Partida Rol por web

El cazador real y su hijo abandonaron el vestíbulo por una de las puertas laterales. Al parecer, algo importante querían tratar en privado que no era de la incumbencia del resto de los presentes.

Bueno, la verdad es que aquel bufón o bufona tampoco es que hubiera sido hasta entonces el alma de la reunión. No sé qué le habrían visto los reyes para mantenerlo en la corte. ¡Ah sí, que era el hijo del cazador y la jefa de criados! En todo caso, las cabriolas del gato espadachín resultaban más acrobáticas. Quizás el felino pueda animar ahora la espera. 

Al sentir de nuevo cerca al cerdo, la expresión facial del príncipe denota asco y repugnancia.

Pero como han osado invitar a este apestoso sin modales a este evento?

A continuación, consternado por los eventos que acaban de suceder, se dirige decidido a la mujer de cabello blanco y le dice.

Me gustaría hablar con usted en privado dos minutos, si puede ser. Tengo una propuesta que hacerle. Seré muy breve

El pedacito de comida masticada cae en la nariz de la nariz bruja Piruja .

Todos hablaban muy deprisa y yo no estaba por la labor, yo estaba por comer. Tenía mucha hambre, eso sí, vi como el cerdo tiró un trozo de comida a la bruja. - ¡Touché! - Dije con un acento francés. - Le has dado en el blanco cerdito jajajaja - Entonces me acerqué hacia la bruja piruja y ronroneé un poco mientras tenía un leve contacto con ella. - Pobrecita... ¿estás bien? 

De repente todo el mundo tenía ganas de marcharse de allí. No se lo reprochaba, después de que el cerdo estornudara y la comida saliera despedida en todas direcciones, pero no le gustaba ser él último en salir de allí. ¿Pero con quién debería intentar hablar primero? ¿Con Porky, con la jefa de criados, con el lobo...? quizá alguno tenga algo que tratar conmigo:

-Ya que todo el mundo se va... ¿A alguien le gustaría invitarme a charlar en otra parte? De repente empieza a reirse descontroladamente jajajaja, no era propio de él preguntar cosas, si no ordenarlas

Vi. como se marchaban mi marido Elmer y mi hijo el Joker. Solo me preocupaba que llegaran bien. Ala misión que tenían que ir.

Se acerco el Cerdito Porky que del dijo que lo iba a limpiar el todo. Le a agarre de una pata con suavidad y le dije: -siento no haber respondido antes. Pero tranquilo que no pasa nada Cerdito Porky, yo te ayudare a limpiar, lo limpiaremos los dos.

Me gustaba implicarme con mis sirvientes, quería sentirme útil. Ya que mi marido se fue y mi hijo también y necesitaba una distracción.

Me acerco a Porky.

- Amigo, siento reñirte por tu puntería. Pobre Piruja...

Me acerco a Piruja y le lamo el trozo de comida, que después escupo.

- Porky lo siente. Ya sabes cómo somos los hermanos animales... Le guiño el ojo.

Y a Mary Rose:

- Yo también ayudaré.

-Oh, ruego excuseis mi torpeza -imploro a la bruja Piruja-. ¡Qué torpe he sido! Este catarro tan inoportuno. Quizás debí haberme quedado en mi casa de ladrillo pero me es muy urgente hablar con Sus Majestades. Una vez más: mis más sinceras excusas, señora. ¿O señorita? ¿Sois casada, Piruja?

Me descolocó la invitación del príncipe Encantador aunque intenté que no se me notara. ¿Qué querría? Sólo había una manera de averiguarlo.

- Me encantaría ir vos - dije inclinando ligeramente la cabeza simulando una leve reverencia - pero en este mismo instante me es imposible. Estoy esperando a ser llamada por los Reyes y así acudir a la Sala de Audiencias... No querría desaparecer del lugar por si soy citada. Sería terrible dar una mala impresión de mi persona ante sus Majestades, con lo mucho que me ha costado llegar hasta aquí.- le miré fijamente - Hagamos lo siguiente - le propuse - pospongamos nuestra conversación hasta después de mi presentar mis respetos ante sus Excelencias y luego seré toda oídos.

Justo cuando presumía de la mejor de mis sonrisas, la comida masticada de Porky aterrizó en mi cara destruyendo toda la elegancia de la que podía disponer. La risa del gato no llegó a mis oídos, ni tampoco su pregunta mostrando preocupación. Me hallaba anonadada, intentando asimilar lo que acababa de suceder. Fue entonces cuando sentí las babas del lobo en mi piel y comprendí el significado de "es peor el remedio que la enfermedad".

No tardé en reaccionar. Giré mi cabeza bruscamente para mirar al cerdo con ojos casi llorosos.
- Maldito puerco... - luché por contener mi lágrimas aunque no parecía coseguirlo - eso ha sido...

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No me fue posible acabar. Estallé en una carcajada sonora y duradera mientras lloraba sin cesar. ¡Qué cochino y marrano! ¡y qué gracioso condenado!

