Partida Rol por web

Érase una vez

El cuento del bardo

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26/02/2013, 23:24
Asurancetúrix

Comienzo a afinar mi laud mientras mentalmente acabo de recomponer mi cuento. La gente va llegado, pronto están todos en la sala. Veo sus rostros nerviosos, cada uno quiere que el cuento haga posible lo que la noche ha conseguido y muchos tienen miedo de perder aquello que han ganado.

La sala está en silencio. El laud acaba de ser afinado. Me aclaro la garganta, las primeras notas salen del laud y elevo mi voz por la sala para recitar mi canción

-¡VENID COMPAÑEROS Y OID MI CANTAR! Entono fuerte para atraer la atención de los más despistados.

 

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Erase una vez un libro en una estantería. Un viejo y polvoriento libro de cuentos. El lomo desgastado de entrar y salir de las estanterías, las guardas medio despegadas de años y años de pequeñas manitas jugando con sus hojas, sus páginas amarillas. El viejo libro suspiraba en la estantería ¡Hacía lustros que nadie lo leía! ¡Como echaba de menos esos años en los que él era el único capaz de encender la imaginación de un niño! Pero había sido sustituido por horrendos aparatos electrónicos que pitaban muy fuerte. Las historias que antaño contaba en intimidad a los niños eran ahora convertidas en sombras e ilusiones y proyectadas en frías salas con olor a comida y suelos pegajosos.

 

“Tus historias no tienen emoción” Le decía a nuestro viejo libro un pesado tomo de literatura negra sueca. “No apareces en listas comerciales ni te otorgan prestigiosos premios internacionales” Le espeta un grueso tomo japonés de mirada entornada “¡¡No corres a la par que los tiempos!!” ¡Se atrevió a decirle un fino libro de ayutoayuda y pésima retórica!

Sin embargo, dentro de sus páginas Picas que escuchaba como se metían con él y lo menospreciaban esos modernos libros “del mundo de hoy” les gritó airado a todos:

“¡Estáis muy equivocados! ¡Pienso convocar a todos los protagonistas de Mundo de Fábulas para demostraros que no estamos pasados de moda! ¡Juntos buscaremos una solución a la desaparición de los Cuentos!”

Y Picas convocó a todo su reino a una magnífica recepción. En ella esperaba que todos pusiesen de su parte y propusieran alguna solución. Sin embargo, los insconcientes personajes de Mundo de Fábulas se habían acostumbrado a la independencia que da el que nadie lea sus historias y solo habían acudido a la audiencia para pedir.

“Venimos a pedir las manos de vuestras hijas” Dijeron los príncipes de Muy Lejano. “Yo vengo a pedir la mano de vuestra primogénita” Declaró el atractivo Encantador con su arrebolada sonrisa. “Vengo a pedir la mano de vuestra otra hija” Dijo Septimus mientras miraba con su serio semblante a la princesa Zelda. Sin embargo, antes de que Picas pudiese hablar y establecer un trato con ellos, un trato que pasaba por entregar la mano de sus hijas si aunaban fuerzas entre ambos reinos para terminar de construir su cuento, Zelda contestó airada a Septimus “Siento si alguna vez os hice creer que sentia por vos algo más que el simple aprecio que corresponde entre príncipes de nuestra clase, pero temo deciros que no estoy interesada en vos y jamás aceptaré vuestra mano” Peach aprovechando la salida de su hermana le dijo a Encantador con su habitual acento de clase alta “Osea, ni yo. Sa’es? Mi corazón ya no es mio y por lo tanto no puedo entregarlo ni por un millon de pendientes y zapatos Sa’es?”

Y los principes se marcharon confundidos de la sala de audiencias

“Colega, mi compañero y yo solo queremos que se nos reconozcan nuestros derechos como animales parlantes. Nuestros derechos y los de nuestro colectivo” Dijo El lobo Feroz “Y subvenciones para organizar talleres y alguna veda donde poder reunirnos todos” Completó el cerdito Porky que dicho sea de paso pensaba construirse una casa en la veda y quedarse con el dinero de la subvención para hacerse una piscina de barro.

