Partida Rol por web

Lyara desenfundó iluminando su alrededor con el fuego de su arma...no conocía más que Aloqua y el caso es que las tenía como a trofeos que había conquistado y puede que fueran débiles, o que mostaran lucha y este fuese el resultado final.

- Digamos que no es exactamente lo que había pensado, el plan era desunirte, a ti, particularmente a decir verdad... apoyando el arma de forma correcta ...la otra parte fácil sería arrodillarte y aceptar el castigo, que es cuestión aparte.

"Ja, esclavos son solo los debiles. Los que necesitan ayuda para hacer las cosas." comenta levantandose de su trono mientras respondia a Luz. "Si querias zanjar la guerra lo habrimos hecho aqui y ahora si aceptaban. Las personas para las que pelean seran faciles de eliminar cuando termine con ustedes. Si se me unian entonces se habrian rendido sin derramar mas sangre." respondia ella segura de su respuesta.

"Mi reinado recien empieza y seran ustedes quienes se arrodillen ante mi, por propia voluntad." aseguro ella mostrando en sus dientes sus filosos colmillos y sus alas se abrieron como si buscara intimidar. Con un movimientos de sus alas se tapo completa y al destaparse llevaba una armadura oscura junto con una hacha en las manos.

Pierna hacia atrás, la otra de contrapunto para el primer impacto delante...- Por desgracia para ti, la vida es una Venganza a los caídos...y ya que me lo pones así de interesante, bueno quien sabe lo mismo hasta me saco de esto una buena historia para contar.

Los tres se encontraban atentos en Satan, aunque no perdian de vista las que podrian ser trampas. Entre las sombras de las columnas notaban seis espejos extraños en la pared, aunque les parecia que estos tenian una figura en cada uno de ellos. Entonces notaban que uno de ellos se movia y parecia atravesar el espejo, este ser oscuro llevaba una javalina aunque otros parecian listos para tirar un hechizo.

“Contaras una historia, aunque no la que imaginas.” provocaba la mujer pareciendo esperar que hagan el primer movimeinto.
 

- Comencemos... con el arma en llamas lanzo un impacto directo contra uno de los espejos lanza hechizos ...las historias no son siempre lo que ocurrió, a veces siempre hace falta tener algo de creatividad....y saber hacer... dijo la guerrera con su confianza en batalla de costumbre.

Suspiro y observo otro de los espejos, parecia como si preparara algo con ellos y viendo lo que hacia Lyara decidi seguirla y dar un segundo golpe tras el suyo con tal de hacerlo pedazos.

Ya no tenia intencion alguna de hablar con un ser tan vil, a partir de ahora seria una batalla a muerte.

Dos espejos se rompen rapidamente con el impacto de sus golpes. Con los que estaban dentro de ellos retrocediendo pero tras que se rompieran dejandose de ver en el espejo.

Satan miro enojada como esto ocurria. "Ya veo, no son tan tontas." dijo despegando sus alas y yendo contra Robin. A pesar que este se habia quedado quieto parecio un blanco facil para la tirana. Con su gran hacha la hizo caer desde arriba para aplastar al noble.

Mientras sus compañeras se hacían cargo de los espejos Robin se encargaría de Satán, el cual decidió ir a por el. Aprovechando que ella se tiraba para tratar de aplastarle, el caballero dio un rápido salto casi inhumano para esquivarla y en el proceso le soltó una buena estocada, no tan buena como su salto, pero buscaba mantenerla a raya, al menos hasta que todos los espejos se destruyeran.

-Ellas no son tontas…pero parece que tu sí, te has metido con la gente equivocada.-Sonrío Robin con malicia.

El ataque de ella rompe el suelo donde antes estuvo Robin, aunque este no sale dañado. Mirandolo con ira ve que se encontrara enfretandola èl solo, aunque una sonrisa maliciosa se apodera de su rostro cuando esquiva el estoque sin mucho problema.

"Tal vez no. Caeras rapido y luego ire por tus amigas." le dijo amenazante mientras se preparaba.

Al tiempo que esto pasaba, una de las criaturas saco una mano de su espejo y con un blanco fijo en Luz, disparo unas flamas que pretendian quemarla o detenerla que no siga rompiendo espejos.

