Partida Rol por web

Eryn Lasgalen, El bosque de de las Hojas Verdes

Cap. 5: Râd Angalaladh

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18/11/2016, 20:26
Director

RESOLUCION TURNO 500

La fría mañana despertó. La claridad del dia no solo trajo la luz, sino también una cruenta batalla de la que salieron victoriosos todos los miembros del grupo, a excepción de Ulfer. Había pasado casi una hora desde que esa pelea terminase, tiempo en que Tülak encontró el cuerpo sin vida del animal y suficiente para volver junto a los suyos con todo lo que este portaba. Casi a la par, Haelembor regreso desde el noroeste. Ya estaban todos reunidos de nuevo.

El silencio lo inundaba todo, el sonido del bosque era lo único que ahora se escuchaba. Un bosque que despertaba con los cantos de sus pájaros, como si nada hubiese ocurrido. El crujido de las ramas meciéndose al son del viento, un viento que traía consigo los rigores del invierno en forma de gélidas ráfagas. La hierba del suelo, teñida ahora de rojo en varios puntos, seguía semicongelada allí donde el rojo líquido no la había calentado. El bosque comenzaba un nuevo dia.

El claro era un cuadro de muerte en el que los cuerpos orientales, que habían sido registrados, yacían sin vida adquiriendo poco a poco la rigidez y la temperatura típicas de la muerte. Mientras el grupo, taciturno, terminaba de acomodar los enseres que tenían y se disponía a partir. Era la hora de marchar de allí, dejar atrás aquella tétrica representación

 

- Tiradas (1)

Motivo: clima

Tirada: 1d100

Resultado: 37

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 501

► Seguís en el claro, tenéis todo listo para marcharos de inmediato.

► Los heridos podrían aguantar, con un cambio de los vendajes, hasta la parada del medio dia. Perderían un solo PV hasta entonces. También podéis dedicar algo más de tiempo antes de marcharos para coser y limpiar las heridas, primeros auxilios.

► Ulfer está muerto. Tendréis que repartir la carga entre el resto de monturas. En este momento os faltaría un caballo en el que poder montar. Podéis usar la mula, o compartir algún otro caballo.

► En cuanto me digáis que cogéis y que dejáis de las cosas que cogisteis a los orientales, vuelvo a repartir todo entre las alforjas de la mula, ponis y caballos.

► Resolución del próximo turno: LUNES 21-11-16

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20/11/2016, 10:59
Freagulf

Turno 501A

 

Fragul, tirado hacia arriba, presentía lo que a su "viejo amigo" le había sucedido. No lo había visto, pero un pesar le oprimía el pecho y alguna que otra lágrima corría por su sien, de forma serpenteante hasta la oreja. Incluso en el lóbulo, llegaba, se acumulaba y hasta se demoraba hasta perderse en una caída para marcar la lona sobre la que estaba tumbado. Pocas eran estas, pero eran. Su humor no había sido naba bueno estos días, pero ahora, más apenado que uraño, no era capaz de econtrar energías para seguir viviendo. No podía valerse por si mismo, no podía seguir cuidado de los caballos ... no podía .... Ese pensamiento, el cuidar de las monturas le hizo sollozar. Un ruido que desapareció enseguida, y que nadie podría confundir. El rubiales estaba llorando. No hacía falta verle la cara. No hacía falta estar cerca. Sabían que  solo trasmitía ese sonido.

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20/11/2016, 20:00
Haelembor

Turno 501

Haelembor se internó en el claro en silencio, detectando de alguna manera que aquel era un momento que debía respetar. Cuando vio entrar por el otro lado a Tülak con los pertrechos y alforjas de Ulfer, lo comprendió todo. Se acercó al ailgratha, tendido sobre el camastro, y le colocó una enorme mano cuidadosa en el hombro. 

-Oromë lo guarda en su seno, amigo mío -le confió, en voz baja-; con él a su cuidado, nada malo puede sucederle ahora. Ulfer al fin descansa el sueño de los justos; un buen animal, un buen alma compañera. Derrama todas las lágrimas que necesites por tu amigo y después no derrames más, pues su espíritu viaja ahora etéreo con los Mearas, cabalgando en verdes praderas y corriendo libre por exhuberantes pastos. No es este su final, sino un nuevo comienzo, amigo mío. 

Tras aquel discurso, murmurado casi en susurros para la intimidad de Freagulf y de nadie más, el beórnida entonó una plegaria en voz un poco más alta al señor de los bosques y los campos. 

Una vez hecho eso, esperado unos segundos tras pronunciarlo, y viendo el sentido práctico y urgente de la situación, comenzó a examinar las heridas de los que lo necesitaran*.

-¿Qué ha sucedido en mi ausencia? -preguntó, girándose hacia los demás pues veía que el hombre no estaba en condiciones de responderle. 

- Tiradas (2)

Motivo: Primeros Auxilios

Tirada: 1d100

Dificultad: 55+

Resultado: 44 (Fracaso)

Motivo: Primeros Auxilios

Tirada: 1d100

Resultado: 27(+55)=82

Notas de juego

*A ver, quién necesita de mi ayuda? XD

Hago la tirada de P.S para Haelembor, la primera no vale, que me equivoque al poner el modificador.

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20/11/2016, 20:24
Erik Frost

Turno 501

 

Cuando Tûlak regresó con las cosas de Ulfer, un silencio  solemne se apoderó del claro.

Todos comprendimos lo que aquello significaba, uno de los nuestros se quedaría en el Eryn Lasgalen para siempre y Ulfer se había ganado el respeto y la admiración de todos, especialmente el mío. A pesar de ser la montura de aquel que había intentado matarme, Ulfer había dado su vida para salvar la mía y eso era algo que nunca olvidaría.

El caballo del Ailgratha no era un animal corriente, todos habíamos tenido la oportunidad de descubrirlo durante el breve tiempo que habíamos compartido travesía.

Era inteligente en exceso y poseía un instinto emocional, que a veces te hacía dudar de si no era realmente un hombre atrapado en un cuerpo de caballo.

Instintivamente todos nos volvimos hacia el ailgratha.

Por las barbas de Durin...lo que nos faltaba... Pensé, anticipando como podría afectar aquello al voluble explorador Rohir.

No tardamos en oir sus sollozos, desde donde nos encontrábamos...

Si no odiase tanto a aquel sucio traidor, casi sentiría lastima por su existencia...estaba claro que aquel pobre diablo no había podido superar la pérdida de su familia y de todo su pueblo y no quería ni imaginar cómo le afectaría aquel nuevo golpe.

Era de conocimiento general que los Etheod consideraban a sus caballos como un miembro más de sus familias, en ocasiones se decía a modo de chanza que los preferían a sus propias esposas...seguramente aquel caballo significaba más para él, que la vida de ninguno de nosotros. Solo esperaba que la locura no volviese a apoderarse de él. Porque si lo hacía, la próxima vez, no dudaría en hacer lo que tenía que hacer.

 

Rumiando estos pensamientos me encontraba, cuando ví aparecer a Haelembor desde el Noroeste. Me extraño verlo venir desde allí, todos pensábamos que estaría ya muy lejos hacia el sur.

 

Rápidamente me acerqué a él y le palmeé la espalda con fuerza.

¡Jajajaja!, eres más duro de lo que todos esperábamos después de todo... le espeté enseñando una amplia sonrisa.

Me alegro de verte granjero, empezábamos a pensar que las raíces de este laberinto verde te habían tragado para siempre...

 

Me detuve un instante y me alejé un par de metros para observarlo mejor

Pareces exhausto... ¿no te habrás topado con algún oriental por casualidad?

 

Tras el reencuentro volví a dirigir mi mirada a Tûlak...¿Y ahora? le pregunté esperando sus indicaciones.

Tal vez Haelembor pueda echar un vistazo a los heridos... pero deberiamos partir cuanto antes.

 

 

 

Notas de juego

Ulfer D.E.P. Lo siento Freagulf.

 

Erik no se llevará nada de las armas y armaduras...lo único que puede interesarle son los colgantes de madera y los anillos de hueso...

Pero como eso no pesará mucho, supongo que lo llevamos todo, asi que los recojo. Tambien los pendientes de acero...los pongo en la mula, como el resto del equipo. 

De lo demás, seria interesante llevarnos una armadura Sagath, podría ayudar a que Chakka se infiltrase entre los Orientales si volvemos a encontrarnos con ellos...pero como ya supongo que no le gustará la idea, no las cojo, solo dejo la idea.^^

El peso lo repartimos entre las monturas para evitar penalizaciones. Si no fuera suficiente tendremos que avanzar a pie unos dias...total, con Freagulf en la Parihuela tampoco ibamos a poder ir muy rápido.

