Partida Rol por web

Exaltado. - Episodio Uno: Los veintidós demonios.

Reino de Wu: 8) Arrozal Número Quince.

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05/05/2012, 13:19
Patán Sabio.

Patán acompañó a Riqueza Efímera, Martillo Blanco y Dulce Loto a ver a los ancianos consciente de su posición de automatón: siempre cortés, educado, agradecido; siempre en segundo plano. Cualquier cosa fuera de lugar que hiciera afectaría solo a la imagen y reputación de Riqueza y el grupo. Desde detrás se dedicó a recordar y registrar en su memoria las palabras y eventos.

Como en Pueblo de Mu, Riqueza se separó a comunicarse con Ojos Rojos y más tarde nos reunimos con él. Ya había percibido las presencias. Y habían decidido ir a por ellos inmediatamente, y a prestar batalla allí donde estuvieran. Martillo Blanco y Ojos Rojos no tendrían un día de descanso adicional. Pero él no tomaba decisiones. Era solo un automatón. Siempre se quedaba detrás, en el sampang o en la hospedería. Patán, cuando no se llamaba así, siempre se había quedado en la Corte con la Emperatriz Celeste. Las situaciones de peligro le sobrepasaban.

Pero cuando Dulce Loto avanzó con el grupo hacia el sur, hacia el peligro, Patán tuvo que decidir si seguir con ellos o volverse solo al sampang. Ninguna de las posibilidades le eran gratas: dejar a Dulce Loto, quien tanto le recordaba a la Emperatriz; o marchar contra los yomas, crear una nueva vía hacia un destino alternativo cargado de violencia.

Patán decidió rápidamente. Si pensaba en Dulce Loto como en la Emperatriz, todo se volvía claro en su mente de automatón.

Tras dejar atrás las patrullas del puebo y el pueblo mismo se internaron en los arrozales, mientras las opresiva sensación de maldad de los yomas se hacía cada vez más evidente.

Al final los encontraron. O más bien, los cuatro yomas, en los cuerpos de frágiles y hermosas mujeres, salieron a esperarles junto a la granja que habitaban.

La batalla estalló. Los yomas revelaron sus cuerpos maléficos. El Sangre de Dragón liberó su poder. Y para sorpresa de Patán, Dulce Loto le mostró la magia que la imbuía, una magia intensa, hermosa, peligrosa. Patán se sintió honrado y orgulloso ante esta visión, esta demostración de poder, dándole valor para enfrentarse él mismo a los yomas.

Sin embargo, las malvadas criaturas eran muy rápidas y fuertes para él que no sabía luchar, y su sola fuerza, la que le daba el ser un automatón con el peso de varios bueyes y estar construido con bronce, acero y pistones hidráulicos, no bastaba para dañar a esos seres malditos. «¡Al menos», pensaba, «no os dejaré hacerle daño a Dulce Loto!»

El último yoma cayó y con la calma, rápidamente Patán recapituló lo ocurrido. La presentación de los yomas a Ojos Rojos había sido algo espeluznante ahora que lo pensaba. Y el hecho de haberse envuelto en la batalla también. ¿Pero qué estaba haciendo Patán allí enmedio? Al menos no había dicho en voz alta sus pensamientos, entendía que eso podría herir los sentimientos de Riqueza: tanto tiempo juntos y tras unos pocos días parecía que se había olvidado de él. «¡No, Riqueza, no es eso!»

Dulce Loto le sacó de su ensimismamiento, sus palabras llenas de misterio y profundas implicaciones. ¿Qué estaba pasando?

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09/05/2012, 23:37
[RIP] Ojos Rojos.

Estoy sobre la casa del anciano del pueblo de Quince, observando a través del poder que se me ha brindado desde mi nacimiento, escrutando entre cosas que los mortales siquiera imaginan. La voz de Riqueza Efímera me saca de mis pensamientos y me regresa a la normalidad. Le veo esconderse detrás de la casa y hacerme señas para que baje, lo que obedezco sin chistar, cayendo de manera casi imperceptible a su lado. El Lord Carroñero me habla, preguntándome por lo que hago ahí, por lo que le explico:

 - "Escuché un grito en la lejanía. No sé de donde venía, pero estoy seguro de que fue un grito de muerte, probablemente de fuera del pueblo."

Luego me pregunta si sé de donde provino el grito, pero ese es justamente el problema que tengo, pues no podría asegurarlo:

 - "No lo sé. Solo era un eco lejano, imperceptible para humanos y muchos animales. Intenté encontrar algo con mis poderes, pero solo sentí la enorme energía de más de dos Yomas de inmenso poder. Nada que ver con el Alcalde de Mu."

