Partida Rol por web

-"La cocina se iba llenando de humo"- es la frase que siempre utilizaba Iori para referirse a un espacio lleno de gente. Sin muchas sorpresas para ella al ver a sus compañeros ir accediendo al complejo, notaba una actitud un poco especial inclusive hasta bizarra por parte de ellos, el ambiente estaba inundado de "¿que hago? ¿me presento?" o "no me importa nada, tomo asiento en el piso y espero" Salvo algunos que saludaron, o levantaron su mano, no pasó nada. Las personas cuando se desconocen entre si, dejan un halo de dudas e incomodidad porque todos esperan dar el primer paso, lo cual es algo para el momento un tanto arriesgado. ¡Que patético! no estamos en el jardín de infantes, la mayoría tienen una basta experiencia en todo tipo de situaciones, aunque algunos emanan cierto excentrismo "típicos magnates multimillonarios"  que destilan personalidad y unos cuantos billetes, ese tipo de persona es conquistable y apetecible a la hora de pasar un buen momento, lo tendré en cuenta si me aburro en algún escenario y necesite un poco de calidez humana. 

Como el tiempo transcurría y de verdad era tedioso el silencio mezclado con ese zumbido de abejas me acerco a el único asiático de la sala (fenx) quizás entre nosotros podamos entendernos.

-Hola... no sé cual es tu nombre. ¿Una joyita la espera verdad? ¿Que te trae por aquí?-intento sonar un poco graciosa y simpática, no soy buena rompiendo el hielo en una conversación.

Habían empezado a hablar entre sí. No ella, naturalmente, ella nunca era la primera, no era extrovertida. No, Dayna seguía observando, apoyada en la pared de blanco impoluto, lanzando miradas a cada intento de aproximación de unos a otros. Los orientales, que parecía que iban a hacer de eso su base para la confianza, o el tipo que había saludado casi con timidez y que era respondido por Banks... El millonario era por ahora el único al que reconocía. Su cara había estado en portada muchas veces en todos los medios, imposible no haberse fijado. Si había algún otro famoso entre los demás, no lo había detectado.

Pero con su uniforme, y después de haberse despojado de sus pertenencias, las que actuaban como tarjetas de presentación, ahora la diferencia era simplemente por sus físicos, por lo menos hasta que se conocieran algo mejor.

Aunque, ¿quién decía que debían llegar a conocerse...? Estado Alfa era un experimento en base al sueño. Los iban a dormir, y les iban a obsequiar realidades alternativas. O herramientas, aquellas que les permitieran explorar sus propias realidades. Eso, por lo menos, es lo que ella esperaba.

Siguió observando. Físicos, edades, miradas y gestos. Un abanico bastante amplio, aunque la media era de veintibastantes años y en bastante buena forma. Bueno, como en todas las estadísticas, la muestra contenía puntas, como el hombre obeso. O ella misma, que seguramente era la benjamina. Aunque...

...se acercó al chico sentado en el suelo, uno que podía ser incluso más joven. Parecía atento a los demás, como todos, pero seguía callado. Le sonrió, una sonrisa fugaz, desdibujada. No era de sonrisa fácil. Y se sentó en el suelo, junto a él.

Dejó pasar unos segundos. Y luego le habló, sin mirarle, como al paso.

-Bueno, parece que somos los peques de la fiesta. Y menuda fiesta...

Del simple saludo de ¿Que tal? a la persona que se encontraba a mi lado en la sala.
Esperaba varias cosas, Un simple bien, Un gesto con la cabeza o mueca de algún tipo, o por el contrario total y absoluta indiferencia.

Pero al contrario me respondió.

Evan Banks... un placer. ¿Usted es...?

Mientras me presentaba pensaba, "Evan Banks.... Evan Banks, de que me suena ese nombre".
Soy bastante malo, para los nombres.
A lo largo de mi vida e conocido mucha gente, y mucha con la que solo llego a tener trato, poco mas que un par de horas, con lo que aprendí a no retener los nombres de la gente.
Pero por algún motivo ese nombre, sin llegar a ser familiar, me sonaba por algo, no lo se, quizá alguien que se llamaba igual.
Bueno, que importa eso ahora.