 

Me espero a ver que decide Tûlak y sigo sus ordenes.^^

 

Pd: Se me coló el Beornida^^ Bueno, no afecta mucho, que alguien le cuente lo sucedido si puede, que yo no tengo ya tiempo.

Bienvenido Gigante de las verduras! :)

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21/11/2016, 09:23
Tülak

Turno 501

El ceño fruncido fui toda respuesta a las miradas que se giraron hacia mi al entrar en el claro, con los aperos de montes de Ulfer al hombro. No hacia falta más, serían palabras vanas, y no era dado a malgastarlas. Me acerqué con paso firme a la zona en la estaban mis compañeros y deje caer la silla, cinchas, estribos y riendas al lado del eorlinga, negando con la cabeza. Simplemente puse una mano en su hombro, y apreté, una vez. Después, me gire, mirando a los demás, evaluando que capacidad real teníamos de viaje. Sabía que esperaban mis palabras, tenía que transmitir confianza, pero dada la situación, debería hacer un esfuerzo ímprobo para hacerlo: una montura muerta, dos hombres malheridos, y uno perdido...

- No, un momento!!, pensé, mirando hacia el norte del claro: - Bendito sea Oromë, es el beornida!!, pensé, encorvando los ojos, aliviado, mientras levantaba un pulgar hacia él:

- Benditos sean los Valar, Haelembor!! Donde has estado?? Pareciera que hubieras corrido sin parar desde que te fuiste..., le dije, observando su pelo enmarañado, pegado a la frente por el sudor.

Cuando Haelembor llegó, sus primeras palabras fueron para Freagulf, y no le molesté, dando un par de pasos hacia la hoguera, mientras empezaba a revisar mi macuto. El enorme humano era mucho más empatico que yo, sin duda, y podría reconfortar al eorlinga mejor de lo que yo haría en años.

Cuando el beornida preguntó por el devenir del combate, intervine de nuevo, pese a que las palabras se me hacían ásperas a cada segundo que continuábamos en el claro. Por eso fui escueto:

- La lucha fue cruenta, dije, señalando en derredor, para acabar en Chakka, pero los "perros" fueron cayendo. No obstante, la intervención del bosque desniveló la balanza a nuestro favor: un enorme oso de pelaje rojizo. Aunque, como sabes, Ulfer cayó ante el fuego enemigo. Freagulf, siento tu pérdida, pero te necesitamos de una pieza, así que, despidete de él, y pon todo tu empeño en recuperarte...

En ese momento, Erik hizo la pregunta que esperaba. Yo ya había llegado a una conclusión:

- Haelembor, trata las heridas más graves de Chakka, el resto, esperaremos a la siguiente parada. Mientras, los demás empaquetaremos, repartiendo el equipo de Freagulf, desechando lo imprescindible de cada macuto si los animales van muy cargados. Hemos de salir cuanto antes.

Y ya, me puse a recoger, desechando, en todo punto, coger nada de los orientales que no fuesen hierbas y, lamentablemente, pude confirmar que no había: no tenían más equipo que sus armas: - Otra razón más para enfilar el Râd Angalaladh..., pelar, más taciturno aún si cabe, paseando la mirada por todo el borde del claro...

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Tirada: 1d100

Resultado: 69(+37)=106

Tirada oculta

Motivo: Abierta??

Tirada: 1d100

Resultado: 2

Notas de juego

Repartamos peso entre el resto de monturas, dejando todo lo que no sea imprescindible, y salgamos pitando de allí!! ':-/

Tirada de Percepción vigilando mientras acabamos de empaquetar.

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21/11/2016, 12:36
Temudyin

Turno 501

Otra gran perdida se cernía sobre el eorlinga. Aunque este estuviese acostumbrado a los fatales desenlaces de la guerra, todo su mundo había desaparecido en cuestión de días. Pero esta perdida era mucho mayor. Mucho más cercana. Su amigo inseparable, ese que más de una vez le había salvado la vida, había terminado su viaje y ahora se reunía con los dioses.

Todos los compañeros se dolían por la perdida. Algunos le dijeron una pocas palabras de animo, otros prefirieron callar. El bosquimano de aspecto oriental se acercó a su hermano y agachándose junto a él, le dijo unas sentidas palabras. - Siento muchísimo la perdida. Como bien dice Haelembour, ahora estará en un sitio mejor, esperando el momento para reunirse contigo. Se fuerte Freagulf. No dejes que esto te hunda. - No estaba acostumbrado a dar el pésame por la perdida de alguien querido, pero no podía quedarse callado.

Después, se dejó atender por el animista que inspeccionó sus heridas y cambió los vendajes que ya estaban empapados en sangre. El explorador necesitaba descanso pero no podían quedarse mucho más tiempo allí. Miró las pertenencias de los orientales y como Erik recogía los pendientes, anillos y colgantes. Él tambien había pensado en mirarlos, pero allí no podía ser. - Erik, cuando tengamos un momento, déjame echarle un vistazo a esas alajas, quizás me den alguna información más sobre estos malnacidos. - Miró el resto de cosas y aunque las armaduras tenían muy buen porte, no le apetecía cargar con ellas ni mucho menos ponérselas y de las armas, estaba indeciso. No era bueno con el arco, sabía usarlo pero poco más. Quizás alguna lanza le vendría bien, o a lo mejor una espada, pero ya estaba bien armado y desechó coger nada más. - Yo no quiero nada de esos perros. A no ser que Kolli diga que algo merece la pena, por mi se puede quedar aquí. Partamos cuanto antes. - Dijo cerrando el tema por su parte. 

Notas de juego

Pues lo dicho, a no ser que Kolli, nuestro experto en armas, diga lo contrario, ahí se quedan esas armas orientales.

Estuve tentado en coger las flechas como posibles ramitas secas para encender fuego, pero como vamos llevando madera seca de cada hoguera que hacemos, no lo veo necesario.

Creo que Haelembor no sabe la lista de la compra... la pego aqui:

► Posesiones de los sagath:
          - 4 Lanzas
          - 7 Espadas cortas
          - 4 Arcos compuestos
          - 21 Flechas en dos carjac
          - 4 Flechas mas clavadas en el suelo, intactas
          - 9 Flechas rotas
          - 2 armaduras de cuero (manufactura sagath)
          - 4 armaduras de cuero endurecido (manufactura sagath)
          - 2 colgantes de madera de ébano
          - 4 anillos de hueso
          - 4 pendientes de acero
          - 5 capas de lana desgastadas
          - Cintos, ropas, botas, vainas para la armas...

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21/11/2016, 16:43
Director

RESOLUCION TURNO 501

 

De una manera u otra, todos trataron de consolar a Freagulf. La pérdida de su caballo significaba mucho más de lo que parecía. Aquel animal era mucho más de lo que aparentaba y había demostrado por si mismo ser mucho más espabilado, casi inteligente, que sus congéneres. Sin embargo había muerto, yacía en el bosque, y jamás podrían volver a verlo. El etheod estaba tan sumido en la pena que apenas sonrió al ver aparecer a Haelembor. El resto se alegro de su regreso.

Erik miraba con una mezcolanza de rabia y pena a Freagulf. Aquel hombre, sumido ahora en el dolor emocional, había tratado de matarle, y eso un enano no lo olvida. Odiaba a aquel tipo, pero a la vez sentía una tremenda lastima por él, por su situación.

El beornida, además de tratar de animar al explorador, entono una corta plegaria en su lengua natal. Nadie sabía lo que decía, pero tan solo con ir el tono de su voz, percibieron la bondad y los buenos deseos para el alma de Ulfer. Tras ello, se ofreció para ayudar. Puede que la pelea no fuese lo suyo, pero si algo podía hacer, era tratar de curar las heridas.
Tulak contaba a Haelembor lo ocurrido en el siniestro claro, lleno de muerte y de dolor. La lucha mantenida con los orientales, el flechazo de Ulfer, como se habían mantenido espalda con espalda y como Erik y Freagulf trataron de luchar juntos. Todo ello mientras el beornida trataba a Temudyin.

Haelembor había sacado de su zurrón, que descansaba a lomos de Gilmor, una pequeña cajita de madera. En su interior tenía todo lo necesario. Saco un par de calabazas pequeñas, que usaba a modo de cantimplora. De una de ellas, vertió un líquido de fuerte olor sobre una aguja curvada que había sido tallada en hueso. Ese liquido seria algún tipo de alcohol puro, demasiado fuerte para beberlo, pero ideal para desinfectar los utensilios. Posó la aguja sobre un pequeño pedazo de tela inmaculadamente blanco y preparo de igual modo el tendón que usaría a modo de hilo. Este había sido extraído de algún animal grande a juzgar por su longitud, y era fino, algo elástico y bastante fuerte. Lo enebro en la aguja y volvió a dejarlo sobre el paño. Era la hora de retirar el precario vendaje que Freagulf se había hecho.

