Partida Rol por web

Sonrio, mucho más cómoda:

- Pues.... por mi perfecto. Me ayuda mucho que sea con alojamiento, y si, el niño parece muy bueno. No tengo ningún problema en ayudar en la casa, en lo que usted....tú necesites, Emilia. Parecen realmente buena gente, y ella me está tendiendo una mano que no puedo despreciar.- Será maravilloso colaborar en todo lo que pueda, como volver a sentirse en familia.

Mis ojos pierden brillo un momento al pensar en mi familia.... ¿en qué andará mi hermano ahora mismo? Pero pronto me rehago mirando a Emilia de nuevo.

- Bueno, si me dices donde me podré quedar, mañana traeré cuatro cosas... tampoco tengo más, pero suficientes. ¿Necesitas algo en estos momentos?

Sonrie al ver que estas tán agusto y te lo demuestra dandote un pequeño abrazo. -Te enseñaré dónde es.- Te comunica enseñandote una habitación más que decente.

-Y no, tranquila. No necesito nada por hoy. Asi que puedes bajar a la taberna...- Te dice de forma pícara y complice guiñandote un ojo.

Respondo al abrazo, sintiéndome reconfortada por primera vez desde aquél aciago día.... Emilia parece encantadora.

Cuando me dice que puedo bajar a la taberna me sonrojo, bajando la vista, y murmuro...

- ¿Bajareis vosotros después? No conozco a nadie...

No se le escapa una.

Encantado José - le estrecho la mano - Yo me llamo Luís

Terminamos de saludarnos, y miro a Anita.

¿Vamos con el? - Me coloco la chaqueta y empiezo a seguir a José

 Hace sólo unos días que llegué a Madrid arrastrado por los acontecimientos. Llegan noticias de que los rebeldes se alzaron contra el gobierno y asesinatos de inocentes ocurren en todos los pueblos. Sólo paisanos como yo y otros muchos podemos oponernos a los militares y matarlos a todos.

Entro en un local en el que he oído que uno puede unirse a aquéllos que luchan contra los fachas.

-Zalud, ¿podría decirme dónde podría encontrar a alguien que me diga cómo aliztarme contra los fachas?- Pregunto al primero con el que me cruzo tras entrar.

En mis cortos años no he aprendido aún a no confiar en todo el mundo. Y éso que casi me cuesta la vida casi a las puertas de casa.

-Si, en un ratín bajamos, en cuanto acueste a Alberto.- Te dice con una sonrisa enorme.

Un recién llegado tiene una pregunta, la gente expectante ante el portavoz de la CNT que se acaba de subir a una mesa y pide atención. La musica se para y el tabernero deja de servir.

Encima de la mesa hay un apuesto chico, con un fúsil al hombro os mira a todos con semblante serio....

-Camaradas, buenas tardes. La CNT os necesita, el ejercito republicano os necesita. Solicito que todo hombre, mujer y niño capaz de coger un fúsil se aliste. Madrid hasta hoy era la retaguardia, pero a partir de hoy se combierte en frente en la lucha contra los fascistas.... Uniros a la milicia del pueblo. Os proporcionaremos comida, ropa, cama, armas y educación. Yo mismo impartiré clases, enseñaré a disparar e incluso tácticas. Camaradas como yo por toda la ciudad estan reclutando gente. Debemos parar al fascismo que quiere derrocar un gobierno elegido por el pueblo. Estaré en esta mesa para dudas, y para alistaros. Gracias por vuestra atención. Viva la Republica!- Comento subido a una mesa y mirando las caras de la gente de la taberna, esperando que alguien quiera unirse a la milicia.  Una vez que termino de hablar, me bajo y sacando un cuadernillo me siento para esperar a los voluntarios....

Al ver que nadie se alista, yo soy el que da el primer paso y se adelanta hasta José.

Yo me alistaré, y tambien puedo enseñarles aritmética a los que tambien se alisten - Me giro - ¿Quien es el o la valiente que empuñará un arma por sus ideales?

Me vuelvo a girar, cojo una pluma que me tienden y escribo mi nombre y firma en un cuardernillo bastante nuevo, apenas sin estrenar.

Sin pensarmelo dos veces levanto la mano cuando Luisin pregunta - Yo - dije mirando a Luisin y luego al chico de la CNT, Jose - Yo se algo de idiomas, pero aprendo rapido, puedo ser muy util - trato de hacerle ver a Jose que aun siendo una niña puedo ser tan util como un adulto y claro esta, no voy a dejarle saber que tengo 16 años

 Este hombre ha respondido a mi pregunta casi antes de que pudiera oírseme. Decidido me pongo en la fila detrás de una muchacha que parece de mi edad.

- Me llamo Ramón Galindo. Zé dispará con la ezcopeta. Y montar a caballo.-

Tomo la pluma y, con cierta dificultad pero poco a poco, consigo escribir mi nombre con letra bastante clara.