“¡Los ciudadanos de muy lejano necesitan que su rey se ocupe de ellos! ¡La gente desaparece y el rey no hace nada!” Gritaba la bruja Piruja acompañada por su inseparable Gato con Botas “¡Las arcas están vacías!” Seguía imprecando Piruja al rey Claro que están vacías Pensaba el pobre Picas Si nadie nos lee desaparecemos y si desaparecemos desaparece también el tesoro real. Si algún niño nos volviera a leer el cofre real volvería a estar a rebosar, los ciudadanos no desaparecerían y todos volverían a ser felices como antaño. Pero nadie dejaba hablar al pobre Picas

“Amo a vuestra hija y ella me ama” Soltó Joker nada más entrar con la sala de audiencias con sus padres el cazador Elmer y Mary Rose y ante la mirada horrorizada de Zelda

Peach saltó de su trono de princesa para correr en brazos de Joker “¡¡Osea te amo yo también mi cascabelito!!”

La reina por su parte solo pensaba en conseguir juventud y riquezas eternas, poder darle una patada a Picas y correr en brazos de su verdadero amor. Y deshacerse de aquella que compartía la cama de su amado en vez de ella, por qué no decirlo.

Picas con un suspiro dio por concluida las audiencias y sin comprometerse con nadie dió por comienzo el baile.

¡Todo era lujo en el baile! Las velas en grandes candelabros de araña deslumbraban a todo el mundo. Mary Rose, la jefa de criados, había hecho un gran trabajo con la decoración y la organización del baile. Joker animaba la fiesta con sus actuaciones, que impresionaron a todo el mundo y en especial a Séptimus. Zelda no paraba de lanzar mirabas a Encantador para atraer su atención y Feroz no paraba de hacer campaña a favor de los animales parlantes.

Terminada la actuación de Joker este desapareció acompañado de Peach para “conversar a solas sobre su amor” Elmer salió con la reina para “hablar sobre la nueva piel que éste cazaría para ella” y Zelda salió corriendo de la sala conteniendo las lagrimas ante la indiferencia con la que Encantador la trataba.

 

-.....-

 

Piruja hablaba con Mari Rose sobre auntos de familia y descubría de manos de la criada sus verdaderos orígenes cuando un grito proveniente de la biblioteca y de la boca de Zelda concrétamente alertó a todo el palacio. “AHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!! ¡AL LADRÓN!!! ¡ROBAN EL TESORO REAL” “¿Quien sería el bellaco que se atrevería?” Gritó Picas enfurecido “¡Porky y su compinche el Lobo Feroz!” Gritó Elmer “Cierto ¡Hasta nuestro reino han llegado las historias pasadas de esos dos truhanes!!” Corroboró Encantador.

Pronto todos estuvieron reunidos en sala de baile y el juicio dio comienzo. Un juicio que duró poco cuando ¡La escopeta de Elmer dictó sentencia ante los testimonios que implicaban a Porky en tráfico de drogas y sustancias, además de malversación de fondos públicos y privados! ¡¡En ese momento el caos se enseñoreó de la sala!! Peach comenzó a llorar por la muerte de Porky en los brazos de Joker. Zelda se abalanzó contra ella envidiosa por acaparar la atención de todos los hombres y en especial la de Encantador ¡Con quién al final había accedido a casarse! Piruja intentaba lanzarle un hechizo a Elmer que convirtiera su cabeza en la del burro que era mientras Gato con Botas intentaba frenar la mano de su amiga. La reina gritaba “¡QUE LE CORTEN LA CABEZA!” A cualquiera que intentará acercarse a Elmer y Mary Rose iba a cortarle la cabeza con sus propias manos a la reina si no dejaba en paz a su marido. Septimus y Encantador simplemente miraban.

Picas no paraba de decir “¡Pero no os dais cuenta! ¡Tenemos que crear nuestro cuento! ¡Todo esto se solucionará con el cuento!” ¡Pero nadie le escuchaba!  Hasta que una voz fina y estridente se elevó  por entre las demás

“¡Que te quedes tú con Encantador, bruja! ¡Yo amo a Joker! ¡ESTOY ENBRAZADA DE ÉL” Peach consiguió acabar con toda la discusión de la sala con tres simples frases. Aquello ya fué demasiado para Picas que acabó dictando sentencia a la Pareja “Te casarás con Joker si ese es el deseo de los dos” Le dijo su padre con voz lenta y pausada “pero tendrás que renunciar a tu primoginetura en favor a tu hermana que reinará cuando yo no esté” Concluyó “¡Muy bien padre!” Contestó airada Peach “Joker y yo marcharemos juntos a Muy Lejano donde Septimus le ha ofrecido patrocinio” “Septimus no marchará a Muy Lejano ” Le corrigió Picas “Pues se quedará aquí bajo mi apadrinamiento como parte de un trato que tenemos su padre y yo” “Majestad” Intervino Séptimus “Mi hermano ocupará mi lugar y quedará aquí con vos” La sala miraba a Septimus sin saber ya que iba a ocurrir a continuación “Debido a una serie de discrepancias con nuestro padre y algunos asuntos no aclarados sobre las sospechosas desapariciones de doncellas que han caído en sus brazos nuestro padre le ha desheredado y me ha otorgado a mi el reino