Tony.... Tony Abad... Encantado.

Fenx observó como se le acercaba la chica de rasgos asiáticos. Al parecer ella había pensado lo mismo que él y sentía afinidad por los de sus mismas características. Al ver más de cerca a aquella mujer se fijó que también llevaba algunos mechones de pelo teñidos de rosa y un maquillaje peculiar en la cara. Su rostro parecía duro y algunas arrugas se dibujaban en la cara mientras se acercaba, aunque tras sus primeras palabras se relajaron aquellas facciones.

- Me llamo Fenx y tú? -dijo con una sonrisa de complicidad- Creo que todos estamos un poco nerviosos. Se agradece ver un rostro "familiar", -haciendo referencia a sus rasgos asiáticos- espero que esto empiece pronto o me subiré por las paredes...- comentó alegre, hablando perfectamente el idioma- Estoy aquí por mi familia.- expuso con un deje de misterio. Por mis hermanos y hermanas, pensó. Pero no tenía intención de explicarle parte de su realidad a una desconocida- ¿Y tú, como has acabado metida en este experimento?- agradecía hablar con alguien, aunque sólo fuera para pasar el rato de la espera.

El pequeño aerovolumen se poso casi sin ruido sobre la zona de aparcamiento, Frank con un gesto instintivo comprobó que el arma que habia dejado sobre su asiento seguia alli. Salio del vehiculo y comenzó a caminar despacio hacia la parada de metro mas cercana. Parecia un viandante más vestido con una insulsa gabardina marron para protegerse de la lluvia y con una gorra calada hasta las cejas y unas oscuras gafas de sol. Habia pensado dejar su vehiculo unas cuantas manzanas mas lejos de las oficinas de omnibus para asi poder tener una posible via de escape y un arma cerca por si era necesario. Cade vez estaba mas paranoico pensó para sus adentros, pero aun habia muchos cabrones libres con los que tenía asuntos pendientes.

Entro caminando despacio ajeno a todas las miradas aprovechando que entraba algun millonario y se armo un gran folllon, el momento perfecto penso mientras se dirigia con paso firme y seguro hacia la entrada.

Se termino de ajustar el traje mientras pasaba a observar a los otras personas que iban a participar en el experimiento...

Por lo general, si uno de los personajes principales era un niño o una persona "joven", comparada con la media de edad del resto de personajes, significaba dos cosas. La primera es que, en un futuro, dicho personaje sufriera algún tipo de daño, secuestro o similar, provocando un movimiento del resto del grupo para cambiar esa situación. Por otro lado, ese personaje joven podría tener mucho más "poder" que el que le correspondería a su edad, pudiendo ser un poder económico, contactos, poder personal... 

La cuestión es, ¿cuál sería el papel de esta chica? ¿Será la joven oveja a la que tendremos que salvar? ¿O resurgirá como un pequeño diamante en bruto? 

Cuando se sienta a mi lado, la miro directamente mientras la ofrezco una sonrisa tímida.

- Sí... Parece que somos los pequeños... - Apenas mantengo el contacto visual, centrándome sobre todo en el suelo. Ya que parece que somos los pequeños, comportémonos como tal. - Llamame raro, pero prefiero otro tipo de fiestas... - Y me río de forma nerviosa. 

Las carcajadas de la mujer asiática hicieron sobresaltar a Kara y un ligero frío le recorrió la espalda. Si algo le habían enseñado sus años de experiencia en las calles era detectar a la gente peligrosa, saber con quien uno debía meterse y con quien no. Y la sensación que esa mujer le daba… “Es definitivamente peligrosa”. Para su sorpresa un joven de barba y cabellos desliñados comenzo a hablar con aquella mujer amistosamente “Acaso sabía en que se estaba metiendo?”.

