Partida Rol por web

Mucho antes de que Lyla o el anciano hablasen, Alexander se puso en tensión.

Joder...esto no está saliendo como pensaba...

Dio medio paso atrás, con los ojos abiertos de par en par y la cara desencajada.

Y después, Lyla habló.

Sugería que ellos escapasen, mientras ella les cubría. Se pasaron por su cabeza mil pensamientos, pero, fundamentalmente, Ivan.

Aquellas imágenes se repetían constantemente en su cabeza, acosándole cuando menos lo esperaba, sin embargo, con Lyla era diferente. Aunque no sabía precisar por que, su voz le resultaba cálida y acogedora.

Fue entonces cuando tomó una decisión.

-No pienso dejarte aquí sola-Dijo, con voz decidida y dando un paso al frente con el fin de colocarse a la altura de Lyla. Sus palabras sonaban mucho mas cálidas y empáticas que de costumbre.

Estaba claro que Lyla estaba preparada para el combate, mucho mejor que él, pero no se iba a dar por vencido.

Sus habilidades eran tan lentas...solo necesitaba un poco mas de tiempo.

 Lyla apretó los dientes, y esbozó una media sonrisa

Tranquilo, héroe. No me quedaré sola, iré detrás vuestra...

No aparta la mirada del anciano

-¿Brujería? -preguntó el anciano, con un deje de sarcasmo en la voz-. No sabes lo que es la brujería. No lo sabes hasta que la has visto. Y me encargaré de que la veas.

Empezó a gesticular y a murmurar palabras arcanas, mientras por sus venas corría sangre negra, tan oscura que podía verse a través de su translúcida piel. Un aura de poder comenzó a inundar el lugar, al tiempo que la burbuja de oscuridad se hacía aún más oscura.

Alexander miró con un deje de miedo como el anciano hablaba con Lyla y como después, este empezaba a formular ensalmos.

Ésta acción fue la que hizo reaccionar a Alexander, que se temía lo peor.

-!Vamonos de aquí¡-Gritó, cojiento de la mano a Lyla y obligándola a salir corriendo junto a él.

Hizo un gesto a Anger, indicándole que fuese delante de ellos.

Brujería...yo si se lo que es la brujería...

Escucho la conversacion con una sonrisa mientras voy sacando poco a poco la lanza . Preveo el combate y no me espero la reaccion de alexander . tardo unos segundos en ponerme en marcha pero no quiero dejarles atras y me mantengo a su altura . 

¡Maldito histérico!

Lyla está a punto de perder los nervios, pero rápidamente opta por no resistirse y correr, aunque soltando la mano de Alexander. Como una flecha, acompaña a sus compañeros en dirección contraria de aquel extraño personaje. Cuanto más lejos, mejor...

Atravesar la burbuja les supuso más dificultad de lo que esperaban, pues era sorprendentemente densa, como una placenta. Al pasar al otro lado descubrieron que el mundo que les rodeaba se había vuelto gris por completo, que la gente que bailaba no tenía más definición que una nube de cenizas revoloteando con el viento y que los edificios parecían a medio derruir. Es más, el pueblo parecía más grande, con edificios sobre los edificios, construcciones extrañas y casi absurdas. Parecía que no había nadie más que ellos en aquel lugar, rodeados por los fantasmas de los alegres aldeanos que ni los veían ni podían ser vistos con claridad... excepto el anciano, que avanzaba hacia ellos sin prisa pero sin pausa. Por el suelo, tan rápido como ellos, corría una mancha negra como el petróleo que les ganó la carrera. Deteniéndose frente a ellos, de la mancha surgieron tres figuras oscuras, tan densas y pegajosas como la burbuja. Parecían niños desnutridos, altos y sin rasgos, sólo con una boca que aullaba y unas manos largas acabadas en dedos como rastrillos.

Y eran hostiles.

