Partida Rol por web

El corredor se estrecha a izquierda y derecha, no parece albergar ningún peligro y a unos metros en ambas direcciones dobla hacia la derecha. Dejan a Blissex en el suelo, el cual se revuelve inquieto en sueños durante unos instantes y finalmente abre los ojos. Parece confuso y mira a su alrededor intentando situarse:

- ¿Dónde estamos? - pregunta con una voz que en esta ocasión suena bastante firme.

Por el momento habían logrado avanzar y acercarse un poco más a su objetivo, escapar de aquel destructor. Mike comenzaba a sentir cierta esperanza, más aun cuando escuchó a Blissex preguntar por su localización con mayor entereza de la que hasta el momento había mostrado. Sin duda parecía estar recuperándose del interrogatorio y aquello iba en beneficio de todos.

- Me alegro de ver que se ha recuperado jefe, por el momento hemos utilizado los turbo elevadores para alcanzar las secciones inferiores del destructor.

El ingeniero ahora sólo necesitaba encontrar un panel para conectarse y tratar de averiguar lo que sucedía y una posible ruta de escape, debían encontrar alguna nave que les posibilitase salir de allí y para ello tendrían que llegar a los hangares.

- Tenemos que buscar alguna consola o conexión al ordenador para averiguar nuestra situación y la de el destructor.

Walex escucha atentamente a Donovan y tras meditar un poco dice:

- Debemos estar en un corredor de acceso justo encima de la sección de ingeniería. Creo que podemos encontrar una terminal de ordenador en una de las estaciones de trabajo de esa sección. Desde allí debería sernos fácil acceder a la computadora y determinar exactamente contra qué nos enfrentamos. ¿Qué os parece si vamos allí? -

Meddeth suspiró de alivio cuando comprobó que Yensal seguía de una pieza y en silencio, siguió al improvisado grupo de compañeros siguiendo las indicaciones del único que sabía por dónde se tenía que ir (o al menos, suponía por dónde se tenía que ir)

Al llegar a la bifurcación, Walex despertó al fin. Meddeth suspiró, entre aliviada y resignada, cuando los dos ingenieros hablaron sin que ella pudiese entender nada.

- Señor Walex, yendo a dónde dice, ¿podremos encontrar la manera de salir de esta fortaleza?

Por fin Walex había despertado y sabía lo que ocurría a su alrededor, así sus posiblidades de salir de allí con vida aumentaban notablemente. La pregunta que le hizo Meddeth era la misma que rondaba por la cabeza del explorador, asi que dirigió toda su atención a Walex Vamos viejo, danos una  buena noticia...

- Es es la idea joven, buscar la forma menos peligrosa de escapar. - respondió Walex a la senadora y luego se dirigió a todo el grupo - No os voy a engañar diciéndoos que salir de aquí será un juego de niños. Yo diseñé estas máquinas de guerra, así que creedme si os digo que tenemos pocas probabilidades de conseguirlo. Pero lo que también es cierto es que si queremos tener la más mínima oportunidad, primero tenemos que saber qué está ocurriendo. -

- Bueno hasta hace unos minutos no podíamos imaginar que saldríamos de aquella celda.

Rezongó Mike a quien le había parecido obvio el comentario de Walex, dando por sentado que el resto entenderían su situación y lo que debían hacer, sin embargo no tenía en cuenta que no todos habían recibido formación como ingenieros, algo que solía olvidar con cierta facilidad.

- El destructor ha sufrido un ataque de manera que nos debemos poner cuanto antes en marcha, la explosiones se van distanciando cada vez más y los soldados habrán comenzado ya a organizarse. Por el momento no tenemos más opción que seguir el pasillo.

El ingeniero se giró hacia sus compañeros armados para dar a entender que esperaba que ellos abrieran la marcha y se encargaran de vigilar que el camino estaba despejado.

A pesar de sus ademanes comedidos el alivio de Valorum fue evidente al ver consciente al insigne científico. Dejó las efusiones para más adelante y se centró en la cuestión más urgente: escapar. Meditó en voz alta.

-El bloque prisión sólo tenía un acceso y no hay energía para acceder. A Kolaff le domina el furor guerrero; si conozco algo a ese hombre, en caso de que el Subyugador esté bajo ataque se centrará en la batalla y no en unos prisioneros desarmados en una sección bloqueada.
Estoy de acuerdo en ir a la sección de ingeniería: con suerte habrán desplazado a las tropas, y el personal técnico estará demasiado ocupado para prestarnos atención.