Los participantes del experimento habían comenzado a interactuar y Kara no pudo evitar pensar como contrastaba aquel joven con algunos de los otros participantes. Cortes a medida, bronceados perfectos, barbas perfectamente afeitadas. “Realmente había ricachones deseosos de volverse ratas de laboratorio. Quizás incluso pagaron por un lugar en el proyecto de Moebius?” pensó soltando una expresión de desagrado.

Pero entre el resto de los participantes un chico de apariencia absolutamente promedio había llamado su atención. El chico había optado por sentarse en el suelo y se veía realmente joven, “Realmente hay participantes así…” pensó observándolo detenidamente. Al cabo de un rato otra joven se sentó a su lado y comenzaron a platicar. Acaso se conocían de antes? Quizás eran amigos? Ante la escena un sentimiento de nostalgia invadió su cuerpo.

Kara camino hacia ambos y de forma locuaz se dirigió a la muchacha – Es raro ver personas que se conozcan de antes en este experimento. Kara, encantada de conocerte! – la saludo extendiendo su mano y esgrimiendo una gran sonrisa.

Luego se dirigió hacia el joven – Vaya, no sabía que aceptaban niños en estos experimentos. – comento con una sonrisa entre dientes.
– Como te llamas? - pregunto como si hablara con alguien mucho menor que ella.

-Otro tipo de fiestas, ¿eh? Vale, pero estamos en ésta.

El chico le había sonreído con timidez, y desviado rápidamente la vista.

-Y es curioso. Que estemos aquí, quiero decir. ¿Cual es tu razón...?

No acabó la pregunta. Una chica, joven como ellos según le pareció, se acercó abiertamente, y se presentó, hablando con desparpajo. Dayna negó con la cabeza al comentario de Kara.

-No, no. No nos conocíamos de antes. Me llamo Dayna, encantada también. -Estrechó la mano que le tendía, con un apretón firme. No dijo nada acerca de la edad. Ni de la suya, ni de la de ellos. Aunque sonrió con una mueca torcida.Y esperó la respuesta del muchacho. Y su reacción.

Observo como esa... Chica... Se acerca y hace ese tipo de comentarios... Interesante... Ya tratandome así desde el principio

Dayna contesta a las preguntas mientras yo mantengo la mirada baja.

Mientras los Avatares comenzaban a relacionarse de a poco y con cierta cautela, una presencia surge en el medio de la blancura del salón, era una cara muy familiar, por cierto hacía unos minutos que había aparecido en la pantalla, pero esta vez lucía algo cambiada y un tanto atlética, ya no era la mujer adinerada prometiendo sumas considerables si aceptaban ser sujetos de prueba para su creación.

Lucía el traje blanco de Neopreno, el cual le quedaba fenomenal a pesar de sus 40 y largos años, para sorpresa de muchos mantenía su forma física como una chica de 20 años, los motivos de su apariencia serían muy cuestionables para cualquiera, hoy en día con algunos millones puedes hacerte como nueva, pero en este caso la naturaleza ha beneficiado a ésta mujer enormemente, llevaba el cabello atado con una coleta portando una actitud un tanto calmada y consecuente (en apariencia).

El silencio y la sorpresa para muchos es interrumpido por su dulce y persuasiva voz... En este momento Louise Ravensworth toma la palabra.

-

Louise se dirigía hacia la Sala de Descontaminación, ella también debía someterse a todo tipo de pruebas porque finalmente decidió formar parte de Estado Alfa en primera persona, no tenía intenciones de sufrir detrás de los monitores sin comprender lo que sucedía mientras los avatares duermen.

Antes de abrir la puerta un sentimiento de sinceridad ahogada invade el estado de tranquilidad y confianza de Louise (lo cual la llevó a tener una previa conversación consigo misma de segundos)...

