Nada mas entrar todos en la sala Zhang recibe un varazo de esparto en toda la cabeza. El director gruñe por el escipticismo de su pupilo abre su boca y con voz ronca... - "Cuando se apunta la Luna, el tonto se queda mirando el dedo." - y luego toma asiento al fondo de la sala, con todos los maestros sentados por delante de el
-¡Ngh! -Gruño nada más recibir el bastonazo del director. Abro un ojo para mirarle, con la ceja entornada. Joder... Ya estamos con las mismas de siempre... Cuando estaba con el abuelo cosas como estas no pasaban al menos... Llevo una mano a la pipa, doy una larga calada y, al comprobar que tras esta última ha consumido totalmente el opio, la alejo de mi boca, exhalando una amplia bocanada de humo. La vacío antes de entrar en la sala.
Huang no hace el mas mínimo movimiento cuando el maestro le suelta el soberano golpe a su compañero. Se esfuerza por reprimir la risa explosiva que amenazaba por salir a borbotones de su boca y un "te lo dije"
Saluda rígidamente a los maestros y se coloca en una postura firme y respetuosa a esperar lo que tengan que decirles
Sin ninguna risa que reprimir, imita a su compañero Huang.
Entro y saludo a los maestros, quedandome en un extremo del grupo
Te lo merecías... - junto a mis compañeros, entro a la sala, donde me quedo firme a un lado esperando.
Tang se limita a abrir los ojos como respuesta a lo que ha visto, pero se reprime cualquier carcajada que hubiera deseado soltar. A pesar de su impetuoso caracter, viendo cómo actúa el director, Tang sabe que no sería buena idea no ser dócil.
Carraspea y se sienta detras de todos los maestros, esperando a que estos hablen. Ya sabeis que es la actitud tipica del director, reservada y uraña pero no deja de ser una buena persona.
Bueno alumnos en el manuscrito que os enviamos os lo deciamos*, habeis sido elegidos de entre todos los alumnos que han pasado por esta escuela - os mira con cierto deje de orgullo - se os va a entrenar en el uso de seis estilos de lucha en armas... y cada uno elige su especialidad. Decid, por favo, cual os interesa de la lista - saca un royo grande y lo estira delante vuestra en sentido apasaido. En el se pueden ver dibujadas las distintas armas** caracteristicas de las Artes Marciales de China y a su lado y en columna el nombre de cada "Casa"
*me he quedado algo perdido con esta partida, no encuentro la libreta asi que mas o menos tengo que empezar de 0 con las cosas que me acuerdo. Perdon por las molestias v_v
** ya sabeis cuales quereis y tal xD
Huang observa el rollo de pergamino, paseando la mirada por encima de las seis casas... Parece dudar entre dos de ellas, pero en su anterior entrenamiento destacó por su capacidad para utilizar ambas manos de forma similar... Así que al final se decanta por las hachas gemelas
Elijo entrenarme en la Casa de Jian dan pian shung fu. Creo que estoy listo y es la senda guerrera que mas se adapta a mi
Al igual que su compañeros, Zaoh pasea la vista por el pergamino y separa a pensar brevemente.
- Yo elijo desarrollar mi entrenamiento en la Casa de Jia Dun, a poder ser. - Dice finalmente, seguro de sí mismo.
La mujer levanta la vista al oir nombrar su escuela y mira a Huang algo molesta soltando un bufido - espero que des la talla... - piensa con amargura mientras recuerda el tropiezo del alumno al llegar a la escuela
Sonrie de medio lado y mira a Zaoh - Yo sere tu maestro Zaoh, espero que estes preparado para lo que te espera - pareceria una amenza pero en su rostro hay dibujada una afable sonrisa
Zaoh le devuelve la afable sonrisa a su futuro maestro al oír sus palabras.
¡Y yo en la Jian Jia Dao*! - alza la voz entusiasta, sonriendo.
+Casa de las dagas, por si no supe "pronunciarlo" bien xD
Jia gong si es posible respondo timidamente
-Jia Jian... En la que se usa esta, vamos... Señalo la espada a mi espalda. Acto seguido comienzo a recargarme la pipa.
Tang mira a sus compañeros con cara de perplejidad - ¿Espadas? ¡No, no! Hablo de dagas, ¡dagas!
-¿Eh? Pregunto, mirando a Lu, con la mirada algo perdida. Sí, sí... Jia Jian Dao es la de las dagas y Jia Jian la de las espadas, ¿recuerdas? Me doy un par de toquecitos en la sién con el dedo, poniéndome la pipa entre los labios. Seguidamente la enciendo e inspiro el humo dulzón. No debería pasarme de la raya con el opio, así que esta vez fumo tabaco. Tú dagas, yo espadas... ¿Está claro, no?
Huang alza una ceja...
No han crecido nada de nada... Tantos años y siguen siendo unos chavales.
Se queda a la expectativa mientras mascujea la paja que cuelga de la comisura de sus labios.