Partida Rol por web

Vaya, que popular soy de repente, pensó al ver que la señorita Ravensworth se unía también a ellos.

- Hola - respondió cuando ésta llegó hasta ellos. - Podéis llamarme Ibo - añadió mirando a las dos mujeres y aprovechando que estaban de presentaciones. - Quizás sea yo el que no quiera abandonar Estado Alfa - le contestó a la mujer mirándola a los ojos.

En un principio le había parecido un lugar desolador y lleno de peligros pero había descubierto que eso le proporcionaba una gran cantidad de adrenalina que ningún otro videojuego podría igualar.

La chica más joven sugirió usar el cabestrante del camión para enderezar el camión de bomberos y el hombre, Abel, se llama Abel, le propuso ir a por él mientras Eve exploraba el camión.

¿Me necesita para ir a por un puto garfio? ¿O es que no quiere que me quede solo con ellas?

- Sí, traelo - respondió haciéndose el distraído mientras examinaba la escalera y le daba la vuelta al camión de bomberos. Esperaba que no insistiera y fuera él solo a buscar el gancho - Creo que podremos engancharla por aquí.

Quico estaba tan obsesionado en buscar una solución a lo del puente, que ni siquiera se había acordado de los recién llegados. Saluda a Kara y Usuario con un apretón de manos.

-Perdonad, que no os he saludado antes. Os lo habéis montado bien con esas motos. Madre mía.

Luego se dirige a Abel, al que no conocía.

-Soy Quico, encantado. No hagas caso a la rubia, le va ese rollo de mirar a la gente por encima del hombro y se cree que porque hemos firmado un papel, puede disponer de nuestras vidas a su antojo. Pché. Bueno, vamos con lo del camión. Ya charlaremos luego. Creo que con estas poleas, podremos facilitar el trabajo.

Mientras Eve revisa el camión, Quico intenta utilizar las poleas y un trozo de cuerda para hacer una extensión de la eslinga del camión que ayude a levantar el camión de bomberos.

Entré a la pequeña salita de puente sujetándome a la pared y con cuidado de pisar por donde la madera parecía menos podrida,hasta ese momento la nieve había cubierto el suelo haciendo que no cayera en que la mayor parte de la cubierta del barco era de ese material.

Cuando hube estado dentro,entre los mandos ya inservibles de la pequeña embarcación miré a mi alrededor para intentar ver si había algo de utilidad pero solo volví a ver la cuerda que había visto atraves del pequeño ojo de buey,ese que en otro momento había sido un pequeño alivio para el pobre marinero que se ocupaba de manejar aquel cacharro.Cogí la cuerda y salí de allí con rapidez.

El camión se paró en seco. Sebastian miró hacia el frente y encontró una brecha en el puente, una señora brecha de verdad. Eso no estaba en los planes así que habría que idear alguna forma de cruzar. Los avatares comenzaron a buscar herramientas y materiales para alguna idea que se le habría ocurrido a alguien pero claro, no le preguntarían al ingeniero con cuatro doctorados y unas cuantas licenciaturas ¿Para qué? Todos parecían subestimarlo o dejarlo de lado por una mole de buenos músculo o un ligero atisbo de inteligencia. Descendió de la parte trasera del vehículo. Louise y Usuario estaban hablando junto con Abel y alguno más, apenas se fijaba ya en quienes eran, los nombres al fin y al cabo se olvidan cuando ya llevas unas generaciones aquí por lo que en principio carecían de importancia.

Alzó la vista del suelo en el que habían reflejado los rayos para dar con las personas congregadas en el cuarto de mantenimiento o algo así - ¿Hay soplete o soldador? ¿Y alguno que esté inservible? ¿Algún extintor? - Preguntó mientras miraba los camiones buscando alguno de una longitud estimada de 3m aproximdamente. Ya tenía una idea y con los materiales que seguramente encontraron se llevaría a cabo sin dificultades aunque quizá tuviesen otras en mente, habría que escuchar lo que tenían que decir.

Se gira, mira a Ibo. -Qué le pasa a éste chico? Por qué tiene que caerme bien la gente a la que yo no le caigo bien? En fín.. Se encoge de hombros, iba también a contestar a Louise, pero apareció Quico y le saludó. Antes de girarse de nuevo y hablar con él le dió tiempo a pensar: -Claro que te gusta la aventura, rubita. Y más si tiene que ver con la polla de un mancebo con gafas. E ingeniero. 

