Partida Rol por web

Fue a la mañana siguiente tras un baño de cada uno que partieron de nuevo al camino para ir al siguiente pueblo. Nathan habia podido comerciar un poco en el pueblo pero nada especial realmente. Aunque eso no se debia a la desconfianza de este sino a que situación no era muy favorable aun con los hombres no habiendo vuelto.

El siguiente pueblo se suponia que habia sido atacado y por eso el trio se encontraba avanzando con algo de cautela. Encontrandose no muy lejos de este con algunos humos oscuros y algunas señales de que algunas de las tribus del sur habian pasado por ese lugar. Avanzando con aun mas cautela y escondiendo su caro los tres decidieron ir de forma sigilosa a ver lo que pasaba en el pueblo, encontrandose con algo peculiar…

El lugar claramente estaba tomado, habian algunos hombres colgados en los costados mas lejanos de la aldea. En el centro de esta se encontraba junta un grupo de personas que parecian hacer negocios, lo que en si era raro ya que unos se veian como bárbaros de las estepas pero otros no tenían una pinta muy distinta a la de cualquier comerciante del Reino. Mientras tanto en el objeto de la venta no era mas que mujeres bellas y hombres jóvenes que seguramente serian esclavizados. Distribuido por el pueblo habian bastante guerreros e incluso algun que otro shaman.

Por otro lado no muy cerca de ahí en una de las casas grandes se encontraba una bandera o estandarte, según a quien le preguntes, con un símbolo conocido por la barbara. El símbolo del clan de las Cenizas Siniestras. Conocido por muchos en el sur y en el norte, aunque con mas detalle en el sur. Se contaban historias bastante aterrorizantes de los huesos de donde conseguían sus cenizas y los rituales que hacían para santificarlos o lo que hacían con ellas luego. Generalmente eran los primeros en incursionar al norte por esta misma costumbre y asi poder recolectar ellos mismos su material preferido, por eso tambien resultaba extraño viendolos comercial.

-Kiara, Kiara.- Dijo la voz. Una voz dulce y melodiosa.

Kiara no lo podía ver pero se sentía sumamente tranquila al escucharla. Ella era conducida por una playa al atardecer y colores crema tintaban toda la escena. Una figura femenina la tomaba de la mano y la persuadía para caminar por la arena. Ella sentía que la criatura quería mostrarle algo, no adivinaba la identidad de quien era su guía pero sabia que la conocía.

-Madre.- Luego cambio y dijo, -Mamá.-

Allí fue cuando el sueño termino, inconcluso, aún que no enteramente insatisfactorio.

La Discípula se baño esta vez con agua fría removiendo todos los restos de la sesión de la coche. La mujer no se mostró muy conversativa durante el desayuno. Seguía todavía enfrascada en sus pensamientos. No todo fue convencional en la mañana, ella decidió hacer un cambio en su vestimenta de ese día, con la ayuda de Chloe, ella añadió algo a sus atuendo.

Este fue el resultado de un par de minutos de trabajo. Cuando le preguntaron como se sentía ella no respondió con palabras, solo con una mirada con una sonrisa.

En el camino el grupo vio el como la columna de humos e alzaba en la lejanía. -Es por allá, ¿verdad?- La Discípula empero a la respuesta. -No es buena señal. Avancemos con cuidado más que con celeridad. No sabemos realmente lo que esta pasando allá.- Durante el avance la Discípula iba tomado muestras y recogiendo evidencia de lo que pasaba. Era gente de la estepa, las marcas de sus caballos lo indicaban. No era tan buena como para distinguir que clan era con una simple mirada al pasos de sus monturas pero al menos había sacado algo en claro.

Tras deshacerse de los mas pesado de sus trasporte, el trió encontraron un espectáculo cruento y desgarrador. Con los cadáveres y heridos, esto había dejado de ser una batalla y se había convertido en una masacre, El gran estandarte revelaba algo sobre los atacantes.

-Cenizas Siniestras. Eso explica muchas cosas pero no todas. Hay que tener cuidado si tiene algo de verdad las historias sobre su fundador ellos consideran que la verdadera vida esta en el más allá. Creen que esta vida es solo la antesala para que los espera después de la muerte.- La Discípula entonces planteo el curso.