Recibido el beneplácito de Valorum, Walex dice: - Mike tiene razón, será mejor que nos pongamos en movimiento y continuemos discutiendo el plan por el camino. -

Se acerca a un impaciente Sean que apenas puede esperar a que termine tanta cháchara y le explica lo que encontrarán:

- Un poco más adelante, avanzando por el pasillo de la derecha, encontraremos una puerta. Tras esa puerta hay una escalera que nos conducirá al interior de una de las unidades de propulsión sublumínicas más pequeñas. Desde allí, si los desperfectos no son muy graves, deberíamos ser capaces de encontrar una estación de trabajo computerizada que podríamos "tomar prestada". -

Sean memoriza las indicaciones y asiente antes de ponerse a la cabeza y hacer una señal para iniciar la marcha. El caza-recompensas avanza con precaución, con el bláster en la mano y atento a la aparición de cualquier enemigo.

Walex se sitúa a la altura de Valorum y dice a todo el mundo antes de partir: - Por cierto, muchas gracias por sacarme de allí. -

Luego se dirige a Valorum y en voz baja le comenta: - No creo que Kolaff actúe como prevés viejo amigo, recuerda que somos su misión principal, el motivo por el que está aquí. Si descubre que nos hemos escapado no tardará en poner a todo el Subyugador en movimiento para atraparnos. Y es un hombre al que le encanta ser el gato en el juego de atrapar al ratón. - guarda silencio unos instantes durante los que parece escuchar los sonidos procedentes del destructor - Además, tal y como dice Mike, no parece que sigamos bajo ataque. -

Los rebeldes finalmente llegan a la puerta que Walex había comentado. Se trata de una de las típicas puertas blindadas destinadas a asegurar y aislar secciones críticas. El acceso está diseñado a prueba de casi cualquier tipo de arma portátil.

Sean toma posición vigilando el pasillo en ambas direcciones mientras.

Walex se acerca al acceso mientras comenta:

- Deben haber aislado todas las secciones para evitar que los daños de unos puntos se propaguen a otros. Pero si queremos llegar a la estación de trabajo tendremos que abrirla, voy a intentarlo, pero yo no soy muy bueno con los programas de seguridad. -

Walex abre una pequeña portezuela situada al lado y deja a la vista el pequeño ordenador que controla la apertura de la puerta junto con un puerto para droides. Tras teclear durante un rato se levanta frustrado y le pregunta a los demás:

- ¡Nada! ¿Alguien quiere intentarlo? -

Cita:

Valorum hizo una mueca.
-Dánoslas cuando hayamos salido de esta monstruosidad mecánica... -se cortó a media frase y miró a Blissex- con todos los respetos, no pretendía ofenderte.

Más adelante en la conversación intervino de nuevo:
-Ah, si descubre que nos hemos escapado; he ahí la clave. Perderán tiempo comprobándolo, ya sabemos que las consolas ahí arriba no funcionan. Hemos de aprovechar esa ventaja todo lo posible. Me pregunto... ¿sería absurdo inutilizar el acceso al turboascensor para dificultarles un poco más las cosas? Tal vez tengas más suerte que con este panel de acceso.

Walex, frustrado, se sitúa junto a Valorum para dejar hueco a otros y responde:

- No serviría de mucho amigo mío, hay otras formas de acceder hasta esta zona. Por otro lado me temo que la tripulación de esta nave tiene otras formas de detectar nuestra presencia además de ir a comprobarlo en persona. -

Mike observó como Walex manipulaba los controles sin suerte alguna, dependían de abrir aquellas compuertas para poder dirigirse de manera directa hacia las secciones de ingeniería, tener que recorrer otros pasillos y alargar el camino únicamente implicaría un mayor riesgo de que, en el mejor de los casos, fueran capturados de nuevo.

- Dejadme intentarlo, a fin de cuentas todos los paneles de seguridad son similares, ya sea el de una estación de montaje como el de un destructor.

El ingeniero también sabía que posiblemente aquella apertura y manipulación del panel se registrara en algún otro punto de la nave y con ello se diera algún tipo de aviso, lo único que podía esperar es que no dieran importancia a ese movimiento, al menos no inmediatamente.