La sangre volvió a brotar, en realidad, nunca había dejado de hacerlo, la venda sanguinolenta solo escondía la fuga. El animista sujeto  la aguja mientras vertía mas alcohol en el pedazo de lienzo, después limpio la herida con fuerza, provocando un agudo dolor en Temudyin para comenzar a coser en amplias puntada la herida. Un total de seis puntos cerraron por completo el corte. Cuando termino de coser, abrió la segunda calabaza y espolvoreó un grisáceo polvo sobre la herida, encostrándola casi de inmediato. Cubrió toda la herida con un nuevo vendaje y dejo que Temudyin se colocase sus ropas de nuevo.

Mientras Temudyin era curado, el resto repartía los enseres que Ulfer llevaba entre el resto de caballos. Revisaron las armas de los orientales, sobre todo Kolli, que trataba de valorar su calidad y por tanto la conveniencia de llevárselas. No hallo nada extraordinario. Eran buenas espadas, de un acero de calidad, una manufactura buena, pero que no podían compararse con cualquier arma encontrada en una buena herrería de cualquier ciudad importante. No llevaron consigo por tanto nada, a excepción de las los adornos, que perteneciese a los sagath.

Acomodaron a Freagulf en las parihuelas, el resto monto en sus monturas, y comenzaron de nuevo su andadura. Sin Ulfer, las parihuelas se habían enganchado al caballo de Temudyin. Ataloth arrastraba la improvisada camilla, que por otra parte parecía aguantar bien, sobre la que descansaba el ailgratha. Todos cabalgaron, taciturnos, recelosos y silenciosos en busca del camino principal.

No tardaron en llegar al Râd Angalalath, el amplio camino que cruzaba el bosque de este a oeste. Una vez allí, siguieron su sinuoso recorrido. La pista transcurría acompañada siempre del bosque, los arboles se agolpaban a ambos lados y aunque en ocasiones se veía el claro cielo, la mayoría del camino transcurría por una bóveda formada por las copas de estos. El techo natural era liviano, dejaba pasar sin problemas la luz del sol, incluso numerosos rayos alcanzaban el suelo. Era una idílica imagen, truncada tan solo por el viento helado que golpeaba con sus corrientes los cuerpos de los viajeros. Ese frio que se metía hasta los huesos y que recordaba la época del año en la que estaban, puro invierno.

Según avanzaba la mañana, los temores sobre un nuevo ataque sagath parecían desvanecerse. Aun así, no apartaban los ojos del linde del bosque, como si esperasen ver todo un ejército de arqueros esperándolos en una emboscada. Al cabo de unas horas, tras varios descansos, los estómagos de los viajeros le informaban que había llegado la hora de comer. No habían visto un buen lugar para hacerlo, por lo que decidieron detenerse en el propio camino, en un tramo algo más ancho y en el que el sol pegaba directamente. Se agradecía sentir como sus rayos bañaban los rostros fríos.

 

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 502

► La intervención de Haelembor asegura que la herida no se vuelva a abrir a no ser que Temudyin realice alguna maniobra “difícil” o superior. Durante la curación, se pierden 3 puntos de vida más.

► Tiradas:
           - Percepción para todos
           - Otra tirada para determinar el campamento de la noche. Que la haga solo uno.

► Como ya no os queda comida que cocinar, y habiendo declarado que preferís poner tierra de por medio, no os demorareis mucho en la parada para comer.

► Rolead en este turno, además de este descanso, el viaje de la tarde y hasta el momento de comenzar las guardias.

► Resolución del próximo turno: JUEVES 24-11-16

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23/11/2016, 09:32
Tülak

Turno 502

En el tiempo que tardamos en repartir las cosas de Freagulf entre el resto de monturas, Haelembor, por si aun quedaban dudas de su valía para este viaje, demostró con creces sus habilidades, sacando adelante con aguja e hilo, una herida que, de otro modo hubiera costado un serio disgusto a Temudyin.

Enseguida nos echamos al camino, con Haelembor y yo al frente: - Tu conoces más que cualquiera de nosotros los signos de la naturaleza, le dije, a modo de explicación, aunque también lo hacia como refuerzo a esa autoestima tan dañada que había empezado a fortalecer de nuevo en el claro.
- Chakka y freagulf irán en el medio, y Erik y Kolli, reforzareis la retaguardia.
Eran órdenes concisas, quizá un poco cortantes, pero no podía desembarazarme de esa urgencia, esa sensación de que los orientales seguían tras nuestros pasos, agazapados, emulando cualquier código de sonidos cuando el frío viento del invierno, que yo agradecía como uno de primavera, soplaba entre las hojas de los árboles, anunciando una jornada dura para los sureños. - Al menos parece que la pertinaz lluvia no nos acompañará de nuevo, pensaba, lóbrego, a lomos de Zanahoria, que se había quejado ligeramente abre el aumento de peso de nuevo, pero que aguantaba el esfuerzo con estoicidad, dilatando sus ollares en cada respiración, mientras sudaba profusamente.

El paso por el camino, pese a las circunstancias, resultó bastante placentero, tanto más cuando íbamos poniendo tierra de por medio, o eso pensábamos, con nuestros perseguidores. Incluso, a media mañana, con el sol jugando, tímido, con las copas de los árboles sobre nuestras cabezas, me permiti relajar un poco los nervios, tratando de disfrutar de los aromas y las canciones que nos brindaba el Eryn Lasgalen, con sus miles de criaturas afanándose en su día a día, ajenos, al menos en parte, a nuestro paso.

A mediodía, prefiriendo no alejarnos en excesos del camino, para no tener sur desmontar la parihuela de Freagulf, paramos en la linde, donde dejamos a las monturas que comiesen hierba a placer, mientras nosotros descansábamos sentados en un pequeño afloramiento rocoso:

- Como vais??, pregunté, interesándome por la suerte de Freagulf y Chakka, mientras echaba mano hacia la zona, cerca del hombro donde el moraton me recordaba uno de los golpes que el oriental me había propinado. - Haelembor, quizá podiamos aprovechar para revisar las heridas de todos, ahora que hemos puesto tierra de por medio con aquel condenado claro... Era preferible invertir ese tiempo en que las heridas sanaran, que no arriesgarse a que se nos contaminaran.

Dado que ya no había comida fresca, ataqué con apetito las raciones secas, regándolas con un trago de vino, para acabar con agua, y unas piezas de fruta.
Despues, tan rápido como nos habiamos parado, retomamos la marcha, lenta pero constante. Nada alteró nuestro transito a través del Râd Angalaladh, consiguiendo que, incluso, disfrutásemos, aunque fuese fugazmente, y con un ojo siempre alerta de la linde del camino, de los cálidos rayos del sol, en contrapunto con el incisivo aire que, inclemente, soplaba del norte.

Consciente de que las fuerzas iban mas justas que de costumbre ese dia, tras el cruento combate con los orientales de aquella mañana, en cuanto el sol empezó a ocultarse tras las copas de los arboles mas altos, alcé una mano enguantada en el aire, y propuse buscar un buen sitio donde acampar, alimentarnos, y descansar: los dias venideros prometían ser agotadores. Observando la siguiente curva del camino, vislumbramos una gran roca a poco mas de veinte metros del recodo del mismo:

- Mirad, creo que detrás de aquella roca podremos resguardarnos. El que esté de guardia puede encaramarse a ella, tendrá visión del camino y de los alrededores. Además, creo que por allí hay debe correr un riachuelo, se escucha el rumor. Creo que no podríamos haber encontrado lugar mejor..., dije, señalando tras la afloración rocosa, mientras esbozaba una cansada sonrisa.

Como estaba empezando a tomar por costumbre, tras llegar al lugar de acamapada, dejé a mis compañeros organizando tiendas, cenas y demás, y volví sobre mis pasos para tratar de ocultar, en la medida de lo posible, nuestro rastro saliendo del bosque hacia el campamento, tras lo que, volviendo con mis compañeros, eché cuentas sobre los posibles turnos de guardia, teniendo en cuenta que Freagulf seguía en el dique seco, y que Chakka estaba realmente debil. Con cara de circunstancia, fui levantando dedos, mientras movía la cabeza lentamente, negando:

- Chakka, pese a que echaremos en falta tu único ojo y tus agudos oidos, creo que, al menos esta noche, deberías descansar, y empezar con buen pie la curación de esa lanzada. Freagulf también descansará, así que eso nos deja a solo 4 posibles para los turnos... Haelembor, se que algunas noches apenas pegas ojo: es esta una de ellas?? Por mi parte, haré dos turnos, como suelo, pero si tu puedes tambien doblar, Kolli y Erik podrían hacer cada uno un turno. Con ello, todos estaríamos descansados al llegar la mañana, sin descuidar la defensa en este peligroso bosque... No quería decirlo, pero estaba convencido de que los orientales no cejarían en su empeño tan facilmente, maxime teniendo en cuenta que habiamos acabado una de sus partidas de exploracion.