-Esta vez debe salir bien, he dedicado mucho tiempo, esfuerzo e ideas para que estado alfa sea un éxito rotundo, nada va a detenerme... lo sé. 
Finalmente podré saborear este proyecto de forma activa, dirigiendo, creando, ajustando las técnicas a medida que vayan surgiendo situaciones, forjando rutas que nos llevará hacia cualquier sitio. Ésta es mi posibilidad de conquistar un terreno inexplorado para todos (la psiquis, el alma, el acceso al inconsciente de forma consciente, el viaje astral, las dimensiones, la posibilidad de investigar como la mente humana crea nuevas realidades o si somos una creación de ellas?) 
Tantas hipotesis he planteado, tengo una lista extensa de objetivos a cumplir no solo por mi, sino por los "elegidos", deseo con ansias llegar lejos y encontrarme con una verdadera "caja de pandora", los científicos se caerán de espaldas, tendré las pruebas factibles al descubrir el puente que conecta ambos mundos (onírico /real)... si ... que el esfuerzo de tantos años hoy se compense con logros, teorías y descubrimientos.

Finalmente inspira profundo, despejando todo tipo de pensamientos de su mente y se concentra para dar el siguiente paso. La hora a llegado, es momento de entrar, abre la puerta de la Sala de Descontaminación sonriendo a los presentes, a su vez observa el entorno rápidamente y se dispone a conversar.

-Bienvenidos a Estado Alfa, Seguro me conocen por mi charla informativa sobre este proyecto, igualmente he de presentarme por si alguno eligió pensar en algo distinto a modo de evasión o dispersión mental, mi nombre es Louise Ravensworth, por lo que he observado en el transcurso de las horas (antes de comenzar con mis diálogos interminables) debería felicitar a quienes han trabajo durante el proceso de selección debido a que uds me despiertan una curiosidad por así decirlo "profesional" al detectar ciertas personalidades muy especiales, no solo por el historial de sus vidas ni las apariencias o máscaras que desean traer consigo, algo ha cautivado mi atención porque en este momento el lenguaje no verbal me indica ciertos factores sumamente analizables, las miradas hablan por si no lo saben... y algunos por mas que se escondan en el medio de la sombras brillan con intensidad y categorizan, otros se agrupan por pertenecer a una misma raza o compartir la misma edad. Podría estar horas definiéndolos pero no están aqui para ser psicoanalizados por mi, sino ser las piezas claves de este proyecto que los impulsará no solo a descubrir una visión absolutamente distinta de la vida cutre y rutinaria que tenían sino que romperemos estructuras mentales, liberaremos los traumas, dejando todo atrás, por un solo fin... vivir el despertar de consciencia..

A ver siendo mas explicita la idea es aventurarnos a lo desconocido exponiéndonos a la causa y efecto de vivir en estado alfa, algo notoriamente importante para mi, por esa razón participaré junto a Uds. guiándolos, experimentando esta maravilla de vivir en diferentes escenarios observando los respectivos comportamientos e hilos conductores entre los cambios y adquisiciones de avatares. En fin, no quiero llenarlos de teorías o hipótesis, suena demasiado científico aunque también posee cierto grado de misticismo, por favor si tienen alguna duda pueden consultarla aquí, una vez que estén preparados me acompañarán a la Sala de Avatares.

Cuando la mujer dejo de hablar mire a mi alrededor incomoda,esperaba no tener que hablar con nadie,eso de relacionarme no se me daba demasiado bien.A medida que pasaba el tiempo se formaban pequeños grupos,los mas jóvenes se habían juntado en torno al que parecía el mas benjamín del grupo y conversaban animadamente,mientras los dos asiáticos hablaban y un par que juntos hacían un variopinto conjunto hablaban al otro lado de la sala,lo que cualquiera habría mirado como un mero formalismo yo lo veía como una muestra mas que clara de que el ser humano tiende a ser como borregos,juntándose por el simple echo de que por edad o raza podrían parecerse a ellos,estúpido pensamiento.

