Partida Rol por web

Ruby entra sin miedo al cielo o lo que ella cree que es el cielo, pero viendo que hay oscuridad y la luz se aleja grita.

¡Vuelve, Lazzie! ¡No has sacado al niño del pozo!

Pues ella cree que la oscuridad es el pozo y que aquél can de tantas películas filmadas y varios millones de dólares más ganados que ella... que envidia le tengo a ese can. ¿Cómo un perro puede ganar más que yo??? ... ¿en qué me quedé? Ah, sí, Lazzie. ¿Cómo es que pasamos del cielo a un animal?

Ruby apunta su arma lista para derribar la casa desde sus cimientos, o lo que ella cree que es un pozo, y así ahorrarse el boleto de la película; pero se contiene y voltea a ver a Estifen y Felipe mientras literalmente sus ojos preguntaban.

¿Puedo disparar?

Literal, los ojos preguntaban... imaginen al Coyote cuando dice "ouch".

Felipe para variar es el que se come la silla a oscuras. Ruby parece más acostumbrada a la penumbra

Giro la rueda de selección de cobaya, miro a Rubi y niego con la cabeza. Pero como no me fío de que el mensaje sea suficiente claro, lo pronuncio en voz alta. Por si acaso. 

- No. No dispares. Aún... - iba a perderme en explicaciones pero ¿para que perder el tiempo? 

Apunto por encima de mis compañeros y disparo una sola vez. Había escogido la cobaya fluorescente. A base de una alimentación basada únicamente en luciérnagas había conseguido un brillo suficiente en el pelaje de estos animales como para iluminar una estancia de mediano tamaño. 

- No dispares. - repito, conocedor de como le gustaba a Rubi sumarse a cualquiera que apretara el gatillo. Aunque igual tenía que cambiar mi indicación en cuanto supiéramos lo que nos esperaba en aquella casa.

A la que la cobaya se queda amarrada al techo con uñas y dientes (literalmente) poco a poco empieza a iluminar la estancia de esta planta. Un sofa con una tele enfrente, una mesa de comer con los platos y cubiertos puestos...6 sillas alrededor de la mesa... y oh... esperad... hay alguien sentado en el sofa...

Mientras tanto, en la plaza central...

Sammy está haciendo que los viejos jueguen al Churro Va

"Churro Mediamanga Mangotero! ¡Adivina lo que que tengo en el plunero"

A algún viajecito quiza se le sube la tension: el "churro Va" con chicas es una escusa sensacional para meter (Literalmente) la cabeza en la falda de una mujer.

Algun abuelo le puede más la curiosidad y sin mucho arte, intentan escabullirse del grupo

- No hagas movimientos bruscos o pondrás nerviosa a la niña. Y te aseguro que no quieres ponerla nerviosa. - 

Pronuncio en dirección al ocupado sofá. 

- Venga, levanta esas manitas y déjate ver. - 

Me acerco a Rubi, mientras apunto a la desconocida silueta.

- Si no colabora ya sabes que hacer... 

Giro la rueda de selección de cobayas. 

Ya que los abuelos intentan escurrirse, utiliza el truco patentado por Raul Sender en Tu Cadena Amiga, allá por 1991

¡Sammy empieza a hacer el número de las Mamachicho! ¿De donde narices habrá sacado el traje? (Respuesta: De su inventario, que se compró algunos cosplays)
 

Incluso intenta convencer a algunas de las viejecitas de que se apunten y bailen... Pero ellas con Burhka, por supuesto.

- Eh, oiga, usted!

Felipe grita al televidente. No se le acerca de cara, sinó tanteando un lateral, con la pistola bien agarrada en el interior de un bolsillo. Qué carajo, sillas que vuelan y un tipo mirando la tele tranquilamente.

Ruby desencaja su cara como si fuese una figura de Picasso al escuchar que no podía disparar... 

Es el cielo... mi cielo, debería poder disparar a todo y a todos... ¿Cómo es que no me dejan disparar?

Se contiene ante las instrucciones de Estifen por la figura en el sofá y se le queda viendo atentamente pues está ansiosa de apretar el gatillo y oler el dulce aroma de una pólvora, y de sangre.

Anda, muévete... Haz cualquier cosa o te haré conocer al dios de los Fanhunters.

La luz parece detenerse y a los segundos desaparece. Ahora la unica luz en la Sala es la Cobaya fluorescente.

POR OTRO LADO... EN LA PLAZA...

Sam está bailando las Mamachicho con otras ancianas mientras los abuelos aplauden e intentan tocar las carnes no cubiertas por ropa de todas cuanto bailan. Ahora si que te has asegurado su atención por un buen rato.

"Juoaquín... Como tardes mucho ms en salvar al yayo perdido, ME VOY A ENFADAR" piensa Sammy

Como Ruby tiene bien vigilada a la desconocida figura me atrevo a acercarme, siempre evitando la trayectoria de fuego de la niña. Avanzo hacia la posición donde se encaramó la cobaya y la empujo con suavidad con el lanzador de cobayas intentando que se suelte para agarrarla. Una vez la tenga en la mano pretendo acercarla hacia el sofá, para descubrir quien lo ocupa.

Ruby estuvo a punto de espantarse por la ausencia del Cielo, pero lo único que mantenía su pequeña y simple mente estoica frente a la oscuridad es la ansiedad de poder disparar, por lo que sin saber cómo intenta buscar cualquier motivo para dispararle al desconocido y sin ningún miramiento le dice en tono suplicante como si pidiera una paleta.

Intenta dañar a Estifen... saca un arma... fuma un cigarro... lo que sea, solo deja que dispare y llenarte de plomo, por favor.

- ¿Se puede saber dónde metí la linterna?

Farfullando, Felipe enciende su encendedor. Le puede en ansia y, aprovechando, se enciende un cigarrillo.

Cuando Felipe ilumina la sala con la larga llama de su mechero, veis que en el sofá no hay uno... sino dos cuerpos... y están demasiado quietos para ser un par de abuelos. Ya habrían respondido si estuvieran despiertos y los oiríais roncar si estuvieran dormidos...

"Mamachicho me toca, me toca..."

Apunto a aquellas dos figuras aún irreconocibles.

- Acerca un poco más el cigarro... que no veo. 

No me gustaba disparar sin saber a qué estaba disparando, pero empezaba a tener los pelos de punta y se me agotaba la paciencia.