Partida Rol por web

Tras un viaje mas o menos largo llegaron a la ciudad de las mil iglesias y de la biblioteca mas grande conocida por el hombre. Esta ciudad era dirigida por un consejo de hombres religiosos de las iglesias mas importantes, aunque se dice que en caso de emergencia un líder seria dirigido para poder coordinar mejor sus esfuerzos.

Antes de llegar a la ciudad podias observar los altos campanarios de sus grandes torres y sus templos que se encontraban en las mas altas de sus colinas. Lo que te entusiasmaba mas cuando llegaste fueron las banderas de la casa real, de la de Whitbell y de los Morbrand izadas cerca de la puerta principal.

Fue al cruzar la puerta que un hombre los detuvo tras reconocer a Robin y le pidió que lo siguiera por las calles hasta el palacio. Las calles se encontraban llenas con personas, hasta el punto que imaginabas casi imposible atravesar las calles con una careta. Al parecer se habían reunido muchos refugiados en la ciudad o eso pensabas por la pobreza y tristeza que mostraban algunos, de cualquier forma habia poco que podias hacer por ellos y por lo que veias habían religiosos ofreciendo comida gratis a ellos.

 Al final llegaste al palacio tras un lo que fue un camino mas pesado que el camino. Pasando varias puertas y pasillos llegaste a lo que parecía el lugar de reuniones del consejo con varias sillas preparadas para que se sentaran los invitados. Con Robin pudieron pasar tanto Jianq como Anais sin problema, solo la sorpresa de algunos por la goblin.

En la sala del consejo esperaban la reina, junto con Lord Whitbell, su hijo, junto con uno de los capitanes fanaticos de la luz y Elyas, junto con caballeros de casas vasallas. Junto con otras personas que no conocias pero por lo importante de la reunión suponías que eran gente que debía estar. Examinado un poco los que faltaban ver eran religiosos, uno de los cuales parecia tener un aura muy diferente al resto de los presentes aunque no era nada malo sino mas bien relajante.

El viaje fue tranquilo…largo, pero tranquilo. Por suerte a pesar de la pesadez y de los calambres en las piernas por culpa de viajar tanto en caballo…al fin llegaron a Keropis, aquel lugar el cual iba a ser su primer destino. La biblioteca más grande del mundo, inglesias…hombre religiosos por doquier…y sobretodo…soldados.

Los estandartes de Whitbel y Morbrand izaban en la principal, ¿estaría la reina ahí también? A pesar de que parecía haber guerra y demonios sueltos por el mundo, las calles estaban llenas de gente que caminaban por doquier…pero la mayoría estaban en la pobreza, tenían que ser refugiados, no había lugar a dudas.

Por suerte…un hombre los guio hasta el enorme palacio…y una vez ahí, les guiaron por enormes puertas, salas y pasillos hasta llegar a una especie de consejo de guerra, donde la reina, Lord Whitbell, su hijo e incluso Elyas…estaban esperando. Había también gente con pinta importante…pero el que más le llamaba la atención, era un hombre con un aura que le hacia sentirse…”tranquilo”. Tal vez era magia…o cosa suya, pero se sentía de esa manera.

-Alteza…mis señores…-Saludó Robin con una pequeña reverencia.-He vuelto con la elegida.

Luz aun no podía creer que tan rápido habia podido acceder a Keropis con su grupo, pero parecia algo mas fácil ahora que tenia la confianza de esos seres marinos que conocían tuneles subacuáticos para llegar ahí. A eso se sumaba ser escoltada por la reina. Fue al llegar que recibieron un tratamiento rápido con magia para secar la ropa de todos y se los volvió a apurar pero esta vez por varios pasillos de mármoles hasta una gran sala.

Rapido le confirmaron que pronto estaría frente a la reina y algunos de los nobles mas importantes para luchar contra los demonios. Lo otro que se le aviso que debería dejar detrás cualquier arma y a la mayoría de tus compañeros detras, ya que lo mejor sería no estar abarrotados de gente según ella, siendo Arius el único miembro obligatorio además de ella de esa comitiva.

La sala estaba impecable y con diseños arquitectónicos que Luz nunca habia visto. Dentro habia un grupo de personas reunidas, con una mujer joven que debía ser la reina ya que estaba en el centro de la sala y un grupo de personas también sentadas partiendo de ambos lados de ella. El grupo estaba formado en un circulo incompleto con la mayoría de las miradas dando a la puerta principal.