Desvié esos pensamientos de mi y aunque eso de las formalidades no me terminara de convencer hice caso a mi voz interior,que mas bien era la de mi madre,que no paraba de repetirme que tenia que hacerlo.Me acerque con reticencia al muchacho gordito ¿muchacho? en ese momento no hubiera sabido decir muy bien que edad tendría ese hombre y haciendo un amago de sonrisa y con un tono que obviaba mi nerviosismo le dije -Hola- antes de que tuviera tiempo de volver a decir nada la mujer que anteriormente nos había explicado un poco de lo que iba el proyecto entro por una puerta de la que hasta ahora no me había percatado,la mire y escuche atentamente sus palabras,negué con la cabeza y sin saber muy bien porque volví a mirar al chico.

Iori disfruta de la conversación con su par asiático sin importarle el resto de sus compañeros. Es tan medida y controlada a la hora de hablar a tal punto de pensar 5 veces lo que va a decir, no se permite un margen de error, no esta entrenada para eso.

- Me llamo Fenx y tú? -dijo con una sonrisa de complicidad- Creo que todos estamos un poco nerviosos. Se agradece ver un rostro "familiar", -haciendo referencia a sus rasgos asiáticos-

-Mi nombre es Iori, realmente soy de piedra no sé lo que es padecer nervios, quizás la raza trae en sus genes cierta resistencia a este tipo de situaciones. -suena irónica al hablar pero no desagradable.

-Espero que esto empiece pronto o me subiré por las paredes...- comentó alegre, hablando perfectamente el idioma-  Estoy aquí por mi familia.- expuso con un deje de misterio. - ¿Y tú, como has acabado metida en este experimento?- agradecía hablar con alguien, aunque sólo fuera para pasar el rato de la espera.

- Si te subes por las paredes podríamos hacer algo divertido, a ver... Familia, verdaderamente no sé lo que es eso, no he nacido de un repollo ni me trajo la cigüeña pero hace rato que he perdido todo tipo de conexión familiar, sea sanguinea o de otro tipo, he nacido por un propósito. -se equipara en ser misteriosa junto a Fenx. -Estoy aquí porque me considero una persona "osada y aventurera", estoy un poco cansada de la mediocridad humana, quizás en otros planos sea mas llevadero el tema.- Iori es tan cleptómana cuando lo desea a tal punto de creerse sus propias mentiras.

De repente la charla se interrumpe por la "reina de la ciencia", inmersa en sus pensamientos escucha a Louise Ravensworth aunque no del todo, está claro que el objetivo es ella pero para más adelante, ahora me limitaré a decir "si" con la cabeza o seguir hablando con este compañero asiático llamado "Fenx"

Fenx escuchó atentamente lo que Iori le dijo sobre ella. Sin embargo no entendía muy bien a que se refería con algunas cosas. ¿De piedra? Parecía una mujer dura pero que no sintiera ningún tipo de sentimiento ante la situación era, o bien una exageración, o algo realmente extraño. Aquella mujer, en unas pocas frases, dejó entrever que era un arma de doble filo. Iori comentó que ha nacido con un propósito con el mismo deje misterioso que Fenx había utilizado momentos antes. Pensó en preguntar, pero intuía que no sacaría nada más que eso. Sin embargo su sorpresa no terminó allí. ¿A que se refería con aquella alusión a la familia? ¿A que venían repollos y cigüeñas? Quizás fueran parte de algún dicho o alguna metáfora que él desconocía... 

- Iori, no entiendo a que te refieres. Mi familia no tiene nada que ver con repollos ni cigüeñas. -dijo, sin esperar una explicación por parte de la mujer pero si se trataba de una burla no tenía ninguna gracia- Lamento que no tengas ninguna conexión familiar, -comentó, realmente aflijido. Aunque tú no lo lamentes o no aparentes lamentarlo, pensó- pero en este mundo, a veces, y si uno tiene suerte, eso es lo único en lo que puedes confiar. -Algo le decía que iba a recibir una respuesta del estilo "únicamente puedes confiar en ti mismo", pero en ese momento entró la mujer de la pantalla en la sala para explicar algo más del procedimiento a seguir.

