Partida Rol por web

- Tened buen camino hasta el Hotel. Nosotros si Rose es tan amable de llevarnos al lugar de los hechos como dije nos gustaría ir antes de volver al hotel. 

La verdad era que no me fiaba mucho de ella, pero también es cierto que el resto de compañeros nos estaban dando la espalda y dejándonos solos a Cooper y a mi. Espero que ninguno de ellos necesite de mi ayuda en el futuro, porque creo que me lo pensaría antes de ayudar, puesto que ahora me estaban fallando. 

Me encojo de hombros y hago un gesto con la mano pasando de lo que esos dos piensen encontrar de sus mujeres. Va a ser peor lo que encuentren que no poder enterrarlas, pero si es lo que quieren... Además, que están siendo injustos, los restos servirían a la tierra como ayuda y no están pensado en algo así.

- Id, id donde el ataque, pero es extraño que esta mujer sepa donde ocurrió todo. Ni yo mismo que estaba allí podría decir donde fue con exactitud. Pero suerte. - miro entonces a Cooper. - ¿Llamar a la policía? No, ya estáis vosotros. Además, seguro que se cargan algo del bosque, esa gente son unos manazas. - desvío la mirada entonces hasta mi amada esposa y resoplo. - Está bien, diremos que unos lobos nos atacaron por estar donde no debíamos, seguro que su guarida está cerca y por eso nos atacaron. 

- Hyde Park entonces -sonrió al ver que Mike parece haber recuperado algo de su humor cortante, lo que me ayuda a mantener la calma, aunque cinco segundos después se nos aparezca un nuevo agregado al grupo, uno que la vieja conoce, por lo que se ve, y que no luce más confiable que ella, por decir algo. 

Y estoy de acuerdo con Mike, realmente ¿Que utilidad tiene ir ahora por los cadaveres? estoy seguro de que no van a poder levantarlos ellos mismos, y llevarlos todos el camino al hotel, es decir si fuera Mike supongo... mal pensamiento, en fin, no es muy lógico ir ahora.

Camino a la par de Mike, aunque hago lo posible por hacer que pare  -Mike, el camino - Realmente, no estoy muy seguro de la bateria de mi telefono, y por otro lado ¿hay señal aquí? Si la hay puedo confiar en que google maps podría ser de utilidad para volver al hotel, pero preferiría un guía y... el desconocido parece mas cuerdo que Rose, si puedo decir algo al respecto. 

Así que me detengo y miro en su dirección, asintiendo al tal Gabriel, que no se ha presentado ni parece muy por la labor de dirigirse a nosotros. ¿Estoy siendo paranoico al no quererlo cerca? De nuevo, realmente no conozco el camino. 

-Le agradeceriamos que nos ayudara a llegar a nuestro hotel, señor - Digo entonces, con la mayor educación de todas, antes de hablar en dirección a Cooper - No te preocupes, llamaremos en cuanto lleguemos al hotel y eh, lo siento, suerte. - realmente es posible de camino al hospital hacer una llamada rápida por si acaso -

-Ya, Steve. Es decisión de ellos... No tienes para qué ser tan duro- Le recrimino mientras le muevo el brazo para que nos acerquemos a Gabriel -Me llamo Elena y él es Steve, mi esposo. La verdad es que hemos tenido un día muy duro y no es normal para nosotros estar en este estado tan... tan... tan desconectado de nuestra paz interna- Le trato de explicar a este nuevo guía -Pero bueno, ¿si pudiéramos ir ya de camino? Creo que lo agradeceríamos bastante-

Normalmente hubiese puesto rumbo ya, pero no sabía ni adonde dirigirme. Y si era de confianza tenía todas las dudas, pero en definitiva era la única esperanza, por lo que decidí ser más amigable -¿Hace cuánto que vives aquí en estas tierras?-

Mientras los tres restantes iban de camino hacia los cuerpos, ustedes decidisteis ir por otro atajo hacia el hotel. Un reconocido puente para Elena se hizo visible. Ya había pasado por él y sabía de la inestabilidad del mismo. Una caída y se iría al carajo. Pero más allá, estaba la libertad. El ansiado retorno a casa.

Rose os acompañó. Parecía encantada con aquel pequeño viaje. Después de todo, era una viejecita asustada en aquel bosque. Había estado muchos años sin compañía, tan sólo Gabriel la visitaba de vez en cuando... muy de vez en cuando.

Caminasteis por horas, parecía que aquello era eterno, hasta que... Unos zurcos en el suelo os resolvió el problema. Allí sólo había tripas, los lobos no habían dejado nada más.

-Yo no enterraría unas tripas, la verdad. Es algo... bueno, poco ortodoxo para velar a los seres queridos. Mejor dejarle la carne a otros animales.

Hago caso omiso a las palabras de la anciana mientras las lágrimas recorren mi cara. No… no queda nada… necesitaba despedirme de ti cariño.

Inspecciono con la mirada el suelo, intentando obviar los restos humanos, buscando cualquier objeto, cualquier cosa que llevarme de ahí, pero es imposible. Sin saberlo el estómago empieza a revolverse, entre todo lo vivido en estas pocas horas... y ahora ver… ver… todo esto… no fue buena idea. Salgo corriendo escondiéndome de las miradas de mis dos compañeros y vomito, echando lo poco que tengo en el estómago.

- Robert, cuando quieras podríamos volver. Imagino que aquella gente ya habrá llegado y nos estarán esperando la policía. ¿Nos podrá llevar señora? – chillo aún escondido detrás de aquel enorme pino.