Mientras cerrabamos los turnos de guardia, volvimos a repartir raciones secas, pan duro, y piezas de fruta. Ahora se trataba de alimentarse, nada mas, aunque, despues de las lamentables experiencias con los fogones de los días previos, el acre sabor de las tiras de carne seca no era tan poco apetecible.

- Tiradas (6)

Tirada oculta

Motivo: Percepcion requerida (sin yelmo)

Tirada: 1d100

Resultado: 61(+37)=98

Tirada oculta

Motivo: Abierta??

Tirada: 1d100

Resultado: 83

Tirada oculta

Motivo: Campamento??

Tirada: 1d100

Resultado: 5

Motivo: Campamento??

Tirada: 1d100

Resultado: 99

Motivo: Campamento: Abierta

Tirada: 1d100

Resultado: 54

Tirada oculta

Motivo: Forrajear

Tirada: 1d100

Resultado: 69(+35)=104

Notas de juego

Bueno, por partes:

> Esta vez, dado el cansancio, las heridas, etc..., no alargamos el tiempo de viaje, y antes de que empiece a oscurecer, buscamos un buen sitio para dormir.

> Tiradas de Percepcion requerida, de Campamento (he obviado la "oculta", porque esta la hacemos "visible") y de Rastrear para tratar de borrar el rastro desde unos metros antes de salir del camino, hasta el propio campamento.
Dado que ha salido una tirada muy buena de campamento, me he permitido colocar una roca que nos permita un buen punto desde el que hacer las guardias. Si ya puede tener un riachuelo en el que limpiar las heridas y rellenar las cantimploras, pues mejor que mejor!! xDD Recuerda, Nagre que Tülak tiene la Secundaria de Forrajear, para comprobar potabilidad del agua y eso ;) Edito: Tras beneplacito del DJ, hago la tirada de Forrajear también.

> Guardias: Dejamos fuera a Chakka y Freagulf, doblando turnos Haelembor y yo, si el beornida puede pasar sin dormir hoy. Si no es el caso, entonces podríamos a Chakka en uno de sus turnos, conmigo, aunque él estaría sentado, descansando, y yo me movería, ok?? Los turnos serían de 4 horas:

1ª Tülak y Erik
2ª Kolli y Haelembor
3ª Tülak y Haelembor (o Chakka, si el gigante necesita dormir hoy)

Votos a favor?? Votos en contra?? Ideas?? Quejas?? Bueno, no, quejas, al oso rojo ese que nos ha ayudado!! xDDD

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23/11/2016, 19:41
Erik Frost

Turno 502

después de que Chakka recibiese los cuidados del Beornida, retomamos nuestra marcha.

Tûlak y y Haelembor abrían la marcha, mientras que el Herrero y yo, ocupábamos la retaguardia a petición del Umli.

Pronto alcanzamos el gran camino y con él, renovadas fuerzas brotarón en mi. Habiamos sobrevivido a un infierno contra toda esperanza, y al contrario que mis compañeros, tenia la infundada certeza de que no volveríamos a ver más Orientales durante un tiempo.

La amplitud de la vereda y los solitarios rayos de sol que se filtraban desde la copa de los arboles, revigorizaban mis fatigados musculos y el dolor de las viejas heridas, aunque presente, se habia visto enmascarado por los mas recientes impactos de las flechas orientales...era un dolor nuevo y amable...todo un alivio para un guerrero estropeado como yo.

A la hora de la comida, nos detuvimos a comer en un ensanche del camino. Bañados por el calor que nos ofrecia el astro dorado, recuperamos fuerzas en silencio, mientras Haelembor volvia a tratar a los heridos...

No quitaba ojo al ailgratha, esperando tal vez, que se volviese loco y empezase a gritar en cualquier momento.

Solo unas palabras salieron de mi boca durante la comida...dirigidas al herrero, mi nuevo compañero de viaje.

Hoy a sido un buen dia, hermano...que vengan muchos como este...

- Tiradas (1)

Motivo: Percepcion casco

Tirada: 1d100

Resultado: 82(+20)=102

Notas de juego

Ok Tûlak, me parece bien. Siento no tener mucho más tiempo para debatir, cuando pueda, ire comentando ^

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24/11/2016, 13:19
Haelembor

Turno 502

Cuando entré en el claro, me percaté de que, a excepción del etheod, sonreían al verme. Qué curioso, al final acabaría cogiéndoles cariño y todo a mis variopintos compañeros. No hice caso, sin embargo, a ninguna de las palabras de ninguno de ellos hasta que terminé de rezar una plegaria por el animal de Freagulf, a su lado, tratando de controlarlo. 

Una vez hecho esto, me volví primero hacia Erik: 

-El bosque no me traga a mí, amigo mío -le respondí con sencillez-. ¿Orientales? Sí, un par, pero nada que no haya podido solucionar, no te preocupes -al decir aquello, esbocé una sonrisa sesgada que escondía algo divertido tras la mirada, una sonrisa que aún no les había mostrado a ellos todavía. 

Después me volví a Tülak y escuché con atención todo lo que me contó; dejé pasar el comentario de mi aspecto cansado, prefería no entrar en detalles, y al fina sonreí, esbozando una expresión de exagerada sorpresa cuando habló del oso. 

-¿Un oso rojo? Eso es signo de buena suerte, según dicen... El bosque os ayuda, confiad en el bosque -comenté sin más. 

Después, hice lo que pude con las heridas de Chakka, antes de partir. 

El camino no se me hizo demasiado largo. A lomos de mi fiel Gilmor, a quien acaricié el cuello durante todo el viaje más de lo normal, probablemente por la lástima que sentía por Ulfer, me resultó casi un ameno paseo comparado con la batalla previa, contra los orientales y, después, contra mí mismo. 

Una vez en el claro que encontró Tülak, mientras él se dedicaba a borrar nuestras huellas, di una vuelta alrededor, tratando de localizar alguna hierba medicinal para los heridos, o de cualquier otro tipo, que me sirviera de alimento junto al queso y las frutas mientras los demás acababan con las provisiones de carne seca. 

A mi vuelta, volví a mirar la herida de Temudyin, para comprobar su proceso en el viaje. Cuando determiné su estado y lo dejé lo mejor que pude, pasé a curar a los demás heridos. 

Una vez hecho aquello escuché la propuesta de turnos del medio enano y asentí, conforme. 

-Hoy necesitan descansar ellos más que yo -aduje-. No tengo problema en doblar mi turno, si es necesario. 

Tras lo cual, esperando un tiempo prudencial por si volvía a ser necesario, me envolví en mis mantas y me dispuse a echar un primer sueño, corto, pero reparador, hasta que me despertaran para doblar la guardia hasta el alba siguiente. 

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Tirada: 1d100

Resultado: 56(+46)=102

Motivo: Primeros auxilios

Tirada: 1d100

Resultado: 78(+55)=133

Motivo: Forrajear

Tirada: 1d100

Resultado: 10(+55)=65

Notas de juego

Curo a los que necesiten curación. Con una tirada de primeros auxilios me vale o tengo que hacer una por cada uno? :)

La tirada de forrajear es para ver si encuentro alguna hierba medicinal o, en su defecto, algo que comer para mí XD

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24/11/2016, 15:40
Kolli Gyrdrson

Turno 402.

Kolli aprovechó la excusa de repasar el material bélico de los orientales para evitar hablar con el etheod. El herrero sabía que no era el mejor orador en cuanto a palabras de pésame se refería, y su corta empatía aún le valía para ver claramente el sufrimiento que llevaba Freagulf por su pérdida. Cuando no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada, pensaba el pragmático enano.

El combate con los orientales había espoleado las ganas de salir de aquel maldito bosque cuanto antes. Los compañeros hablaban poco y se esforzaban en avanzar lo más rápidamente posible dentro de las limitaciones por los heridos. Ya habían perdido demasiado…

El extraño comportamiento del beórnida llamaba la atención de Kolli. Por sus comentarios ante lo ocurrido en el claro, como por sus vagas explicaciones de lo sucedido, había algo que no terminaba de encajar en la cuadriculada mente del enano. No sabía si éste estaba definitivamente loco, o sabía algo que todavía no había contado. Si era algo que le había venido con el nacimiento, o durante su entrenamiento como animista, no sabría decirlo. A partir de ahora el enano iba a cerciorarse de qué hierbas tomaba el beórnida, y de cómo éstas afectaban a su ánimo o inteligencia.