-Independientemente de sus creencias hay algo que los del sur respetan, la fuerza. Salgamos de los arbustos y presentémonos. Pase lo que pase muestren confianza. No hay respeto entre los que no son iguales. Si no nos quieren no dudaran en decirlo, si quieren algo de nosotros tampoco dudaran en decirlo.-

La Discípula salio de los arbustos y los invito a salir ella levanto una mano en señal de que no iba armada.

-Saludos, clan de la ceniza. Un guerrero de sus tierras se presenta. Soy uno de los Hijos de Timún el rojo. ¿Qué hacen las huestes de la ceniza aquí?-

Los acompañantes de la Discipula no se veian demasiado alegres por lo que veian y menos seguros se sintieron al escuchar de quienes se trataban. Pero antes que pudieran decir algo o planear que hacer, la discípula se les adelanto exponiéndose a los tres. Tomando aire y fingiendo seguridad sus acompañantes tambien salieron.

Pronto uno del clan salio a su encuentro observándolos con atención y apuntando una lanza contra ellos. El guerrero tenia una pinturta blanca en su piel que lo hacia ver casi transparente, la discípula podia intuir que se trataban de cenizas algo que era un maquillaje en el clan. Por lo demas no nostabas nada especial en este, por lo que no parecia que tuviera un cargo importante.

“Saludos para ti tambien hija de Timun el rojo.” Le saludo mirando a sus compañeros por un rato antes de continuar. “Buscamos material para nuestros rituales…” respodio en un principio como se esperaria en su clan aunque parecio darse cuenta que no era del todo cierto y decidio ser sincero. “Tambien estamos comerciando, eso es raro. Pero nuestro lider asi lo quiso. De paso estamos probando fuerzas.” Termino de responder con media sonrisa.

“Son esclavos? Donde los encontraste?” pregunto señalando sin miedo a Nathan y Clhoe.

La Discípula los sintió temerosos ante su interlocutor. Es cierto que su fama era terrible. Por eso es por lo que ella había insistido en mostrar fortaleza. Cuando la lanza le apunto la Discípula solo giro la cabeza y le esbozo una sonrisa. Luego espero por un momento para ver la reacción del hombre. Su libro decía que a veces una mirada era desarmante. Quería ver si eso era cierto.

En cuanto el hombre menciono el material para sus rituales la Discípula comenzó a preguntarle por sus ganancias. - ¿Encontraron todo lo que buscaban? - Luego escucho como hacía referencia sus acompañantes. - ¿Comerciando? Eso es nuevo. Pero no al menos para mí. Veras sigo el camino del campeón al igual que ustedes vengo aquí a probar mi fuerza. Estos no son más que mis sirvientes. He estado haciendo de campeón por estos lares y viendo con que fama y tesoro puedo hacerme parte antes de que lleguen los otros. ¿Vez esto? - La Discípula se detuvo y le enseño la piel de oso obtenida en combate hace unas semanas. -Un animal que quiso probarse contra mí y acabo como como un cobertor. Ahora mencionabas algo sobre comerciar. ¿Qué están ofertando? - Ella espero un momento mientras se desplazó para observar mejor los alrededores y ver que había pasado y cuantos eran. La mujer de la estepa esperaba que solo fueran pocos. En el mejor de los casos solo serían unos pocos guerreros y capataces que se encargarían de transportar el botín de esclavos y tesoro recolectado. -¿Preguntabas sobre mis esclavos? El de la carreta me ayuda con mis asuntos mercantiles. Alguien que tiene fuego en el corazón no debe de perder su tiempo con asuntos mundanos si lo que busca es concentrarse en ser la criatura más fuerte y letal posible. Si venden algo o necesitan de un arma afilada yo les puedo ayudar. Sobre la…- La Discípula hizo una pausa y miro como estaba el hombre. Quería percibir si había luchado recientemente y que tipo de guerrero era, si era experimentado o un novato. La templanza y entereza de un comandante se podía sentir a veces en sus subordinados. -… mujer, ella atiende los asuntos que una mujer debe de atender y aunque la tome durante una partida de saqueo nos hemos encariñado con ella. Si preguntas porque te diré que no sabe cocinar. - La Discípula espero al ver la no tan sutil referencia a los talentos de Chloe.