-Eh, hola, encantado! sonríe no muy ampliamente, y le estrecha la mano a Quico. Yo soy Abel. Sí, eso justo pienso yo. Y alguna otra cosa más que me callo. Ésta vez si sonríe enseñando los dientes. -Un tipo majo! 

Camina junto a Quico. 

-Si, pero además creo que necesitaremos acercar más la camioneta y colocarle algún soporte para que no vuelque. El camión es más grande y pesado que ella y no creo que consiga levantarlo por las buenas. Aunque.. Podemos probar, no tenemos mucho tiempo. Tu sabes conducir éste cacharro?​

Se quita el largo abrigo estilo gabardina, lo dobla y lo sujeta con el antebrazo izquierdo. Ahora se puede ver su cinturón en el que porta una 9 mm y un largo y algo oxidado machete. Se agacha para inspeccionar el garfio y el cable... 

-Puede que el cable aguante, pero la camioneta... tengo mis dudas. Probemos. 

He pensado que para que Abel tenga razones para no fiarse de Louise, aquel haya querido entrar en el proyecto porque Louise le prometió que podría encontrar a los asesinos de su mujer aqui dentro, o que como mínimo le daría información que ella tenga o pueda conseguir con tantos recursos... O porque aqui iba a encontrar a alguien que supiera algo como a Jules, la forense. O lo que a tí se te ocurra...

Te digo ésto para poder postear sin inventármelo directamente y que luego no estés de acuerdo. 

Afortunadamente Abel es un lienzo en blanco en el cual tus pinceladas le dan color y profundidad. Vamos que todas las ideas expresadas arriba son plausibles, por ejemplo la promesa de dinero para su búsqueda en su venganza personal y la dirección del asesino y su nombre al terminar el experimento. Eso es algo simple pero lo dejaremos a tu criterio.

Montar sistema de poleas (inteligente

Quicko gracias a tu ingenio logras montar el sistema de poleas que tienes en mente. Los cables parecen firmes y seguros, posiblemente soporten toda la tensión necesaria para levantar el camión de bomberos sin peligro de cortes. Ahora tan solo resta encender el motor del camión y poner en funcionamiento el malacate. Y con suerte tal vez funcione sin destruir el pequeño camión en el proceso. 

Superviviente

Sebastian encuentras todos los aparatos que buscas tras mirar en algunos vehículos. En una camioneta encuentras un equipo completo para soldar, en un camión volcador lleno de herramientas de construcción naval hallas un extintor y dos tanques de oxigeno junto a un soplete de gas autopresurizado.

El atardecer se aproxima junto a la tormenta pero antes sucede otra cosa que llama la atención del grupo que ahora trabaja en dos grupos para el mismo fin: cruzar el puente y abandonar la peligrosa ciudad llena de mutantes, bestias y merodeadores.

La primera en verlos es Rain, desde el puente logra divisar entre la niebla a dos personas caminando por la costa en dirección al puente (avanzan por su lado del rio específicamente) luego varios metros atrás les siguen otras dos figuras. La primera de ellas parece ver al grupo del puente por lo tanto les saluda con la mano en alto en señal de paz, quien les sigue parece llevarse las manos al rostro pero es difícil distinguir la escena en la distancia. Luego los cuatro se acercan lentamente.  Finalmente Rain, Evan, Jules y Kara los ven.

Rain estaba ayudando a Kara a sujetarse la cuerda y el arnes, preparandose para cruzar, mientras los demás trataban de habilitar  el camión de bomberos.
- A donde te metiste Kara, nos dejaste muy preocupados, Quic0 nos dejo y luego tu desapareces, Encontré algunas cosas, pistas importantes, pero sera después de cruzar que te las muestre, a Dax le desapareció una pierna, no lo conozco pero parece buen tipo, ¿Quienes son ellos? - refiriendose a Ibo y Abel - El chico venia con nosotros ¿verdad? lo vi, pero nunca pude hablarle ¿Sabias que se puede controlar el estado alfa?, allá en la casa pude llenar mi....- la niña se interrumpe de momento cuando parece percatar algo a la lejanía, hablaba de prisa y amontonando las palabras, emocionada por encontrar a su compañera perdida, quería recuperar el tiempo perdido y hablarle de todo de una vez.

