Partida Rol por web

- Pues pongámonos en marcha.

Se lo comento a las compañeras y esperamos al capitán.

No te preocupes Casius, no tardaré mucho... espero. ¿Por qué no vais echando un ojo a este lugar? Si pasa cualquier cosa estamos conectados por los comunicadores y os lo haré saber.

Me alejo acompañando al hombre y pensando para mis adentros: La verdad, entiendo que los ánimos esten caldeados, los últimos meses han sido duros para todos, espero que esto mejore en breves, pero al menos... agradezco el apoyo de Casius.

-"¿Qué os parece si buscamos una habitación en el único hotel de esta estación?, estoy deseando darme una ducha con agua reciclada de mejor calidad que la de la nave, al fin y al cabo por aquí tampoco veo ningún río ni lagos." - Esbozo una sonrisa por mi original comentario como esperando la aprobación de mis compañeros y alguna carcajada.

Finalmente eres llevado en un elevador hasta el ultimo piso de la estación, donde hay la parte mas burocrática. Te hace pasar a una especie de mostrador sencillo y donde normalmente debería ponerse detrás para cobrar se pone a un lado.
Serán 100 estándares por los impuestos de amarre.

El hotel embajador esta situado en una de las calles mas céntricas de la zona comercial. Tiene una entrada decorada con un gusto recargado (para una estación) con una alfombra verde y unas columnas de, al parecer, acero inoxidable. Ocupa las dos plantas de la manzana. En la planta baja están las habitaciones mas económicas, mientras en la parte alta, están las mas pudientes, algunas tienen terrazas desde las que se ven la zona comercial. Desde una de ellas puede llegar el alborozo de una fiesta.
Cuando entráis podéis ver que el embajador tiene una pequeña cafetería restaurante.

Mirando fijamente a los ojos, a aquel que parecía un buen hombre, intento hacerle sentir presionado al tiempo que digo:

Valla señor, usted sabe que somos gente modesta y que nuestra nave no os causará especiales inconvenientes en el punto de amarre, ¿no podríamos ajustar un poco más la tarifa a nuestras posibilidades? Os estaría de veras muy agradecido.

Ya le entiendo, pero es un precio mas que aceptable, la estación requiere mantenimiento, y mas para que naves como la suya pueda amarrar adecuadamente.

Todo precio es relativo, amigo mío, y en este caso bien pudiera darse la circustancia de ser algo más redistributivo, ve claramente que somos gente modesta, y ese justo precio supone para nosotros un notable esfuerzo. Haga una excepción con nosotros, a fín de cuentas, en esta vida lo que uno hace por el otro en el presente, será devuelto en el futuro.

Lo siento, pero yo también tengo que vivir. Mientras de una máquina sale un papel impreso con lo que debes entender que es el recibo.

Con resignacion, niego con la cabeza y le extiendo el dinero sobre el mostrador tras recibir el recivo.

Sea pues, 100 estándares, tenga usted muy buenos días.

Con cara agradable me doy la vuelta y me dispongo a volver con mis compañeros.

que pase un buen día.
Finalmente encuentras el grupo justo delante del hotel embajador.
El hotel embajador esta situado en una de las calles mas céntricas de la zona comercial. Tiene una entrada decorada con un gusto recargado (para una estación) con una alfombra verde y unas columnas de, al parecer, acero inoxidable. Ocupa las dos plantas de la manzana. En la planta baja están las habitaciones mas económicas, mientras en la parte alta, están las mas pudientes, algunas tienen terrazas desde las que se ven la zona comercial. Desde una de ellas puede llegar el alborozo de una fiesta.
Cuando entráis podéis ver que el embajador tiene una pequeña cafetería restaurante.

Finalmente detrás vuestro aparece vuestro capitán.

Entretenido, avanzo por los pasillos de la estación buscando algún detalle que la diferencie de todas las demás, finalmente, al llegar al hotel y ver a mis compañeros, me acerco a ellos:

¿Qué tal la zona? Mmm... Así que este es el hotel, ¿habéis visto a Gigi? La verdad tengo interés en cobrar cuanto antes, no me gustaría que surgieran inconvenientes mas tarde.

No capitán, hemos estado esperándole por aquí. Quizá deberíamos ir a hablar con ese Gigi, habría que ir a ver si puede recibirnos.

Finalmente entráis al embajador, al acercaros al recepcionista después de cruzar la entrada con la alfombra verde y los pilares de acero os atiende un hombre joven vestido de uniforme de botones.
Buenas noches, los señores desean una habitación?