Asintió a las palabras del líder elegido. – Sea Tulak. Lamento no ser de mucha ayuda como montaraz, pero puedes tener seguro que la retaguardia estará completamente segura.

Un terrible rugido de su estómago, indignado por el vulgar trato que le habían profesado con la frugal cena, restó seriedad a sus palabras sacando una sonrisa a sus compañeros

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: alerta

Tirada: 1d100

Resultado: 18(+5)=23

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24/11/2016, 15:57
Temudyin

Turno 502

Durante los cuidados del animista, Temudyin torcía el gesto por el dolor y en algún momento estuvo casi a punto de darle una patada al enorme hombre de las verduras. Pero una vez hubo terminado, comprobó que aquellas curas eran mucho mejores que las que estaba acostumbrado. Si, ya le habían tratado alguna herida durante la batalla en Burh Waldlaes, pero no eran tan profundas como aquella. El beornida parecía haber cerrado la herida lo suficiente como para que la venda, que posteriormente puso, no terminase inmediatamente empapada de sangre. Al terminar, agradeció a su sanador la ayuda prestada.

Salieron del claro en una formación curiosa para el bosquimano. El umli y el beornida delante, curiosa pareja de dispares tamaños. En el medio, él que llevaba al etheod en la parihuela. Y detrás los enanos, cerrando un séquito que por fin parecía aligerar el paso. Ninguno habló durante el camino, como era casi normal en el grupo. Temudyin tampoco dijo nada. Solo pensaba en lo que había pasado en el claro. No la lucha con los perros orientales, si no lo posterior. Cuando el gigante de las verduras apareció en el claro. Los diferentes comentarios y la actitud del gran Haelembor desconcertaron un poco a Chakka. Parecía que se había cruzado con un par de orientales y con sus palabras le quitaba importancia. Al resto del grupo, quitarse de encima al grupo de orientales les había costado y sabían que habían tenido suerte con los fallos de los arqueros y con la providencial aparición de aquel oso, que solo atacó a dos de los arqueros y cuando tuvo delante a Freagulf, solamente le rugió en la cara y se dio la vuelta para desaparecer. Se suponía que el beornida era el peor combatiente de la compañía y sin embargo decía haberse librado de dos orientales sin ningún problema. Temudyin no entendía aquello y estuvo dándole vueltas al tema durante casi todo el camino, mientras miraba con curiosidad al animista.

Pararon a comer una comida fugaz. Su intención era avanzar todo lo posible, aunque sabían perfectamente que no estaban en condiciones para ello. Tülak preguntó por el estado de los heridos y bosquimano, con un conciso gesto de la cabeza, le dio a entender que todo iba bien, por su parte. El breve descanso le vino bien al grupo, que retomaron la marcha con energías renovadas.

Cuando atardecía, el lider del grupo, Tülak, organizó rápidamente el campamento para la noche. Sorprendentemente, aquel liderazgo, parecía haberle sentado bien al umli, quien hablaba bastante más de lo que por norma tenía. Temudyin quería ayudar, pero su estado le impedía acompañar al animista en busca de hierbas o alimento y solo pudo ayudar con pocas cosas del campamento.

Estaba cansado y agradeció el gesto del líder a la hora de repartir las guardias. - Gracias, Tülak, espero recuperarme cuanto antes. Y tambien gracias al resto, por permitirme esta noche de descanso. - Le hubiese gustado examinar las joyas de los orientales, pero el cansancio le pudo y solo hizo lo justo para dejarse caer en su saco. A los pocos minutos dormía profundamente.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Tirada: 1d100

Resultado: 2(+57)=59

Notas de juego

Todo correcto por mi parte, Tülak.

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24/11/2016, 19:12
Director

RESOLUCION TURNO 502

Durante toda la mañana pudieron ver la luz del sol brillando, bien alto, cuando la bóveda arbolada se abría al cielo. Un cielo extrañamente azul para el invierno en el que se encontraban completamente inmersos. De no ser por las ráfagas de viento helado que azotaban por todos lados, bien podría haberse tratado de un dia primaveral. El aire sorteaba los troncos, revolvía las copas de los árboles y hacia caer las últimas gotas de rocío que se aferraban en sus hojas.

El camino no estaba muy cuidado, pero sí que se notaba que de cuando en cuando alguien se ocupaba de mantenerlo, de retirar la maleza, e incluso de tapar algún hoyo del suelo con grava y tierra. Aunque en los últimos tiempos se había abandonado demasiado el mantenimiento de aquel amplio sendero, la mano de los guardabosques estaba aun presente. El piso era firme, apelmazado con las idas y venidas de caballos, hombres y carros. Grandes charcos de barro recordaban que no hacía mucho que había caído la ultima lluvia. Su agua enturbiada era hogar de pequeños anfibios, que huían al paso del grupo, y numerosos insectos que molestaban a los viajeros.

Al mediodía se detuvieron para llenar el estomago con la comida que aun les quedaba. Se había acabado la carne fresca, la leche, la mantequilla y las frutas. Ahora les quedaban otras viandas, conservadas, pero no necesariamente de peor calidad. No era frescas, pero la carne ahumada, la cecina, el queso y la manteca también podían ser, perfectamente, parte a tener en cuenta en la mesa de cualquier noble. Haelembor aprovecho para tratar de hacer acopio de alguna hierba de utilidad y para buscar algo más para comer. Tan solo hallo unos pocos  escaramujos, que apenas reportaron un alimento decente. Fue corta parada, lo justo para un suficiente descanso de las posaderas, antes de volver a ponerse en marcha.

Haelembor y Tülak iban en cabeza, subidos en sus monturas caminaban uno junto al otro, llamando la atención sobre las disparares constituciones de ambos. Haelembor subido en un caballo grande y alto, con sus fuertes brazos y la ancha espalda encorvada. Mientras, el otro cabalgaba en un pequeño poni, que no hacia si no empequeñecer aun mas al Umli y al animal.
Detrás de ellos, a pocos metros, Temudyin se esforzaba en no hacer espavientos con las piernas, temeroso de que los puntos se le saltaran y la herida se reabriese. Tras él, las parihuelas colgaban con Freagulf tumbado sobre ellas. El pobre Alatoth era el animal que mas estaba sufriendo al tener que llevar al tuerto y arrastrar al ailgratha. Aunque el peso de Freagulf se repartía entre el caballo y los dos puntos de apoyo del suelo, el roce con este generaba también un esfuerzo extra.

En la retaguardia iban los dos enanos. Ambos eran casi de la misma altura, tan solo se sacaban dos o tres dedos, sin embargo Erik era algo más corpulento que su compañero, mas rechoncho dicho sutilmente, pues pesaba casi dos arrobas mas. Kolli se fijaba en como las parihuelas dejaban un marcado surco en el camino, visible claramente por cualquiera, aunque este no hiciese mucho por buscarlo. Era un precio que tenían que pagar para avanzar más rápido sin empeorar el estado del etheod. Los enanos había disfrutado de la pelea y su ánimo se veía renovado, se podía ver en sus rostros aunque no hablaran demasiado.

Todo el viaje pasó despacio, los animales iban cargados, había heridos, y no podían haber acelerado la marcha por mucho que hubiesen querido. Estaban recelosos, durante todo el trayecto lanzaban furtivas miradas a los arboles, esperando ser sorprendidos, tratando de descubrir al enemigo agazapado entre sus troncos. Pero no vieron a nadie, ni notaron indicio alguno. Aun así, lograron recorrer una buena distancia antes de que la caída del sol les instase a buscar un lugar en el que pasar la noche.

Encontraron un buen lugar donde montar el campamento, no distaba más de una veintena de metros del camino. Entre un grupo de rocas de un buen tamaño, destacaba una que les serviría de cobertura ante el viento y las miradas indeseadas. Era grande y a su alrededor, los arbustos reportaban una protección extra ante las inclemencias del tiempo. Los caballos podían ser atados en cualquiera de los numerosos árboles que se agolpaban alrededor.

Tülak dejo preparando el campamento a sus compañeros. Busco en los alrededores para asegurarse de que el lugar elegido reunía unas mínimas condiciones, que era fácilmente defendible y sobre todo de que nadie merodeaba por allí. En los alrededores, descubrió un pequeño manantial que manaba de la tierra tímidamente y desaguaba allí mismo, perdiéndose en multitud de regueros encharcándolo todo. Una pequeña roca, que había justo al lado, ofrecía el único lugar donde rellenar las cantimploras, si uno tenía la suficiente paciencia como para dejar que el hilillo de agua se vertiese en su interior. El montaraz volvió de nuevo al campamento.

