Partida Rol por web

Te han encomendado una mision de grado B. Debes cazar una especie de samurai de pelo rojizo el cual es buscado por un supuesto tráfico de productos no legales. Se supone que son pieles de ciertos animales protegidos de Fiore. Tu investigación te ha llevado hasta un pueblo maritimo donde se supone venden estas pieles. Sentado sobre una escalera y comiendo una manzana ves un chico joven de pelo rojizo con ropa de samurai. Sus rasgos coinciden por la descripcion que te han dado, y en su cintura lleva dos espadas. Sin duda debe ser tu objetivo, Giga Volcano.

Tumbada en un tejado, contemplo desde lejos al tipo, observando con los ojos entrecerrados más por el cabreo y el sol que por la distancia. Mientras me hayo así, noto una sensación suave n el costado, lo que me hace levantarme a 4 patas y soltar algo parecido a un bufido al gato que se había frotado contra mí, que sale disparado perdiendo su pelaje naranja en un callejón. Con un medio-gruñido de desagrado, vuelvo a acomodarme sobre las tejas calientes por el sol, mirando al lugar donde estaba el tipo ese. Tenía unas ganas considerables de simplemente hacerle pagar por lo que había hecho, pero los auténticos cazadores acechaban. Además, este entorno era horrible, como todas las ciudades. Demasiada gente y yo que, cómo no, destacaría si me acercaba como cualquiera por mi piel y mi "vestimenta", las hiedras que me cubrían tras las varias peticiones que recibí en el pasado. Al menos, la gente ya no actuaba TAN como bobos al verme, por eso de ir sólo semi desnuda y no desnuda del todo.

En cualquier caso, espero un poco para ver si se mueve o tiene algún cliente.

El chico parece mirar a los lados de forma impaciente. Al acabarse la manzana, saca otra de dentro de su cinturón y la empieza a morder tranquilamente. El hueso anterior lo tira hacia un callejon que hay en el lateral del edificio. Alli puedes observar algo ocultos por la sombra que hay el cuerpo de 5 hombres amontonados en el suelo. Por su estado parecen insconcientes y no muertos. De momento no se mueve del lugar. Por su impaciencia sin duda debe estar esperando a alguien que llega tarde. Quizas algun mercader con el que comerciar.

Con cada mordisco, mi impaciencia se incrementaba ligeramente. Tras el último bocado de la manzana, decido que ya estoy bastante harta y comienzo a acercarme por los tejados, haciendo el mínimo ruido posible y, si son inclinados, avanzando por la cara menos visible pero manteniendo la cabeza asomada tanto tiempo como puedo para no perderlo de vista. En el caso de que hiciera falta saltar entre los tejados, me transformo, par gozar de mi fuerza animal.

Te vas acercando hacia la posicion del samurai por tejados cercanos. El sigue comiendo otra manzana mientras espera la visita. La gente va haciendo sus quehaceres habituales mientras mercaderes hacen tratos en la compra de primeras materias con los transportistas.

Ya en una posición bastante mejor, en la que incluso pensaba que podría oír si hablaba con alguien, espero agazapada y atenta. La parte mala es que la tentación de saltarle al cuello sabiendo a qué se dedicaba, estando tan cerca y él distraído, era grande...

Esperas 15 minutos mas pero la visita no llega. Giga cansado de esperar, se levanta y empieza a caminar calle arriba. La calle está bastante transitada. No muy lejos de alli esta la zona comercial de la ciudad.

Me harté. Pienso en cuanto se separa del muro, concentrándome un instante para dejar que se desate mi transformación. Por todo mi cuerpo crece un espeso pelaje, endureciéndose la piel que hay debajo para soportar la nueva condición, y las garras crecen también formando pequeñas almohadillas en la palma de mi mano. Siento cómo también se agudiza la relación de mi mente con cada músculo, permitiéndome liberar mucho más potencial del que podría en mi forma humana, lo que me causa un ligero estremecimiento del cabello a la cola felina que ahora surgía de mi rabadilla. Las hiedras desaparecieron a la vez, lo que dejaría mis "partes íntimas", como las llamaban, al descubierto, lo que al parecer no importaba porque según decía el maestro al estar cubierta de pelo era distinto. ¡Quién los entendía!

En cualquier caso, en cuanto Giga me da la espalda*, me lanzo desde el tejado para ir a aterrizar sobre su espalda.

Giga pasa por delante de ti subiendo la calle que hay a su derecha y adentrandose hacia la zona comercial del pueblo. Tu lo has estado vigilando por los tejados. Los edificios son bajos de 2 plantas mayormente. Al verlo pasar das un salto hacia la calle y te dejas caer de forma sigilosa. La gente que pasa se extraña al verte caer, pero el no se ha dado cuenta de tu presencia.

Al ver pasar al mago ese, me dejo caer del tejado, y aún antes de acercarme al suelo, ya se que he fallado: no voy a caer en su espalda. En cualquier caso, aterrizo sobre las pequeñas almohadillas y ruedo sobre mí misma para minimizar el impacto, todo con el mínimo ruido. El suelo de piedra no genera apenas ruido cuando apoyo mi zarpa trasera en una rendija de la roca para frenar el movimiento y aprovechar el impulso que restaba para quedarme a cuatro patas sobre el suelo, en una pose de depredadora. El silencio se había hecho en unos pocos transeúntes, pero antes de que nadie diga nada, pego un gran salto hacia adelante, con las garras extendidas, con un devastador movimiento dirigido a la espalda de Giga Volcano, apuntando a acabar con el combate antes de que empezara.

Decides atacarle por la espalda con un fuerte ataque con tus garras, pero en el momento en que ibas a acertar el golpe se te cruza un niño con el que tropiezas y te frena en tu intento. El sigue su camino sin saber nada de lo sucedido.

Sabiendo que no podía dejarme detener por el niño ni darle oportunidad a un criminal tan peligroso de escapar, decido que es el momento de dar el todo por el todo, y empleando mi particular estilo de combate, brinco sobre el chico que pasaba, garras por delante, para tratar de hundirle ambas garras en espalda y empujarle*, rodando después hasta quedar arrodillada y con RL culo en el suelo, con una pierna a cada lado*, y mirándole mientras hacía un inocente saludo con la "zarpa" derecha, aunque vibraba con energía natural y quizás ahora estuviese ensangrentada.

- Saludos, Giga Volcano, quedas detenido. -digo con una mueca salvaje en el rostro, pensando en arrancarle la piel a tiras, cono él mismo habría hecho con tantos animales. Así sabría lo que se siente.

Tu ataque sorprende totalmente a Giga que iba andando desprevenido y le hieres en toda la espalda con multiples zarpazos. Al notar tanto dolor se gira para ver quien ha sido el atacante. Al escuchar tus palabras desenvaina sus dos katanas y te dice: seras zorra!!

En un tono de buen enfado y te ataca con ellas dando una serie de estocadas en el aire que las notas como una furia cortante sobre ti. El daño no lo puedes resistir y caes noqueada al suelo. Entonces prosigue lentamente su camino. La gente queda sorprendida con que rapidez el samurai ha noqueado a la extraña perseguidora.