Partida Rol por web

Asi que izquierda o derecha...

De nuevo volvi hasta el caudal que por alli pasaba. El camino por el que habiamos llegado se bifurcaba, y entonces pense en voz alta...

-Esto son deshechos, a contracorriente debemos ir para entrar mas adentro!! adentro, adentro!!!

Pensaba que serian desechos, puesto que despues de probar dos veces ese liquido, no se me ocurria ninguna utilidad que no implicara las palabras genocicio por contaminacion...

-Habra salidas de aqui mas adelante, y mas adetras, pero en estos tuneles no nos molestaran mas que simpaticos gnomos y sus canicas...

Los sabios golpes de Chuck empezaban a hacer efecto en mi cerebro... Al fin servia para algo!!!

 Bilbo miraba a Sdahí sin comprender muy bien lo que decía:

- Pero... tenemos que ir a la izquierda. Es por donde dijo el gnomo... 

Lo malo para el pequeño duende es que no sabía por donde quedaba la izquierda*.

Mientras Bilbo observaba los caminos, preguntándose si la izquierda sería solo un mito, como la nueva web, o si llegarían al final "al fin del mes", lo cual, si era como la nueva web, podía ser alrededor de Julio...*

 Eso eso... ¡A LAS HABITACIONES! - dijo señalando hacia el túnel de la derecha. 

- ¿Edgardo no dijo hacia la derecha? mmm... ¿o era a la Izquierda? - las orejas se le trenzaron de tanto pensar - No lo recuerdo... Bilbo, a la izquierda entonces. ¡Vamos, vamos! Chuck nos espera para cenar y las aletas de pingüino se me van a poner feas si tardamos mucho más.

Mirando a sus otros compañeros - ¡Sigamos al duende de la suerte!

Horario cansando de las discuciones de los demás comienza a caminar por el tunel de la izquierda.

-: Por aqui, por aqui son las habitaciones, vamos....

Cansado, esa era la palabra que mejor describia al enano, cansado de la compañia, era un enano gruñon y gustaba de la soledad, cosa que entre los presentes era imposible de conseguir.

El grupo parecía más imposible de tomar una desición conjunto que su, por uno de esos remolinos cósmicos de posibilidades, se juntaran en una mesa el PSOE y la PCR a elegir una única pizza grande a pedir... imposible acordar más allá de que la masa debía estar debajo de ellos, aunque insistieran en que el mozo dijera que estaba a su misma altura, claro... pero se me escapa la tortuga, digo, los héroes se escapan por el túnel de la izquierda, chapoteando en el agua turbia.

Clip clap clip! Splash! Sus pasos recorren los fríos y húmedos túneles hasta llegar a un lugar que, además de húmedo, es maloliente.

Numerosos caños bajaban del techo, caños plásticos que finalmente liberan su líquido -y maloliente- contenido en la gran tubería. Sobre ellos podían ver un par de rejillas de estrecho tamaño, por las que ningún humano podría pasar, y oían como desde alguna distante galaxia el sonido de conversaciones.

Sdahí movió los dedos de los pies mientras una sonrisa le cruzaba la cara. El agua estaba... calentiiita.

De repente, el sonido de algún temible o ignoto animal resonó allí arriba:

Click! - FLUUUUUSSSSSshhhhhhhhh..............*

 - Uh oh...- fue lo único que dijo Bildo antes de pegar un salto intentando esquivar... ¡lo que hubiera que esquivar!

 - Puff, que olorcete apestocete que hay en este lugar... mmm, ¡Horacio, Podrias haber aguantado! 

Al sentir el temible sonido, Adalverto saltó hacia un costado. Utilizando sus nervios de acero y su entrenamiento marcial en Chuck Nori-Do para quedar en posición, esperando que aquel animal de las profundidades, o cielorraso de drenaje apestoso, apareciera ante ellos montado por el gordo Cabrón o algo similar.

horario mira hacia atrás al conejo de pascuas con cara de horrorizado.