Erik encendió el fuego, necesario para pasar la fría noche, mientras Kolli montaba la tienda y preparaba el terreno donde se tumbarían. Aparto las piedras, corto algunas hierbas y acomodo a los caballos. Entretanto Haelembor reviso la herida de Temudyin, que parecía estar en orden a pesar del camino. Ya todos juntos, cenaron en silencio. Después Tülak organizo las guardias, dejando fuera a Freagulf y a Temudyin, que agradecieron la posibilidad de descansar más. El Umli haría la primera junto a Erik, para después despertar a Kolli y Haelembor, que cubrirían la segunda. El beornida no dormiría esa noche para poder hacer la tercera guardia junto a Tülak, ambos doblarían el turno esa noche. El umli, cierto era, apenas necesitaba dormir, tal era la capacidad de aquella raza ante la capacidad de sintetizar en una pocas horas todo el descanso necesario.
La noche transcurrió tranquila, solo los ruidos del bosque sobresaltaron alguna vez a los, ya de por si nerviosos, vigilantes. Las guaridas eran largas, cuatro horas seguidas que obligaban a esforzarse para mantenerse alerta. Caminaban de cuando en cuando para entrar en calor y espabilarse, se acercaban al fuego en busca de su calor, para después volver a embozarse en sus capas.

Así transcurrió una semana entera. Viajaban todo lo que el cuerpo y los animales les dejaban, las heridas más leves iban sanando y poco a poco la comida se iba agotando. La lluvia iba amenazando según los días pasaban, pero sin llegar a caer una sola gota. Durante el quinto día, varias tormentas se sucedieron ralentizando el avance penosamente. Aunque el dia siguiente amaneció soleado, solo fue una pequeña tregua, pues el septimo dia llovió como si no fuese a haber un mañana. Pesadamente se arrastraban entre el barro que se formaba en el camino, los cascos de las monturas hundían en el terreno mojado y cada vez costaba más avanzar.

Poco más de dos horas desde que levantaron el campamento, llegaron a una bifurcación del camino, donde no se podía distinguir hacia qué lado se encaminaba el Râd Angalalath. Se detuvieron allí, bajo la torrencial lluvia que caía, tal vez fuera mejor tomarse el día libre, o quizás pudieran avanzar un poco más, si es que sabían el camino que debían tomar.

 

- Tiradas (1)

Motivo: clima

Tirada: 7d100

Dificultad: 15-

Resultado: 80, 53, 67, 66, 7, 40, 2 (Suma: 315)

Exitos: 2

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 503

► Perdón por el tochaco, pero es que hoy estaba inspirado…

► Saltamos un poco, han pasado siete días desde el encuentro con los orientales, habéis recorrido un parcial de 130 km en ese tiempo, para alcanzar los 228 km totales. Cuando os estrujéis un poco el cerebro, os pondré un mapa de donde creéis estar.

► Mañana actualizare "La tutela del camino", además del equipo y demás.

► Tiradas:
         - Percepción
         - Cansancio N4 (si alguien falla, deberéis plantearos descansar más tiempo, no solo una noche)

 

► Resolución del próximo turno: LUNES 28-11-16

 

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27/11/2016, 01:15
Tülak

Turno 503

Pese a todas nuestras paranoias, poco a poco, el camino del bosque, apenas como un desfiladero cuyas paredes fueran los milenarios arboles de Eryn Nasgalen, resultó ser un gran aliado, sobre todo teniendo en cuenta el estado en el que viajaba el malogrado Freagulf: - Al menos nos permite llevarle en ese receptáculo que han creado mis compañeros..., pensaba, girando la cabeza de tanto en cuanto, mientras aprobaba como el eorlinga, con estoicismo, se iba sobreponiendo a su pérdida. No había mejor forma que la tranquilidad que, poco a poco, nos fue brindando el bosque, pues durante toda la jornada desde que habíamos dejado atrás el claro del combate, ningún oriental había vuelto a molestarnos.

Poco a poco, tras las rutinas en que se iban convirtiendo el montaje y desmontaje del campamento que cada vez hacíamos con mas destreza y celeridad, buscar huellas alrededor, hacer guardias, compartir frugales comidas mantenidas para aguantar largos caminos, fui recuperando mi habitual control, volviendo a hablar menos de nuevo, aunque ya sin la sensación de sentirme un extraño en aquel grupo, como había sido al principio. Poco a poco, nos ibamos conociendo, y eso se notaba, así que, segun iban pasando los días, la camaradería empezó a convertirse en una tónica, y la mayor parte del camino ya no echaba miradas furtivas a los límites que la fronda nos ofrecía, si no que, aprovechando, a ratos, cerraba los ojos, dejando que Zanahoria me guiara por el camino, mientras llenaba mis fosas nasales de los penetrantes olores del bosque, fundiendo mis inquietudes con su inmutable presencia.

Poco a poco, los azules del cielo fueron dando paso a golpes de frio viento, que nos recordaba, con mordiente poder, que el invierno aun no había acabado. Yo disfrutaba de aquel viento, fresco para mi, me recordaba la primavera en Forodwaith, y no podía evitar esbozar una sonrisa ante las imprecaciones que mis compañeros lanzaban, mientras se acurrucaban en sus capas, en las distintas paradas del camino. Era en aquellas paradas en las que utilizaba las enseñanzas de Telagon para tratar de encontrar sustento en la floresta: - No queremos que, encima, se nos acaben los suministros...

El quinto día tras enfilar el Râd Angalaladh, de nuevo, la lluvia hizo acto de presencia, en forma de chaparrones que descargaban nubes bajas, con la panza negra de humedad. Como era previsible, nuestro mas que ligero trote por el camino se fue frenando, pues las bestias tenían mas dificil sortear los charcos, y quedaban pegadas al barro, obligandolas a un extra de esfuerzo para dar cada paso. El dia siguiente supuso una tregua, y, por un breve momento, supusimos que volverian los dias de sol, pero nada mas lejos de la realidad: la mañana siguiente llegó con la promesa de lluvia, una lluvia que no tardó en descargar con fuerza, haciendo que, en apenas dos horas de suplicio, calados hasta los huesos, al llegar a una bifurcación, apenas podiamos distinguir por donde continuaba nuestro camino, y por donde salía una pista forestal que, a buen seguro moría unas leguas mas allá:

- Es inutil!! Con este temporal, ni siquiera podemos distinguir el camino!! Pasando una pierna por encima de la silla, desmonté de un salto, haciendo un gesto con la mano paea que me siguiese a Temudyin, que, una vez recuperado de su fea herida por las virtuosas manos de Haelembor, volvía a compartir conmigo la vanguardia del grupo, para despues ofrecerle las riendas de Zanahoria al Gigante de las Verduras: - Tratémos de encontrar marcas que nis indiquen por donde discurre el Râd Angalaladh, Chakka. Si no lo hacemos, buscaremos refugio: andar a ciegas por el bosque con este aguacero puede hacer que nos perdamos, y eso sí que sería una estocada para nuestras pretensiones de llegar a Tir Anduin. Por cierto, alguien recuerda para cuando habiamos de llegar a entregar el mensaje?? Era un mes??, pregunté, echando cuentas, mientras tironeaba mi barba, saturada de lluvia. Mi rostro fue tornandose ceniciento, al recordar las palabras de Faelginor: "...  El enemigo ha descubierto que conocemos sus intenciones, que un ejército aun mayor viene por el sur de rohvannion. No tardaran más de un mes en llegar, y hemos de aunar fuerzas...": - Un mes... Un condenado mes..., y llevamos ya quince dias, y aun no hemos salido del bosque... Esperemos que las previsiones del Mariscal fuesen erroneas, y el enemigo se demore..., sentencié: palabras aciagas en condiciones climatologicas aun mas aciagas...

- No perdamos tiempo, Temudyin: hay que encontrar signos que nos digan cual es el camino..., dije, agachandome en la bifurcación, mientras pedía a Oromë que me cediese parte de su infinita sabiduría, ayudandonos a no errar el camino...

- Tiradas (5)

Tirada oculta

Motivo: Percepción (sin yelmo)

Tirada: 1d100

Resultado: 7(+37)=44

Motivo: Cansancio (Nv 4)

Tirada: 1d100

Dificultad: 65+

Resultado: 33(+20)=53 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Rastrear (bifurcación)

Tirada: 1d100

Resultado: 87(+18)=105

Tirada oculta

Motivo: Forrajear

Tirada: 1d100

Resultado: 59(+35)=94

Tirada oculta

Motivo: Alguna abierta??