Riqueza Efímera entiende y me dice que irá por el resto, que me quede donde estoy. Me subo nuevamente al tejado para no ser visto por alguien que pase por allí y porque en general, es la zona más cómoda de un pueblo para mí. Al momento llega acompañado de todo el resto. Martillo Blanco, Dulce Loto y Patán Sabio ahora escuchan también mis palabras, que son requeridas nuevamente:

 - "Estaba aquí cuando escuché un grito de dolor que se oía muy a lo lejos... No estoy seguro, pero creo que fue en el sur."

Luego preguntan si fue mientras ellos estaban dentro hablando con los ancianos y nobles en la habitación bajo aquel tejado, a lo que contesto:

 - "Si, hace unos segundos. Luego sentí la energía de los Yomas. Son más de dos y son de un enorme poder. Estoy seguro de que nadie de los que estaba en esa casa era un Yoma"

Digo para despejar las dudas de Martillo Blanco hacía los presentes en la conversación que sostuvieron con las autoridades de Quince. Luego deciden que desean ir en busca de aquellos enemigos, por lo que Martillo Blanco me dice que desea que le guíe, a lo que respondo un poco asustado por la responsabilidad:

 - "No creo poder encontrar el punto exacto. Podría guiar en la dirección aproximada, pero nada seguro. Mis heridas me quitan mucha concentración"

Mis palabras se pierden en mis propios labios pues en realidad lo que sucede es que no sé donde están y mis acompañantes son demasiado distinguidos como para caer en peligro o derroches por culpa de mi ineptitud.

Pero entonces las palabras de aprecio y confianza de mis compañeros me dan ánimo para saber que este es mi destino y que estoy hecho para luchar en contra de los Yomas, a pesar de que alguien me quieran para otros fines. Yo elijo mi destino y este es acabar con los demonios. Las defensas de Riqueza Efímera y Patán Sabio, la apreciación de Dulce Loto y la confianza de Martillo Blanco, nada más necesito para hacer lo que se debe:

 - "Ok, lo intentaré."

Asiento con la cabeza mientras sonrío de emoción renovada. De un gran salto me elevo a los cielos y caigo sobre un tejado sin hacer ningún ruido. Una vez en él, comienzo a correr a toda velocidad de techo en techo, dirigiéndome hacía el sur, lugar donde creo se originó el grito que escuché. No pienso en nada mientras corro, pues mi mente está totalmente enfocada en llegar allá, encontrar a los Yomas y acabarlos.

En ese momento escucho unos gritos de la calle a unos metros detrás mío. Por instinto me escondo entre las sombras del tejado y miro hasta encontrar la fuente de aquel escándalo. Unos milicianos de la puerta han visto al grupo correr por la calle y les han detenido para interrogarlos. Espero mientras el grupo es capaz de sacarse de encima tan molesta demora.

Una vez lo logran, noto que estoy demasiado bien oculto como para que me encuentren, por lo que le indico a Garra Ósea que grazne para mostrarles donde estoy y a donde dirigirse. Después de un par de ruidos producidos por el cuervo, mis compañeros prosiguen la marcha. De un salto enorme atravieso el muro que separa el pueblo del arrozal, cayendo en los pequeños puentes a los lados de las zonas inundadas. El grupo me sigue mientras yo corro adelantado varios metros en la oscuridad.

La carrera se hace corta para mí, a pesar de ser dos kilómetros de camino. En un momento me detengo cuando mi olfato me indica un mal olor en las proximidades. Es el olor de una granja, gallinas y cerdos probablemente. Pensando que el momento es el apropiado, alineo mi poder con la energía demoníaca que está en mi interior, abriéndome al poder infernal y a sus sensaciones. 

Corto la conexión al momento que me doy cuenta de haber sido descubierto y miro con miedo al sur, pues siento su poder y temo por no ser capaz de defender a quienes he guiado hasta acá. En ese momento me percato de que mis compañeros están cerca mío. Veo algo de miedo en sus rostros pero lo ignoro, esperando a que sea producido por la situación y no por mí. Les hablo de espalda a ellos, encarando mis miedos:

 - "Son cuatro, muy poderosos y saben que estamos aquí."