 Lyla sujetó su espada frente a ella, parándose de forma brusca, y esbozó una sonrisa sarcástica

Esto es una locura

Entonces hizo una floritura, colocando su espada a su derecha, a ras del suelo, y su mano izquierda abierta, en posición simétrica, mientras flexionaba las piernas, dispuesta a lanzarse al combate

Vamos allá

En cuanto vio la imagen de aquellos tres niños, Alexander se paró en seco.

¿Pueden salir las cosas peor?-Pensó, amargamente-Si...si que pueden

Comenzó a gesticular y a realizar ensalmos, no le quedaba otra si quería sobrevivir.

Alexander termina de realizar una serie de ensalmos, y, poniendo las manos en posición horizontal, despliega una burbuja perfecta de color blanco-azulado delante de él.

Brujería...-Murmura amargamente, más para si mismo que para los demás-no trae mas que problemas.

 Abrió la boca de par en par al ver a su compañero. Por unos instantes, le costó racionalizar la situación. Pero, rápidamente, volvió a centrar la atención en el combate, mientras murmuraba

Eres una caja de sorpresas, Alex... Y yo que creía que tendría que protegerte...

Esboza una sonrisa divertida. Al fin y al cabo, en unos segundos le han derruido todos los esquemas, y las leyes físicas parecen no tener sentido. De repente, el mundo es un lugar lleno de magia y oscuridad, donde un hechicero desconocido invoca seres de otros mundos para capturar a Lyla y a sus dos extraños compañeros. Después de eso... ¿Que tendría de extraño que Alexander tuviera poderes? Diablos, le parecería hasta normal si de repente empezara a llover chocolate del cielo...

Uno de los seres de oscuridad se arrojó sobre la mujer con un aullido aterrador. Levantó sus garras en un intento de clavárselas en el pecho, pero ella desvió el golpe con la hoja de su espada, dejando al descubierto la defensa del ser.

¡Mío!

Lyla vio un hueco, y aprovechó. Esa cosa la daba un poco de miedo, para que negarlo. No es que todos los días se encontrase uno con seres infernales sin boca y con garras como cuchillos. Pero una cosa estaba clara: Ese movimiento no había sido exactamente un saludo amistoso. Y que la integridad de la mujer se viera amenazada despertaba sus más básicos instintos

¡Fallaste, bichejo!

La espada bastarda hendió el aire, produciendo un zumbido al salir despedida hacia aquel extraño ser de pesadilla

El ser se colapsó sobre sí mismo, pasándole la hoja de la espada a escasos centímetros de su pecho. Se dobló sobre su "cintura" y luego volvió a su sitio, levantando las garras con un siseo.

Miro a las manchas negras y sonrio creo que no va a quedar mas remedio que luchar .

Suelto una risa y me pongo delante de uno de estos seres Puto bicho clavo la lanza en el suelo y rapidamente lanzo mi chaqueta negra hacia el cielo y nada mas hacerlo las vendas rojas y negras revolotean a mi alrededor y solo me deja descubierto los brazos y la parte izquierda de mi costado . Un gran dibujo recorre la parte desnuda de mi cuerpo .El tatuaje esta formado por tribales y dejan entrever una boca de dragon por el cuello y una gran ala por el brazo . Cierro los ojos . Una cascada se forma en mi mente y poco a poco dejo que el ki se haga cargo de mi .

Una segunda sombra se lanzó a por Alexander, que controló su escudo mágico para detener el impacto. Las garras del ser rebotaron en su superficie, que brilló tenuemente.

 Lyla tensó su cuerpo, y unas venitas aparecieron alrededor de sus ojos, mientras su expresión se contraía por la concentración. De repente, sus brazos y piernas palpitaron, como si los musculos que los componían hubieran aumentado visiblemente. Lyla levantó su espada, como si fuera un juguete, y saltó sobre su enemigo, dispuesta a partirle en dos

La sombra que quedaba por actuar fue a por Anger, que se hallaba concentrado cargando su potencia. Las uñas ni siquiera se acercaron a darle, pues el chico esquivó con total maestría.