Aquella imagen era terrible, esos malditos lobos no habían dejado nada. Hago acto de valor e intento buscar entre los restos algún detalle de ellas (pulsera, pendientes.. ) cualquier recuerdo me valdría. Lágrimas recorren mi cara mientras realizó tal acción, no pasaba por mi cabeza que nuestra despedía del bosque iba a ser la última vez que la versión. Veo que Cooper también lo esta pasando mal. 

- Tienes razón Cooper, vámonos de aquí. Hablemos con la policía. Steve es testigo, tendrá que contar lo que vio. Su actitud me repatea y no me da buena espina. No tengo confianza en el. 

Señora si es tan amable de acompañarnos al hotel o indicarnos el camino se lo agradecería. 

La verdad que estaba en un punto que no tenía confianza en el resto, quizás si en Cooper ya que habia pasado por lo mismo que yo y habíamos estado unidos en todo momento. 

-Oh, claro, claro. Volvamos, seguro que tenéis que asimilar todo... -sonrió en un vano intento de sentir pena por aquellos dos hombres.

Dispuesta a avanzar, Rose se puso en marcha. Sin embargo, de la tierra dónde habíais rebuscado entre las tripas parte de vuestras esposas, dos manos agarraron a Robert del tobillo con el fin de querer atraerlo hacia ellas.

-¿Pero qué estás haciendo, Robert, tenemos que irnos? -comentó ella con una cierta preocupación-, déjate de...

En ese momento, el sonido de un cerdo irrumpió vuestros pensamientos, sobre todo el de Cooper. Ante ustedes, una figura antropomórfica asomó de entre los árboles.

Con cabeza de cerdo y un cuerpo bastante sucio, aquel ser corría hacia Cooper. Tenía sed de sangre.

-¡Esto qué essssssssssss!

Que demonios era esta fuerza que me atrapaba. Y ese ser ¿que eran? Aviso a Cooper para que evite ser herido

- Cooper, cuidado. No dejes que ese infectó ser te haga daño- grito a mi compañero. Tras esto tiro con todas mis fuerzas intentando soltarme y poder huir de aquí. 

 -Le agradeceriamos que nos ayudara a llegar a nuestro hotel, señor 

-Ya, Steve. Es decisión de ellos... No tienes para qué ser tan duro- Le recrimino mientras le muevo el brazo para que nos acerquemos a Gabriel -Me llamo Elena y él es Steve, mi esposo. La verdad es que hemos tenido un día muy duro y no es normal para nosotros estar en este estado tan... tan... tan desconectado de nuestra paz interna- Le trato de explicar a este nuevo guía -Pero bueno, ¿si pudiéramos ir ya de camino? Creo que lo agradeceríamos bastante-

 Asintiendo ante las dos parejas que se habían dirigido a mi dirección, di una mirada a Rose antes de verlos a ellos con atención, al menos a la mujer que me había hablado al final. 

- Encantado de conocerlos, aunque sea en estas circunstancias, no se preocupe por lo demás... nadie tiene buen humor en las mañanas - conteste curvando los labios en una sonrisa -No se preocupe, no estamos muy lejos... llegaremos antes de la comida - al final mire atrás. el camino original nos demoraría una hora a lo sumo, a menos que hubiese otros problemas. Dando una ultima mirada a Rose, -Rose, voy con ellos, ¿nos vemos en el camino? - pregunte antes de partir.

Normalmente hubiese puesto rumbo ya, pero no sabía ni adonde dirigirme. Y si era de confianza tenía todas las dudas, pero en definitiva era la única esperanza, por lo que decidí ser más amigable -¿Hace cuánto que vives aquí en estas tierras?-

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-Es por aquí- Dije lentamente empezando a caminar en dirección a su destino, ah... salir del bosque... la mujer había hecho una pregunta -unos cuantos años -Sonreí sin comprometerme con un número especifico, a decir verdad no recordaba cuantos años llevaba allí -¿Estaban haciendo una excursión? -pregunté a la mujer, continuando la caminata hasta llegar al puente, era el camino más rápido a mi parecer -pasen con cuidado, iré detrás de ustedes -"Por si acaso"

William fue el primero en cruzar. Después de todo, él sabía muy bien por donde pisar, ya que anteriormente había cruzado por ahí. Decidido, no se percató ni tan siquiera de la profundidad al abismo que aquello tenía y, por si fuera poco, una extraña sensación de vértigo le recorrió todo su cuerpo. De arriba hacia abajo.

Sentía que iba a perder el equilibrio, además, veía como las cuerdas se estaban soltando. ¡Qué horror! Iba a morir allí mismo. Miró aterrado a su pareja, era el fin.

Ante la confusa silueta de William, el equipo entero comprobó como este se lanzó al precipicio. Sin más. Había tenido un ataque de psicosis, pues el puente estaba intacto. ¿Por qué quería suicidarse? El sonido del cuerpo caer al agua se escuchó como un gran: PLOF.

El estomago me dio una tregua, respiré profundamente y entonces lo vi...

Que coño es eso... tiene forma humana... pero esa puta cabeza de cerdo... ¿Están todos locos en este sito?, pero yo no... ¡¡No me volveréis loco hijos de puta!!

- No te preocupes Robert, corre y avisa a todo el mundo yo me encargo de esto, estoy harto... -dije mientras veía correr a mi compañero. Tenia que acabar con todo esto de una vez por todas. - Os llevasteis a Caroline... pero... pero... ¡¡No me vais a tocar más las narices!!. ¡¡ME ESCUCHAS PUTO CERDO, quemaré este bosque conmigo dentro si hace falta!! - Sin darme cuenta comencé a correr hacia esa cosa. Me sentía ágil, mis pies saltaban la maleza del bosque mientras cargaba mi puño para atestar un golpe a ese engendro, que también se aproximaba a mi.

Una sonrisa se dibujó en mi cara, Todo irá bien cariño.