Tras escuchar las indicaciones de Louise, quién al parecer iba a formar parte del experimento junto a ellos, pensó en resolver alguna de las dudas que tenía. -Louise, -no tenía intención de llamar a nadie señorita, señora, o lo que fuera que estuviera acostumbrada a recibir como acompañamiento del nombre para dejar clara su superioridad social- ¿que se espera exactamente de nosotros? ¿Cuanto durará el proceso?

¿Y qué te trae por aquí? ¿Solo la paga? 

Evan no había terminado de preguntar a Toni cuando frunció el ceño, importunado por algún recuerdo repentino que vino a su memoria. Quizá algo había olvidado hacer, dejar o recoger antes de entrar a donde estaban. De nuevo con rostro serio, meditó unos segundos, y pronto lo dejó correr.

Echó una mirada a los grupos que se estaban juntando, tanto tiempo en el grupo de los jóvenes como en el de los orientales, y luego apareció de nuevo su 'benefactora' pareció dejarlo correr.

Tras escucharla atentamente, aclaró levemente la voz y contestó.

Suscribo las preguntas de mi compañero, y quisiera añadir algunas: ¿Qué riesgos se corren? ¿Qué nos espera, unos 'sueños interactivos', "simplemente", o hay algo más? ¿Hasta qué punto puede influir nuestro consciente  o insonsciente en el escenario que se cree para nosotros?

¿Y qué te trae por aquí? ¿Solo la paga? 

Evan no había terminado de preguntar a Toni cuando frunció el ceño, importunado por algún recuerdo repentino que vino a su memoria. Quizá algo había olvidado hacer, dejar o recoger antes de entrar a donde estaban. De nuevo con rostro serio, meditó unos segundos.

Mierda, las SuperLED...
Evan había estado intentando hacerse con el monopolio de unas nuevas bombillas SuperLED que acababan de salir. Los ecologistas habían hecho unas agresivas campañas para que la gente las comprase, y tenian previsto entregar varias decenas de miles de firmas para que el gobierno las impusiese en coches y alumbrado público, de eso se había enterado por otros contactos, así que había ido a por todos los fabricantes y distribuidores para quedarse con la exclusiva antes de que se aprobase dicha ley, si es que se aprobaba. Y si no, la campaña de los ecologistas le haría de campaña publicitaria.
Pero se le olvidó de dejarle instrucciones a Tiffany sobre ese asunto, 'comprar' y forzar a la competencia y la reunión con varios empresarios era al día siguiente.
En fin... espero que sepa llevarlo. Desde luego si le sale bien habrá pasado una dura prueba de fuego, a ver si tiene madera...

Tenia muchos negocios, muy diversos. Diversificar era bueno, si un negocio caía, otros te mantendrían a flote... Y cerrar bien ese trato era una buenísima inversión.

Tiffany era una buena empleada. Su sueldo la hacía una empleada fiel, y él era lo bastante inteligente como para tratarla con respeto y formalidad. Desde luego que le tentaba acostarse con ella, sobretodo porque tenía novio desde hacía varios años, y ese morbo no lo cubre la mejor prostituta. Pero en Evan mandaba la cabeza. Una mano derecha tan eficaz como Tiffany no podía dejarse perder por un instinto animal como aquél. Él mismo había sido un secuaz mal valorado y mal tratado, y sus jefes habian muerto.
Simplemente no quería ser él el jefe muerto.

Pero desde luego, si era ella la que algún día se le acercaba... Bueno, habría empezado ella!

Echó una mirada a los grupos que se estaban juntando, tanto tiempo en el grupo de los jóvenes como en el de los orientales.

Mocosos, y chavalas. Y joder como crecen las chavalas hoy en día.
El comentario de Fenx sobre la familia casi le arranca una sonrisa. Casi. Pero no era un tema que lo pusiera de buen humor.
Con mi familia me gustaría haberte visto, chinito... A ver qué opinabas.
Y luego apareció de nuevo su 'benefactora' así  que pareció dejarlo correr.

Tras escucharla atentamente, aclaró levemente la voz y contestó.

