Partida Rol por web

Little se quedó boquiabierto: Hacía meses, puede que años, que no veía a personas normales. Se había convertido en un lobo solitario, rodeado de mutantes y otros peligros que pretendían matarle.

- El cansancio y el frio deben de estar jugándome una mala pasada, sin duda son mutantes y la distancia me impide estar seguro.

Con sigilo y escondiéndose entre las casas y árboles muertos se acercó al grupo para observarles desde más cerca. Extrajo una flecha de la aljaba y la tensionó sobre la cuerda del arco que había encontrado hace tiempo en una tienda de caza y se había convertido en su único amigo. La experiencia le había enseñado que las balas eran un recurso valioso a reservar para cuando las cosas se ponían peliagudas.

Se acercó lo suficiente como para descartar que fueran mutantes y al ver cómo discutían entre ellos, siempre oculto y con sigilo, se acercó aún más para intentar escuchar lo que decían.

Por favor has una tirada de tu aspecto Superviviente bonificada en dos dados adicionales por el aspecto adicional llamado “superviviente” del capitulo dos. A mayor cantidad de éxitos mas información podrás obtener e incluso acercarte mucho mas sin ser visto.

(la explicación del aspecto extra por escenario se encuentra al principio de la otra escena)

Todos por favor tiren Superviviente. Algo no anda bien y no lo saben…..aun.

Quico asoma desde detrás de una pila de escombros cercana a Samuel intentando ocultarse del "francotirador" y le habla en voz baja.

*-Tranquilo, soy yo. Os están vigilando. No mires ahora, pero por allí arriba, a la derecha alguien se está moviendo. Díselo al resto. Yo voy a intentar atacarlo desde atrás.*

Dicho esto, desaparece por donde ha venido.

Pues eso, voy a intentar dar un rodeo para buscar a quien sea que los esté espiando para ver si lo doy cogido por sorpresa.

Rain se pone en pie y busca a su alrededor alguna edificación que siga mas o menos entera, se pone en marcha hasta lo que parece ser o fue una tienda. 
Vamos Samuel busquemos... - dice con pereza.

Camina atravesando la calle llena de escombros autos destartalados y charcos de agua helada 

Pues eso, voy a intentar dar un rodeo para buscar a quien sea que los esté espiando para ver si lo doy cogido por sorpresa.

Cuando te acercabas al grupo te pareció ver algo moverse entre los coches calcinados pero luego te fue imposible seguirle el paso, lo que sea se mueve ágilmente entre los obstáculos. Deberás tomar velocidad sin ser descubierto.

Aproximadamente hay media docena de sujetos equipados con trajes NBQ hablando entre sí. La mayoría no lleva las mascaras petas y gracias a ello puedes distinguir dos personas que jamás esperarías encontrar aquí. La líder de Estado Alfa Louise Ravensworth y su pareja y cofundador Sebastian Svante la persona encargada de “diseñar “estos sitios de pesadilla. El resto parece ser gente común y corriente, un variopinto de hombres y mujeres de distintas edades.

  Louise Ravensworth y Sebastian Svante

Parece que no se han dado cuenta de tu presencia lo cual te lleva a pensar que solo pudieron sobrevivir por milagro ante un escenario mortal como Langley, un sitio plagado de mutantes, animales temibles y lo peor de todo: otros sobrevivientes.

La nota de gracias es verlos con esos trajes que ya a simple vista son bastante ridículos además de obstaculizar la visión y el oído solo sirven para protegerse de la lluvia radioactiva y de áreas extremadamente contaminadas pero ellos parecen empecinados en usar los trajes hasta para dormir.

Afortunadamente tienes la iniciativa en esto. El primer movimiento es tuyo. Ellos no llevan armas a la vista.

Rain y Samuel

Cuando se disponen a buscar refugio vuestro sexto sentido les golpea en la nuca advirtiendo que algo no anda bien. La calle es una tumba, un sitio envuelto en el mayor de los silencios donde cada sombra parece cobrar vida y caer sobre ustedes en cualquier momento. En cambio el resto del grupo se encuentra demasiado cansado o enfocado en sus discusiones habituales como para percatarse del entorno.

El único punto de suerte podría ser un enorme Hipermercado mayorista a trescientos metros al noroeste. Posiblemente encuentren alimentos y equipo. Es lo único que llama su atención entre los edificios en ruinas.

