Partida Rol por web

El Team Rocket se quedó anonadado al ver como ambos pokémon se combinaban para liquidar de un buen par de golpes a su recién sacado Victreebel. Le habían dejado completamente congelado, a la par que gravemente herido. Así que antes de que pudiera hacer nada, decidió retirarlo del combate para que dejara de sufrir. Rápidamente sacó a Cacnea. 

¡Esto no puede ser! Gritó James al tiempo que sacaba su última pokéball. ¡Tiene pokémon muy poderosos! ¡Vamos a por todas! ¡Cacnea! ¡Acaba con ellos!

El pokémon según salió de la pokéball también salió corriendo a abrazar a su entrenador. Parecía tenerle tanto cariño como el otro pokémon.

Pero Arbok seguía en pie y dispuesto a seguir luchando, golpeó de nuevo con su cabeza a Tentacruel y esta vez sí que logró derrotarlo.

Mantenía la compostura ante la situación, tenía una mano en el bolsillo del pantalón mientras que la otra la ocupaba para sacar la pokebola de su lugar y traer de vuelta a su tentacruel. -Lo has hecho mejor de lo que podía pedir. Gracias. -Pronuncio mientras buscaba en su cinturón al pokemon indicado para esta ocasión. -Ve Slash. -Pronuncio a la par que lanzaba al aire una pokebola que se abrió en el aire sacando a un pokemon en forma de escudo y espada que flotaba en el aire. -Esto es una advertencia. Si vuelvo a debilitar a otro de tus pokemon. -Pronuncio mirando hacia James. Le caía bien por la forma de actuar tan divertida aunque no había olvidado que deseaban robar sus pokemon. -Sacare a mis pokemon más fuertes y no tendré piedad contigo. -Culmino mirando hacia Jessie. 

-Raticate aprovecha tu velocidad, impulsate en Slash y ataca con Buena Baza a Cacnea. Slash cubre la espalda de Raticate y luego realiza un cabeza de hierro contra Cacnea. -Nuevamente volvía a realizar un doble Focus a los pokemon de James. Un tipo planta le hacía demasiado daño a Quirk y Tyranitar aunque éste podría superar un ataque al menos de alguno de ellos, en tanto Slash era inmune a los ataques tipo veneno de Arbok. 

La aparición de Slash en el terreno de batalla dejó boquiabiertos al Team Rocket. Se habían quedado impresionados al ver a dicho pokémon. Pues al final resulta que si estos dos son los más débiles... dijo James mirando a su Cacnea. Rápidamente Raticate salió disparado contra él y después Aegislash le golpeó con su cabeza. Cacnea fue enviado por los aires y James salió corriendo detrás de él.

Jessie miró a su Arbok, que contra un pokémon de tipo acero y fantasma no tenía absolutamente ninguna opción y se entendieron a la perfección. Mandó un rayo de luz roja sobre Arbok para recogerlo y salir corriendo de allí. 

Dio un leve respiro al notar como se estaban yendo de la escena, tenía las manos en la cintura mientras miraba hacia abajo. -Vaya combate. Aunque me gustaría tener a ese weezing estoy seguro que podría ser de mucha ayuda. -Fue allí cuando notó que desde el weezing de james había caido una especie de material liquido, era un lodo negro que hizo que lo cargara tentacruel para poder tomarlo. -Bueno, vamos a guardar esto quizás pueda servir en el futuro. 

Al final el Team Rocket no parecía hacer ningún intento de robo más en todo el viaje, por lo que Travis pudo llegar a la siguiente ciudad donde se encontraba el tercer gimnasio al que tenía que enfrentarse.

Ante él había una especie de fábrica eléctrica, un edificio formado por electricidad y acero y en cuyo interior se encontraría el tercer líder y la tercera medalla.

Pero para poder entrar había una puerta en cuyos extremos había unos aparatos que irradiaban electricidad. Era mucho más que una verja electrificada, era una continua red de electricidad que impedía que el entrenador y sus pokémon pudieran entrar. 

Aquélla era la única entrada, así que debía ingeniárselas para poder optar a la siguiente medalla.

Aquello sin duda era diferente, se preguntaba quien podía realizar tales acciones para entrar a un gimnasio, sin duda alguna se trataba de una prueba algo dura y solo algunos pokemones podían realizar tal acción, por suerte él tenía uno de ellos. -Sal Quirk, abre esa puerta. -Quirk como si nada se dirigió hacia donde se encontraba el botón, se dio el lujo de jugar un poco con la electricidad que se emanaba de las estructuras. La electricidad no le afectaba en lo más minimo por lo cual no tuvo problemas en desactivar apretando el botón. -Perfecto. -Esbozo una sonrisa mientras continuaba su camino hacia el lider de gimnasio.