Estaba hablando con la bruja cuando ese asqueroso cerdo manchó su cara con comida mezclada con la saliva de su boca.

Los ojos del príncipe se abrieron en un gesto de incredulidad e inmediatamente giró la cabeza hacia ese apestoso bicho.

¿Pero qué demonios hacía aquí alguien así?

Con cara de desagrado comentó. Escúchame, más vale que te comportes. No entiendo que te hace pensar que eres bienvenido a esta fiesta sólo porque últimamente hayas ganado algo de dinero. No dejas de ser un maldito cerdo sin modales.

Después se volvió hacia la bruja de nuevo. Entiendo lo que me dices, sería muy conveniente que pudiésemos hablar antes de la audiencia, si existiera la posibilidad de que el gato la avisara si es llamada. Si no lo considera oportuno, pues esperaremos a después.

Era extraño ver al príncipe sin su habitual sonrisa y con un gesto serio y un poco preocupado.

Piruja estaba en lo cierto y la gran puerta abrió de nuevo de nuevo sus hojas para dejar paso aquel bardo sonriente de nombre impronunciable. ¡Había llegado su turno! La voz de Sabastián sonó clara y rotunda:

- ¡La señora Piruja y su gato!

A pesar de que no era habitual que sus Majestades recibieran a animales el día de audiencias, el Gato con Botas había insistido en que él también debía ser escuchado, pues presumía de tener mejores modales que muchos de los humanos que se arrastraban aquel día en busca del favor real. Además, si un cerdo un lobo habían llegado hasta palacio para exponer sus demandas ante los Reyes, mucho más derecho tendría un galante felino como él.

Mientras que la bruja y el gato entraban en la sala de audiencias, Elmer y Jóker regresaron por una de las puertas laterales con aspecto serio y se incorporaron de nuevo al grupo.

-Hey, hey, hey, ha sido un accidente tras el cual he pedido disculpas.

Me vuelvo a excusar mirando a mi compañero de viaje, el lobo exferoz. Nuestros gestos muestran vergüenza por el hecho y resignación ante las palabras de maldición de la bruja. Espero que esto no obstaculice nuestro propósito.  La risa de Piruja es una vía abierta por donde se va la gravedad del asunto. Ella debe estar acostumbrada a tratar con animales parlantes.

-¿Señores lobo y gato, no intentamos nosotros cuidar nuestra espontaneidad animal para convivir en paz con la laboriosa diplomacia humana?  

La advertencia del príncipe Encantador enciende definitivamente una mecha.

-Alteza -me refiero a él-, ¿no consideráis que más nos vale a todos integrar asertivamente el trato entre humanos y animales parlantes? ¿A qué cargáis de tono amenazante vuestras palabras? ¿Acaso vuestros atildados modales requieren menos cuidado que los míos? ¿Sugerís que este accidente es más grave que subestimar en público a vuestro propio hermano como vos habéis hecho? 

Una vez que terminamos de limpiar el  Cerdito Porky, y El Lobo Feroz. Me dispuse hace mis cosas y mientras tanto no paraba de pensar en mi marido y mi hijo como estarán y si llegaran bien al sitio correspondiente. Estarán bien, tendrán suficiente comida, tendrán bastante ropa de abrigo... 

Me que observando a todos lo que estaban esperando para ir a la sala de Ausencias, fui a la cocina para tomarme un vaso de agua... Por todo lo que había ocurrido.
 

Encantador hablaba con la bruja cuando la llamada para asistir a su audiencia se hizo efectiva.
Tendré que tratar ese asunto más tarde

Alteza -me refiero a él-, ¿no consideráis que más nos vale a todos integrar asertivamente el trato entre humanos y animales parlantes? ¿A qué cargáis de tono amenazante vuestras palabras? ¿Acaso vuestros atildados modales requieren menos cuidado que los míos? ¿Sugerís que este accidente es más grave que subestimar en público a vuestro propio hermano como vos habéis hecho?

Da un paso atrás, intentado que el olor nauseabundo que desprende no invada sus orificios nasales y contesta.
Verás, mi relación entre mi hermano y yo es… particular y desde luego, no de tu incumbencia. En cuanto a tu integración en el grupo, primero es mejor que aprendas a comer y ducharte.

A continuación ve entrar en la sala al cazador seguido del bufón y se acerca al primero para comentarle.
Buenos días, no nos han presentado, soy el príncipe encantador de Muylejano, me gustaría tratar un asunto con usted en privado si es posible. ¿Tiene 2 minutos?

El joker tras salir de estar con su padre se encaramo a una mesa y hablo lo suficientemente alto como para ser escuchado y hablo a todos los preasentes de la sala

Señores , señoras y seres vivos en general , si bien hasta el momento la diversión corrió de mano de un ingenioso y fantástico gato.......en este momento para ustedes tengo uno de los números que hace que sea bufón por mano propia y no por ser hijo de mis amados padres .

El bufón empezó con un numero pirotécnico que salia de sus mangas , las luces totalmente controladas bailaban con gracia sin rozar  a nadie .