Me lanzo en un taco vertical contra Satán para intentar llamar sus ataques y que eluda a RObin que había recibido un par de impactos...- Digamos que algo he aprendido.

Tardo unos segundos en reaccionar dandome solo el tiempo suficiente para cubrir mi rostro con mis brazos mientras las llamas me cubren, por suerte cesaron rapidamente y aunque me mantenia en pie estaba claro que me habian afectado.

Pero igualmente esto no seria suficiente como para detenerme y saltando a ese mismo espejo lo golpeo con mi espada cubierta de sombras, partiendolo en pedazos.

A diferencia del resto no dije nada, ya suficiente tenia soportando las quemaduras que portaba y concentrandome en la batalla como para tratar de ponerme a hablar.

-Eso lo veremos.-Susurró Robin antes de desplegar sus alas y lanzarse de nuevo contra aquel enemigo. No podía fijarse demasiado en sus compañeras, pero estaba seguro de que ellas podrían soportar el chaparrón y finalmente se unirían a el para derrotar a Satan.

Solo necesitaba resistir un poco más y seguir llamando su atención. Así que esta vez trató de lanzar las plumas de sus alas, tan afiladas como espadas…al menos Satán perdería el tiempo tratando de bloquearlas.

Otro par de espejos eran quebrados, con sus demonios quedando encerrados en ese mundo detras de ellos. Aunque estos no eran los unicos que parecian sufrir los ataques, pareciendo no esperarse el ataque de plumas filosas de robin termina clabandose en ella tanto donde no defiende su armadura como esta. Generando que se tire para atras.

"Maldito. Ataca de una vez bruja." por un momento pensaron que habla de los espejos pero notaron como el trono se habia vaciado y la demonio atada ahi desaparecio. Con un gesto de la mano de Satan se encontro frente a ella, desnuda como estaba y sin fijarse mucho en Robin lo ataco con un rayo oscuro de electricidad.

Mientras Lyara que notaba a un demonio mirandola feo casi que estuvo apunto de arder como habia hecho Luz hace poco pero las llamas terminaron yendo a su espada que absorvio las flamas como si nada.

Ataque nuevamente contra uno de los espejos, ya parecía que sus ataques se habían debilitado lo suficiente una vez cerrados estaría sola y sin refuerzos.

Finalmente salto hacia uno de los ultimos espejos, rompiendolo al unisono con el ataque de Lyara y mientras el cristal cae me centro en Satan, no, ahora no solo estaba ella al parecer, sino tambien habia desatado a la mujer que estaba encadenada al trono, eso era malo, pero por fortuna aun seguiamos teniendo la ventaja numerica.

La cuestion era, seria una buena idea tratar de comenzar a usar el martillo como arma contra ella? Sin duda podria ver que seria efectivo, la cuestion es, seria una buena idea? Quisieramos o no estoy segura de que lo tendriamos que acabar usando, pero justamente por eso tenia la duda de sacarlo ahora, al fin y al cabo que nos sucederia si nos lo quitaba? O peor, lo destruia.

Los cristales son completamente rotos frente a ellas. Dejando con menos refuerzos a a Satan que ahora lleva en su mano una cadena apenas perceptible que va al cuello de la mujer.

"Atacalas." ordena Satan a la mujer y esta las mira. El suelo del castillo se empieza a quebrar y de este salen enredaderas que buscan atar a ambas mujeres. Pero por el momento apuntan hacia Lyara. Por los que estas se apuran a moverse por sus pies y yuendo a tus manos para que nos quemes con tu espada flameante.

Las cuchillas se clavaron en Satán, provocando que retrocediera un poco, ganando así Robin más espacio para maniobrar…al menos hasta que unos rayos fueron objetivo de el hombre, el cual no tuvo tiempo a defenderse y terminó recibiendo una potente descarga que le hizo soltar un alarido de dolor. –Mierda…-Murmuró levemente dolorido mientras veía como  Alouqua se sumaba al combate.

Haciendo un gran esfuerzo Robin se mantuvo de pie y volvió a blandir su espada, buscando atravesar con ella a Satán.

La espada de Robin apenas no toca al demonio, pero en ese corto centrimetro entre la espada y la piel es suficiente para que ella no sufra. Por su lado Satan te vuelve a atacar con su hacha, bajando con mucha fuerza en tus alas queriendo cortar una de ella para que tengas menos movilidad.