El grupo lo componían nobles y religiosos por lo que se distinguía. Aunque habia mas ahí ya que Luz sentía dos sensaciones parecidas a la que le hizo sentir Arius cuando empezó a buscarlo, uno venia de un caballero pálido que se sentaba junto a una mujer verde que parecia ser una goblin y la otra sensación venia de una chica que portaba un arco, junto con algo de incomodidad por estar en ese lugar.

La alteza parecía estar en el centro de la sala, con una fila de sillas a ambos lados. Estas se curvaban para formar algo así como un circulo en esa reunión de nobles y demas invitados. La reina asintió un par de veces contenta observando a los demás antes de hablar.

“Estoy segura que no soy la única alegre de su vuelta y estoy contenta además que haya podido cumplir con tu promesa.” Comentaba con un tono mas majestuoso que la otra vez que te encontraste con ella, al parecer Lord Whitbell le habia estado enseñando en el camino o en ese momento se debía conservar mejor la etiqueta. “Por favor toma un asiento junto a nosotros.”

Dijo señalando al lado derecho de ella donde estaban los demás invitados nobles, con los religiosos enfrente y también ese personaje con aquella aura. “Lord Volkmar nos reunio para que podamos hablar de cómo enfrentar y derrotar a los demonios.” Comento y su vista fue al sujeto del aura, que ahora notabas te miraba a ti y Anais hace tiempo. Pero en vez de decir algo pidió paciencia con el gesto de su mano por alguna razon.

Una razon que no tardo en saberse cuando tanto Luz como un joven rubio con rasgos hostiles ingresaron a la habitación. Por delante de ellos arribo una mujer pelirroja con una corona puesta y vestida con un traje verde marino.

Fue cuando Luz ingreso a la habitación junto con aquella mujer pelirroja que el mago Volkmar se levanto. El hombre estaba vestido con una armadura dorada que le daba un sensación de realeza aunque no habia ningun titulo real puesto a su nombre, pero sin duda hacia ver mas imponente al mago que pudiera moverse tan tranquilo usándola e incluso no generando ruido alguno.

Inclinándose levemente ante la reina “Reina Cass de Trystan…” y la otra mujer que tenia una corona en esa habitación. “Reina Talise de los profundos, es placer tenerla y que traiga a dos aliados de la luz contigo.” Dijo sonriendo a cada uno de los recién ingresados.

“Muchos tendrán preguntas y estoy dispuesto a responderlas lo mejor que puedo.” Dijo invitando a los recién llegados a sentarse. “Mi nombre es Volkmar, soy un mago al servicio de la nueva reina Cass de Tristan. Actualmente soy el dirigente de esta ciudad, aunque ese puesto lo logre hace poco con una votación y es solo temporal hasta que este gran problema para el continente sea arreglado.” Dijo con mas humildad no muy esperada de un mago o de un dirigente.

“Entre nosotros tenemos cuatro elegidos, aunque según mis estudios deberían haber mas de ellos pero supongo que estos se mueven por sus propios caminos y terminaran ayudando a nuestra causa.” Dijo no confiado pero marcándolo como un hecho. Observo una vez mas a los cuatro y asintió. “Ahora deben saber que son aliados y por eso es mejor que se vayan presentando entre ustedes y con los presentes.” Dijo cediéndoles la atension de todos los presentes a ellos.

La reina Cass le ofreció a Robin tomar asiento, pero el joven negó con cortesía.-No soy merecedor de tomar asiento su alteza…solo he venido para traer a la elegida…y pelear en la guerra…soy un guerrero ,nada más.-Dijo con solemnidad mientras inclinaba levemente la cabeza.

Poco a poco fue entrando más gente, una muchacha, una mujer pelirroja…y un hombre rubio. Por lo visto la otra mujer con corona era Talise de los profundos, no sabía que existía tal reino, pero decidió guardar silencio y no decir nada al respecto. Volkmar se presentó…y dijo que entre ellos habían cuatro elegidos, aunque decía que habían más, no estaba muy seguro de ello…a fin de cuentas había encontrado a la elegida de la diosa, ¿verdad?, ¿eso significaba que habían más por ahí?

Aunque cuando dijo que debían presentarse…Robin se limitó a carraspear y hacerle un gesto con la cabeza a Anais. Ella era la que tenía que presentarse. El tendría suficiente con...bueno, después de esto, ir a los barracones, descansar...y entrenar.   

Algo nerviosa por la situación y sintiendo todos los ojos clavando sus miradas en mi saludo algo tímida a todos los presentes- B-buenas, mi nombre es Luz Samina, soy una caballera ambulante, encantado de conocerles-digo y observo al resto de desconocidos que parecen ser héroes de la luz como yo y me rasco un poco la nuca algo avergonzada, mientras observo al grupo centro mi vista en el chico de ojos rojos, siento que el tiene mi mismo don, pero ese aspecto... es posible que la corrupcion le hubiera afectado? De ser asi entonces deberia hacerle una visita despues.