El guerrero si bien no tenia insignias que pudieran delatarlo como alguien con rango, parecia tener cierta veterania ya que no solo la mirada de ella no lo desarmaba sino que se veia bien seguro de lo que hacia. De cualquier forma no era facil distinguir con su maquillaje su edad, lo que era una lastima para la guerrera.

“Si…o al menos bastante.” Contesto el hombre dandole una sonrisa maliciosa. Aunque esta sonrisa no duro del todo al escuchar sobre el comercio que lo ponia algo mas serio sin embargo notaste mayor interes cuando ella hablo de lo que habia estado haciendo. “Que interesante y que envidia te tengo al poder ir sola por tu camino haciendo tu gloria. Sin diuda es un camino muy respetable si eres lo suficientemente fuerte para sobrevivirlo.” Comento mientras admiraba la piel de oso. “Tendras aun el esqueleto del animal?” pregunto yendo por su interes mas claro.

De nuevo se puso serio con el tema del comercio. “Yo no comercio, eso lo hace el lider y algunos de aca. Yo que vos iria con el lider probablemente le interese algo de lo que vendas.” Te informo encogiendose los hombros dejando en claro que el seguia siendo un conservador de las viejas creencias de su clan.

Mientras escuchabas su respuesta mirabas alrededor afuera se encontraba algo vacio, en comparación a los que tuvieron que ser para conquistar ese poblado pero habian otras voces en lo que parecia su actual cuartel general que era la posada del pueblo y habian bastantes guardias cercas de las carretas. Lamentablemente habia una gran cantidad en total, pero algo le decia a la Discípula que ese no era el numero total de ellos, pero no habia pista de donde estaba el resto del clan.

“Oh asi que por él comercias, eso es bueno.” Dijo acercándose a Nathan y le hizo levantar el brazo para ver con decepción sus músculos. “Seguro te fue facil tomarlo prisionero todo un debilucho y parece tener miedo.” Decia divertido el hombre que al menos ahora no les apuntaba con una lanza. Ante la presentacion de Chloe el hombre dio unas cortas carcajadas. “Asi que eres de esas…bien es una linda mujer, a mi tampoco me importaria si no sabe conocinar. Aunque no cometas el error de encariñarte con ella. Eso te hara mas debil.” Le advirtió al tiempo que mostraba una mayor apertura que muchos otros hombres en el reino.

Si bien la humillación publica de Nathan y Chloe era algo a lo que la Discipula no podia ignorar, su objetivo estaba en examinar al hombre. Se veian heridas en su piel y la lanza tenia sangre en ella por lo que seguramente habia peleado hace poco ya que sino la habria limpiado. Viendolo aun mas veias que no se separaba de su lanza o de su actitud defensiva a pesar que parecia estar en forma amistosa con ella. Eso si aunque estaba entrenado físicamente, su fisico parecia mas puesto en ser agil con su lanza que en golpear fuerte con ella.

-Te lo agradezco, hijo de los caídos, forjado en la muerte para alzarse de eterno. iré a ver a tu jefe para ver si tiene un trabajo para una vanguardia. – La Discípula hizo un gesto con su puño mostrándole su compromiso la fuerza. Luego se volteó y se dirigió a sus compañeros. Sus oportunidades eran limitadas, alejarse parecía ser la mejor opción, pero iban a traer la atención del clan de las cenizas. Su plan había sido buscar una tarea, un reconocimiento para andar por su recientemente ocupado territorio. No quería antagonizarlos, tampoco quería que hirieran a sus compañeros o los usaran en alguno de sus rituales más excéntricos.

La guerrera se mostró proactiva y con un grito se dirigió a sus compañeros. Se aseguró de que no le viera el rostro el experimentado guerrero. Luego dijo. – Mis siervos, venían con su ama; estos son lugares peligrosos y sólo para los fuertes. Síganme y no sean impertinentes, su ama tiene que hacer negocios con la gente de la ceniza. –

El secreto les mostro una cara de arrepentimiento. luego terminó su conversación unidireccional con ellos repitiendo un mantra.

-La voluntad es la fortaleza del alma.- Ella espero que interpretaran tal mensaje como una promesa de que ella iba a hacer todo lo posible para protegernos. esperaba que la pudieran perdonar por ponerse altanera y presuntuosa.