Dulce Loto me saca de mi trance con una pregunta: Me pregunta si estoy con ellos. Me giro y veo al imponente y honorable de Martillo Blanco, un Sangre de Dragón poderoso y de buen corazón al que admiro de gran manera; a Patán Sabio, una maravilla de la antigüedad que comparte conmigo, atendiéndome como si lo mereciera y tratándome con el respeto que jamás he sentido; a Riqueza Efímera, el único humano que ha confiado en mí de una manera mucho más ciega de la que he visto incluso entre familias, que me ha apoyado y protegido como el padre que nunca tuve; y finalmente a Dulce Loto, una jovencita de enorme belleza, delicada, hermosa y tan frágil que quisiera proteger entre mis brazos de una manera que no puedo explicar. Sonrío por todo ello y le contesto con una respuesta más profunda que la pregunta:

 - "Hasta el final."

Ahora todos sienten el hedor proveniente de la granja a la que nos dirigimos. Comienzan a hablar de ello, en distintas formas de expresarse, pero todos apuntando a lo que es obvio. Indico lo poco que sé de nuestro objetivo:

 - "Es ahí, están a cincuenta metros hacía el sur."

Una piedrecilla estalla ante el poder de Martillo Blanco en un ruido crepitante que rompe el silencio de la situación. Llevo mis manos a mis oídos de forma instintiva, acostumbrado a la sensibilidad de estos. Avanzamos los cincuenta metros hasta llegar a una granja mal iluminada solo por la luz de la luna en el cielo y el aura de poder de Martillo Blanco. Me pongo al lado de este mientras aseguro bien mis Garras de Hueso, listo para luchar y enfrentar cualquiera de mis miedos.

En ese preciso instante escucho unos pasos claros por un suelo de madera. Oigo unos pasos cortos y delicados que se acercan a la puerta frente a nosotros. Una hermosa mujer sale con un pequeño farolito que cuelga de la puerta. Viste un kimono de seda roja y se para frente a nosotros, haciendo una reverencia. Luego la sigue una segunda que repite el mismo proceso, vistiendo de la misma forma. Luego una tercera y finalmente una última que parece mucho menor, tan indefensa como una niña. Hablan, dándonos un recibimiento en el que parecen saber todo de nosotros: A Martillo Blanco lo llaman "Príncipe de la Tierra", a Patán Sabio le agradecen por traer a "Su señora" y a mí me dicen "Majestad".

Martillo Blanco se carga de energía, asumiendo un aspecto de roca que lo hace parecer aun más amenazador. Al parecer el combate comienza y aquí se verá si somos dignos de sobrevivir o solo caeremos como unas victimas más. Sin perder tiempo, me concentro en aquella que me llamó "Majestad", pues no puedo permitir que siga abriendo su boca. Doy un salto por los aires para caer con mi garra derecha sobre aquella niña, a la que solo le hago un rasguño menor en la nariz.

La lucha da inicio y las mujeres demuestran que no me equivocaba, transformándose en aterradores monstruos demoníacos, quedando mi oponente como una criatura del tipo pájaro pero sin piel sobre ella y con varias maquinas terribles de tortura metálicas enterradas en su cuerpo. Me lanza un picotazo que me esfuerzo en esquivar, pero sin éxito. Su pico se entierra en mi abdomen, perforando mi carne y generando la salida de sangre roja de mi interior.

Por mientras mis compañeros demuestran tener más recursos de los esperados, especialmente Martillo Blanco que demuestra ser un titán en el combate, letal e inigualable. Por otra parte, Dulce Loto demuestra tener una habilidad especial, un extraño brillo de hermoso aspecto, pero con un gran poder. Mientras tanto el inmenso dolor en mi estómago se siente de manera abrumadora. Pero aun así sonrío de forma maliciosa, pues es emocionante esta clase de enfrentamiento. Respondo a la criatura con palabras amenazadoras de desafío:

 - "Te veías mejor como humana. Pronto sabremos que tal te ves como cadáver."

Sonrío antes de lanzar tres golpes de garra en contra de la criatura, haciendo acopio de todas mis fuerzas y mi voluntad por vencer. Mis tres golpes impactan, causando pequeños daños en la criatura, pero que al sumarse comienzan a derramar la sangre violeta y fétida que caracteriza a los Yomas, derribándola con ello:

 - "¡Muere de una vez! ¡Siente mis Garras de Hueso!"

Parece querer pararse cuando los ataques combinados de Dulce Loto, Patán Sabio y yo finalmente logramos dejarla inconsciente en suelo, momento que aprovecha Dulce Loto para lanzarse sobre ella y apuñalar su corazón repetidas veces hasta darle una muerte sin lugar a dudas. Mis otros compañeros ya habían acabado con las otras tres criaturas, por lo que podíamos dar el combate por finalizado.