La reina humana negó rápidamente pero como recibiendo una señal de Volkmar no dijo nada mas. El mago parecía estar dirigiendo la reunión a pesar que hubiera dos reinas presentes frente a èl.

Tras la presentación de Luz siguieron los otros. “Anais…era una campesina...cazadora. Robin me salvo la vida antes que me sacrificaran unos ocultistas y luego la diosa de la Luz me ayudo en mi viaje hasta aqui… Junto con Robin quien volvia a ayudarme hace poco.” Comento mirando un poco para abajo inclinándose ante los nobles con vergüenza. “Un gusto conocerlos.” Agrego copiando el saludo de Luz.

Luego le siguió el hombre rubio junto a Luz. “Arius…aprendiz de sacerdote. Encantado” Dijo rápidamente. “Ayude a proteger mi pueblo aunque este termino cayendo. Espero que mi gente haya llegado aquí.” Comento con un menor respeto aunque sin imponerse tanto como otras veces.

El mago asintió un par de veces y espero a Robin aunque cuando este no dijo nada. “Porque no pronuncias palabras? Seguro sientes a tus hermanos y ellos te sienten a ti como un elegido de la luz.” Comento observando directamente a Robin incluso acercándose un poco a èl. No era solo luz quien lo sentía sino que Robin también sentía dos presencia iguales a las de Anais que los señalaban a los otros que se presentaron.

“La gente de tu pueblo ha llegado aquí y esta a salvo. No son los únicos que han llegado buscando refugio en esta ciudad, aunque no por eso no han sido tratado como corresponde.” Le respondio a Arius sonriendo calmadamente y dejando sentir su aura con algo mas de fuerza calmando mas a los que estaban en ese salón.

Eso hizo que tanto Arius y Anais se tranquilizaran, incluso el hombre miro a Luz agradecido por lo que habia pasado.

Robin se mantenía con las manos tras la espalda, en silencio y escuchando a la gente de su alrededor.
No parecía demasiado hablador...a fin de cuentas estaba frente a dos reinas y...bueno, en cierto modo ya había cumplido su misión, no tenía más cabida en esa sala. Se sentía algo así...como la goblin que se encontraba a su lado. Fuera de lugar.

Pero el mago se acercó y le dijo que también era un guerrero de la luz, al igual que los otros presentes...pero el no estaba muy seguro de ello, al menos ya no tanto como al inicio de su aventura. Cuando dejó el castillo para encontrar a la reina.

-Yo...no creo que se me pueda catalogar como guerrero de la luz, perdón- Se disculpó con solemnidad. - Ahora mismo simplemente soy el heredero de mi padre...o más bien el segundo hijo, ya aún no hay noticias de mi hermano...no puedo considerarme...Lord o heredero- Dicho eso sonrió cansado.

Desde luego había cambiado en todo su viaje. Antes era humilde, pero el estar con Jianq y pelear codo con codo junto a campesinos y caballeros, tal vez le pusieron los pies más aún en la tierra.

Suspiro aliviada y alegre al conocer el destino que tuvo el pueblo de Arius, al final el hacer nosotros de cebo no fue en vano, observo comprensiva al chico demasiado humilde al cual el mago habla, sin duda debe haber estado cansado tras todo el viaje y sentira dudas sobre si mismo, yo las tuve al fin y al cabo.

Lo mejor seria hacerle una visita despues de que nos dejen descansar, aunque claro, lo primero es escuchar que es lo que tiene planeado todos los presentes para poder acabar con la invasion de los demonios.

El mago no parecio demasiado entusiasmado con las palabras de Robin. “No hemos recibido noticias de tu hermano aquí. Aunque tu padre parece estar mandando tropas en camino.” Le informo dejando de insistir por un momento con el intento de convencerlo. Sus ojos fueron a Luz y le sonrio amigablemente antes de moverse hacia el centro del circulo hecho por las sillas.

“Bueno creo que aca muchos de nosotros sabemos las historias antiguas, aunque algunos con mayor detalle que otros. Pero eso no importa ahora…por estoy dispuesta a relatarla de nuevo al menos para aclarar cualquier duda.” Dijo mirándolos a todos los presentes. “Aunque sin faltarle el respeto a nadie espero que los elegidos hagan saber sus dudas cuanto antes, ya que serán ellos quienes combatirán en la vanguardia.” Aclaro a los cuatro que habia señalado antes.