- ¡HEY! - grita para llamar la atención de los que están en el puente con ella - por allá viene alguien - dice señalando, inmediatamente toma su arma y busca cobertura a la orilla del puente, apuntando a los recién llegados, luego reacciona y va por los prismáticos a la maleta que llevaba con el equipo de escalada. Echa una ojeada con el arma preparada.

¿Quienes son? uso los catalejos 

No hay mucho para ver en la distancia. Cuatro figuras con vestimentas similares a las de ustedes, abrigos de invierno, gorros de lana, mochilas y un pequeño carro que arrastran. Una de las figuras es de menor estatura que el resto y otra es un poco más abultada pero hasta no tenerlos más de cerca es difícil saber. Lo único destacable es que tienen las manos vacías y si hablamos de armas solo ves un par de armas largas colgando de las espaldas de los dos que llevan la delantera.

Sonrió ante el comentario de Usuario, a fin de cuentas era uno de los mas amables aquí porque el resto parecía que había pasado de largo el nivel inicial y la primaria del colegio por lo maleducados que se comportaban. - En fin... quien me mandó a tomar decisiones tan estúpidas. - pienso al notar la mirada de Abel vaya a saber que pensaba en ese momento, pero si me lo propusiera sería fácil. - Imbécil. - respondí al guiñarle un ojo a modo de " sé lo que piensas". 

Pero como no deseaba gastar mi preciado tiempo en personas sin escrúpulos centro mi atención a Usuario. - Vaya, al menos alguien que se interesa en Estado Alfa y no me reclama nada. Podría contarte más sobre esto.  - señalando la totalidad del escenario. - Por cierto, un placer Ibo.- observo su expresión sin denotar un ápice de algo, simplemente como si estuviera ante una persona que me caía bien. 

A los segundos observo que comienzan a movilizar. - ¿Cómo te ves atravesando el puente? - le pregunto al muchacho.

Había mirado con curiosidad a ese hombre curtido de nombre Abel mientras el cigarro se prendía bajo el intenso calor. Silenciosa viré para escuchar a Ibo. Su conversación con la mujer, Lousie, apenas me interesaba pues no entendía demasiado. Pero comenzaba a sacar en claro que ella parecía conocer a casi todos y que estos no le tenían demasiada estima.

- Miraré a ver que encuentro...Dije respondiendo a Abel para encaminarme bordeando el aparatoso vehículo volcado. 

Debió de ser un buen golpe, me digo a mi misma repasando el estado del camión de bomberos y trepando de forma ágil llegó a subirme a la parte superior donde busco un lugar ideal en el que amarrar la polea de tiro.

Pero que...¿Mas gente perdida en esta pesadilla? Mi instinto me hace desenfundar la pistola en cuanto soy consciente que un pequeño grupo se va acercando al puente.

- ¡ Atención ! Se acercan bordeando el rio cuatro personas. Pueden ser el mismo tipo de gente que nos perseguía en esos coches y motos...Alerto  Ibo y a Louise asomando mi cabeza desde la parte superior de la cabina. 

¿Y si son ellos?. Me han seguido...me quieren llevar de nuevo y encerrarme. No me atraparan...Su amable saludo y la aparente calma que trasmiten con sus manos vacías no me convencen. Estoy preparada y comerán plomo ante la mas mínimo gesto extraño que hagan...

¿Y si son ellos?. Me han seguido...me quieren llevar de nuevo y encerrarme.

Es cierto, son ellos y vienen a por ti. Traen agujas y bisturíes para ti, mas dolor y sangre. Nuevas marcas para nuestro cuerpo. – escuchas una voz detrás de ti y al darte vuelta rápidamente descubres una mujer de aspecto similar a ti. La única diferencia es que no presenta cicatrices y su aspecto es mas saludable.

Es momento que volvamos a ser una sola mujer. Ahora solo eres una sombra igual que aquella niña, el desperdicio de Mobius. Nuestro amado Charles lo sabía y murió por ello. – luego de su segundo comentario la mujer retrocede un par de pasos para dejarse caer por el borde del camión volcado y desaparecer de tu línea de visión. Nadie más perece haberla visto.

