemas, no tengo nada que ocultar.

El policía las esposa a ambas de una sola mano y los hace acompañarlo hasta el auto de policía que se encontraba fuera, donde no estaba ni Alexander, ni Lobatto y mucho menos Romano.

Ambas se meten al coche de policía y esperan a que el conductor las lleve a destino

Un poco contrariado por la situacion, me dirijo directamente hacia la puerta que me separa de Hector. Abro sin llamar, ya que no creo estar interrumpiendo nada, o tal vez si, pero esto es mas importante...

-Uno esta aqui

Espero su respuesta asomando medio cuerpo hacia dentro de la habitación

Un rayo de fuego atravezó los ojos de Victoria al ver entrar a Alexander. Su cuello giró como un látigo y apartó la mirada de Héctor, quien se encontraba en frente de ella con cara de aterrorizado.

No se oyó una palabra salir de la boca de Violet cuando ésta enarca ambas cejas y las frunce rápidamente.

El dolor que sintió Alexander luego de aquella mirada fue casi insoportable. Un calor recorrió su cuerpo para luego convertirse en una electricidad que le contracturó hasta el último de los músculos.

Alexander no pudo evitar sentir más que los pies pegados al piso por unos instantes, luego todo volvió a la normalidad pero Victoria no dijo nada, absolutamente nada.

Héctor lo miraba con cara de ingenuidad.

Me mantengo en silencio, sintiéndome algo asustada, el qué quiere esta gente no lo se...

Intento estar sentada lo mas apartada de la chica esta, contra la puerta del coche, vigilando todos sus movimientos, he visto como han actuado con Romano y siento como mi pulso se acelera...

Que es lo que buscais?

Le pregunto en voz baja, para que el policía no pueda escucharme...

Miro por la ventanilla, luego llama mi atención Violet que ahora me hablaba.
En voz muy baja digo:
Enseñaros... sobre eso que les pasa y que seguramente no entienden.

Enseñarnos? A que te refieres? yo...

Me siento algo turbada, nunca le he contado a nadie lo que me ocurre, si fuera por allí contándolo pensarían que estoy loca, así que siempre lo he mantenido en secreto.

Pe... pero tú que es lo que sabes?

Intento hablar en susurros, vigilando que el policía no esté escuchando.

Lo que yo sepa es irrelevante, lo que importa en que hiciste que te metan en un lío y no sé aún cómo te sacaré de él.
La muy estúpida había hecho que la arrestaran y ahora no habría forma sencilla de sacarla de allí sin que nadie lo notara, así Anauel pudiera irse cuando lo deseara.

¿Por qué no vino conmigo cuando le dije que viniera?

Me acerco un poco más a su lado del asiento para evitar que los policías oigan algo de lo que digo

Que yo hice qué???

Perdona, pero vuestras maneras no fueron muy amistosas, a mi cuando me sacan un arma actúo en consecuencia, que yo sepa no te acercaste y te presentaste, así que qué esperas, que me apuntaras con una pistola y yo me quedara tan tranquila?

Esto es increible, de verdad...

Intento hablar con un tono de voz flojo, para no ser escuchada, pero no puedo evitar que mis palabras salgan atropelladamente, con rabia...

Me quedo petrificado en el umbral de la puerta, sin saber que hacer, ni que decir... ni siquiera que sentir. Ese dolor tan profundo, como nunca lo habia sentido... extraño cuando menos. Pero cierta confusion se apodera de mi al ver la expresión del rostro de Hector. El es un angel, no deberia tener miedo, y mucho menos de otro angel, como a todas luces parece Victoria.

Sin poder mediar palabra, cierro de nuevo la puerta, y todavia tembloroso, vuelvo a donde está Lobatto

-Parece que tendremos que custodiarle durante un rato, Hector está ocupado. Me apoyo con mi espalda contra la puerta que nos separa de Romano. La curiosidad no deja de atormentarme, aunque sé que se trata de pecado... y le pregunto a Lobatto. Oye, quien es Victoria?

Unos cuantos minutos más de viaje siguieron a la charla secreta entre las dos mujeres. El policía no hacía más que reírse con su compañero en la parte delantera de la patrulla, nadie podía oírlas, o al menos a nadie le interesaba.

Anauel dejó un severo silencio entre la pregunta de Violet y su respuesta, si es que tenía pensado darla en algún momento.
Las miradas nerviosas se cruzaban cuando ambas oyen la sirena de la patrulla activarse.
En la parte delantera ambos policías hablaban de una persecución.

En caso de ver por las ventanas, ambas pueden notar que la velocidad del coche patrulla va aumentando considerablemente, hecho que les provoca pegarse al asiento por acción de la inercia.

El coche dio unos cuantos giros inesperados mientras perseguía a alguien o algo.

- Victoria es... ¿Cómo explicarlo? Lobatto cierra la puerta detrás de Alexander una vez que ya los tres estaban dentro de la habitación. - una persona muy especial. Yo no conozco demasiado sobre cargos en este lugar, pero lo que se bien es que no hay, por lo menos por aquí, autoridad mayor que ella. Lo que no entiendo muy bien es por qué hay cargo de jerarquía si somos todos iguales ante los ojos del señor. En fin, no me gustaría que vuelva a gritarme de la forma que lo ha hecho y quizá está escuchando en este momento.
- Victoria es quien recibe las órdenes y nos encarga los objetivos. No sé quién le dará "las órdenes", pero tampoco me arriesgaría a preguntar. Por la seguridad y la confianza que se la ve tener, no temería al arriesgarme a decir que habla con Dios mismo.