Partida Rol por web

Carter no dejaba de sorprenderme, aquella maldita mujer, me estaba volviendo loco y ya en más de una vertiente, no se estaba quieta, aguantaba el castigo de forma que no llegaba a comprender y desde que me había besado, mis entrañas se había revuelto de manera extraña, pero lo achacaba a la situación, situaciones extremas, emociones extremas, si, solo era eso...

El cabrón del mono nos dejó caer sobre la dura roca y a los pocos segundos oímos unos graznidos muy desagradables sobre nuestra cabeza así que miré hacia alli al instante y aquellas criaturas tenían pinta de tener hambre-Carter, hay que moverse no podemos quedarnos aquí, esos bichos creo que tienes ganas de un piscolabis...-dije ayudando a la morena para ponerse de pié, pero entonces dijo lo de quitarse la ropa y mis ojos quedaron abiertos como platos-¿Cómo dices? ¿aquí, ahora?-la verdad es que tampoco era una idea tan terrible, al fin y al cabo si eran nuestros últimos momentos sería una buena forma de despedirse de la vida.

Carter comenzó a quitarse la ropa a la velocidad del rayo y no pude evitar quedarme mirando su escultural y dañado cuerpo-¡Eh eh! ¿que haces loca? no te descubras las heridas! ¿es que quieres morir desangrada y echar mis esfuerzos por el váter? ¡joder me he jugado la vida por tí más de una vez, haz el favor de pensar en mantenerte viva!-estaba claro que su ansia de desnudarse era por un motivo muy distinto al que yo tenía en mente-Está bién, me quito la ropa yo también, pero cuida heridas Carter, por el amor de dios...-reprendí con fuerza mientras me desnudaba ante ella.

Ante vosotros, los sonidos del bosque os ahogaban, pero había algo más que os inquietaba, un extraño murmullo que no lograbais identificar. Había algo más por allí.

En aquella isla, cada milímetro era indicio de peligro. Entre las criaturas que habíais visto y las que Sextus había descrito, podía ser cualquier cosa, pero casi seguro que no sería amistoso.

Llevaban un tiempo descansando. Pese a que nada parecía estar amenazando su vida en esos precisos momentos, la hermana no podía estar tranquila. Estaba casi segura de que en cualquier momento algo iba a salir de entre la espesura para abalanzarse sobre ellos y reducir el numero de componentes del grupo un poco más. Aquel extraño zumbido o murmullo, no ayudaba a que ese sentimiento de estar siendo observados por un ente malvado menguase, sino todo lo contrario.

- Creo que no deberíamos demorarnos demasiado en volver a ponernos en marcha... - Dijo la religiosa, bastante convencida de sus palabras.

Ahora ya no tenían consigo al médico ni a la morenaza. Lo cual era una verdadera lástima. Uno era competente para curar las heridas que sin duda iban a seguir recibiendo, mientras la otra... la otra había demostrado ser bastante competente en todo lo que se había propuesto hasta la fecha. Sin duda era bastante más valiosa que el amarillo o el hombrecillo. Fuera como fuera, tendría que conformarse con lo que tenía a su lado. No iba a regresar tras los pasos del mono para salvarlos. Eso lo tenía claro. Mientras se mantuvieran unidos, trataría de ayudar, pero en el momento en que se separara... cada uno que se sacase sus propias castañas del fuego.

encima nuestro no esta el nido??

Nos meteríamos de cabeza en la boca del lobo!!

Pero encima esta el nido o no!!??

Para que reflexionéis XD