Partida Rol por web

Hoy como cada dia el agente Black pasa a recoger a su compañera y antes de pasar por la comisaria se dirigen a un dunkin donuts.

La ciudad empieza a levantarse, se mezcla la gente que va a su casa a dormir con los que se levantan para ir a trabajar. Los abueletes ya van cogiendo los mejores sitios en las obras. Y los barrenderos recogen los casquillos de bala de la noche anterior.

Respiran hondo y el humo de los coches se mezcla con algo de comida china instantanea en sus pulmones.

Esta es su ciudad

La ciudad empieza a levantarse, se mezcla la gente que va a su casa a dormir con los que se levantan para ir a trabajar. Los abueletes ya van cogiendo los mejores sitios en las obras. Y los barrenderos recogen los casquillos de bala de la noche anterior.

Respiras hondo y el humo de los coches se mezcla con algo de comida china instantanea en tus pulmones.

Esta es tu ciudad

Todavia no has superado la muerte de tu compañero Miguelito, al que mató su caiman 5 años despues de que lo tirara por el retrete

No quieres un compañero nuevo, así que vagas por la ciudad patrullando en tu moto.

Tienes algo de hambre y como te gustan los topicos de polis te vas al dunkin donuts

Joder, la ciudad está que arde! Qué cantidad de tías buenas, por Dios! Así no se puede vivir.

Pensamientos calientes se entremezclan en la cabeza de LJ mientras sigue mentalmente una canción de moda... Tras sus gafas de espejo, que le quedan excesivamente grandes, mira con descaro el trasero de una latina que pasa por delante del Dunkin Donuts en el momento en que aparca su moto.

No te cuesta mucho encontrar aparcamiento, la tienda está situada en el Ensanche, a unas 10 calles del comienzo del Suburbio.

En esta ciudad todo está conectado, como el fruto que cae del arbol, lo come un animalillo y sus cacas sirven de fertilizante para el mismo arbol. El cuerpo de policia tiene descuento en el dunkin donuts y así el dunkin donuts tiene una seguridad extra.

El agente Brown, o Black, como le solía llamar Trexy, se había levantado hoy de mal humor. No es que acostumbrara a ser risueño como un colegial, claro. Ni siquiera era el abusón que le robaba el almuerzo al colegial; quizá podría ser el matón que apalizaba al abusón que le robaba el almuerzo al colegial... y eso en sus días buenos. Pero hoy no era uno de esos días, más bien era el peor puñetero día de todo el maldito año. Black Brown también era algo malhablado habitualmente, aunque hoy en concreto al salir de su casa hasta los pandilleros se sonrojaban al oirle.

Todo había ido de mal en peor desde que su mujer le había dejado. Desde hacía meses que le acosaba para recibir su pensión, y Brown ya esperaba verla en cualquier parte. Para empeorarlo, estando divorciado no se había acostumbrado aún a hacer de amo de casa, y su armario era un desastre. La única camisa que le quedaba limpia era una elegante modelo estilo hawaiano con palmeras verdes bajo un sol naranja chillón. Y ni siquiera estaba planchada. Deseando que nadie en la oficina se fijara en su aspecto, Brown se había calzado su corbata negra sobre ella y la gabardina marrón encima. Mirándose al espejo, ni él mismo podía tomarse en serio, y para empeorar la cosa, la gente por la calle no hacía más que confundirle con algún músico de Jazz de hace mil años.

Por todo eso, el agente Black no habla demasiado en el coche con su compañera. Sabe que es bien capaz de soltarle un directo a los morros por decir un taco, así que procura contenerse.

Al fin, estoy deseando un relleno de crema.

Detiene su bonito aunque anticuado Chevy rojo y le asegura el freno de mano. Está mal estacionado, pero si un azul se atreve a ponerle una multa hoy es bien capaz de pegarle un tiro. Aún no han llegado a la oficina, pero el sentimiento es de haber alcanzado el destino. Sin una visita al Dunkin Donuts, este sería un día de perros.