-: Yo no he sido!!! yo no he sido!!! estamos pasando por los baños...idiotas!

La cara de asco del enano decia el resto.

Bilbo y Adalverto saltan hacia los costados en sincronizado baile ninja, subiendo a un escalón pequeño de hormigón, mientras Horacio levanta el puño contra ellos en uno de sus berrinches.

El Caño Letal frente a él, como respuesta al ruido, escupe un chorro de líquido maloliente que lo convierte en un gnomo, además de gruñón, mojado. Vamos, que a este ritmo más que Gnomo de Jardín lo usarán para sostener la puerta en un baño publico!

Sdahí sigue jugueteando con sus dedos en el líquido. Realmente, parece tan feliz y contento! Eso no es todo, parece haber encontrado también unos simpáticos submarinos que asoman a la superficie!

Mientras Sdahí se dispone a extender la mano hacia su nuevo juguete, Adalverto advierte prestamente que a un costado, una rejilla de desague se encuentra ligeramente corrida, por lo que seguramente está suelta, y seguramente dejará el paso para que unos, seguramente cuatro, héroes incorrumptibles y valerosos puedan deslizarse a la habitación de arriba.

Vuestro turno!

 - Uh... Oh...- repitió Bilbo al ver al gnomo cubierto de mierda - Creo que ahora se va a enfadar... más.

Luego se giró hacia Adalberto y su nuevo descubrimiento.

- Vi una película hace tiempo de unos bichos que se metían por tuberías y mataban a todo el mundo... molaba. ¡Ábrela y vamos por ahí para ver si quedan bichos que trocear!

Ahí estaba, totalmente mojado y cubierto de desechos naturales (una forma sutíl de describir que tenia mierda hasta dentro de las orejas), un berrinche fue hechado al aire, maldiciendo al gordo de rojo, al gnomo de las canicas y sus compañeros, tal fue el berrinche que en las ultimas frases eran incomprensibles y la voz tan aguda que lastimaba los oídos.

Colorado, ese era el color del capuchon de Horacio, al igual que  su cara que hervia  de ira.

-: SANGRE!!!!!! Quiero la cabeza del culpable por estar en este lugar.....

Y así con su mal genio a flor de piel el enano de jardin salio por el agujero sin ningún tipo  de miramientos o respeto por sus compañeros, se encontraba cegado por............la mierda y la ira, eso también.

 - Uh oh... ¡matar, destrozar, destruir!

El pequeño duende estaba encantado con el plan del gnomo, así que lo siguió ipso facto. Tampoco habría problema si se adelantaba y lo perdía de vista: por el olor era fácil localizarlo.

- ¡Si pillas bicho delante déjame un cacho!

Viendo lo estrecho del túnel a Bilbo le parecía que la katana iba a ser un estorbo más que otra cosa, así que sacó su uzi.

- Bueno... es más complicado trocear algo con una uzi pero siempre me han gustado los desafíos...

Los aguerridos guerr-- agh, los 4 del montón surgen como una tromba del estrecho túnel de la rejilla, dentro de un baño con azulejos, 5 minguitorios con coquetas almohadillas anti-olores rosadas y con forma de flor, y 3 cubículos con inodoros. Un baño impecablemente limpio, seguramente porque el pobre hombre, ya mayor, que acaba de repasar al mismo se encuentra a punto de abandonarlo.

Justamente la interrumpción de los 4 lo hace volverse. Nunca sabremos si fue la sorpresa, o el ver su piso manchado en oleadas marrones alrededor de Horacio, pero levantó un dedo, tembloroso, acusador, hacia el grupo, y luego se desmayó cayendo como una bolsa de trapos sobre su porción de -impecable- suelo.

El trapeador que sostenía en la mano se mantuvo erguido durante un segundo. Luego razonó que no sería educado quedar en pie cuando su dueño había caido, y permitió que la gravedad lo llevara al piso. Claro, como era un poco más inteligente que el limpiador calculó la trayectoria para caer sobre algo; y con un sonoro clack-thump! descansó sobre el cráneo de su dueño, quien ahora SI no despertaría de su siesta por un buen rato.

