Partida Rol por web

Blanca se agacha en la pasarela, para poder hablar en un susurro (y estar a la altura de los aguerridos combatientes del bien).

- Los guardias deberían ser fáciles de esquivar. Tienen un mapa del lugar? Tras ver sus miradas confundidas, suspira, sus pechos subiendo y bajando en forma terriblemente perturbadora, y saca un mapa de un bolsillo. Bien, aquí está el mío. Tal vez nuestros caminos sigan juntos, tal vez se separen... a dónde van ustedes?

El mapa muestra el almacen en donde se encuentran. El almacen se comunica con una zona de oficinas de logística, donde se recibe y despacha material por vía marítima. Del mismo almacen, un pasillo largo y descendente lleva al sector de talleres y habitacional, que se encuentra en lo profundo de la tierra. Allí, las cavernas están llenas de duendes, judios, vietnamitas, boliguayos... los esclavos del Gordo.

Por último, una puerta que seguramente estará fuertemente custiodiada, lleva al complejo de la Fortaleza de Felicidad, el hogar del Mal. El hogar de Santa.

Qué harán nuestros sagaces amiguitos del bosque? Iran a buscar su contacto entre los esclavos? Hundirán el muelle para generar demoras en el sistema con el cual Santa distribuye su horrible mancha en el mundo? Buscarán venganza? Coincidirá su camino con la misión secreta sin revelar de la atractiva agente?

Muchas preguntas, una sola certeza: siguen ustedes!

Bilbo seguía embobado mirando a Nieves. Sin embargo señaló con decisión el área en el que se encontraban los esclavos:

- Bdhhhffff... ¡Bddjjjfff! - dijo totalmente convencido de tener la razón.

Luego miró de nuevo hacia los contenedores y revisó que su arma estaba bien cargada. Afianzó la katana en su sitio y se volvió para ver si sus compañeros lo seguían.

Desde nuestro lugar de observacion, trate de buscar a algun trabajador alejado del resto, solo, mientras el resto seguian un poco a lo suyo...

-mmmmm...

Pensativo, mientras acariciaba mi corbata, me encamine tras de Bilbo lentamente...

Con uno de esos chalecos reflectantes podria andar tranquilamente por aqui...

Si siiiiiii -  dijo alegre de recordar que tenían que hacer al ver el mapa de la señorita, dulce y bella señorita nieves - eso es compañero!!!!!! -le dio una palmada de aprobación a Bilbo - Tú sí que sabes cómo liderar a este grupo! Vayamos por detrás de aquellas cajas tan grandotas llenas de maldad cocacolera.

Lo del display de las gafas y las palabras magicas lo dejo a tu eleccion XD

El enano se paro con su ya habitual cara de malhumorado y miro a cada uno de hito en hito, para nada le apetecia perder el tiempo con los esclavos, solo queria darle una paliza al gordo cabron....

-:ppssss.... esclavos...esclavos..mujeres hermosas, esto cada vez se parece una pelicula de james bond, ahora solo falta  que alguien nos siva un martini y alguno se ponga a jugar al poker...pss..Bueno, ya vamos por los malditos esclavos.

malhumorado continuo moviendose, pero con sigilo.

Bilbo avanzaba intentando pasar desapercibido. No es que le importase sacar su katana y rebanar cabezas pero le turbaba la presencia de la chica, así que prefería continuar con aquel perfil bajo... de 80 centímetros para ser exactos.

Ante la frase del gruñón señaló una caja que estaba a un lado: 'barajas de poker'. Y luego otra un poco más adelante: 'Martini'. Finalmente, sin volverse en ningún momento, alzó un pulgar para señalar que Horacio había dado en el clavo: ¡estaban en una peli de James Bond! ¡Molaba!

Mientras avanzaba a cuatro patas con presteza, atendia a las palabras de los demas...

Esclavos? James Bond? Poker? De que estarian hablando??

Apoyando mi pequeño y delicado cuerpo azul contra el suelo, pensaba en algo de una importancia primordial...

Porque Nieves lleva ropa?? Con lo comodo que es ir de nudista...

Arrastraba mi panza por el piso, al final me iba a resfriar...

-ahhh... ahhhhh......