Tirada: 1d100

Resultado: 23

Notas de juego

Bueno, pues allá vamos!! Si no me confundo, vamos de culo, chaval@s!! Teniamos que estar, mas o menos, en un mes en Tir Anduin, y nos quedan quince dias, y no hemos salido aun del bosque!! -_-

Tiradas de Percepción y Cansancio requeridas, y de Rastrear en la bifurcación, a ver si veo signos (junto a Chakka) que nos digan por donde va el camino, y de Forrajear, para tratar, en los parones que hagamos, de compensar un poco los suministros de raciones, con comida que pueda encontrar (tuberculos, frutas, frutos secos, etc...).

Edito: Para corregir el número de dias que llevamos de viaje, que la había pifiado!! xDD

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27/11/2016, 12:31
Erik Frost

Turno 503

Los días fueron transcurriendo sin mayores percances...avanzábamos a duras penas, ya recuperados de las heridas sufridas en la batalla, pero lastrados por la presencia del Ailgratha.

Gracias a los cuidados de Haelembor, también el había mejorado...la espalda ya no le molestaba, pero seguía impedido de su pierna y eso nos obligaba a arrastrar la pesada y cansina parihuela, que para colmo iba dejando un rastro innegable de nuestro paso por el camino...

Ahora que Freagulf había perdido a Ulfer, una nueva preocupación rondaba a todas horas por mi cabeza...
Aun cuando empezase a mostrar alguna mejoría y pudiésemos deshacernos de la parihuela, nuestro ritmo seguiría siendo lento...debería compartir montura y los caballos no estaban preparados para aguantar el peso de dos personas...

Era cierto que no se nos había impuesto ningún plazo de entrega, pero nuestro retraso empezaba a ser importante, y todos eramos conscientes de que si nos demorábamos en exceso, quizás nuestra misión ya no tuviese sentido.

El tiempo empeoró nuevamente, entorpeciendo nuestro avance a cotas casi desesperantes y finalmente, bajo un intenso aguacero, nos topamos con una intersección del camino.

Las nubes y el follaje no nos permitían ver el sol, de modo que resultaba difícil orientarse...recordaba que el camino de la amplia risa, se prolongaba hacia el Oeste, dibujando una ligera curva hacia el Norte...por tanto aquel era el camino que deberíamos seguir, hacia el Oeste...pero en aquel momento me resultaba imposible discernirlo...y aún en caso de hacerlo, los recodos del camino son a menudo engañosos y caprichosos, y a veces tuercen en una dirección para volver a orientarse hacia su verdadero destino...

Un error en aquella encrucijada, podría significar, horas, sino días de retraso...algo que no debíamos permitirnos en nuestras circunstancias.

Cita:

- Tratémos de encontrar marcas que nis indiquen por donde discurre el Râd Angalaladh, Chakka. Si no lo hacemos, buscaremos refugio: andar a ciegas por el bosque con este aguacero puede hacer que nos perdamos, y eso sí que sería una estocada para nuestras pretensiones de llegar a Tir Anduin.

Estoy de acuerdo...intervine en la conversación.

Debemos asegurarnos de seguir por la Senda de la amplia risa. Aunque eso signifique detenernos aquí.

Cita:

Por cierto, alguien recuerda para cuando habiamos de llegar a entregar el mensaje??

Nadie lo recuerda, porque no existe tal plazo...respondí a la pregunta del Montaraz.

Pero yo también creo que no podemos permitirnos más retrasos...dije deslizando una mirada cansada hacia la parihuela del Ailgratha.

Busquemos esa senda, si no la encontramos pronto, acampemos y esperemos a que el tiempo mejore...de todas formas, no avanzaremos mucho arrastrando una tienda por el barro.

Siento que no seré de mucha ayuda para orientarnos en este laberinto de madera, pero buscaré algún mojon u otra señal que nos indique el camino del Râd Angalaladh...

Dicho esto me arrebujé en mi capa y me acerqué un instante a Tûlak y Chakka antes de ponerme a buscar.

- Tiradas (2)

Motivo: Cansancio(Nv4)

Tirada: 1d100

Dificultad: 65+

Resultado: 54(+45)=99 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Percepcion (casco)

Tirada: 2d100

Resultado: 20(+20)=40, 60(+20)=80 (Suma: 120)

Notas de juego

Tiro Cansancio y Percepción Oculta

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27/11/2016, 13:19
Erik Frost

Turno 503

Tras bajarme de mi montura, me acerqué un instante a Tûlak y Chakka y les expuse mis preocupaciones.

Nadie nos ha dado un plazo de entrega, pero creo que todos estamos de acuerdo, en que no podemos llegar a Tir-Anduin para cuando la guerra ya haya terminado... Dije, deslizando nuevamente miradas furtivas a la parihuela del Aigraha.

...ya que nadie se atreve a decirlo, yo lo haré: A este ritmo, no alcanzaremos Tir Anduin en menos de 2 meses...da igual lo que esperemos, aunque el Rohir se recupere,no hay monturas para todos...y ya nos hemos comido toda la holgura de la que podríamos haber dispuesto...

Los observé inquieto, tenmiendo tal vez que no recibiesen bien aquellas palabras, saliendo de mi boca.

No pretendo abandonarlo...atajé antes de que pudiesen malinterpretarme

He hecho una promesa y la cumpliré hasta sus ultimas consecuencias...pero tambien he prometido cumplir esta misión, y eso significa hacerlo con garantías de exito...llegar a Tir Anduin dentro de 2 meses con un trozo de papel inservible, no sería honorable...

Creo que deberíamos plantearnos separar el grupo...Con suerte, los Orientales ya no serán un problema y necesitamos aligerar nuestra marcha desesperadamente, no sabemos que más obstaculos nos podemos encontrar en nuestra travesía...

Que un grupo parta con el mensaje, yo iré con ellos. Pero deberia acompañarme un jinete veloz, por si fuese necesario huir al galope...en ese caso tendria que confiarle el mensaje para guardar una esperanza, ya que los enanos no somos buenos jinetes, somos pesados y nuestras piernas cortas, apenas podemos mantenernos en un caballo grande al trote...

El otro grupo, puede ir detrás, con más calma, permitiendo que el Rohir se recuperé y borrando los rastros de nuestro avance para despistar a un posible perseguidor...

Eché un vistazo al barro que dominaba la encrucijada.

...Este es u buen lugar para empezar...cuando hayamos descubierto la senda, un grupo debería seguir el otro camino durante un tiempo, para llegado el momento, acortar por la espesura y volver a la senda principal, si lo hacemos bien, con la lluvia y el barro, tal vez podamos engañar a los Orientales, si es que alguno nos sigue todavía...

Se que no depende de mi, es solo una idea...pero antes o después tendremos que hacer algo...los enanos no bajaremos en balsa por el Anduin, y a caballo serán varias jornadas más de viaje...deberiais pensar en ello...

Y con esta sugerencia, los dejé mientras empezaba a buscar algún cartel tirado o una marca que indicase, por donde discurría el Râd Angalalath, este debería ser el camino más amplio y mejor cuidado, asi que me fije también en la anchura y maleza de los margenes.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: percepción descubrir señales (con yelmo)

Tirada: 2d100

Resultado: 60(+20)=80, 81(+20)=101 (Suma: 181)

Notas de juego

Tiro Percepción para encontrar la senda.

Rastrear no tengo una mierda, asi que simplemente me fijo en si encuentro alguna señal entre la maleza o tirada por el suelo...

Si no encuentro nada, al menos dame una descripción de lo que aprecio de ambos caminos...cual es mas ancho, la pista, la maleza...

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28/11/2016, 15:15
Kolli Gyrdrson

Turno 503

Kolli por fin empezaba no a disfrutar, odia montar, pero sí al fin se había reconcialiado medianamente con viajar. El ritmo lento impuesto por los heridos hacía que pasar horas enteras subido a aquella máquina infernal de torturas que era la silla de montar fuese un poco menos... doloroso. 

Habían destrozado los cráneos de sus enemigos y seguían todos vivos pese a sus errores y disputas. Los valar seguían con ellos pese al esfuerzo del bosque maldito.

La lluvia cayó en respuesta a los pensamientos del herrero, como si alguna mano oscura se burlara del enano cada vez que pensaba en algo positivo.