Quico dejó los cabos que estaba asegurando y levantó la vista para mirar a las pesonas que se acercaban.

-No lo creo, parece que vienen de buen rollo. Los merodeadores no se detienen a hablar. Disparan a la primera ocasión que tienen. De todos modos, será mejor tomar precauciones, pero que no nos vean levantar un arma, no vayamos a liarla sin motivo.

Termina lo que Quico deja pendiente y luego deja de agacharse también. Mira hacia los que están llegando. -Si, si levantan las manos, será más gente a la que saludar. Espero que de una vez por todas salgamos de aquí y no tengamos que buscar comida para tanta gente.

-Eh, Quico, voy a encender el motor. Levantemos ésto de una vez. Mira hacia Eve e Ibo.

-¡Chicos, preparaos! Seguidamente se sube al camión y en cuanto los jóvenes tienen todo enganchado, Abel arranca el motor y pone en marcha el sistema, mordiéndose el labio inferior y frunciendo el ceño.

-Venga, arriba, vamos, vamos...

Me quedo parada escuchando lo que tiene que decirme ella. Ni tan siquiera he prestado atención a Quicko y a Abel quienes habían acercado la camioneta. Ni a lo que hacen Ibo y Lousie.

- Pues si son ellos no pienso dejarles hacerlo. Los mataré....a todos, antes. Se ha desvanecido de la misma forma enigmática que apareció y me he quedado sin escuchar su respuesta a mi valiente afirmación. Nadie la ha visto, supongo que los demás me han devido ver hablando sola como si fuera una lunática.

- Te quivocas, no son de fiar y no pienso dejarme engañar por ellos. Esta vez si que me dirijo a Quico. Endurezco mi expresión mientras ato el cabo de la polea al lugar adecuado que he encontrado. Doy un pequeño salto desde lo alto para bajar haciendo una ágil pirueta que me deja aterrizar sobre ambos pies a la vez.

- Podeis tirar ahora...No me quedo para comprobar si el hilo de acero resiste, me voy caminando con mi pistola sujeta a mi brazo que estirado permanece pegado al cuerpo para no parecer amenazadora. O al menos no demasiado.

Cuando regreso a lo alto del puente me acerco a la joven con el traje militar. Rain si no me equivoco y le susurro algo.

- No son de fiar, desconfía de ellos. Vienen para llevame ....Tu tienes que entenderme. Te pareces a mi, eres una sombra de lo que fuiste. El desperdicio de Moebius...La miro de forma fría pero decidida esperando ver si mis palabras significan algo para ella. Tiene que ser así, es lo que me dijo y eso explicaría porque Rain me resulta tan familiar, tan cercana a mi. También me pregunto si sabía de la muerte de Charles y si lo conocía tanto como debía hacerlo yo...Nuestro amado Charles...

Mis ojos, carentes de brillo en su mirada danzan en dirección a quienes se acercan. Expectante permanezco a la espera, inquieta por dentro, un témpano de hielo por el exterior, dejando que los demás sean quienes les reciban, quienes escuchen sus mentiras.

-Vale tío. Tira, pero con cuidado. Si ves que va a partir, páralo. ¿Vale?

Quico contestó a Abel sin mirar ni para él, ni para el camión. Las dos personas que llegaban paseando como salidas de la nada y como si nada malo sucediese, captaban toda su atención y por un momento, ni el puente, ni el camión existían.

-¿Que no son de fiar?¿A qué te refieres? ¿Los conoces?-Quico arqueó una ceja mirando a Eve, extrañado-Sin ánimo de ofender, no tenemos más motivos para fiarnos de ti, de los que tenemos para fiarnos de ellos. Quiero escuchar lo que tengan que decir. Después de eso, actuaremos en consecuencia. 

-¡Chicos, preparaos! Seguidamente se sube al camión y en cuanto los jóvenes tienen todo enganchado, Abel arranca el motor y pone en marcha el sistema, mordiéndose el labio inferior y frunciendo el ceño.

-Venga, arriba, vamos, vamos...

Abel pone en marcha el motor y los cables se tensan al tirar del camión de bomberos el cual gira y toma su posición normal sobre sus ruedas. El plan funciono exitosamente y ahora pueden disponer de las partes que necesiten del vehículo de bomberos.