Justo cuando termine de escribir mi nombre en la libretita de Jose otro chico queria apuntarse. Por su forma de hablar supuse que era Andaluz, tenia familia de por alli y eran siempre gente muy amable y divertida. Cuando termina de escribir su nombre sonrio, ya eramos tres.

Sin más me despido de Emilia con una sonrisa.

Bajo a la taberna y entro buscando a José. Me lo encuentro subido en una mesa, y con la gente mirándole mientras algunos parece que se apuntan en una libreta... ¿para qué?

Parece que José ha dicho algo que ha hecho que desaparezca el barullo, lo que me permite acercarme hasta cerca de la mesa donde está subido, y mirarle con una interrogación pintada en el rostro, esperando que se dé cuenta de que estoy ahí.

Fernando se levanta con el semblante muy serio y mira a los futuros guerrilleros, se acerca a la mesa y escribe su nombre y apellidos. Se echa la mano al bolsillo y saca su cartilla de cotización de la CNT.

-Aquí tienes a un compañero de la CNT de Alquife- y en ese momento su voz va in crescendo-  aquí estoy pa dar mi vida por todos los compañeros, por la CNT y por la república ¡No por la república del capital que predican los burgueses sino por la república de los trabajadores!- termina diciendo a voz en grito, luego se gira hacia los parroquianos- Mirad, aquí hemos venío de todos los rincones, en Andalucía desde La Calahorra hasta Adra la CNT y la FAI han hacho la revolución, los campos y las fábricas son de todos y trabajados por todos por igual, allí donde hemos estado ninguna persona ha vuelto a pasar hambre y los bienes de los señoritos han sido distribuidos a cada uno según su necesidad.¿Cuanto creéis que va a durar esto? Los fascistas están a las puertas de Madrid y cuando pasen por aquí nos van a fusilar a todos. Ahora, podemos luchar, alistaros a la columna, sin el esfuerzo de todos no podremos detenerlos.

Miro asombrada al hombre que acaba de hablar, con la boca levemente entreabierta de la sorpresa.

Asi que eso era... El grito de José de a las barricadas, el rostro serio del marido de Emilia. Debí confiar más en Alberto, él no me metería en territorio enemigo jamás.

Sonrio mientras me acerco a la mesa, mirando a José directamente:

- Elena Gutierrez. Y ya hay gente desapareciendo en Madrid, bajo la acusación de rojos. Dejo de sonreir, y miro a los demás, hablando en voz queda- Los grises entran a cualquier hora y en cualquier casa, y no miran nada. Las mujeres son apalizadas o encerradas de la misma manera que los hombres. Creedme, lo sé.

Me apunto en la libreta, apartándome después meditativa.

El tabernero pone carteles traidos de Barcelona....

Se vuelve abrir la barra y la gente se empieza a animar y a apuntarse... El tabernero, Jordi, tambien es miembro de la CNT, es de Barcelona, pero lleva años en Madrid. Éste tambien anima a la gente a apuntarse.

Primero se apunta Luís, y luego An. -Eso es fantástico compañeros.- Les sonrio agradecido. Luego Ramón, al que espero verle en clase y el camarada CNTista Fernando.

Por ultimo se presenta Elena, la sonrio y luego asiento a su palabras sobre los grises. -Aqui respetamos a las mujeres, luchamos por sus derechos, y ellas viven y mueren como iguales junto a nosotros.-

Poco a poco más gente se va animando, con gritos de júbilo y de No pasarán!

-Gracias camaradas.- Les digo con sinceridad, pues tenemos una árdua tarea por delante....

Pido a Jordi una ronda de vino para todos, invitada por mi.

Un pequeño grupo se ha formado.

-Primero iremos a la sede de la CNT en Goya, dónde os equiparemos, luego al puente de los franceses, hay que montar y hacer las barricadas.- Les comento cuando nos empiezan a sevir los vinos mientras me lio un cigarro.

Observo todo desde la distancia, fijándome bien en las reacciones de mis compañeros. Cuando el ambiente se tranquiliza un poco, apuro lo que me queda de cervaza y me acerco a hablar con el cabecilla, José. Es un hombre guapo y habla bien, no podría estar más de acuerdo con sus palabras. Pero debería actuar con más prudencia.

-Disculpe, ¿podría hablar con usted en privado?.- susurro con un marcado acento francés.

Una mujer se acerca al grupo, es la mujer bien vestida y pelirroja que habia en la taberna, se acerca a José y le susurra algo, éste asiente con la cabeza.

Me termino de liar el cigarrillo, me lo pongo en la comisura del labio y viene a la mesa una chica pelirroja, me susurra si podemos hablar, y acepto con la cabeza levantandome....

-Me perdonais un segundo camaradas? Ahora mismo vengo....- Les comento con una expresión de que me esperen en la cara.

Luego nos dirijimos al sotano de la taberna...