Partida Rol por web

Las dos de la mañana en una noche de lluvia. Una estacion de servicio abierta 24 horas en una autopista que cruza a traves de ninguna parte.

Comiendo o bebiendo algo bajo las luces fluorescentes habia varios viajeros que, haciendo un alto en el camino, se dirigian a sus respectivas vidas. La television en una esquina elevada del local transmitia un programa de variedades donde un ventrilocuo hacia hablar al muñeco monchito... cuando la puerta de cristal del local se abrio bruscamente y entro a la cafeteria una mujer.

Estaba descalza y sus ropas mojadas, las piernas llenas de barro y el rostro descompuesto en una mueca de horror.

Apenas hubo entrado comenzo a sollozar tratando de cerrar el pestillo de la puerta de cristal llena de vaho, cuando una mano pequeña se poso con la palma sobre el cristal al otro lado de la puerta.

Dando alaridos la mujer repto hacia atras con manos y piernas arrastrandose sobre el suelo y cayendo desvanecida.

La mano tras el cristal desaparecio. Solo se veia la lluvia contra los vidrios. El camarero, que no se habia enterado de nada (estaba cargando las neveras tras la barra cuando sucedio todo) se levanto, vio a la mujer en el suelo y pregunto estupidamente:

Que ha pasado???

y tras mirar a la mujer y a los clientes:

...hay algun medico???

Rápidamente me acerco a la señora aparentemente desmayada y le tomo el pulso.
De acuerdo, su vida no corre peligro, es algo. Hay algún medico en la sala? Yo solo le puedo hacer unos primeros auxilios, en el coche tengo algo que nos podria ser de utilidad, pero no creo que sea buena idea salir.
Tras eso, abro la puerta, miro a la calle, y al no ver nada. Bajo las persianas.
Alguien ha podido ver algo más a parte de la mano en la puerta?

-Ahhh... Qué bueno es vaciar el tanque- Con esas palabras salí del baño después de haberme lavado las manos llevaba desde la tarde sin mear por lo que el sentimiento de satisfacción era desbordante.

Al salir pudé ver que había algo de alboroto a pesar de la hora, pudé ver a una mujer en el suelo y hombre preguntando si alguien a podido ver algo.

Pepe había pedido un café cargado y una copa de cazalla mientras ojeaba la carta. El viaje hasta Barcelona, lloviendo y a medio camino, requeriría su atención. La carta era ordinaria. Nada le atraía cuando sucedió lo de la mujer y la mano tras el cristal. Rápidamente se puso el sombrero, se levantó las solapas de la chaqueta de su traje de "El Corte Inglés" y salió a la puerta. Esa mano parecía haberse escapado de una película de miedo de los 80´, pero seguramente pertenecía a alguien que había hecho o sabía algo. 

Eh, tú, espera! - Gritó casi al vacío. 

Me puse rapidamente en pie, todo el cansancio se esfumo como por ensalmo. No era el primero en acudir a ayudar a la mujer, de manera que traté de no agobiarla y dejar que ayudasen.

De pronto varias personas se pusieron en marcha, unos bajando las persianas, otro lanzándose a la puerta a ver de quien era esa mano - si que la he visto, no ha sido ni un reflejo ni una imagen soñada - y dado que ninguno parecía ser más experto que yo, me decidí a adelantarme:

Yo tengo conocimientos de medicina, dejenme ocuparme de ella.

Entonces, señor, me aparto. Iba a hacerlo yo, pero tu tienes seguro más experiencia. Le digo al médico, cediendole el paso.

Una vez que me dejaron un poco de sitio, procedí a reconocerla rápidamente. Aunque hacía años que no practicaba la medicina asistencial y mucho menos de urgencias, parecía que era lo más parecido a un médico que había en la cafetería - ¡quién me madaría a mí parar, a estas horas ya podría estar en casa! - de manera que me esforzé para socorrer a la señora.

Antonio se encontraba de servicio aquella noche, su compañero Pepe se había dado por indispuesto, pero el había decidido salir sólo de patrulla. La cafetería de la gasolinera, ofrecía buen cafe, por lo que hizo una parada para tomarse uno y charlar con Alejandro, el camarero, como era costumbre.

Lo que prometía ser una noche aburrida, se convirtio de repente en una pelicula de Almodovar.

Joder, pense al ver a la señora entrar a toda velocidad llena de pavor y caerse al suelo al ver una mano en el cristal.

Sacando su arma reglamentaria como un acto reflejo, una pistola de 9 mm parabellum, la montó y salio a toda velocidad hacía la puerta, en busca de respuestas. Mientras que un parroquiano atendía a la señora.

Saliendo fuera, grito! Alto a la Guardia Civil!! Encañonando a lo que me parezca sospechoso.

Veo que por detrás viene otro parroquiano, buscando respuestas al igual que yo.

Cuidado, esto no me huele bien!

Paco vio entrar y caer a la jamelga... Toda empapada y descalza... De donde vendría la muy guarrilla? Si es que son unas calientapollas y luego... Pasa lo que pasa.

Apuró su Cubata de guaitlabel con cocacola y se acercó a ver si estaba buena... Qué jodio el médico con la tontería se estaba poniendo morao metiéndole mano. Ese truco me lo tengo que apuntar... Además inconsciente si te la follas no pasa nah... Jeje

Javier el bombero bajó las persianas del local. Alejandro el cientifico reconocia a la mujer en el suelo, David el electrecista parecia que la situacion no iba con el y Paco el camionero se bajo de su taburete y lo observaba todo, cubata en mano....

El camarero estaba nervioso y encendia un cigarrillo de una cajetilla arrugada que llevaba en el bolsillo de la camisa. Fue a una esquina de la barra y descolgo el telefono azul y verde que estaba en la pared, encima de las paginas amarillas. Rebusca en el bolsillo del pantalon una moneda de veinte duros y la introduce en el aparato....

Da varios golpes con la mano sobre la caja del telefono y dice mirando a los clientes con el auricular en la mano....

Esta mierda no funciona y se me ha tragado los veinte duros....

pinchar en el centro de la barra:

En la puerta, silueteados por los relampagos se habian asomado Pepe, el de la gabardina, y Antonio torres, guardia civil de uniforme y pistola en mano.

Ambos escudriñaban la noche.