Partida Rol por web

Tanto a Rarkan como a Grind les llamó la atención que mientras que Iodinie y Ecbert se llevaban a los bremienses muertos, Arnald se estaba llevando un nerduense para sepultar...

¿Sería algo como para tener en cuenta? ¿O sólo era su motivación religiosa de dar sacra sepultura a todo ser vivo, o que lo haya estado?

Disculpa si pregunto algo obvio pero no se por que me parece extraño eso del comentario anterior

Es algo extraño, te lo confieso... cada uno puede hacer lo que quiera con la información que tiene :D

-Agente... ¿qué haces? No irás a enterrar esa cosa con los demás, ¿no? Habría que quemarlo en todo caso...

Había algo raro en el comportamiento de Arnald, y siendo de la Corrección no podía dejar de desconfiar... algo se traía. Me fui acercando a él para intentar ver qué se traía entre manos.

Arnald se paró en seco. Recién caía en la cuenta que lo que Eduard decía tenía mucho sentido.

-Supongo que no lo había pensado... Pero suena lógico- dijo a Eduard. Luego, miró a Grind y le dijo: -. En cuanto termines con estos adefesios, los quemaremos. ¿Alguien quiere acompañarme a hacerlo luego?- dijo al resto, mientras depositaba el cuerpo en el suelo.

Arnald se paró en seco. Recién caía en la cuenta que lo que Eduard decía tenía mucho sentido. No se había percatado del gran error que había cometido.

"Por Soid... debo estar loco por intentarlo tan burdamente... Si tu voluntad es esta, no la rechazo... pero dame una bendición, por favor..."

Sabía que esa reliquia le pertenecía a la Iglesia. También sabía que sus compañeros no tendrían sus mismas intenciones para con el anillo. No quiso traicionar a su Iglesia, pero tampoco quería iniciar un conflicto con sus compañeros...

"Sobre todo si quiero que confíen en mí... Debo actuar rápido y evitar los roces con ellos..."

-Supongo que no lo había pensado... Pero suena lógico- dijo a Eduard. Luego, miró a Grind y le dijo: -. En cuanto termines con estos adefesios, los quemaremos. ¿Alguien quiere acompañarme a hacerlo luego?- dijo al resto, mientras depositaba el cuerpo en el suelo  rápidamente para que nadie le prestara demasiada atención. Pero, quizás, era demasiado obvio. Rogaba que nadie lo hubiera visto llevarse ese cadáver en particular....

La actitud de Arnald no dio mucha confianza, algo me dice que no esta solo por la causa. La corrección está presente en ésta partida, solo espero no tener que acallar esa necesidad de meterse en donde no se debe...

Salgo de esa apestosa sala, mi labor ya había concluido. No pude dejar de notar la ausencia de esa bella dama, ¿Donde estará? Al buscar a mi alrededor me detengo en el legionario.

-Claro que si Grind, ésta armadura necesita un arreglo, ¿Puede ser Iodinie?-

-Arnald- dije mirandolo sin dar rastros de estados de ánimo -yo te acompaño...-

Dejé la oración en el aire, todos estábamos un poco alterados, pero era hora de comenzar a darnos votos de confianza entre nosotros.

Mientras tanto decidí ayudar con los cadáveres.

-Yo también te acompaño...- dije claramente desconfiando, después de todo, un agente de la corrección es un agente, y pocas veces se puede confiar en ellos ya que a la primera de cambio te mandan a ser investigado si dijiste o hiciste algo que no le gustaba.

Pero mi mirada se topó con algo que me llamó la atención justo cuando me agaché a tomar los pies del necrófago.

-¿Qué es eso?- preguntó tomando el anillo de plata de la mano del necrófago. Tenía un atractivo sin igual: grabados y una hechura perfecta... y el que lo llevaba no parecía tener mucho dinero como para poder permitirse algo así.

¿De qué se trata esto?

El guardia miró al gladiador cuando éste le preguntó por la armadura...

-Por supuesto, seguramente el viejo Tom pueda hacer algo con ella... aunque no creo que sea gratis- confesó mientras con Ecbert sacaban a la rastra a otro cadáver semi comido...

En ese momento, el viejo se tropezó y algunas tripas cayeron al suelo inundando el lugar de un olor a inmundicia que tanto a Iodinie como a Ecbert le hicieron vomitar.

-Argh... por Soid...

Mire los cadaveres uno por uno... y había algo que no me gustaba. -Esperen, debemos revisarlos bien primero. Se que no les va a gustar, pero creo que debemos quemar a cualquier cadáver que tenga marcas de mordidas, para estar seguros que no se transformen luego en más de estos engendros.-

Debía hacerse, por más sacrílego o inmoral que pudiese parecer debía hacerse. No podíamos permitir que ninguno de estos cuerpos se alzacen después de muertos o las cosas se nos podrían ir de las manos. Termine de limpiarme los restos de la sangre en las manos con gesto ausente mientras esperaba que respondieran los demás.

Miro al guardia,-Me imagino que por los servicios prestados a este pueblo voy a recibir un gran descuento, porque me temo que ando con poco dinero- Falta que pague todo yo...

- Yo te ayudaré veterano- mostrando poco interés a las viseras esparcidas por el suelo.

Mientras Eduard, Arnald y Anton se encontraban con el anillo de plata, Grind y Rarkan deseaban revisar los cuerpos de los bremienses que habían sido mutilados. Todos estaban comidos en muchos sectores, y varios tenían una falta importante de carne en miembros, torso y cabeza. Todos habían sido mordidos, pero ninguno estaba en tan buen estado como los que los habían atacado. ¿Se podrían levantar aún así? ¿O haría falta que estuvieran en mejor estado?

Por otro lado, Iodinie y Ecbert, aún no volvían a la faena por los espasmos y vómitos. Lo cual no era para menos: tripas, sangre, excrementos y cadáveres en el suelo, inundando la estancia de un olor penetrante, que pasaba hasta las telas que se pudieran poner en los rostros...

Arnald vio que Eduard miraba el anillo. Lo miró fijamente y le dijo a Eduard:

-Es muy bello... es de Santa Tania. -Después de inspeccionarlo con la mirada, le dijo a Eduard: -¿Te lo quieres quedar? Te protegerá del mal...

"Quizás lo acepte... aunque sea por su valor monetario..."

Arnald vio que Eduard miraba el anillo.

"Quizás deba entregarlo... pero solo temporalmente. De una forma u otra, lo recuperaré"

Lo miró fijamente y le dijo a Eduard:

-Es muy bello... es de Santa Tania. -Después de inspeccionarlo con la mirada, le dijo a Eduard: -¿Te lo quieres quedar? Te protegerá del mal...

"Quizás lo acepte... aunque sea por su valor monetario. Si no logro comprarlo con esto, tendré que mentir..."

Miré al agente de la Corrección. ¿Podía confiar en él? ¿Y si me estaba mintiendo?

¡Maldición!

-De acuerdo... gracias

Estaba tan interesado en él... mejor si lo tengo yo y luego veremos.

Y en ese mismo momento, una bocanada de olor penetrante ingresó por mis fosas nasales. Apenas me pude tapar la nariz con el pañuelo que siempre llevaba, que tuve la mala idea de girar a ver qué sucedía. Al ver las tripas por el suelo, no pude contener los líquidos de mi estómago que pugnaban por salir...