Quico armó su ballesta y apuró el paso, pero intentando no hacer ruido lo que no se le estaba dando nada mal. Esta nueva versión de él generada por el entorno de realidad virtual le estaba gustando. El sudor volvía a manar abundantemente y jadeaba, pero si alguien los estaba espiando, debía de saber quien era. Posiblemente un merodeador. ¡Como le gustaría coger a uno de ellos para interrogarlo!. Pero el tipo sabía moverse bien.

Hijode...sabes como moverte, ¿eh?

Joder Quico, ¿quién coño te crees que eres?¿El puto Sam Fisher? Te van a matar, tío. 

Quick0 sin esperar respuesta de Samuel sigues avanzando entre los vehículos en búsqueda de aquella figura furtiva. Das un rodeo por el lado contrario hasta llegar por detrás, desde ese momento la situación se desarrolla sin cause.

La otra persona en ese momento de un salto desaparece detrás de un puesto de hot dogs para salir delante de ti. Ambos llevan armas de cuerda, arco y ballesta respectivamente pero ninguno de los dos parece ser un incursor embozado de ropas militares y armas automáticas.

La diferencia es que la figura que lleva la ballesta usa un traje NBQ bastante ajustado y la otra persona solamente viste ropas de invierno y un arco tensado. La distancia para usar  las armas no es la óptima e intentarlo podría significar la ventaja para el oponente pero existe algo llamativo en el otro, las miradas enfrentadas traen recuerdos de haberse visto anteriormente y cruzado algunas palabras.

Por el otro lado los demás continúan con su pasividad habitual. 

-Tu...-dice Quico sin dejar de apuntar con su ballesta-Te conozco. Hace...tiempo ¿cuánto? ¿Te parece que bajemos las armas y me cuentas qué haces aquí y porque espías a esta gente? Por cierto, casi mejor voy a avisarlos antes. Les advertí de tu presencia y podrían llegar a dispararnos si se ponen nerviosos.

Quico baja ligeramente la ballesta como gesto de buena voluntad, pero listo para recuperar la posición y disparar si se le ocurre tensar el arco. 

Un poco perdida por la rapidez de los acontecimientos ahora me encuentro caminando junto a Sebastian hacia Langley, era sorprendente la forma en que este escenario hacia con nosotros lo que se le daba la gana y para colmo de nuestras mentes ha salido ese lado funesto y perturbado. Algún día cuando al fin esté en mi casa junto a mi novio tomaré lo recaudos de no meterme mas en este tipo de experimentos porque las ganas de ser yo misma sujeto de pruebas y creadora me ha dejado de interesar.

Al ir mas retrasada que el resto por obvias razones nos odiaban y yo a ellos, así que no ibamos a fingir acercamiento cuando las intenciones son inexistentes. -Sebastian cariño, me estoy planteando que haremos de ahora en mas. Ellos nos detestan y no hay forma de establecer un diálogo acorde. Allí van Rain y Samuel hacia el supermercado. Vamos. - tomados de la mano nos dirigimos hacia ese lugar.

Little se pregunta qué harán estas personas con los trajes NBQ y desconfía de ellos, es lo que te enseña llevar años encerrado en Estado Alfa. Sin embargo, la esperanza prevalece, la esperanza de encontrar a personas normales con las que compartir esta pesadilla, la esperanza de colaborar para salir de aquí.

Se encuentra escondido tras una furgoneta de perritos calientes y no parecen haberle detectado, así que decide seguirlos a una distancia prudente para ver qué pretenden y hacia dónde se dirigen, con la intención de saber si son de fiar y de qué armamento disponen.

Sin embargo, cuando Little sale de su escondrijo para seguir al grupo, se encuentra de frente con un individuo enfundado en un traje NBQ igual que el resto, con una ballesta preparada y mirándole fijamente. Instintivamente tensa el arco y le apunta, pero su cara le recuerda a alguien. El desconocido le dirige unas palabras tranquilizadoras y baja la ballesta. Little no ha sobrevivido tanto tiempo por fiarse del primero que pasa, de modo que sin bajar el arco le contesta:

- Me acuerdo de ti, pero no sé de qué, hace mucho tiempo... ¿Cuántos sois? ¿Por qué lleváis trajes de protección?

Mientras pronuncia estas palabras, se acerca lentamente al desconocido para poder dialogar sin gritar, y busca alrededor otros de su grupo que puedan estar preparándole una emboscada.