“Nuestra historia comienza con el despertar de demonios milenarios y su deseo de conquistar nuestro continente antes de usarnos como esclavos para ir al otro. La humanidad en su conjunto se resistió a ese destino, a pesar que algunos dejaron detrás su humanidad para ir con el enemigo….” Empezó a relatar con calma pareciéndose olvidar de todo para concentrarse en hacerse escuchar. “Sin embargo aunque hubo una gran resistencia y la humanidad superaba en grandes cantidades a los demonios y sus siervos estos terminaron imponiéndose en numerosas batallas. Hasta el punto que muchos perdieron la esperanza por una victoria. O al menos hasta que aparecieron los elegidos, los cuales eran hábiles en varias áreas como la espada, el arco, la magia o la curación. Aunque lo que les dio el verdadero triunfo fue el sexo.” Declaro abriendo los ojos de nuevo viendo las reacciones de los demás aunque mas bien mostraba que no mentia ni bromeaba.

“Los estudiosos no saben cómo paso pero los elegidos pronto se dieron cuenta que teniendo sexo con los siervos posesionados de los demonios estos se libraban de su influencia y sus poderes. Asi que peleando por un lado y haciéndolo por el otro fueron venciendo a muchos guerreros importantes de la oscuridad. Hasta llegar a los demonios principales…” aclaro dejando un tiempo que se acostumbraran a la idea. “Los cuales también fueron afectados, aunque eso también paso con los elegidos que fueron corrompidos en parte. A pesar de ellos también fueron derrotados por el mismo método aunque algunos escritos hablan de una espada sagrada que ayudo a derrotar a Satan antes para debilitarlo lo suficiente para sellarlo.” Concluyo.

Volkmar confirmó que no habían noticias de su hermano mayor…aquello era…cuanto menos triste, tal vez se llevaban mal, pero seguía siendo familia… Fuera como fuera, guardo silencio y asintió educadamente para entonces ver como el hombre se posicionaba en el centro de la habitación y comenzaba a relatar la historia de los elegidos y los demonios.

Era una historia que había leído cientos de veces en los libros de la biblioteca…aquello fue lo que provocó a Robin. Quería convertirse en un caballero de las viejas historias, pero siendo un segundón…no tenía tantas posibilidades, además de los demonios hasta ese día no habían aparecido de nuevo.

Pero entonces todo comenzó a complicarse, su hermano, su padre, Tristan…salió de casa queriendo ser un guerrero de la luz…y al principio fue bien, pero ese sueño estaba bien atrás ahora mismo. Demasiadas derrotas…y lo que ocurrió en el bosque…aquello fue algo de otro mundo. Fuera como fuera, todo parecía ir bien hasta que habló de como ganaron la guerra…con el “sexo”.

Debía de ser una broma, al menos para el, el cual no pudo evitar fruncir el ceño y escuchar con atención…¿sería posible?, entonces Anaís tenía razón…la diosa la eligió para tener sexo con todo el mundo, era una autentica sorpresa en cierto modo y no pudo evitar mirarla con tranquilidad. No se había creído sus palabras, aunque tampoco habían tenido tiempo de mostrar si aquello era posible.

Pero…por otra parte, era demasiado raro, no podía ser solo con sexo, habría un ritual o algo parecido. Si no…la propia dríade habría sido liberada de su corrupción, y no fue así…eso significaba dos cosas. O no era un elegido de verdad…o el sexo no era la única opción.

Fuera como fuera, al final…hablaron sobre la espada sagrada que derrotó a Satán. Sabía sobre ella…¿su paradero?...desconocido. Nadie lo sabía, así que simplemente era algo así como una leyenda.

Yo tengo una duda para ser sincera *digo levantando la mano* Entonces siempre que tengamos sexo podremos descorromper por completo a alguien? aun cuando esa persona corrompida murio una vez? *a mi memoria vuelve la imagen del compañero de Botis resucitado*

Robin no había sido el único en fruncir el ceño, otros parecieron verle gracia a ella y demás se apenaron. De cualquier forma el mago siguió y entonces escucho la pregunta de Luz.

“Esto es mas delicado…ya que se dice que cuando los siervos vuelven a la vida se vuelven mas demonios que humanos. Por lo que aunque se puede purificarlos es probable que no sean los mismo que antes cuando fueran humanos.” Comento tras gastarse un tiempo recordando. “Tienes que pensar que hay algo asi como un alma oscura obligándolos a ser malos y el sexo se deshace de eso. Por lo que no hay que perder la esperanza en eso.” Le fue explicando.