 Trexy, sorprendentemente, se ha levantado con el pie derecho, y empieza su día con optimismo y "buenas curvas".  Sabe que su compañero Black no comparte su buen humor hoy, se lo nota en la cara, pero aún así Trexy no está dispuesta a que le amarguen el día. En silencio y, como siempre, mascando chicle de sandía ha pasado todo el trayecto hasta llegar a la tienda de donuts. La pelirroja espera hambrienta su sabrosa magdalena de chocolate, acompañada siempre de un café bien cargado. El Dunkin' Donuts siempre satisface sus necesidades mañaneras.

Mira de reojo el coche mal aparcado de su compañero y le mira mientras camina serio hacia la cafetería. Hoy vamos a tener guerra...

No les cuesta mucho encontrar aparcamiento, la tienda está situada en el Ensanche, a unas 10 calles del comienzo del Suburbio.

En esta ciudad todo está conectado, como el fruto que cae del arbol, lo come un animalillo y sus cacas sirven de fertilizante para el mismo arbol. El cuerpo de policia tiene descuento en el dunkin donuts y así el dunkin donuts tiene una seguridad extra.

LJ entra con paso decidido al DD.

Bienvenido a dunkie donuts, en que puedo servirle señor agente (dice booby casi sin levantar la cabeza)

(Una vez que se da cuenta de quien es)

Ohh, ¿Señor Jon lo de siempre?

Mientras Bobby dice esto, y se va dando la vuelta para servirte un café, ves como en el parking alguien aparca subiendose al bordillo y en diagonal con las lineas del parking.

Son esa extraña pareja de polis a los que conocistes en la barbacoa de la comisaria el mes pasado.

El negro ese Black Brown y la buenorra de Trexy

¡Una Magdalena de Chocolate y un café largo bien cargado!

Trexy le grita al camarero que está detrás de la barra mientras señala y va de camino a la mesa más cercana. No sabe si el camarero le ha oído o no, pero más le vale haberle oído, Trexy no repite las cosas dos veces.

Al parecer el camarero está de espaldas atendiendo a un compañero del cuerpo, pero levanta la mano y extiende el dedo indice como que ha oido tu pedido

El poli al que está atendiendo es Little Jon lo recuerdas porque siempre te desnuda con la mirada, formalmente lo conoces de la barbacoa de la comisaria que hubo en mes pasado.

Al parecer el camarero está de espaldas atendiendo a un compañero del cuerpo, pero levanta la mano y extiende el dedo indice como que ha oido el pedido de Trexy.

El poli al que está atendiendo es Little Jon lo recuerdas porque estuvo bebiendo más de la cuenta en la barbacoa de la comisaria el mes pasado

 Se para de camino a la mesa para observar el panorama. Little Jon siempre le ha parecido atractivo a pesar de las malas pulgas que parece tener. Trexy lo mira detenidamente durante tres segundos, no le importa si él se percata o no que lo está mirando, siempre ha sido muy decidida para ello. 

De repente se le desabrocha un botón de la camisa. Los malos pensamientos hacen que pierda el control de su flexible cuerpo. Sigue observando con detalle al agente mientras camina hacia su mesa a esperar su desayuno. Incluso se ha olvidado que está en compañía del agente Brown. 

Black entra en el Dunkin Donuts rezongando algo, pero nadie llega a oirle, y menos aún a prestarle atención.

Cuando mira hacia la barra ve una espalda conocida, pero la verdad es que ese tal Little John no le cae demasiado bien, y decide hacer como que no lo ha visto. Al menos hasta que se haya calmado con una dosis de azucar y el cigarro de la mañana.

No, el cigarro no. El chicle para dejar de fumar de la mañana.

Mierda...

Un glaseado relleno de crema pide al camarero, tratando de conservar las maneras.

Trexy despues de pedir, se sienta en una mesa.

Un glaseado relleno de crema (llegas a oirle a Black Brown a tus espaldas)

Sí Bobby. Lo de siem...

Little Jon se ve interrumpido por esos dos policías de pacotilla que no saben ni aparcar...

Menudas mamellas que tiene la Trexy. Algín día tendré que armarme de valor y decírselo!

Little espera a que sus dos compañeros hagan su pedido para continuar con su rutina antes de decidir cómo encarar la situación.

Notas que Trexy te mira detenidamente durante tres segundos, parece que no le importa que te des cuenta.

Al mirar hacia ella ves como de repente se desabrocha un botón de la camisa y sigue observandote con detalle mientras camina hacia su mesa a esperar su desayuno.