¡Buenos días, jovencito! Dijo al aspirante a entrenador. Bienvenido al gimnasio Calambre. Veo que has podido superar la barrera electrificada sin ningún problema. ¡Enhorabuena! Dado que has llegado hasta aquí, es muy probable que ya tengas dos medallas pokémon. ¡Genial! Eso indica que tienes tu equipo al completo y que estás dispuesto a realizar un combate contra mi. 

El combate será a seis pokémon, y se permitirán dos cambios. Como tú eres el aspirante, empezaré sacando yo a mi primer pokémon. ¡Espero que estés preparado, yo no soy tan blando cono Misty y Brock! ¡Esos dos jóvenes líderes son aún demasiado inexpertos! Verás que mis pokémon combinan la agilidad y la fuerza de unos verdaderos héroes.

¡Adelante! Gritó sacando una pokéball de tonalidades amarillentas y plateadas. ¡Comienza tú con la batalla!

La presentación era intimidante aquello no podía negarlo, el sujeto se trataba de nada más que un militar, tampoco es que conociera mucho de historia pero no recordaba a alguna otra persona que fuera militar en su pueblo. Equipo completo. Aquello era verdad aunque no había podido encontrar todos los que desease y al notar como el sujeto parecía estar encargado de los tipo electrico no tenía muchos pokemones que pudieran superar esos ataques con tanta facilidad. -Puede que sean inexpertos, pero sin duda alguna son buenos lideres de gimnasio. Creo que si no puedo darte una buena pelea con los pokemon que tengo entonces no puedo llamarme a mi mismo un aspirante a maestro. Adelante Quirk, demuestra de que estas hecho. -Quirk ya había demostrado sus habilidades como tipo agua que era, aunque la estrategia podía ser algo lenta siempre era confiable, aun más cuando su rival era más rapido que él. 

-Es hora de empezar con todo Quirk, Terremoto hacia Zebstrika.

No podía esperar a boostearse con maldición y permitir que tal pokemon atacara primero, lo mejor era realizar un ataque de gran poder apenas empezar, y así fue cuando su pokemon apenas mostraba mueca de emoción y dando un golpe con su cola dio un salto para luego caer y hacer temblar todo el lugar.

Trasvis tenía claro por donde empezar. Quizá era un riesgo comenzar con un pokémon de tierra, pues si era el único, muy probablemente terminaría debilitado antes de tiempo, y perdiendo energía solo contra los primeros pokémon del líder del gimnasio. En cualquier caso, el Teniente Surge tendría que tirar de ataques diferentes a la electricidad, pues a pesar de ser de agua, Quagsire era de tipo tierra, lo que le hacían invulnerable a dichos ataques.

¿Crees que habría llegado a ser líder si un pokémon de tierra fuera un problema? Dijo sonriente mientras acariciaba a su Zebstrika.

Está bien. Comencemos el combate. Y entonces Zebstrika golpeó con todo su cuerpo al renacuajo que tenía frente a él, enviándolo varios metros hacia atrás. El pokémon dio saltos de alegría por lo ágil que había sido, pero cuando quiso darse cuenta, Quagsire había golpeado con su cola el suelo y había generado un terremoto del que no fue capaz de salir Zebstrika.

¡Oh! Gritó Surge. ¡No esperaba que fuera un ataque tan brutal! Dijo queriendo tragarse sus propias palabras. Veo que eres todo un experto combatiente. Quizá seas más problemático de lo que sospechaba.

¡Adelante Eelectros!

Sus ataques de tierra ya no serán un problema. Le dijo a su compañero

¿Te das cuenta de que te estás enfrentando a uno de los pocos pokémon que no tiene debilidades? Preguntó a Travis para ver si conocía semejante dato. ¡Tus ataques de tierra no son nada para él!

La estrategia había sido satisfactoria, Quirk ya había cumplido su cometido de ganarle por lo menos a un pokemon de su rival pero sabía que estaba en bastante desventaja, no podía depender de éste en todo momento y es más sabía que lo más seguro es que alguno de sus pokemon tipo electrico supiera algun ataque tipo planta, no podía permitirse que quirk se topara con ese ataque ya que seria un debilitamiento enseguida. -Regresa. -Saco su pokebola y el pokemon volvió a ésta, casi sin esperar saco a otro. -Bee. -Su Beedrill se movió por todos lados listo para la batalla. 

