Partida Rol por web

Huérfanos, amigos, conocidos o el mote que dios les puso....

La tarde caía sobre la ciudad de Nueva York, las calles comenzaba abarrotarse de gente deseosa de llegar a sus casa y ver a sus padres, hijos, o amores…. Hace cuanto que se conocían entre ustedes era poco como para decir que habían estrechado una pseudo amistad, caminaban por la estación del Metro, cuando ambos pese a estar alejados uno del otro por algunos metros fijaron sus miradas en una joven mujer que abrazada a su novio y sonreía como si este le hubiera dicho * Te casarías conmigo *  en aquel momento. Poco a poco sus pasos los fueron acercando y una vos desde detrás les hablo…

Al darse vuelta observaron al viejo Jeremías, parentela de la Madre Larissa.

Sonrío dejando ver la falta de dientes en aquella boca – Solitarios, corazones opacados por un pasado de incertidumbre y dudas – Negó con la cabeza – Venga acompáñenme…. Yo invito los refrescos -

Jake se giró para encontrarse frente a frente con el Viejo Jeremías. Ni siquiera se lo pensó cuando éste les dijo que le acompañaran. No, no era por la promesa de algo que llevarse al estómago, él le había prestado mucha ayuda recientemente y formaba parte de lo más parecido a "una familia" que había tenido recientemente.

Si el Viejo Jeremías o la propia Madre Larissa le reclamaban, no podía menos que atender a la llamada.

- Por supuesto, Viejo! -sonrió. Jake sabía que Jeremías se había ganado el reconocimiento de ser llamado "Viejo", los roehuesos no desprecian a su parentela y honran a quien lo merece - Qué diría acerca de nosotros el rechazar una invitación en toda regla?

Se ajustó el cinturón en sus raídos pantalones vaqueros y, con las manos en los bolsillos, se dispuso a seguirle

Sólo le tomo un segundo a Chicho reconocer esa voz como la de "Jere". Vestido con sucias y deshilachadas ropas voltea; y como aprendio en las calles, va sosteniendo siempre con firmeza una vieja bola en la que carga sus pocas pertenencia.

-Una invitación como esa es difícil de reschazar- Suelta una leve sonriza mientras recoge un bolígrafo del suelo- Quien pudo dejarlo tirado en tan buen estado- Pensaba a la vez que guardaba este objeto en su bolsa.

El *Viejo Jeremias* subio por las escaleras como si estas no parecieran un impedimento para una persona de su edad, los Roehuesos y los indios americanos eran tan parecidos que daba miedo. * Respeta a tus ancianos, en ellos se esconde la sabiduria que sera compartida *.

Caminaron por la calle atestada de gente que iba de un lado al otro, Jeremias miraba por sobre su hombro cada 5 minutos.... - Oigan - Se detuvo en seco - Donde esta la maquina de refrescos que estaba aqui? - Pregunto entrecerrando los ojos por unos segundos, giro dando una vuelta de 360 grados pero sin poder ubicarla. Luego estallo en caracajada mirando a los jovenes..... - Lo siento, jejejeje.... lo de ser viejo parece que me esta afectando.... la maquina estaba descompuesta - Suspiro con un dejo de molestia - Venga les hice una invitacion y les dare los refrescos, aqui a cinco cuadras hay una maquina -

El muchacho subió los escalones sin rezagarse, pero con cierta parsimonia, y es que siempre se había encontrado a gusto bajo tierra, cobijado entre muros y en el cálido ambiente del subterráneo.

Una vez fuera, Jake tomó una profunda bocanada de aire, fresco en comparación con el viciado ambiente del metro. Lanzó una sonrisa a Chicho y junto a él y el Viejo Jeremías comenzó a andar por las atestadas calles.

Al cabo de un rato, y aunque no fue capaz de ver si Chicho daba muestras de pensar lo mismo, el joven roehuesos comenzó a preguntarse si algo andaba mal. El Viejo Jeremías parecía... ¿desorientado? ¿Preocupado? ¿Nervioso quizá? Trató de no pensar demasiado en ello pero cuando Jeremías propuso continuar la caminata unas calles más, no consiguió volver a sacárselo de la cabeza.

- Claro, ¿cómo no? - respondió vagamente - Podría pasarle a cualquiera, ¿verdad?

Según él lo veía, Jeremías debía conocer bastante bien la zona como para que se le pasara por alto un detalle como un lugar de aprovisionamiento de menos, claro que quizás buscaba alguna expendedora trucada ...o, tal vez, no era más que cosas de la edad tal y como había dicho.