Zelda no cabía en si de gozo “¡Encantador en palacio! ¡Así conseguiré que Encantador me ame!” Si padre no pudo evitar oírla “¡No Zelda! ¡JAMAS te casarás con Encantador” Zelda comenzó a llorar desconsoladamente “¡No tienes derecho a ello!” Imprecó la reina de Corazones “¡COMO QUE NO!” Gritó Picas “¡Soy su padre!!!” “¡NO! ¡NO LO ERES!” Gritó la reina. El siencio reinó en la sala ante las declaraciones de la reina. Elmer ya no pudo aguantar más la situación y se adelantó para ponerse al lado de la reina para decir con voz calmada “Son mías y ahora me arrepiento de ello. Pues esta mentira ha acabado produciendo una aberración. Peach está embarazada de su hermano” Mary Rose no puede aguantar mas y se desmaya ante la traición de su marido. Sin embargo cuando al poco se recupera regala a Joker y Peach el mejor regalo que nadie jamás les había hecho “No sois hermanos” Aclara ella. “Joker, eres adoptado, Nadie lo sabía, mi hijo murió en el parto y tu madre murió en el tuyo el mismo día. Decidí adoptarte aún antes de perder a mi propio hijo, pero al perderlo pensé que podía ahorrar a Elmer” Miró con odio a este al pronunciar su nombre “la pena de la pérdida y te crié haciendo creer al mundo que eras nuestro hijo ” Dio un suspiro “Espero que Peach y tú seais más felices en Muy Lejano de lo que yo he sido aquí, podeis casaros con la bendición mía y de los dioses

La noche iba llegando a su fin y Picas no había conseguido su objetivo. Aburrido por el reinado y sobrepasado por los problemas se retiró a un monasterio y dejó la corona en manos de su arpía mujer hasta que Zelda tuviese edad suficiente para reclamarla. La reina consiguió su deseo y pudo hacer pública su relación con Elmer mientras Encantador se quedaba en el reino como ahijado de la reina con Zelda acosándolo por todo el palacio ¿Conseguirá su objetivo? Joker, Peach y Mary Rose marcharon a Muy Lejano con Séptimus a empezar una nueva vida. El sacrificio de Porky y feroz no pasó desapercibido al resto de aniimales parlantes que hicieron legión y crearon varias asociaciones que velarn por sus derechos (Se dice que pronto conseguiran su tan luchada enmienda) y Piruja y Gato con botas volvieron a su casa en el bosque con algunos asuntos resueltos pero un mal sabor de boca por no haber conseguido sus objetivos para con el pueblo de Macedonia. Sin embargo se equivocaban.... Por último, el tesoro real fué encontrado y su ladrón castigado como mandaba la ley.

Respecto a este humilde bardo, cronista de esta noche de locos solo le pedía a su propio cuento una cosa.  Que cuando los niños leyeran su cuento le llamasen “Jack con Suerte” (Asuranceturix quedaba muy antiguo y dificil de pronunciar y no iba con los tiempos que corrian) y de ese modo todas sus empresas siempre acabasen e buen puerto

 

-....-

 

Una noche de viento zarandeó las viejas estanterías de nogal y un viejo libro de cuentos cayó al suelo. Quedó abierto por una alustración donde en una sala de baile un juicio a un cerdo y un lobo volvía locos a los presentes. No pudo resistirse y picado por la cusiosidad se sentó en un viejo sillón con las piernas cruzadas a leer el extraño cuento. A los pocos días los niños jugaban a ser príncipes, cazadores o gatos. La niñas a ser reinas, princesas o simples doncellas y Mundo de Fábulas volvió a la vida de la única forma en el que podía volver. De manos de los juegos de los niños.