Me quedo mirando el espectáculo, entendiendo que la muchacha odia a los demonios tanto como yo, por lo que necesita desahogarse, terminando así la amenaza Yoma sobre el pueblo Quince.

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10/05/2012, 13:43
NOCHE Y DIA.

AÑO: 761.

LUNA: Creciente. - Primera noche de Luna Creciente.

ESTACION: Aire.

MES: Aire Ascendente.

DIA: 17.

HORA: Noche Cerrada.

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10/05/2012, 13:44
¿De verdad pasó así?

- El grupo recupera finalmente el aliento tras el cruento combate.

- Lo que hasta hace poco eran cuatro bellas mujeres jóvenes se transformaron primero en horribles Yomas, y ahora en cuerpos destrozados y hedionda sangre violeta brillante.

- Martillo Blanco y Dulce Loto están especialmente manchados en esa sangre, difícil de lavar de la piel, casi imposible de la ropa.

- Martillo Blanco y Ojos Rojos han recibido nuevas heridas. El segundo casi se desploma al suelo, llevado al agotamiento.

- Martillo Blanco sigue envuelto en una itensísima aura brillante del Poder de la Tierra, en las llamas marrón-blanquecinas que le envuelven pueden verse figuras de dragones terrestres y otros seres míticos, y se escucha el retumbar de un terremoto lejano. Las piedrecitas se siguen elevanto a su alrededor, levitando hasta cierta altura para luego desintegrarse en pedacitos. El Vástago del Dragón parece como ido, como si estuviese escuchando voces que sólo puede oír en su cabeza.

- Dulce Loto y Riqueza Efímera están sin aliento por la intensidad del combate.

- Incluso Patán Sabio parece conmocionado.

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10/05/2012, 13:51
Quince: Wang Lin Lin.

- "¡Loto, oh, Dulce Loto! ¿Por qué me has matado?" -

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10/05/2012, 19:49
Dulce Loto.

En mitad de su avance hacia aquel Yoma llamado Ojos Rojos escuchó una voz. Su ropa y piel estaban ensangrentadas y había una extraña belleza al mirarla; aunque no dejaba de ser preocupante teniendo en cuenta que aún sujetaba la daga con la que había asestado cinco contundentes puñaladas a un Yoma.

Paró y recapacitó sobre lo escuchado. Recordó la voz y supo que se trataba de Wang Lin Lin.

- Sucio Yoma… -dijo con rabia, casi escupiendo las palabras- ¿Te atreves a hablarme? Asada criatura que no mereces ni la existencia.

Su respiración entrecortada era el reflejo de su esfuerzo, estaba cansada.

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10/05/2012, 22:17
Riqueza Efímera.

Todo había acabado y milagrosamente, seguían vivos. El Lord Carroñero movía los labios en una silenciosa oración agradeciendo la presencia del Sangre de Dragón, el verdadero campeón de aquella batalla. Jadeante y sin resuello, miró a un lado y a otro y vio que Dulce Loto parecía tan agotada como él, que Patán lo observaba todo como si no terminara de creer que hubiera combatido, que Martillo Blanco parecía estar sumido en una especie de trance y que Ojos Rojos estaba a punto de desplomarse por la gravedad de sus heridas.

-P...Patán. Ojos Rojos -dijo casi sin aliento, indicando con tan escueto comentario que le prestara atención-. Tómalo entre tus brazos y mételo en la casa. Ha...hay que atender sus heridas. Rápido -ordenó al tiempo que se enderezaba y envainaba su alfanjón-. Dulce Loto, ¿estás b...bien?

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10/05/2012, 22:49
Patán Sabio.

-Oh, sí, claro, Riqueza- dijo en cuanto salió de su aturdimiento.

Con cuidado, con ternura y temor a la vez, levantó a Ojos Rojos del suelo y fue hacia la casa, derribando la puerta de una patada, buscando un lecho limpio a ser posible donde poder dejarlo para examinarlo con más cuidado.

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11/05/2012, 00:31
[RIP] Ojos Rojos.

Reacciono al intento de Patán de meterme en la casa y me salgo de sus brazos de un salto mientras le digo:

 - "No, no, a la casa no."