Chicho le sigue tranquilamente y al ver las escaleras se le acerca sutilmente para intentar ayudarle, aunque al ver que éste puede subir sin problemas le deja y continua a un lado, luego empieza a tocar algunos ritmos en el pasamanos de las escaleras mientras camina.

Ya afuera al escuchar a Jeremías disculparse por su despiste, Chicho suelta un risa (simpatica) al aire.

Eh Jeremías tranquilo que para la próxima yo invito; eso sí, podrías incluir unas galletas por la caminadita de más.- Se mantiene sonriendo de forma amable.

Vaya con el Jere, bueno la verdad yo tampoco recuerdo si había o no una maquina allí.- Piensa mientras sigue camiando con Jake y Jeremías.

La actitud de Chicho tranquilizó un poco a Jake. Ciertamente no tenía motivos para desconfiar de Jeremías, quien podía estar preocupado por problemas de índole personal. En todo caso, el joven decidió que de suceder algo, no estaría sólo... Chicho daba la impresión de ser alguien competente y capaz, llegado el momento.

- Sí... Estaría bien poder echarse algo al estómago para acompañar esa bebida, Chicho - sonrió - Es más: estoy dispuesto a compartir con vosotros unos pavos que he conseguido... ¿qué tal unos perritos?

Jake consiguió relajarse lo suficiente. No tenía caso desconfiar de los suyos por las buenas.

- Si... si - Decia Jeremias mientras seguia en su andar comparson por las calles, 1.....2....3....4 y al doblar la esquina alli estaba la maquina de refrescos.

- Ven, tan anciano no estoy - Sonrio, pareciera que al *Viejo* no le molestaba nada o tenia las preocupasiones de un niñi de 5 años, se acerco a la maquina, tomo un par de monedas y las introdujo en el aparato... tecleo un par de cosas y tres refrescos cayeron bien frios par allenar los estomagos hambrientos.

- Anda beban....- Recito el Anciano lanzandoles a cada uno una lata con la destreza de un gran lanzador - Tu invitas la comida Jake?? comeremos y beberemos.... luego debo llebarlos con *Mugre*..... -

-Sólo dadme unos minutos - contesta mientras se gira sobre sus talones y se encamina hacia un puesto ambulante de perritos calientes.

Tarda poco en regresar con tres bocadillos completos (tiramos la casa por la ventana). Jake ha gastado prácticamente todo el dinero con el que contaba en ellos, pero así es la vida en las calles: no puedes tomar sin dar algo. Llega hasta el Vijeo Jeremías y Chicho pateando con desprecio un vaso de refresco vacío de O'Telly's.

- Buen provecho! - sonríe ofreciendo los perritos. - Dinos, Jeremías, ¿cómo es que Mugre nos reclama?

Jake comienza a comer su bocadillo con satisfacción mientras espera la respuesta...

Chicho toma el perro caliente y el refresco. Empieza a comer y se le nota bastante contento y agradecido.

Muy bueno todo, gracias. Tenemos que hacer más salidas como ésta.- Se echa a reir.

Mastica un parde bocados y y traga.

Este sabor de refresco no me gusta nada.- Piensa Chicho, pero sigue tomando del refresco haciendo ver que en verdad lo disfruta.- No puedo hacerle un desplante al Jere.

Mira hacia Jeremías y se une a Jake en la pregunta.

Sí Jeremías, ¿y eso que nos busca Mugre?

- dejenme comer por un segundo, que debo llenar el buche pa pasar la noche - Respondio con una amplia sonrisa, deboro casi sin masticar por asi decirlo, luego de terminar aquel exquicito hot dog Jeremias les miro acercandose para decirles en un susurro - Mugre dice que ya estan aptos para pertenecera a la nacion - Con la mano que tenia libre del refresco les palmeo el hombro a cada unos.

- Felicidades cachorros, pronto se alzaran con la gloria - Comenzo a caminar despacio para que le siguieran

Así que se trataba de eso... Jake no sabía qué responder. Se sentía capacitado para afrontar su rito, pero no esperaba que llegase tan pronto. Sonrió y asintió con la cabeza cuando el Viejo Jeremías colocó la mano en su hombro. Miró a Chicho, sonriente, y se dispuso a avanzar tras los pasos de su guía...

Bien- Piensa Chicho mientras Jeremías toca su hombro. Éste es un paso más y no quiere descepcionar a nadie, ni perder la oportunidad de formar parte de esta gran "familia".