En la preparación de este numero no sufrieron animales pero tristimente perecieron 3 cortinas  , me lo enseño un viejo mago venido a menos que termino trabajando de portero todo el día con el !!!no pasaras!!!!

Un foco de antorchas  creo una puerta cerrada a la vez que algunas luces se apagaban

el me contó una buena historia....pero como no la recuerdo contare la miá

gracias a un viejo truco de velas se pudo ver una sombra de bufón frente a la puerta ilusoria

Yo ya de niño tendía a lo impuntual de tal manera que llegue tarde al día de mi nacimiento   llegue tarde y ni mi padre ni madre estaban allí , espero conservar esa tradición y llegar tarde a mi entierro

un ataúd amarillo parecía flotar en la sala y uno de los fuegos le acertó dejando caer ricos caramelos con las caras de los invitados al evento y frente a las sombras el texto continuara......

Pero si quieren saber como sigue esta pantomima y descubrir cual es el secreto de las enanas asistan a mi numero que realizare hoy en honor al rey.......

El bufón parecía recogerse y paro 

Casi lo olvidaba el premiado con la primera caja sorpresa fue......

Saco una especie de utensilio  que tenia bolitas y saco una con la cara del cerdo

El cerdo porky !!!!!!!

La caja se aproximo a porky y se abrió sola lanzandole una rica tarta de grosella

Tas el numero el bufón se aproximo a porky

Estimado señor porcino  que le pareció mi primer  numero ?

-¡Excelente! Os esmeráis mucho en vuestro espectáculo, Jóker. Esta sorpresa me halaga. Vos sois más un mago que un bufón.

Con entusiasmo tomo la tarta de grosella. Voy al rincón del vestíbulo donde antes comía frutos secos y deposito la tarta sobre un taburete. Ahora estoy muy lleno, quizás luego me la coma.

-Jóker -llamo al bufón con una sonrisa-, no sabéis la curiosidad que despierta en mi persona, bueno, en mi animal; el hecho de no saber de qué color son vuestros ojos. ¿Nunca os quitáis la máscara?

Todo el mundo le había ignorado y aquello empezaba a hacerle enfadar, -¿pero que se creerán todos estos... insolentes... ignorarme a mi de esta manera?

La cara de enfado de Septimus se hacía más y más evidente. Ni siquiera el magnífico truco de su amigo el bufón consiguió calmarle. En este instante lo único que deseaba era que las audiencias terminaran para poder salir de aquella sala cuanto antes, y si tenía que ser solo, pues peor para el resto. Tendría que investigar porque su hermano tenía tanto interés en hablar en privado con Elmer y con la Bruja, y vistos los incidentes con Porky, quizá planear alguna sorpresita con su ayuda

Aplaudo tras el truco de mi hijo. Cada día era mas hábil... lastima de la perdida de las cortinas, pero sin duda mereció la pena. Incluso en este momento el recuerdo de mi esposa lanzando cubos de agua para salvar sus queridas cortinas aun con la escasa ropa de cama logró hacerme sonreir. El momento de felicidad se ve bruscamente interrumpido por el principe extranjero.

-En efecto, me temo que no nos han presentado. Soy Elmer el cazador personal de su majestad el rey. Pero deberá perdonar mis modales durante un tiempo si no es molestia. Me temo que mi jornada de trabajo aun no a concluido, y tengo una charla pendiente con otra persona.- Busco con la mirada a cierto minino.- Aunque parece que aquí no está, coincidireis conmigo en que sería aun mas irrespetuoso si no cumpliera mis compromisos con ecuanimidad. Si no vuelve pronto estaré a vuestra entera disposición. ¿Que pasó aquí por cierto?

Salgo de la sala de audiencias sonriendo y bastante satisfecho conmigo mismo Puede que no consiga todo lo que quiero, mi propuesta para el Rey ha sido demasiado ambiciosa, pero seguro que sacaré buenos beneficios esta noche, sobretodo cuando se corra la voz entre los asistentes y sepan para qué he sido combocado. - No puedo parar de sonreir, estoy realmente satisfecho mientras me apoyo en una columna y observo la escena del vestíbulo. -Sin embargo, esta noche necesito sobre todo información, y quedándome aqui planeando como gastaré lo que gane no conseguiré nada. Será mejor que me acerque a alguien que me cuente que ha pasado por aquí mientras he estado fuera.

Aprovechando que había dejado a Porky con la palabra en la boca justo cuando me llamaron para la audiencia, me acerco a él para reanudar mi conversación.

- Buenos días Señor Cerdo ¿Puede hacerme un resumen sobre lo que ha ocurrido por aquí mientras he estado con sus Majestades? ¡No querría por nada del mundo perderme un chascarrillo, un cotilleo o una deliciosa humillación de nuestros semejantes!!

Hago un gesto a Asurancetúrix indicándole que nos retiremos un poco del grupo. Cuando nos encontramos en una distancia más o menos prudencial lejos de oídos entrometidos, le hablo.