Partida Rol por web

El sonido en el agua me sobresalta y me hace retroceder rapidamente hacia atrás, mientras miro a uno y otro lado con nerviosismo. No logro ver nada ni distinguir nada. Me vuelvo alternativamente hacia John, que me arrastra lejos del lago, y hacia Tim. Tal vez en otra circunstancia su arranque me habría asustado, pero ahora mismo me asusta más el ser que pueda estar rondando por aquí, hasta el punto que por una vez la presencia de otras personas me resulta reconfortante.

(Del interior de las aguas comenzó a emerger una criatura la cual levitaba sobre el agua, el mero hecho de verla era motivo de hallarse más, era una criatura horrible de mirada letal, deformada y con un cuerpo que parecía haber sido devastado, apenas un par de centrimetos de su piel podía hallarse sin cortes o profundos impactos que le dejaban su piel agujereada, todos comenzasteis a notar una extraña sensación de frio, de pronto no parecía ser primavera y el invierno gélido parecía haber retornado).

Taparos lo oídos, no escuchéis su grito. Retroceded, si nos quiere que salga a tierra. Tenemos que romperle el cuello cuando cierre los ojos para gritar, o eso leí en un libro.

Por fin un enemigo de verdad, piensa Timmy poniendo los dedos en sus oídos tras tirarle una piedra e increpándola con toda clase de adjetivos que harían sonrojarse a un conductor de trailer.

Ven aqui peazo de pu**ca, hija de ****, sal del agua si tienes lo que hay que tener, mi***a de bichejo faerico repugnante...

(La criatura comenzó a acercarse a los niños, ya se hallaba cerca de la orilla)-No seas estúpido niño...esto no va contigo(respondió con una cavernosa voz)...sólo vengo a entregar el mensaje del destino...

(Se acercó flotando hasta Wilhelmina y comenzó así su mensaje)-Un día aún lejano, pero cada instante más cercano tu falta de valor hará que alguien perezca por tu culpa, ¡reformate!, yo sólo represento el mensaje, pero tu lo escribes de tu puño y letra, la hora cada vez será más cercana, no admires el terror, mirá en tu interior, ¡o sucumbe al dolor del miedo!(entre risotadas muy siniestras la funesta criatura se desvaneció, y el cielo volvió a su estado normal al igual que el resto de la naturaleza).
 

-No... no puede ser cierto. Es mentira. Lo que dice tiene que ser mentira.- Me caigo de rodillas en el suelo, tapándome los oidos con las manos, sin querer creer lo que la criatura dice. Cierro los ojos, de los que comienzan a caer lágrimas, intentando aislarme del mundo que hay a mi alrededor. Desearía chillar o gritar pero no me sale la voz del cuerpo. -Que se marche, que se marche, que se marche...- sigo pensando incluso cuando la criatura ya ha desaparecido.

Ante lo que parece a Jhon algo parecido a un desvanecimiento de Wil, le dirige unas palabras suaves y tranquilas. Si yo no estoy tranquilo, no podré protegerla.

-¿Estás bien, Wil? — le dirige una sonrisa calmada, tras lo que se gira para desenfundar su varita, dispuesto de tal forma que cubre a Wil de las posibles amenazas que puedan emergir del lago.

(La profesora emergió de entre los arboles)-Creo que vi una banshee...(se quedo congelada al ver a la pequeña Wilhelmina de rodillas en el suelo,la profesora se acerco y con su pañuelo de seda blanco con bordes azul marino secó las lágrimas de la joven)-No se que te ha dicho esa criatura, pero jamas debes llorar así...escuchame pequeña, todo esta bajo tu control, tu vida y tu destino solo te pertenecen ati hagas lo que hagas en esta vida, siempre podrás vencer si te mantienes unida a la gente que te quiere...saldrás adelante...y pase lo que pase recuerda...haz que tu miedo se convierta en la fuerza para sobreponerte a la oscuridad(la señorita Sunderli se fundió en un maternal y cálido abrazo con la pequeña Sterling, mientras los rayos del solo que según parecía pertenecian al alba iluminaban el basto y extenso terreno de Hogwarts pocos días antes de su retorno a casa).

-¿Me ha... dado un abrazo?- Las amables palabras de la profesora, así como su cálido abrazo, y la presencia de John a mis espaldas, preocupado y dispuesto a protegerme, remueven algo que había quedado enterrado hasta aquel momento. Una mezcla de dolor, pena, soledad, arrepentimiento... y alegría. Por primera vez desde hace mucho tiempo, noto que he encontrado mi lugar, que ya no estoy sola y que no tengo por qué tener miedo. Que no estoy loca, ni soy retrasada, ni nadie va a golpearme.

Asiento a las palabras de la profesora, mientras enjuago las lágrimas. -Gra...cias- digo, tratando de contener mis sollozos. Las palabras han salido desde dentro, como si siempre hubieran estado allí esperando a que les diera forma. Me tapo la boca con las manos, sorprendida, incapaz de decir nada más. Pero ya es suficiente.

El curso ha terminado y tendré que volver a casa. Y aunque las palabras de la banshee permanecen en mi memoria (y creo que permanecerán durante mucho tiempo) aterrorizándome, también me llevaré el mensaje de ánimo. He ganado una carrera, he aprendido magia, y quiero creer que también he hecho amigos. Sonrío para mis adentros, empezando a comprender por qué el sombrero me puso en Gryffindor. -De acuerdo, convertiré el miedo en fuerza. Sé que puedo hacerlo... ya no estoy sola.-