El hombre se inclino ante los nombres y titulos que le daba la barbara, lo que relevaba una debilidad clara en estos hombres guerreros que era su deseo de que alimentaran su orgullo. Por lo demas lo gesto de ella terminaron de apaciguar al guerrero que aun con su lanza preparada se veia menos violento que cuando se encontraron.

Mientras los supuestos sirvientes de ella la veian buscando algún consuelo a los malos tratos pasados y que experimentarían en el futuro. Ambos vieron la cara ella lo que le hizo tranquilizar e incluso sonreir un poco antes de volverse serios.

Los que mas sonrieron fueron los guerreros de huesos que creian las palabras de ella sin dudar de su honestidad.

Sin decir mas el veterano la guio hacia la posada y de ahí le dejo claro que el lider esperaba en el segundo piso de esta, mando a uno de sus hombres para que le avisra al lider de esa visita. Al entrar la barbara y sus acompañantes se encontraron con un espectáculo decadente, con muchos hombres y mujeres de esa tribu disfrutando de hombres y mujeres que pertenecian a ese pueblo. Si bien la orgia que tenian en la gran sala podria tener cierto impacto en los acompañantes de la barbara, ella bien sabia que ese clan podria hacer cosas mucho peores con los supervivientes de ese poblado.

Nadie le dio una importancia especial a la guerrera dejando que ella avanzara entre el ruido de sexo y los gemidos de cada uno, hasta llegar a la escalera. Tras subir un par de pisos llego a la habitación mas grande donde esperaba el lider de esa avanzadilla.

Grande fue la sorpresa de ella cuando se encontro con Radak. Uno de los posibles esposos que le habia mostrado su padre cuando ella era chica. El barbaro habia crecido bastante de su aspecto infantil, transformandose en alguien atléticamente fuerte y con un pelo tan platinado que parecia la misma ceniza que le gustaba tanto a ese clan. Marcas de peleas decoraban su descubierto pecho y una sonrisa lobuna marcaba que él tambien la habia reconocido a ella, al mismo tiempo que ella.

"Haz crecido...Kiara. Ven me han dicho que me buscas." comento el hombre que ahora se presentaba como lider, aunque desconocias porque el padre no era quien encabezaba ese grupo.

La mujer del Estepa observó con una mezcla de sorpresa e incredulidad ante su suerte haberse encontrado con uno de los personajes de su pasado, en particular, uno con el cual tenía relación personal. En lo había conocido cuando era todavía un manojo tembloroso de hombre, todavía ocultándose bajo el renombre y los apellidos de sus familiares y recuperándose de una fiebre que le provocaba erupción escarlata en la piel. Ciertamente esta no era la mejor impresión, sin embargo, la providencia actuaba de manera extraña. De alguna manera, esa anterior muestra lo hacía más imponente el día de hoy. Al menos a los ojos de los dioses, este había demostrado que todavía su historia no merecía acabar y ese cuerpo que mostraba le indicó a la Discípula que él estaba dispuesto a poner de su parte para lograr su éxito actual.

La Discípula interpretó los tatuajes con certidumbre.

-La línea del potro resplandeciente, parece que has hecho algo contigo mismo, Radek. Ya no me llama así nadie. Ahora soy la discípula de una diosa, la Diosamante que es igual parte mujer y guerrera, sabia y seductora. Preferiría que te refirieras a mi como Discípula. Espero que entiendas que también recuerdo como te llamaban cuando tú eras otro, y si insistes en saber más sobre mi nombre; no, no llevo el nombre de nadie más. - Con esto último indico que era soltera. Ella se acerca y se pone al lado de su viejo conocido. -Ahora busco gloria para mí y para mi diosa y vengo a ti para ver cómo puedo alcanzar esto. Con suerte mi búsqueda puede ayudarte. -

“Gracias Kiara.” Dijo observando su propio tatuaje con algode orgullo mientras seguía escuchando a la barbara.