- Sean, Yensal estén preparados, no sabemos que encontraremos tras las puertas.

Mike manipula los controles mientras que sus compañeros armados toman posiciones por si acaso el ingeniero tuviera éxito y hubiera alguien esperando al otro lado para darles una sorpresa.

Al poco parece tener éxito y la puerta se abre lentamente. Una nube de aire muy caliente le fuerza a él y a los rebeldes más próximos a dar un paso atrás. El espectáculo que se les presenta es cuando menos sobrecogedor.

La puerta que acaban de abrir es un acceso situado en el segundo nivel de una amplia área de ingeniería cuyo nivel inferior está dominada por una imponente maquinaria que en este momento arde por los cuatro costados y de la cual surgen explosiones cada poco tiempo. Todos los equipos situados al mismo nivel que la maquinaria están destruidos o ardiendo. La escalera que comunica su nivel con el inferior está retorcida y en su mitad inferior toma un color rojizo incandescente que indica su proximidad al punto de fusión del metal.

Walex, con los ojos entrecerrados para evitar que le lloren los ojos a causa del aire caliente, dice:

- Esa enorme área que hay justo debajo de la puerta es una unidad de propulsión sublumínica, y el motor cilíndrico sublumínico está ardiendo. - Walex examina la parte superior del área y finalmente señala hacia un corredor metálico suspendido de la pared - No podemos bajar ahí, pero desde la escalera podemos intentar trepar hasta ese corredor y llegar a una estación de trabajo. -

El corredor indicado por Walex pasa justo por encima del tramo inicial de la escalera. La distancia hasta la pasarela no es demasiada y, con un pequeño salto para encaramarse, no debería ser excesivamente complicado auparse.

Yensal se llevó la mano a la cara para protegerse los ojos del calor en cuanto se abrió la puerta. Tardó muy poco en acostumbrarse a esas condiciones, era una de las ventajas de haber trabajado en tantos sitios en condiciones extremas. Cuando Walex pidió un voluntario para que intentara llegar a la estación de trabajo, Yensal supo que le tocaba entrar en acción.

- Iré yo.

Valorum parecía un optimista recalcitrante en contra de las circunstancias, o bien se negaba a reconocer el peligro que corrían. Iba a decir algo más cuando la bocanada de aire caliente le obligó a protegerse con los brazos.

La vasta imagen de destrucción le dejó sin aliento por unos instantes, aunque la atmósfera sobrecalentada tampoco ayudaba. Cuando Yensal se ofreció a bajar sólo pudo emitir un ahogado "Ten cuidado, hijo."

Desde la plataforma superior se dedicó a otear a lo largo de toda la pasarela. tal vez no fuera hábil en combate, pero sus viejos ojos aún podían captar alguna señal de vida o vigilancia en aquel maremágnum de fuego y explosiones y advertir a us compañeros.

Yensal se sitúa al borde de la escalera y con precaución tantea la solidez de la misma. La estructura está claramente afectada, pero el explorador estima que aun puede aguantar el peso de varias personas sin riesgo. Desde la puerta, el senador otea el piso de abajo sin avistar a ningún superviviente a aquella catástrofe, ya sea ser vivo o droide.

El calor no es tan excesivo como habían juzgado en primera instancia, la temperatura no es superior a la de cualquier planeta o región desértica. Sin duda su apreciación inicial se ha visto alterada por el contraste entre el frío que suele reinar en los transportes espaciales y el ambiente caldeado de la sala incendiada. A pesar de todo ya están sudando: las ropas de abrigo que portan son adecuadas para una travesía interestelar, pero no para un ambiente cálido.

Tras calcular la distancia hasta la pasarela, Yensal salta con los brazos extendidos rogando porque la estructura soporte su peso y que no se desplome al quedar encaramado. La alcanza sin problema y dándose impulso consigue auparse.

Una vez arriba comprueba la solidez de la pasarela y llega a la conclusión de que, aunque está algo suelta en algunos puntos, debería poder soportar el peso de dos o tres personas pasando sobre ella a la vez.

Sigue con la mirada el recorrido de la plataforma y ve que da a una cámara situada a una altura ligeramente por encima de la puerta de acceso que ellos acaban de abrir y suficientemente espaciosa para albergar a unas 10 personas. Desde su posición puede ver que en ella hay, entre otras cosas, un terminal de ordenador y una puerta que lleva fuera de la zona de ingeniería.