-Ahhhchisss!!!

Tuve que taparme la boca con las manos, sentado, dando un pequeño botecito...

Debio mirarme una convencion de tuertos con overbucking, porque menudo momento para estornudar!!!
Tras encaramarme a una de las cajas y mirar alrededor, parecia que nadie se habia percatado de mi comico desliz...

Si esto fuera una peli, ya estarian los malos encima nuestro...

Viendo que todos comenzaban a avanzar cuidadosamente entre las cajas el conejo se decidió a continuar dejando su destrozado corazoncito conejuno detrás. En las pelis el héroe siempre debía sufrir un desamor

El grupo comienza a moverse a lo largo de las escalerillas dirigiéndose con sigilo hacia el corredor que lleva a los talleres, y a las habitaciones. El movimiento es sigiloso. El entrenamiento, impecable.

Las protestas de Horacio? Bien, bien chillonas y altas.

Nieves chista mientras se esconde detrás de una caja gigante de habanos estratégicamente colocada, haciendo señas desesperadas con la mano. Allí debajo, dos estibadores que se encontraban jugándose el sueldo al poker (lo cual, en la empresa del Gordo, era en realidad transferirle latigazos semanales a otro esclavo, lo cual tenía su encanto para Recursos Humanos), levantan la vista.

Horacio se congela a medio paso, como tanto tiempo practicara en los años mozos con enano de jardín. Bilbo, Adalverto y Sdahí desaparecen como un grupo de ninjas entrenados. Tan bien lo hacen, que Horacio no puede evitar pensar que lo han abandonado y soltar: Panda de inútiles cobardes, dejarme tirado como si fuera una pied... mierda. Oh, mierda.

Sí. Abundante y caliente. Porque los estibadores comienzan a dar gritos de alarma, corriendo hacia el fondo del lugar. Probablemente, a buscar a la seguridad. O a su madre.

O... bueno, el baño también queda en esa dirección, pero lo más seguro es que fueran a por seguridad. Y los temibles caniche-toy de Santa.

(sigue...)

La agente desaparece tras la caja, y al ver a los trabajadores huir, lanza una dura mirada a Horacio.

- Qué!?! le replica el enano. Ellos la cagaron! Imbéciles bueno para nada! les reprocha al resto del equipo.

Cuando vuelven la vista, Blanca ya no se encuentra cerca de ustedes. Huye en dirección contraria, seguramente buscando poner distancia y, en el peor de los casos, aludir al "yo no los conozco". Lo cual solo genera un dolor profundo en el corazón del conejo durante... 0.12 segundos; el tiempo que tarda en reconocer que la vista de Blanca escapando, inclinada, es una bueeena vista. Bueeeena.

Los soldados de Chuck pueden intentar seguir el ejemplo de Blanca, y escapar por su lado escondiéndose entre las innumerables cajas del depósito para despistar a los guardias y dejar que la cosa se calme (Sigilo, Dif 18). O tal vez pueden intentar detenerlos antes de que den la alarma, algo solo posible para un buen tirador (dif 18), o alguien increiblemente rápido y ágil (Destreza 15 para saltar sobre ellos, luego un ataque CaC normal). O alguna otra increible cosa que se les ocurra... claro que estos son trabajadores-esclavos honrados, no esbirros malvados como los pinguinos...

Vuestro turno!

Bilbo sopesa la situación.

- ¡Se fue la nena!- grita aliviado saliendo de detrás de unas cajas y encaramándose a un lote de regalos.

Apunta con su fusil a los fugitivos. Luego parece pensarse algo y lo que hace es apuntar hacia un lado. ¿A dónde? ¡A unas cajas de madera que no resisten la ráfaga disparada por el pequeño duende! Luego todo es cuestión de haber jugado al Tetris: piezas cayendo en posiciones adecuadas y cortando el camino de los fugitivos.

Levantando el arma humeante le dice a sus compañeros:

- Supongo que con retenerlos o dejarlos inconscientes es suficiente... Ahora no pueden huir.

Y es que en el fondo, muy en el fondo, el duende tenía su corazoncito.

"Gilipollas!!!! se habia equivocado...."