“Eres devota entonces? Espero no como algunos de los locos druidas.” Comento cierta ferocidad contra estos, aunque por lo que había vivido la Discipula sabia que al contrario de lo que pensaban los del Reino los druidas no eran magos disciplinados como los suyos sino gente que a veces experimentaba demasiado con la naturaleza y de vez en cuando terminaban creyéndose animales o peor aun rotos de por vida. De cualquier forma los que progresaban eran y juntaban conocimiento se volvían armas invaluables para la horda. “No recordaba que fueras tan religiosa Kia..Discipula.” decía volviéndose algo ironico viniendo de un Ceniza Siniestra.

El comentario de su estado civil parecio interesar mas al hombre que su diosamante, acompañando su cercania y también yendo a su encuentro. “Eso si no me termina de sorprender, recuerdo que eras una mujer distinta a las demás. Muy independiente.” Comento el guerrero que la miraba entera y tras las ultimas palabras de ella miro a sus compañeros.

“Una búsqueda digna…” decía como lo harian todos. “Pero como podrias ayudarme es algo que no sabría decirte.” Comento encogiéndose de hombros y yendo a una de las ventanas esperando que ella lo siguiera.

“Seguro viste que no he tenido problema en tomar el pueblo y será lo mismo con los demás pueblos que encontremos en el camino. Nuestros druidas y sabios dicen que el Reino esta frágil, es nuestro momento de atacar y conquistar. Acaso me puedes ayudar con ello?” pregunto con una sonrisa aun lobuna acercándose a ella y tocando su brazo con cariño aunque también confianza.

Kiara… ella no se sentia agusto escuchando su nombre de nacimiento. Era como si ya no fuera suyo. No permitió que esto le afectara y se decidió a continuar con sus interacciones con su viejo conocido.

-¿Devota? Seguro ¿Loca? También.- Espero causar algo de alarma con su comentario. Unos momentos después continuó. -He aprendido que la fe es la luz para la gloria de los mortales. Yo sigo a una diosa que es una entidad de pasión y gusto por la vida. Si tiene una magia seria algo como esto- La Discípula se alejó y dio unos pasos.

-¿Sabes que todos tenemos una flama del deseo que se enciende por cosas diferentes? Algunos les llaman las mujeres de ojos verdes, otros las que están a su lado, otros tienen gustos más inusuales. Estoy segura de que el poder de mis diosa es tan simple y devastador que con un gesto puede doblegar el corazón de un hombre.-

-¿Crees que exista la magia que busco?, Radek.- Le dijo al girar su rostro y enfocarse en su cara.

La mujer se quedó en silencio esperando que el momento siguiera su curso y solo fuera interrumpido por el guerrero. Queria saber que le decía el hombre no el jefe de esta partida de cazadores.

Cuando el instante paso y retomaron la conversación sobre los servicios de Kiara. Ella escuchó con atención sus argumentos. -Joven Potro, creo que comparto la opinión que tienes en que tus ejércitos pueden contra cualquier pueblo. Pero existen más que pueblos en las tierras de la corona. Las muralla son un problema; puedes decir que tienes a tus druidas y su manejo de los espíritus de la naturaleza, pero están sus magos y sino una fuerza que puede romperá cualquier ejército: la carencia.- La Discipula hizo referencia a sus problemas de logística.

-Quiero adentrarme en el reino y ver que objetivos esta listos para tomarse. ¿Que no quieres asaltar un castillo y no solo robar sus tesoros sino a las hijas de su señor?-

Por un momento pensó en que diría su madre sobre lo que acababa de sugerir. ¿Seria acaso lo que le habia pasado a ella?

El hombre se sorprendió ante la abierta confesión de ella, aunque termino sonriendo pensándolo como una rara broma de ella. Sin embargo cuando ella siguió hablando la miro bastante extrañado por el relato de esta diosa que ahora seguía ella y los poderes que se suponía que poseía.

“Una diosa de la pasión y el gusto de la vida, una diosa inusual para una guerrera si me lo preguntas. Pero me preguntaste de ese poder raro y creo que es posible que lo tenga, aunque no tienes que buscar lejos para tenerlo vos también.” comento con una sonrisa picara. “Los druidas mezclando hierbas pueden encantar a cualquier hombre, nuestros sabios con cenizas también y los alquimistas orientales también pueden hacer con sus recetas algo parecido.” Le informo dándole unos ejemplos del poder de su diosa pero hecha por mortales.