Travis cambió su pokémon por otro menos vulnerable a un posible ataque de tipo planta. Surge pensaba que recibiría un ataque de tipo tierra, pero se llevó una sorpresa al ver que su oponente gastaba tan rápido su primer cambio. El entrenador sacó a un inquieto Beedrill que en cuanto entró en el campo de batalla esquivó el ataque del pokémon del líder de gimnasio.

Así que, la pérdida de tiempo que suponía el cambio de pokémon había sido solventado gracias a la evasión del pokémon impidiendo que fuera debilitado.

¿Un Beedrill? Pensó Surge. Seguramente sea un pokémon más duro de lo que pensamos. Así que cuanto antes acabemos con él, mucho mejor. ¡Descarga a máxima potencia!

No esperaba que Beedrill lograra esquivar el ataque de Elektross ni tampoco que éste atacara con un ataque neutro contra Quirk, al parecer si se mantenía con éste podría quizás resistir en base a Maldiciones y Recuperación, era una estrategia arriesgada pero podría haber funcionado, aunque ahora tenía otra estrategia, necesitaba que Beedrill envenenara a Elektross y causar el mayor daño posible para que éste se debilitara lo más pronto posible, era un peligro que se mantuviera allí. 

-Bee. Ataca con Puya Nociva, necesitamos que ése elektross se debilite lo más pronto posible. 

Beedrill se movió en el aire de manera veloz y poco ortodoxa para intentar confundir a su rival intentando tomarle por sorpresa. 

Los movimientos de ambos pokémon eran bastante rápidos, Beedrill se ponía a moverse sin parar de un lugar a otro y sin que casi Eelektros fuese capaz de seguirle. Y cuando se quiso dar cuenta le había clavado su aguijón en su alargado cuerpo. Pero, como en ese momento estaba tan cerca y tan fácil de impactar, el pokémon de Surge creó una nube negra en el cielo que rápidamente descargó un potente trueno que lo hirió de gravedad.

¡Venga, amigo! ¡Un golpe como ése otro y será nuestro este combate! Él es más rápido que tú, así que esquívalo y acaba con él. Sé que aguantarás.

-Mierda. -Las cosas parecían ir complicandose un poco, aunque llevaba la ventaja de un pokemon, aquello no era mucho pero ahora Beedrill debía causar el mayor daño posible simplemente y otro pokemon podría encargarse de elektross. -Usa nuevamente Puya Nociva. -Estaba buscando que aquello causara un envenenamiento pero primero necesitaba que el Trueno fallara, todo quedaba al azar ahora. 

El aguijón de Beedrill volvió a clavarse sobre Eelektross, pero el picotazo no fue lo suficientemente fuerte como para debilitarlo, pues la resistencia del pokémon de Surge era suficiente para encajar ese envite. Inmediatamente después, una nube oscura se colocó sobre el pokémon avispa de Travis, y el trueno que cayó tras ella lo dejó gravemente debilitado. Beedrill estaba fuera de combate, era hora de sacar a su siguiente pokémon.

Beedrill ya no podía continuar, los ataques de su oponente eran poderosos, demasiado como para poder resistirlo, Travis lo trajo de vuelta y con un rostro serio decidió sacar una pokebola amarilla con rasgos negros y bastante bien cuidado. -Adelante. De esta salio un pokemon de gran tamaño y un aspecto aterrador el cual apenas salió comenzó a crear una tormenta de arena que se cernía por todo el lugar. 

-Esto no sera lindo para tu elektross. Roca Afilada. -Su pokemon con gran fuerza comenzó a dar golpes en el suelo con sus patas y unas rocas se elevaron con velocidad. 

Cuando Surge vio que el siguiente pokémon de Travis era Tyranitar sonrió. Creo que te has equivocado con su elección. Eelektros tiene varios ases bajo la manga. ¿Verdad que sí, amigo? Le preguntó mientras le acariciaba su alargado cuerpo. Tiene una capacidad combativa extraordinaria y por eso le enseñé movimientos de tipo lucha que dejarán a tu pokémon por los suelos. Tienes suerte de que sea muy lento, porque podría acabar contigo de un golpe. Cuando escuchó la fuerza con la que lanzaba su ataque, Surge temió por su pokémon. Si lo resistes venceremos. Le animó.

Entonces observó como su rival lo eliminaba rápidamente y chasqueó la lengua molesto. Aggh! Suerte que has tenido. Pensaba que iba a poder aguantar. Bueno, pues ya sé a quién sacar entonces. ¡Adelante, Electivire!