“Ahora lamento tener que decir esto…pero también los siervos y demonios cuentan con esa posibilidad corrompiéndolos como seguramente algunos de ustedes entienden.” Dijo mirando a los cuatro de nuevo. “No se como ocurre eso, no tengo datos de como han logrado corromper por sexo a los elegidos de Luz pero tal vez ustedes lo saben mejor que yo.” Comento esta vez mirándolos a ustedes acaso porque Robin no era el único corrupto o solo para mirarlo solo a èl.  

La pregunta de Luz fue cuanto menos extraña...¿Acostarse con un muerto para descorromperle? Aquello...era raro, muy raro para Robin, desde luego su grupo debió de vivir cosas muy diferentes. O tal vez no estaba entendiéndolo del todo.

Fuera como fuera...el mago dio una explicación y habló como el sexo también podía corromper, aquello le hizo sentir un escalofrío...pero intentó mantener la compostura como tan buenamente pudo. Tal vez si hubiera sido otra situación...habría indagado más sobre el asunto, o posiblemente hubiera ignorado todo aquello, pidiendo centrarse en la pelea.
Pero quería ser respetuoso...tenía que serlo en esos momentos.

Aún así...se le pasaba una y otra vez por la cabeza lo mismo...los demonios podían corromper y los elegidos curar esa corrupción...era...complicado, difícil incluso. No estaba seguro de cómo funcionaba la magia...pero el hecho de ser el único presente con ojos rojizos y piel pálida...le avergonzaba de manera desmedida.

Parecia que la vergüenza y algunas dudas que tenia en la cabeza Robin se volvieron claras para el mago o tal vez su magia era tan fuerte para leer pensamientos pero dejando de lado ello miro a Robin fijo.

“Supongo que es difícil preguntarlo en especial en tu condición, pero creeme aun cuando te encuentres corrompido sigues ayudando a nuestra causa.” Comento para luego mirar al resto. “No es una batalla que saldrán sin algo de corrupción pero si saben controlarla o mantenerla al margen esta no tiene porque afectarles negativamente.” Continuo explicando.

“Ahora mismo en esta sala solo uno de ustedes no esta corrupto…Arius era tu nombre cierto?” pregunto amistosamente al hombre. “Lo demás aunque algo corruptos no los veo dominados por los demonios, sino lamentablemente esta conversación ocurriría en la prisión para los tres restantes.” Afirmo con cierta lastima aunque volviendo a ponerse neutro.

“Pero bueno supongo que quieren pasar a nuestro plan.” Comento tras un momento pensando al no ver ninguna nueva pregunta.

“Nos enfrentaremos a los demonios con nuestros ejércitos, aunque eso no parezca lo mas sensato lo haremos solo para distraerlos y darles tiempo a ustedes para que vayan por sus líderes. Ese es el plan principal, aunque también es necesario buscar la espada sagrada que vencio a Satan.” Dijo aunque su mirada se perdió un poco. “El problema que los últimos registros la colocan en Tristan.”

Para sorpresa de Robin, el mago vio a través de él, diciendo que a pesar de estar corrupto…podía seguir siendo de ayuda a la causa…Aquello le hizo enmudecer, pero más impresionante fue el hecho de que todos menos una persona estaba corrupta.

¿Sería eso posible?, ¿también Anaís?...aquello le hizo hacer una leve mueca. ¿La había corrompido el?, ¿o tal vez otra persona?...fuera como fuera, al final hablaron de lo que Robin quería. El plan de batalla.

Distracción y los elegidos se ocuparían de los generales.-¿Quiénes son los generales?, ¿será tan fácil distinguirlos?.-Gruñó con suavidad.-Puede que sea un poco…”difícil” hacerlo sin ninguna distracción o motivo…en mi humilde opinión, claro…-Dicho eso miró a la reina y luego al mago.

-¿Y infiltrarse?...estoy corrompido, ¿no?...no se si el más corrupto de toda la sala, ¿pero y si me infiltro?, así podría saber quienes son los comandantes y demás.

Niego mientras miro a Robin -Creeme, se distinguen con bastante facilidad del resto, sobretodo cuando se debe combatir contra ellos-digo suspirando-Por otra parte aunque estés corrompido seria un suicidio intentar hacerte pasar por ellos, al fin y al cabo aun sigues siendo un héroe de la luz y ellos lo pueden saber también con solo mirarte, por mi parte logre descubrir el nombre de dos de ellos, uno diría que es el comandante de la infantería, es un enorme demonio de piel azul llamado Baal, por otra parte parece que la comandante de las fuerzas mágicas es llamada Alouqua segun lo que saque a una de sus sirvientes, eso o se trata de la que controla a las succubos-termino diciendo dando a todos la informacion que habia conseguido a lo largo del viaje.