Aunque parecio ponerse mas serio cuando volvieron al tema de la invasión y los obstáculos que podrían llegar a tener. “Es cierto que las murallas son algo problemáticas, pero seguro si mando a los mas agresivos de los mios estos la escalaran sin problema…” decía con confianza, que no era pequeña ya que los agresivos o suicidas tratarían cualquier método arriesgado para tomar una muralla, a pesar que los estuvieran bombardeando con flechas. “La carencia es algo que siempre experimentamos nosotros cuando invadimos primero, pero no es algo que nos guste demasiado.” Comento hablandandose un poco mas a las propuestas de ella. “Los magos si podrían ser un gran problema, en especial con estos druidas, mi padre me dijo que habían tiempos en los que eran los mas confiables de nuestros ejercito pero ahora hay tantos inútiles o locos de ellos.” Dijo suspirando bajando su voz con precaución.

Sonrio grande ante su ultima pregunta. “Puedes apostar por tu diosa y el mio, que quiero tomar un castillo junto con las hijas del señor.” Decía pareciendo inclinarse por aceptarla. “Entonces trabajaras como nuestra exploradora, aun cuando tenemos los propios. Buscas gloria, pero supongo que también algo de ganancias o mas discípulos para tu diosa, cierto?” pregunto para dejar saldada la ultima duda.

Los comentarios de Radek sobre lo que los mortales podían lograr no resultaron del todo cómodos a la Discípula. Ella deseaba creer, creer con todo su corazón, de que había algo único en las obras que describía su libro. No esperaba encontrar algo sobrenatural en su búsqueda, pero sí único.

-Radek, por supuesto que entiendo que el valor es importante para un guerrero, pero por si mismo no es suficiente. Pero sabes que es mejor… la victoria. El valor puede lograr mucho, pero un grupo de flechas o si en el candor de la batalla hace que se evapore ese valor; la vida y el valor de los otros estaban en peligro. Espero que ya estés pensando en una alternativa, joven potro. Parte de la razón por la que tienen ese valor suicida es por la confianza que tienen en ti.-  

-¿Por qué desconfías de tus druidas? ¿Qué acaso tu caballo no anda bien de sus cuatro patas? ¿Será acaso que ponen sus deberes antes que sus obligaciones? -

Con la metáfora, le preguntó si su ejército tenía problemas en su integración con la disciplina. La discípula también intentaba averiguar qué es lo que se traían entre manos los druidas de la ceniza. Sólo cuando terminó de hablar se dio cuenta de que el joven jefe hablaba sobre el tema con discreción.

-¿Exploradores? La única forma de que encuentran cabezas que la tienen pegada al cuello. aún con mi séquito, creo que puedo obtener mejor información que ellos. Mira, Radek; el problema es que muchos son impacientes y eso es bueno cuando encuentran algo a la primera. Pero quién de ellos puede ver más allá de lo evidente y se toman la molestia de interpretar que lo que está pasando. -

Ella se apartó del hombre por un momento, se dio una vuelta completa y continuó con la conversación.

-La gloria no es para mí, sin una oferta para mi señora; la palabra llega más con los actos y ella me ha dejado claro que hay que ser muy diligente y generosa con ciertos actos expanden su gloria. Busco un grupo selecto de discípulos, el tipo de meditación necesaria para honrar a la Diosamante requiere de más de un participante. También es una diosa temperamental, sería difícil que una persona representara todos sus aspectos a la vez. estoy buscando a un grupo comprometido para que me ayude extender la palabra. -

Cuando terminó la semblanza se acercó nuevamente al joven jefe le pregunto.

-Mi joven potro Radek, ya habéis unido vuestros lazos con alguien. No te voy a decir quien, pero uno de nuestros conocidos lo puso en duda. -

“Siempre hay alternativas, solo hay que encontrarlas aunque por el momento empezar a asustar a los del castillo con nuestros ataque puede general el miedo necesario para que no sepan como actuar o para distraerlos.” Comento Radek, que no parecía estar del todo en desacuerdo de sacrificar a algunos de sus hombres como el comienzo de una estrategia para conseguir la posibilidad de un triunfo futuro. Algo que no era lejano a las típicas estrategias de los cenizas.