Así como se habia equivocado, Horario apela a su habilidad para acabar con los dos hombre en huida, corriendo rapidamente y usando como soporte la pared para dar un tremendo salto cae sobre los dos hombres haciendolos trastabliyar y caer. Cuando estos estan en el suelo el enano les proporciona un golpe a cada uno sobre sus nucas de forma de incapacitarlos con un desbanecimiento, tal y como Chuck le habia enseñado, con eso  tendrían.

Mirando aún a los caídos para luego volver la vista a sus compañero una sonrisa, (algo grotesco en aquel rostro curtido por el clima), se dibujo en el enano demostrando satisfacción.

-: Bien, estupidos, espero que no me vuelvan a distraer, así no pasan estas cosas. Bilbo, doy gracias a  tu puntería de lo contrario podrías haberme dado. Alguien que busque a la princecita para que no nos delate la cobarde.

Parado de brazos cruzados el enano se mostraba triunfante.

Viendo como su amor navideño huía de ellos, con una huida muy recomendable de ser observada detenidamente, el conejo gruño, si es que se le puede decir gruñido a un chirrido de conejo de pascua. Dejémoslo en un sonido bastante aterrador.

 - ¡Horacio, duende mal llevado! que has hecho? Deja que te ayude, la ley primera de Chuck es no dejar a un compañero solo en combate, no señor!

El conejo salta, sable en mano, dando volteretas ornamentales dejando que sus orejas bailen alegres con el viento de la caída. Pero al llegar al piso se dio cuenta que Horacio ya había hecho todo el trabajo sucio. 

- ¡Sigamos antes de que vengan más empleados de Santa!

Bilbo observó como Adalverto acudía al lugar del combate... para encontrar a todos derribados de nuevo. Tomó una nota mental para recordarse a si mismo el dejarle la próxima hondanada de hostias al conejo. ¡Chuk decía siempre que había que compartir el placer de romper brazos y piernas! Y el conejo era un buen chico... aunque estaba claro que le perdían las faldas.

- Horacio: yo pasaría de la chica. No creo que sea importante. ¡Tenemos una misión!

Lo último lo dijo con convicción pero sin tener muy clara cual era. Esos detalles se le perdían. Él lo que quería era matar-destrozar-destruir. La disculpa para hacerlo era lo de menos.

Siguió al conejo de Pascua por los pasillos.

Llegan a la puerta que da al sector de talleres, y la atraviesan sin mirar atrás (que alguno fuera de espaldas es una situación particular).

La puerta cruje y el conejo gime, y todos esperan espectantes como espectadores que quieren ver lo que sigue en la mayor película de suspenso...

Un túnel.

Una laaargo túnel.

Un ancho y muy largo túnel.

Ancho como para dejar pasar a un camión (lo cual tiene sentido, claro, de alguna forma hay que llevar la mercadería al almacén!). Un túnel frío, un túnel que sería la definición de los túneles tristes si los túneles pudieran tener sentimientos. Hipótesis que comienza a plantearse en la cabeza de más de uno, oyendo la leve brisa zumbar en vuestros oidos, en un quedo lamento, de túnel triste. Tal vez... los túneles sí tengan sentimientos.

Sdahí se intriga por la idea y pega una patada al puto túnel. Tal vez no vea reacción, pero si tiene sentimientos, ahora tiene que ser un túnel triste y dolorido. Tiene sentido, verdad?

Cierran la puerta tras de ustedes, con suavidad. Comienzan a caminar con pasitos cortos pero apurados. A los diez pasos, el conejo se detiene, centro de gravedad bajo, pose de ninja. Huelo a... laser.

Horacio, tal vez el más alto del grupo, levanta la vista más allá del metro y medio y ve, además que una torreta ociosa gira lentamente a unos 50 metros. No parece haberlos detectado, de hecho, parece muy concentrada en una mancha de la pared.

(Algo así pero colgado del techo)

Oh! Cuales serán los próximos pasos a seguir? Qué habrá olido el conejo (Advertir, Dif 18)? Buscarán pasar desapercibidos ante la torreta de guardia (Sigilo 20)? Se la cargarán, como a todo en esta partida (Defensa 15, Armadura 3, 20 puntos de vida)?

Tengo que decirlo? Vuestro turno!!