Miro a Riqueza Efímera haciéndole un gesto para que recuerde lo que antes le había dicho. Luego me toco la herida. La verdad es que duele mucho y habría acabado con cualquier mortal, pero no conmigo. Le respondo a ambos para su tranquilidad:

 - "No hay problema. Sanará sola y no necesito atención. Miren, ya dejó de sangrar. No es la primera vez que me han dado, aunque debo aceptar que es una de las mejores que he recibido."

Luego miro a Dulce Loto. Sus palabras son extrañas y su mirada hacía mí también. Si no hubiese sido por la interferencia de Patán Sabio, quizás qué hubiese sucedido. Me mantengo atento, expectante a lo que suceda.

Notas de juego

Dulce Loto había dicho unas cosas extrañas al final de su post. Actúo conforme a ello.

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11/05/2012, 16:52
Quince: Wang Lin Lin.

- "Déjame unirte a ti, juntas podemos hacer muchas cosas..." -

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11/05/2012, 16:55
Director

- Patán Sabio derriba de un golpe y una patada la puerta de la granja, pero lo que descubre dentro casi le hace desear no haber entrado...

- Ojos Rojos rehusa recibir ayuda, él sabe bien lo que hay en el interior de la granja.

- Martillo Blanco sigue fuera de sí, ¿estará al borde de la locura?

- Dulce Loto parece descentrada, es como si mirase a un punto vacío.

- Riqueza Efímera se para un momento a reflexionar y deduce que lo haya encontrado Patán dentro de la granja no puede ser nada agradable...

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11/05/2012, 17:06
Patán Sabio.

Al ver lo que había en el interior de la casa se volvió inmediatamente, horrorizado. Quedándose en el umbral de la puerta, tapando con su enorme cuerpo todo lo posible, exclamó:
-Mejor no miren aquí dentro, por favor. Volvamos al pueblo.

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11/05/2012, 17:31
Riqueza Efímera.

Riqueza oyó la advertencia de Patán y comprendió. Dentro debía hallarse el horror y la destrucción propiciada por los demonios a los dueños de aquella granja. Cerró los ojos y murmuró una queda oración, tratando a un tiempo de recuperar su entereza.

-Está bien, regresemos. Patán, acompaña a Ojos Rojos al sampang. Nadie debe verle. Atiende sus heridas como mejor puedas y recuerda que nada de agua del Hu. Yo me encargaré de ellos dos. Nos dirigiremos a casa del anciano Zhou para informarles y haré que atiendan debidamente a Martillo Blanco -dijo mirando al guerrero y su tutelada, ambos sumidos en un extraño estado de confusión-. Idos.

Tomó de un brazo a Dulce Loto, más preocupado por ella que por el Sangre de Dragón. La muchacha había dado muerte a la última de aquellas criaturas demoníacas en un frenesí de violencia inesperado, teñido por extrañas palabras cuyo significado era difícil de interpretar.

-Dulce Loto, muchacha -dijo soltando el brazo y tomándola por los hombros, la zarandeó suavemente-. Reacciona -rogó. Estaba preocupado y quizás por ello hizo lo que hizo. Su mano derecha voló y abofeteó a la doncella-. ¡DULCE LOTO!

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11/05/2012, 20:52
Quince: Wang Ti.

PATAN SABIO:

- Dentro olía a matadero.

- Has alcanzado a ver a un joven colgado de unas cadenas, sus tripas arrancadas a medio devorar y con signos evidentes de haber sido torturado cruelmente. Posiblemente aún estaba vivo cuando empezaron a devorarle.

- Sólo era el primero de lo que intuyes deben ser los cadáveres de los veinte milicianos desaparecidos desde comienzos de Año en el pueblo.

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11/05/2012, 23:05
Dulce Loto.

¿Cómo podía hacer para que aquel Yoma regresara y poder así seguir apuñalando su despreciable cuerpo? ¿Dónde estaba? ¿Cómo se atreve a sugerirme tan asquerosa propuesta?

Antes de que pudiera reaccionar para dejar bien claro lo que opinaba de su existencia sus ojos se centraron en Riqueza Efímera. La zarandeaba fuertemente y gritaba su nombre como si ella no estuviera allí, pero sí que estaba. ¿Por qué sentía que algo importante había pasado?

- ¡Vale! –le dijo- Me vas a marear –logró sonreír.

Miró el cuchillo que aún seguía sujetando y echó una ojeada a los cuerpos de los Yomas, su propio aspecto y…

- ¿Dónde está Ojos Rojos y Patán? –preguntó con preocupación- ¿Por qué está así Martillo Blanco?