Resoplando, asintió a las palabras del umli. - Esta maldita lluvia hace imposible que veamos mas allá de nuestras narices. ¡Casi no soy capaz de distinguir lo que es mi culo de mi barriga! - Exclama en voz alta. - Los caballos podrían herirse en algún agujero, o la parihuela deshacerse con este aguacero. Podemos buscar refugio mientras Temudyin y Tulak exploráis el camino que debemos seguir... La noche se acerca y será difícil encontrar uno. Más importante aún cuando podemos utilizar el descanso para cuidar de los heridos y reparar la parihuela y armas. Me temo que como Erik, mis manos son más útiles que mis ojos en este bosque.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: percepcion

Tirada: 1d100

Resultado: 46(+5)=51

Motivo: cansancio

Tirada: 1d100

Resultado: 49(+25)=74

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28/11/2016, 15:48
Temudyin

Turno 503

Durante una semana habían estado viajando manteniendo una rutina. Durante ese periodo de tiempo, la mente paranoica de Temudyin le había estado atormentando con la posibilidad de encontrarse de nuevo con los orientales. Uno de esos perros había conseguido escapar y seguramente ya había alertado a sus semejantes y estos estarían preparando un mayor ataque con todos los efectivos posibles. Para el bosquimano no había otra opción, no contemplaba la posibilidad de que no hubiese más orientales o que estas desistiesen de la idea de volver hacerles frente. Esa idea, la debilidad por las heridas sufridas y la cabezonería de hacer guardias pese a su estado, hicieron que el cansancio hiciese mella en el explorador, quien encorvado se mantenía como podía encima de su montura. Por suerte, el ritmo de marcha era bajo y no complicaba en exceso dicha tarea.

El septimo día, para terminar de desmoralizar a Chakka, amaneció como si es cielo se cayese sobre el Eryn Nasgalen. El avance fue muchísimo más lento y la humedad unida al frío, consiguieron derrumbar las pocas fuerzas que el bosquimano podía reunir.

Tülak se bajó de su montura y llamo a Chaka, quien pesadamente se acercó al líder del grupo y apoyándose en su lanza escuchó lo que este le decía. Erik también dio a conocer su parecido y Kooli desde su montura.

Temudyin sopeso los comentarios de todos antes de hablar. - Esta lluvia no nos ayuda en nada. Busquemos el camino. Si no lo encontramos, puedo intentar subir de nuevo a los árboles, pero me temo que vería poco.

- Tiradas (3)

Motivo: Cansancio

Tirada: 1d100

Dificultad: 50+

Resultado: 5(+5)=10 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Tirada: 1d100

Resultado: 73(+57)=130

Tirada oculta

Motivo: Rastrear

Tirada: 1d100

Resultado: 27(+29)=56

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28/11/2016, 16:55
Temudyin

Turno 503

Antes de ponerse a intentar descubrir que camino era el adecuado, Erik se acercó para comentar una idea que le turbaba.

Temudyin le escuchó, pero no le gustaba lo que decía. Esperó a que acabase para contestarle.

- Erik, se que no hablas a través del odio, o por lo menos eso espero. Pero de aquí, me temo que el único buen jinete es Freagulf. Él en buenas condiciones, podría llegar al destino en quizás menos de una semana, pero seguramente caería en una emboscada. - Paró un segundo a reflexionar como decir lo siguiente sin herir el orgullo del enano. - Dices que sería mejor separarnos para acelerar el ritmo, pero sin embargo, te niegas a coger la ruta más rápida que sería bajar por el Anduin. Me temo que  queramos o no, llegado el momento, este tema u otros, tendremos que discutirlos, pero por ahora, la idea de separarnos no la veo ni factible ni segura.

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28/11/2016, 17:31
Director

RESOLUCION TURNO 503

El dia había amanecido triste, plomizo y muy frio. Un rápido desayuno, había prisa, y no era por llegar a ningún lado. La lluvia amenazaba sin que siquiera hubiese salido el sol, su luz estaba oculta tras negros nubarrones que comenzaban a soltar a lo lejos su carga. Como el telón de un escenario, en una gran ciudad, la lluvia corrió un velo de agua que pronto alcanzo el campamento. Recogieron apresuradamente los pertrechos que aun les quedaban, ya estaba casi todo guardado para cuando comenzó a llover. Se pusieron en marcha acompañados de la tormenta.

Lejos de amainar, el aguacero parecía ir creciendo a medida que recorrían el Râd Angalalath. El camino se encharcaba, el viento se enfurecía haciendo estrellarse miles de gotas sobre los rostros de los viajeros, y el barro cada vez dificultaba más el avance. Continuaron adelante, embozados en sus capas, cada vez más pesadas por el agua que absorbían. El penoso recorrido por aquel camino se estaba complicando, los caballos cada vez tardaban mas en sacar sus hundidas pezuñas del barro, resbalaban cuando topaban con alguna roca escondida bajo un charco. Las parihuelas se hendían en el suelo, dejando amplios y profundos surcos que se rellenaban de agua casi al instante. Continuaron así hasta llegar a una bifurcación.

No veían nada a causa de la lluvia, esta caía densa, con grandes gotas que restallaban en lodazal. Estaban ante la confluencia de dos caminos, y no sabían cuál de ellos podía ser el que seguían, y por el que tenían planeado continuar. Erik, Temudyn y Tûlak se apearon de sus monturas, y tendiendo las riendas a sus compañeros, se adelantaron un poco para tratar de discernir el camino a tomar. Bosquimano, Enano y Umli fueron y vinieron por ambos ramales, sin llegar a ninguna conclusión. No había huellas visibles, no con aquel barro que todo lo cubría. Ambos caminos parecían idénticos, al menos hasta donde alcanzaba la corta visibilidad. Temudyin, sin embargo, sí que dedujo al más. Los dos ramales eran parecidos, uno quizás algo más ancho, pero poco más de medio metro. El terreno sobre el que pisar era el mismo, asqueroso y frio barro cubierto de agua. Los arboles se agolpaban a ambos lados de igual modo. Lo que si advirtieron es que tal vez, no podían ver mucho hacia delante, era que el de la izquierda se curvaba ligeramente al suroeste, mientras que el otro continuaba hacia el frente.

No se habían alejado demasiado, una decena de metros, justo hasta donde se perdía de vista a los compañeros. No tardaron en volver dados por vencidos, no sacarían nada en claro, no con aquel temporal. Kolli optaba por detenerse, gritando desde su montura, mientras tres de sus compañeros hablaban entre ellos. El beornida y Freagulf, estaban en silencio, helados, tratando de mantenerse calientes, si es que eso era posible.

Un relámpago ilumino el cielo, seguido de un sonoro trueno. La lluvia comenzaba a solidificarse, pequeñísimos copos de nieve volaban casi horizontales empujados por la fuerza del helado viento. Una leve ventisca comenzaba a formarse.

En aquellos momentos, solo podían hacer dos cosas, seguir avanzando y recorrer lo que pudieran, por poco que fuera, o buscar un lugar en el que resguardarse del frio y la lluvia antes de que alguien cayese enfermo. En el primer caso tendrían que lidiar con la posibilidad de que algún animal resultase herido, además de luchar con la hipotermia, pero ganarían unos cuantos kilómetros que no podían permitirse dejar de hacer. En el segundo caso, tendrían que construir algún tipo de refugio, encender un fuego potente y esperar a que arreciara aquel castigo que era aquella tempestad, perdiendo así el ritmo que parecía habían recobrado al llegar al Râd Angalalath.

 

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 504

► Decision: Parar o seguir.

► Tiradas según opcion:
Quedarse:
- Tirada para encender fuego:
Uno que tire 1d100 + Intuicion. “Extremadamente difícil” (-30) sin refugio, “Dificil” (-10) con él
- Tirada de construir refugio:
Lo construís entre todos. Hay que ver la calidad del trabajo. Que uno tire 1d100. Sumare una media de la intuición de cada uno. También daré un +10 por cada Habilidad secundaria que implique trabajar con las manos (como herrería). Tendré en cuenta las descripciones del proceso. El resultado determinara cuán bien hecho queda. En función de la tirada de ME, daré el resultado, que variara desde deshacerse sobre vosotros, hasta conseguir un lugar cómodo en el que vivir hasta el fin de los días, pasando por la posibilidad de tener que sujetándola con una mano mientras estáis dentro.
Seguir:
- Tirada de CON
N5 para todos. Si alguien falló la anterior, ya sabe (y si no lo tiene claro que pregunte o se remita a la escena donde se explica) el nivel sube a N6.
- Tirada de MM:
El camino es complicado y los animales pueden sufrir. Una tirada de MM por cada caballo, sin modificadores, “difícil” (-10), para determinar si se sufre algún percance.
Una F significara que algo ocurre y el caballo tendrá algun accidente.
En caso de fallo en la anterior tirada, se necesitara dos tirada para el jinete, una modificada su MM, para determinar el porcentaje de fallo y una segunda tirada para pasar ese % indicado en la tabla)

► Tiradas obligatorias:
- Percepción
- Enfermedad N3

► Resolución del próximo turno: JUEVES 01-12-16