La última nota del laud dejó de sonar y el mundo quedó expectante

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28/02/2013, 15:18
Director

-EPÍLOGO-

Ese fue el cuento que contó Jack con Suerte y que decenas de bardos más extendieron, con variantes, por toda Macedonia hasta que acabó transcrita en un grueso libro a salvo de la frágil de frágil memoria de los hombres. Pero todos sabemos que los bardos son charlatanes y mentirosos, así que la verdadera historia no fue exactamente como la cuentan...

La reina Corazones hizo propagar el bando de que el rey, cansado de su pública pública, se había retirado a un monasterio, pero en realidad ella había comprado a la guardia para que lo recluyeran allí a punta de alabarda para poder gozar libremente con su amado Elmer. Vigilado permanentemente por la guardia de la reina, Picas pasó sus últimos días en la más absoluta soledad, visitado un par de veces al año por su hija Piruja, quien le hacía llegar unas hierbas que calmaban sus temblores.

Después de una efímera época de felicidad, el palacio de Muylejano se vio sumido en la más absoluta ruina. El cofre del tesoro real fue hallado, sí, pero nadie fue capaz de abrirlo nunca. La llave que guardaba con celo la princesa Zelda resultó ser falsa, y poco a poco, la reina tuvo que empezar a malvender todos los cuadros, muebles y joyas de palacio para pagar los sueldos de una guardia cada día más descontenta. Cuando la miseria de la familia real se hizo patente y Corazones empezó a merecer el nombre de "la reina mendiga", acabó por vender el reino y el palacio a un gato parlante a cambio de una renta que le permitiera a ella y a su hija retirarse a vivir cómodamente en una bonita casa de campo.

Elmer, por su parte, no pudo conciliar el sueño desde aquella noche. Cada vez que intentaba dormir, recibía la visita del espíritu de un cerdo que lo atormentaba con espantosos alaridos. Cada día más pálido y débil por la falta de descanso, acabó defenestrado por una de las ventanas de palacio el día que su maltrecho cuerpo sufrió una lipotimia. Algunos criados aseguran, sin embargo, haber visto a un cerdo empujándolo.

Las doncellas de la princesa Peach le habían dicho que si tenía un hijo con un medio hermano, este podía nacer con una cola de lagarto, pero la profecía no se cumplió y el palacio de Muylejano vio nacer a un sonrosado retoño lleno de vitalidad. El mismo día en que la princesa dio a luz, la gatita blanca que le había regalado Séptimus parió una camada de siete gatos que hicieron las delicias de la princesa. Tan ocupada estaba en bañarlos, peinarlos y colgarles lacitos de color rosa, que Peach vivía ignorante de la suerte de Jóker y de Mary Rose, a quienes el príncipe Séptimus, que al final resultó ser un pervertido sexual, obligaba a disfrazarse de animales para satisfacer sus viciosas inclinaciones.

La molesta Asociación por los Derechos de los Animales emprendió una campaña de difamación contra el príncipe Encantador acusándolo de la muerte del lobo feroz. Esta, sin embargo, fue pronto desarticulada y sus líderes cocinados en los fogones del palacio de Muylejano. Después de este fallido experimento los animales parlantes del reino volvieron a ser lo que siempre habían sido y a trabajar duramente para llenar las arcas del príncipe.

Piruja recuperó su forma humana y el Gato con Botas su forma gatuna. La bruja, con la caída en desgracia de su padre, vio frustrados sus intentos de medrar en la escala social, pero gracias a aquella transformación conservó una agilidad y un oído felinos que hicieron que se convirtiera en una excelente cazadora. Cuando escuchó que el príncipe Encantador ofrecía una generosa recompensa por cada cabeza de animal parlante que le llevaran, Piruja amasó una pequeña fortuna que le permitió remodelar su chabola y convertirla en un hogar acogedor.

Y el Gato con Botas... bueno, aquellos no eran buenos tiempos para los animales parlantes, y la sagacidad de bruja que le había proporcionado la transformación, le decía que debía buscar fortuna en otro lugar. Al día siguiente de escuchar el bando de Encantador, se embarcó en una compañía naviera y con su astucia pronto consiguió hacerse con un barco propio con el el que importaba metales preciosos de las indias. Cuando llegó a sus oídos las penurias que padecía el reino de Macedonia no se lo pensó dos veces y ofreció a la reina Corazones una oferta que esta no pudo rechazar.

Y así acabó en verdad el cuento. Algunos fueron felices y comieron perdices. Otros, no tanto, pero todos pasaron a la alimentar la fantasía de niños y mayores con la versión del cuento que Jack con suerte contaba por las tabernas a cambio de un vaso de vino.