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11/05/2012, 23:26
Director

- Patán y Ojos Rojos se dirigen al sampán de Riqueza.

- Dulce Loto reacciona y vuelve a la normalidad, muy lentamente su intensísima aura de luz dorada se va apagando...

- El aura marronosa-blanquecina de Martillo Blanco también va perdiendo intensidad, pero el Vástago del Dragón sigue como ido.

Riqueza aguarda a que se recupere un poco más para acompañarle a la Casa del Anciano Zhou, entre otras cosas porque su aura de Poder de la Tierra es dañina para cualquier mortal que se acerque demasiado.

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11/05/2012, 23:38
[RIP] Mazo.

- ¡No! - Gritó Mazo mientras apartaba algo invisible con sus manos. - ¡No! ¡He dicho que no! -

Al parecer el enorme hombre había reaccionado con algo de violencia, pero allí no había nada ni nadie con lo que luchar. Los cuerpos de los Yomas estaban desparramados por el suelo y sobre su cuerpo. Había sido una carnicería pero... ¿por que los escuchaba?

Miró a los demás, miró a Riqueza y a Dulce Loto, que también parecía afectada y se dio un par de golpes en la cabeza.

- Los Yomas... pretenden unirse a mi... y no sólo uno... sino cada uno de los que he matado. Me ofrecen poder, y pretenden corromperme. No lo lograrán. -

Fue en ese momento cuando Mazo volvió completamente en si, y se tuvo que apoyar sobre su martillo para no caerse al suelo.

Estaba herido, pero en el fragor de la batalla no se había dado cuenta de que tan mal estaba.

- Salgamos de aquí. -

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12/05/2012, 17:12
Dulce Loto.

Al escuchar lo que le había sucedido a Martillo Blanco un recuerdo pasó por su mente: también le había sucedido. Wang Lin Lin, el Yoma que había apuñalado hasta la muerte, le había propuesto lo mismo. ¿Pero por qué no lo había recordado hasta ahora? No, no era eso.

“He dejado que la rabia se apodere de mi ser y ha vuelto a pasar. Ahora recuerdo, he podido herir a Ojos Rojos…”, pensó con desánimo.

- Y jamás sucederá, Martillo Blanco. Un Sangre de Dragón no sucumbirá ante la corrupción -dijo convencida.

Nada malo había pasado y lo único de lo que ahora debía preocuparse era del estado de su mentor. Había recibido nuevas heridas y aún debía esperar que su aura disminuyera por sí sola. Creía que podía acercarse y darle su apoyo pero dadas las circunstancias… Además, ambos estaban empapados por aquella asquerosa sangre y no debían tener una visión muy agradable que digamos.

- Riqueza Efímera... –le agarró del brazo antes de salir de aquel lugar- No quiero que me vean así.

En su mirada se apreciaba cierta vergüenza y decoro por su aspecto. Estaba cubierta de sangre, con una vestimenta que ya no servía para nada y las apremiantes ganas de restregarse la piel. De todas formas, ¿de qué servía limpiarse si no tenía ropa que ponerse?

- ¿Podemos evitar entrar en el pueblo e ir al sampang directamente? –preguntó a ambos.

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12/05/2012, 19:12
Patán Sabio.

Patán se acercaba al sampang dando grandes zancadas y rodeando en lo posible el poblado. Cargaba a Ojos Rojos, que no debía ser visto por las patrullas.

-No te preocupes, Tiwoka, yo te llevo hasta el sampang. Tú descansa. Eso sí, si pudieras con la ayuda de Garra Ósea asegurarte de que no nos cruzamos con ninguna patrulla, mejor. Además, tengo que preparar vendas y medicinas para cuando llegue Martillo Blanco.

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12/05/2012, 22:19
[RIP] Ojos Rojos.

Patán Sabio me lleva al Sampan, intentando evitar en lo posible el pueblo. Mi mirada está perdida pues los recuerdos de lo sucedido se agolpan en mi mente, imponiéndose al momento presente. Escucho la voz del Automatón como si fuese un susurro lejano mientras veo a Dulce Loto apuñalando al Yoma.

Luego miro a Patán Sabio y le hablo:

 - "No creo que podamos llegar los dos al Sampan sin que lo advierta la guardia. Tengo algo que hacer. No te preocupes por mí, estoy bien."

Le dedico una sonrisa y le muestro con la mano el camino hacía la embarcación, antes de alejarme de él de un enorme salto que nada dice de mis heridas.