Bilbo barrió la habitación con la uzi, pero no había ni monstruos ni malos ni NADA para trocear. Recordó una peli donde los disparos hacían saltar los azulejos; y se le antojó una interesante idea... hasta que pensó en una astilla de cerámico en sus grandes y tiernos ojitos y desistió de la misma; al menos hasta que pudiera apartarse un poco del blanco.

Adalverto giró sobre el suelo como un ninja experto, evitando la mugre que dejaba Horacio, y se asomó por la puerta. Nos encontramos en el baño, dijo. Según las películas, era importante aclarar lo obvio primero.

La puerta daba a un pequeño pasillo, y más allá se veía un enorme comedor con largas mesas, largos bancos, y poco ocupantes... no más que los que podía contar con una manita. Claro que solo veía una pequeña parte del mismo...

 Al ver que el comedor estaba transitado por algunos adeptos del gordo escondió rápidamente sus orejas en el baño nuevamente. Si querían pasar inadvertidos tendrían que planificar su siguiente movimiento con precisión, pero al ver a sus compañeros se dio cuenta que sería muy complicado, Horacio apestaba más que de costumbre.

Dando un par de saltos contra la pared para impulsarse hacia el dispenser de toallitas de papel, Adalverto tomo un gran puñado de estas y se las arrojo a Horacio junto con el pote de desinfectante del viejo.

¡Haz algo con ese hedor a pedo que tienes! Tras lo cual hizo un dibujo - le encantaba hacer dibujos tácticos para explicar el plan, Chuck le había enseñado lo importante de ello en su viaje a Corea.

- Malditos Coreanos y sus supermercados con yogurt vencido... estemm... Como les decía - término el dibujo en el piso con un trozo de jabón - esperemos a que vengan obreros al baño, los paralizamos con el Golpe del dragón silencioso. Recuerdan como es, verdad? - sin darle importancia  a las caras de WTF con la que lo miraba el grupo y siguió hablando sin pausa explicando su plan - y una vez que los tengamos, a los obreros, les quitamos sus uniformes e ingresamos al comedor sin que nos noten.

Yo seguia jugueteando con aquella cosa que flotaba, chapoteando mientras inutilmente trataba de alcanzarla...

-Ampf... No llego...

Entonces cai de culo, con la cabeza gacha... Estaba triste... Y solo, pues se me habian adelantado!!
Por suerte el aroma a Horacio perduraba en el ambiente, y no me fue dificil alcanzarles...

El ver tantas mesas me desperto aun mas el apetito...

Si no se me hubiera escapado el chocolate...

Mientras miraba a ver si veia algo de comer, escuche al dulce conejito...

Yogur...

Cuando quise darme cuenta, estaba peligrosamente a descubierto, por suerte, me espabile a tiempo y volvi junto a los demas, diciendo en tono de reproche:

-Tener cuidado, que nos van a ver...

No les gusto el plan, verdad? entonces tengo uno mejor que les parece si... ¿Si? - al ver que nadie le prestaba atención salto sobre los lavabos y comenzó a hacer gesto en el espejo - no, no soy invisible.

 - ¿Plan?

Sus compañeros eran buena gente pero a veces decían cosas muy complicadas. La mente de Bilbo intentaba comprender que pretendía el conejo. Planificar parecía algo agotador y muy complejo... aquello hizo que las tripas del pequeño duende se quejasen pidiendo más energía. ¡Y allí al lado había un comedor! 

- ¿Y si comemos algo antes de matar a más gente? 

Miró a Adalverto sonriente - ¡siempre sonriente! - esperando su aprobación. Para el pequeño Bilbo el conejo de Pascua era lo más parecido a un jefe. Sabía decir cosas unas detrás de otra que parecían tener sentido. El gnomo también parecía listo pero era un gruñón... puestos a escoger un jefe ¿quién escogería a un gruñón?