Rio ante la metáfora y asintió. “Podrian decirse que no andan bien…pero no se pueden sacrificar.” Afirmo de nuevo cuidando su voz. “Sus deberes son apoyarnos en los ataques y dar algún consejo si se les pide, lo cual también es su obligación. Pero estos druidas están muy dispersos oliendo y comiendo la tierra, abrazándose con los arboles mas de lo acostumbrado y como fuera poco tomando mucho alucinógeno hasta decir bobadas.” Comento con un tono de clara molestia aunque bastante sincero con ella. “Esta aldea la tomaron mis guerreros, los druidas no hicieron nada.”

El hombre escuchaba aunque seguía aproximándose a ella, cualquiera diría sin dejarle mucho espacio personal. “Es verdad los mios son algo impulsivos y nuenca en la vida esperaría que me hablaran con el razonamiento que usas en este momento.” Acepto aunque sin terminar de decidir lo que harian, aunque lo notaste mirar a tu sequito un momento antes de volver contigo.

El discurso de tu diosa parecio intrigarlo genuinamente aunque no parecía terminar de calarlo como pudo ser en las demás personas que conocio la Discipula en el camino. “Puedes conseguir un grupo de gente cuando invadamos un castillo, muchos se refugian en ellos cuando nos ven llegar.”

Pero fueron tus ultimas palabras que lo descolocaron y le hicieron perder su calma que hasta ahora tenia. “De que hablas Kiara? Explicate mejor, ya se que ustedes los religiosos se hacen los misteriosos, pero no me gusta no tener todo claro.”

La Discípula se movió a una parte más privada antes de continuar. -He estado intranquila, ha habido presagios que aún los que no están versados, han podido ver. Parte de esos omenes me condujeron a estos dos que llevo ahora, por eso no quiero desprenderme de ellos invocar a la mala fortuna sería algo lamentable; otras señales a enemigos que mezclan tanto la seducción y la depravación como la garra y el engaño, he visto demonios y criaturas que mezclan lo que es un hombre y una mujer. Si me lo permites me gustaría escuchar a tus druidas balbucear y si tú, Joven Potro, has visto esas señales. Tal vez podamos hacer sentido de hacía que lado van los vientos. Es casi como si días oscuros se acercaran.-

Ella empezaba a ver con dificultad intentar rescatar a los cautivos. Por un lado, estaba la promesa a Chloe y su gente, por otro lado estaba es respeto que sentía por alguien que había logrado imponer su voluntad. 

Ambos fueron a un lugar mas privado algo mas lejos de los compañeros de la Discípula. “Mmm Algo asi he escuchado la verdad, lamentablemente lo hice de los druidas por lo que no les di mucha importancia.” Confeso mirando a la joven mujer y acercándosele hasta poder tomar su mentón con la mano. “Aunque si también vos lo dices debera tener algun tipo de peso real supongo.”

“Hablame de esa mezcla entre seducción y depravación. Acaso fuiste victima de eso y por eso ves la oscuridad acercándose a nosotros?” preguntaba con un tono que no dejaba en claro si era seria la pregunta o no.

De cualquier forma la solto y miro una vez mas a los compañeros de ella, que ahora le eran negados. “Si quieres podemos ir a hablar con los druidas, pero tus compañeros se quedaran aquí. Estaran bajo mi protección asi que no les pasara nada pero como están los druidas prefiero que solo gente de nuestras tribus los vean.” Comento como imposición para ver a los consejeros mágicos de la horda.

A la Discípula le preocupo escuchar que también un valiente clan de la estepa se había encontrado con la marcha de la sombra.

“Todo empezó como sueños, sueños de ruina y desastre sueños que em alteraron profundamente y me hacían sudar y gritar.”

“Después, me he encontrado al mal como perversión de la naturaleza. Demonios con rostro de jóvenes que engañan a los que los escuchan y criaturas que mezclan el sexo de un hombre y una mujer, no fui una víctima si lo preguntas, la vencí mostrándole lo que una verdadera mujer puede hacer.”

La joven mujer espero a ver su reacción antes de continuar.

“He derrotado a todo lo que he encontrado, pero he visto que varios han perecido ante ese mal. Me gustaría tomarte la palabra e ir con los druidas, quizás sea posible esclarecer algo.”