Chicho observa sonriente a Jeremías y Jake, e intenta comer lo más rápido posible para así seguir a Jeremías.

Vamos, vamos.- Apenas se le entiende con toda esa comida en la boca, mientras apresura el paso.

Jeremias los guio hasta el ghetto mas derruido qeu pudieran conocer o visto en su vida, en todo ese lugar se destacaba una casa que lo unico sano que tenia era la puerta y una ventana - Bien guarden respeto, jejeje para que se los digo ya lo saben - Bromeo el Viejo diciendoles que pasaran; no caminaron mucho hasta llegar a la sala donde *Mugre* se encontraba recostado en un sillon, el olor a orin y eses de animales era tan fuerte que parecia quemar sus fosas nasales.

Mugre giro la vista apra obserbarlos y de un salto pararse y abrir los brazos de par en par

- Hey monadas!, Que los trae por aqui con el vejete este? a si si no me lo digan.... se ve en sus rostros la noticia que les escupio Jeremias verdad - Pregunto quedandose en silencion como esperando que sus mente reaccionaran al hablar tan rapido.... si se ponian a contar habia dicho la frase en menos de 2 segundos.

Jake nunca había llegado a estar en este lugar, aunque había escuchado un par de cosas acerca del refugio de Mugre. Tal y como se suele decir la realidad supera a la ficción.

- Descuida, Jeremías, no tengo la menor intención de quedar en evidencia frente a Mugre ni de dejarte en mal lugar ...y estoy seguro de que Chicho piensa exactamente igual- le respondió su parentela

A decir verdad, le costó mantener su palabra. A pesar del tiempo vivido en las calles, de las noches pasadas en angostos y hediondos callejones, Jake encontraba serias dificultades para respirar en el viciado ambiente. A duras penas conseguía mantener su almuerzo en el estómago. Sin embargo, él formaba parte de los roehuesos, la tribu que es capaz de mantenerse firme donde otras más puras y dignas (en la opinión de ellos mismos) no era capaz de dar apenas un paso.

Llegaron frente a Mugre y Jake se sintió aún más joven, aún más pequeño ...apenas un cachorro perdido. No sin esfuerzo, consiguió tomar aire y ánimo para responder a sus atropelladas palabras:

- Respondemos a la llamada. 

Chicho, ahora más serio luego de pensar durante todo el camino, sólo asiente a las palabras de Jeremías.

Al entrar donde Mugre y sentir de lleno el olor del lugar Chicho a duras penas logra aguantar y no mostrarse afectado ante los demás. Todavía aturdido por las emanaciones, Chicho intenta asimilar lo que Mugre les dice.

Sí, Jeremías nos dijo que querías vernos.- Responde Chicho todavía algo confuso.

- Asi es... pero saben el por que estan aqui? o vinieron solo siguiendo las palabras de un Viejo? - Pregunto Mugre - Estan concientes de lo que significa este llamado? que representa este evento? -

Jake tragó saliva y trató de aclararse la garganta antes de responder a Mugre.

- Sí... Nos has llamado para la celebración de nuestro rito de iniciación, Mugre. Nuestro bautismo de fuego. Nuestra oportunidad de demostrar nuestra valía y dejar de ser unos simples cachorros para convertirnos en miembros por derecho de la sociedad garou

Al menos, eso es lo que él había entendido cuando le hablaron del tema ...claro que las palabras no eran las mismas y entre el argot de vagabundos, el alcohol de más y el elevado misticismo de la explicación, era la versión más coherente que pudo hivanar sin temor a equivocarse demasiado.

Chicho se mantiene firme y responde.

Sí. Estamos aquí en conocimiento. Quiero hacerlo para por fin ser uno de más en la nación.- Dice un Chicho decidido, quien había estado esperando este momento desde el día en conocio su verdadera naturaleza, y puede que sin él mismo saberlo desde mucho antes.

Luego gira su mirada hacia Jake -Tenemos que lograrlo- Piensa mientras lo hace y voltea nuevamente hacia Mugre.

- Me deja absorto muchachos - Sonrio mugre al escuchar tanta decision - Pense que no queria siquiera saber el por que de todo o solamente probar suerte como en las calles qeu transitan a diario -

- Se nos prohibe decirles que acontesera pero si darles un consejo y ese conse el el siguiente * Unidos como familia deben estar para en las sombras no desesperar * - Resono aquello en sus mentes - Descancen, en dos horas partiremos al Central Park.... al tumulo de NY, alli la Madre Larissa les dira unas palabras para luego dejarlos a su suerte -