Suscribo las preguntas de mi compañero, y quisiera añadir algunas: ¿Qué riesgos se corren? ¿Qué nos espera, unos 'sueños interactivos', "simplemente", o hay algo más? ¿Hasta qué punto puede influir nuestro consciente  o inconsciente en el escenario que se cree para nosotros?

Cuando la pantalla desapareció y el efecto de aquella rubia mujer de unos cuarenta años desapareció de su mente, Evans Mayers se encontró rodeado por un tumultuoso murmullo que había conseguido romper con la tranquilidad de aquella sala. El joven ladrón de guante blanco maldijo para sus adentros mientras analizaba cada uno de los rostros, miradas, gestos y personas que había en "el proyecto".

Había gente de todo tipo. La verdad es que la corporación había conseguido una "rebaño" bastante interesante. Había personas rozando la mugre, casi, otras iban igual de acicalados que él, había chicas feas y guapas y seguramente tontas e inteligentes. Las primeras eran las mejores si querías aprovecharte de ellas. Una sonrisa para sus adentros marcó el rumbo de su pensamiento mientras una última persona se acercaba al grupo.

Si hubiese sido una persona expresiva, seguramente se hubiera quedado con la boca abierta. Era aquella rubia que había salido en la gran pantalla de momentos anteriores. Pero esta vez, vestía el mismo traje blanco que todos y andaba con aires delicados. La verdad es que tenía algo bastante atrayente y a la vez extraño. Sus ojos parecían pensar con su mente.

Todo lo que la rubia soltó por la boca, a Evans le sonó un tanto extraño. ¿Así que una de las encargadas del proceso iba también a sumergirse en el mismo? ¿Acaso había algún peligro? ¿Qué necesitaban más que su propio instinto de supervivencia? Las preguntas de la mayoría de las personas sonaban totalmente a chino. El joven ladrón bufó divertido mientras contestaba a uno de los integrantes del grupo (Evan Banks):

-¿A dónde te crees que venías? ¿A una cámara de realidad virtual?

Evans se dirigió a él con fuerza, sin ningún reparo, de forma directa. Como la vida le había enseñado a ser. ¡Por supuesto que aquello entrañaba peligro! ¡La inconsciencia no era algo bonito!

Evan miró a Evans de reojo cuando empezó a hablar, y conforme hablaba fue mirándole más directamente a la cara. Terminó de escucharle y tomó aire antes de responder.

No. Dijo con calma Solo quiero informarme más, de boca de quien más sabe. Si te parece te tapas los oídos y vas a la aventura y a ciegas. ¿Acaso saltas en paracaídas sin saber como funciona?

Dejó de prestarle atención y volvió a centrarse en la Sra. Ravensworth, sin esperar respuesta de Evans.

Evan miró a Evans de reojo cuando empezó a hablar, y conforme hablaba fue mirándole más directamente a la cara. Terminó de escucharle y tomó aire antes de responder.

¿Y este imbécil con quién se cree que habla? ¿Con su colega el fumeta? Sigue vacilándome, cretino...

No. Dijo con calma Solo quiero informarme más, de boca de quien más sabe. Si te parece te tapas los oídos y vas a la aventura y a ciegas. ¿Acaso saltas en paracaídas sin saber como funciona?

Dejó de prestarle atención y volvió a centrarse en la Sra. Ravensworth.

Tenía pensado seguir esperando allí, rodeado de las chicas más jóvenes del grupo, cuando la "creadora" del proyecto se presenta en persona y nos dice un pequeño discurso... Parece que no ha hecho una fortuna por casualidad. No sé si su análisis es creado por ella o por su equipo, aunque la cuestión es que ha acertado en el clavo. 

No hay que ser un observador experto para darse cuenta, como bien ha dicho la señora Raven, para ver que algunas personas se han empezado a reunir en pequeños grupos. Por un lado los asiáticos, por otro lado los... ¿Hombres de negocios?... Los más jóvenes por otro... Y el resto, por el momentos, son los solitarios. 

Esperemos que esto empiece pronto y se pongan las cartas sobre la mesa.