El hombre la escucho con mucha atención, llamándole la atención no solo el sueño que pareció provocar cierta preocupación en su rostro sino lo que le comentabas de los demonios.

“Es una lastima que no la traigas como prisionera, habría sido interesante verla.” Comento pensativo pareciendo al menos creer las cosas que decía ella. Aunque no pudo evitar sonreir ante sus ultimas palabras.  “Ademas estaría interesante también verte pelear de nuevo con ella. Mostrándonos tus habilidades a todos.”

“Los quieres ir a ver? Bueno puedo guiarte con ellos, aunque como dije iremos solos.” Dicho eso y esperando a que afirmaras se dedico a guiarla hacia afuera del edificio en que estaban.

Alrededor muchos de los soldados los miraban a dos con dudas, pero Radak les ordeno que siguieran con el trabajo lo que logro sacarles de encima muchas de las miradas. Avanzaron fuera del pueblo hasta un pequeño campo abierto en el bosque. Pronto la mujer sintió el olor a incienso, algunas de sus pipas y demás creaciones para alucinar. La discipula por un momento se sintió mareada al menos hasta que pudo controlar sus pasos de nuevo y continuo siguiendo a Radak hasta dar con el circulo de druidas.

La vista frente a ella era una de clara decadencia, con algunos druidas acostados mirando el cielo y sonriendo como tontos. Algunos también estaban teniendo sexo no muy lejos del circulo aunque con una coordinación bastante mediocre para darse placer pero igual reian divertidos. Otros mas serios estaban sentados sin sonreir pero mirando a la nada. "Su lider se llama Dourok" susurro señalandole con la vista al hombre que se acercaban.

"Que buscan en mi campamento?" pregunto el druida con una falsa seriedad.

Prisionera…si, un error ciertamente. Se lo dijo más a si misma que a él.

Mis habilidades son devastadoras, y serás, o muy afortunado o extremadamente desafortunado, si las llegas a conocer. Dijo la mujer con cierta arrogancia y orgullo. Y que no se te olvide puedo con todos. Confiaba en que podía ganar si “peleaba” como lo hizo con la loba.

Ella asintió ante la invitación, quería ver a los druidas. Su mirada se volvió a sus acompañantes con los cuales se comunico con una mirada tranquilizadora que les pidió calma ante la situación. Para los “barbaros” había cuatro tipos de personas: los parientes, que se le trataba como familia, aunque a veces no tuvieran la misma sangre, los segundos eran los extranjeros honorables, distinguidos y se les extendían honores, luego estaban los extranjeros débiles, lo que a los ojos de los guerreros les faltaba fuerza y valor moral, Chloe y el mercader caían en esta categoría. Los últimos eran los extranjeros corrompidos, monstruos y criminales en donde lo único honorable que hacer con ellos era matarlos.

La Discípula se preguntaba si este código seguía siendo valido para alguien como ella.

Las devociones de los druidas la sacaron de la niebla de sus pensamientos, irónicamente, con el humo de sus pipas. Ella entendía que la devoción conlleva cambiar su estilo de vida, esperaba encontrar el punto medio entre sus prácticas y el gozo.

La Discípula encaro al druida y hablo con convicción.

Consejo, Druida. Consejo para interpretar las señales del mundo, incluso las oscuras. Días oscuros se acercan. Queremos convertir los mensajes que has recibido de lo sagrado para convertirlos en acciones y montar el potro que conduce a la victoria.

“¿Es eso un reto?” pregunto divertido pareciendo más entusiasmado que asustado o molesto por la arrogancia de la Discípula. “Porque me gustaría verte pelear o tal vez pelear con quien derrota demonios.” Comento haciendo sonar sus nudillos de la emoción. “De paso probamos los meritos de tu diosa.”

La respuesta de la mujer pasaría mientras iban al lugar de los druidas aunque era seguro que si ella aceptaba igual seria hecho tras aclarar el asunto con los supuestos sabios. Mientras eso pasaba tanto Chloe como Nathan quedaron en las oficinas del anterior gobernante confiados que ella volveria con ellos. Lo que seria algo que la discípula se debía asegurar de hacerlo sino el destino de ambos se veria muy complicado rápidamente.